Las expectativas que la “revolución en marcha” de Alfonso López Pumarejo crearon a partir de 1934, pero especialmente desde 1936, con la legislación agraria y laboral que contrastaba en absoluto con las secuelas de 45 años de gobiernos conservadores (1885-1930), no se diluyeron totalmente con el cuatrienio de Mariano Ospina Pérez iniciado en 1946, en la retoma conservadora que siguió a 16 años de mandato liberal (1930-1946) y gracias a la división de este partido.

Se prevé entonces un inatajable triunfo de Gaitán en los comicios presidenciales de 1950. La mayoría absoluta de la población liberal y conservadora, fervorosamente receptiva ante los planteamientos y el carisma del líder, esperaba con ansias el 7 de agosto de 1950, segura de que ese día “el negro Gaitán” llegaría al Palacio Presidencial.

Este cuadro político permite comprender el impacto que el magnicidio causó en los sectores populares. Se puede afirmar por tanto que la muerte de Jorge Eliécer Gaitán constituye la más grande frustración que haya podido sufrir Colombia en la historia del siglo XX.

Confesión agente de la CIA

Información Adicional
Tema: Injerencia norteamericana en América Latina.
País/es: Colombia - Estados Unidos - Cuba

La confesión se filmó en el transcurso de la indagatoria que la policía cubana le hiciera al agente estadounidense John Mepples Espirito, detenido en la isla cuando adelantaba operaciones de inteligencia para la CIA con miras a derrocar el régimen de la Revolución Cubana en los años 60.

La grabación, que Gloria Gaitán, hija del líder asesinado, conoció a través de la proyección que hizo para ella el Comandante Piñeiros, jefe en aquel entonces de la policía cubana, es comentada por ella al final de los apartes que a continuación se transcriben en forma literal.

*****

Locutor cubano: Recientemente fue presentado ante las cámaras y micrófonos de la Revolución Cubana un testimonio excepcional. Un agente de la CIA que participó directamente de los hechos que conmovieron a toda la América Latina. Por primera vez es entregada a la opinión pública mundial, en forma viva y concreta, la naturaleza y los métodos de la tristemente célebre Agencia Central de Inteligencia (CIA) de los Estados Unidos.

Agente de la CIA: Mi nombre es John Mepples Espirito. Soy nacido en los Estados Unidos, de origen siciliano. Mis padres, ambos, también son sicilianos; ciudadanos norteamericanos ahora.

(Música de percusión)

Agente de la CIA: En el año cuarenta y ocho sucedió lo que se llamó el ‘Bogotazo’. Ahora... ese Bogotazo... yo en el Centro de Houston fui mandado directamente a Colombia para participar dentro de un ‘teem way’, o sea, dentro de un grupo de especialistas ya establecidos en el país, para trabajar junto con ellos: para llevar a cabo una operación denominada ‘Pantomima’. Así se llamaba en aquel entonces esta operación.

Esta operación tenía como parte fundamental de tratar, por todos los medios, de hacer que un abogado de tendencia izquierda, líder muy popular en aquel entonces, llamado... eh... eh... Eliécer1 Gaitán de profesión abogado, dijo, criminalista.

Por tanto, este individuo ya estaba en contrariedades -según los informes que me dieron en aquel entonces, como parte de mi trabajo- ya estaba en contrariedades con la Embajada de los Estados Unidos y con varios emisarios, que un jefe de grupo llamado Tomás Elliot trataba de arreglar, hacer como una... tratar una especie de... de... componenda, puedo decir, con este individuo, o sea Eliécer Gaitán.

Al fracasar tales negociaciones, este individuo se veía un poquito, digamos, difícil de poderlo trabajar dentro de lo que nosotros habíamos hablado anteriormente, de otra administración y entrenamiento, que era el medio de la política... o sea el tratar de llegar al individuo por medio del soborno y el chantaje. Es decir, había que trabajarlo entonces en otra forma.
Locutor cubano: En la década del cuarenta Jorge Eliécer Gaitán es el líder popular más importante de Colombia y uno de los más destacados de América Latina.

Es una situación que amenaza producir el derrumbe estrepitoso de una infraestructura social ante la mirada angustiada de los patriotas consternados. Es una sombría conjura contra el orden constitucional de Colombia.

(Música de cuerdas)

Locutor cubano: Pero el centro de la economía colombiana es el café. Aporta el 80 por ciento de las divisas del país. Los trabajadores sólo reciben el 5 por ciento del precio total que el café obtiene en su viaje desde la mata hasta los labios de los consumidores de la mitad de la producción mundial: los yankis. Así, con salarios de hambre arrastra su existencia el millón de cafetaleros, más de la mitad de los cuales son mujeres y niños. Extendiéndose desde este gremio central, reforzados en la terrible coexistencia de latifundios y minifundios, la miseria gangrena el cuerpo de la sociedad colombiana. El 68 por ciento de las casas campesinas tienen piso de tierra, el 92 carece de agua, el 95 no tiene luz eléctrica; el 78 de los cafeteros del Valle de Tenza y el 88 de los escolares de Bogotá padece avitaminosis; hay 600.000 desocupados y un millón de niños sin escuela.

(Efectos sonoros)

Locutor cubano: Este es el marco de miseria en que se producen las elecciones generales de 1946. Como resultado de la división de las mayorías liberales, obtiene la victoria el minoritario partido conservador. La oposición domina el Parlamento. Los conservadores, siguiendo tácticas que habían demostrado su eficacia asesina en la Alemania nazi y en la España franquista, crean una policía secreta reclutada entre homicidas y reos. Entre 1946 y 1948 son asesinados por el gobierno 15.000 ciudadanos. Paralelamente se despoja a los campesinos de sus tierras, se les diezma a las familias, se les empuja al éxodo hacia las ciudades y los países fronterizos (Esto es algo)2 de lo que sociólogos e historiadores gustan llamar “La violencia en Colombia”.

(Pausa y cambio de locutor)

Locutor cubano: Camilo Torres ha dicho: “Durante más de 150 años la casta económica usufructuó el poder político en su propio provecho. Inventaron la división entre liberales y conservadores. [Durante] 40 años los liberales no tuvieron puestos y después les sucedió otro tanto a los conservadores durante 16 años. Las diferencias políticas y religiosas ya habían cesado. No se peleaban entre los oligarcas sino por la plata del gobierno y por los puestos políticos. Mientras tanto el pueblo se había dado cuenta de que la lucha por el partido liberal o por el conservador lo hundía cada vez más en la miseria. Los aristos (sic) no se daban cuenta de que el pueblo estaba harto de ellos. Cuando apareció Gaitán enarbolando la bandera de ‘a ‘restauración moral de la República’, lo hizo tanto contra la oligarquía liberal como contra la conservadora, por eso ambas oligarquías fueron antigaitanistas”.

Esta tesis de Camilo implicaba que una revolución antioligárquica no podía ser sino una revolución popular. Por eso fue también Gaitán el objetivo del imperialismo. Por eso se dirigió contra él la operación Pantomima.

Agente de la CIA: Me presento en Colombia, con un falso pasaporte, como estudiante. El nombre en aquel entonces era Georgio Ricco (con doble ‘c’). Al llegar a Colombia me encuentro con que tengo que reportar con un maestro o profesor de la Universidad llamado, apellidado Dávila. Además de esto -de que sirviera de profesor y asesor, introductor, inclusive, dentro de la Universidad-, ¿cuál era el objetivo?: estudiar lastendencias estudiantiles que causaban muchos alborotos en aquel entonces. Tenía fundamentalmente la misión de tratar, por todos los medios, de saber cómo, por qué, cuándo, se recibían dentro del estudiantado las órdenes directas y de parte de quién venían esas órdenes. Además, quién apoyaba con dinero o con recursos a esos estudiantes para proseguir esas manifestaciones pro Eliécer Gaitán.

Esto, naturalmente, para llevarlo a cabo me hice pasar por un estudiante de habla italiana, debido a mi caracterización. Dentro de los cuadros de estudiantes participé y entonces pude saber a ciencia cierta su fortaleza, pude saber a ciencia cierta quién lo apoyaba y naturalmente estos estudios, con otros estudios ya hechos por los agentes radicados ahí, como el tal Tomás Elliot, jefe de grupo, pues llegamos a un acuerdo de que Eliécer Gaitán, el líder, independentista, liberal, muy popular, pues era necesario llevarlo a una eliminación física.

Locutor cubano: Gaitán sostenía la necesidad de una administración social de la propiedad. Sus objetivos eran precisos y directos. La modificación del estado de castas y de grupos, la eliminación de los privilegios, el ascenso al poder de las clases populares.

Bajo la consigna “el hambre no tiene un color político”, supo ganarse la adhesión en las ciudades y el campo. Supo compenetrarse con el pueblo, interpretarlo y despertarlo. “Hay un contraste profundo -decía- entre los hombres de la política y las masas ciudadanas. El pueblo está por encima de los cananeos que fingen dirigirlos. Hay una juventud conservadora, una juventud liberal, hay una juventud socialista, que miran con asco y desprecio el triquiñuelismo actual. En realidad una unión aglutina a las masas de uno y otro partido en un gran deseo de acción contra el presente”3.

(Voz de Gaitán, con otro discurso suyo)

Locutor cubano: Paralelamente a los planes del asesinato de Gaitán se aceleraban los trajines para el inicio en Bogotá de la IX Conferencia Interamericana el 30 de marzo de 1948. La prensa la comentaba de la siguiente forma:

(Música de fondo. En el documental aparecen fotografías de titulares de prensa)

Locutor cubano: Declaraciones del general Marshall, Secretario de Estado, al llegar a Bogotá: “Los Estados Unidos no pueden aislarse y ver cómo son destruidas, una a una, las democracias del mundo”.

(Música de fondo. Un segundo locutor cubano relata el testimonio de un testigo presencial del asesinato de Gaitán)

Agente de la CIA: Esta extremada orden, naturalmente que ya llegaba a formar un plano completamente diferente al que yo me venía (sic) hecho en otros años. Es decir, en cuanto era la primera vez que participaba ya en la eliminación física de un individuo por otros medios. Paraesto está Tomás Elliot. Se fundamentaba en dos formas para poder hacerlo. Es decir, si nosotros llevábamos ya la eliminación física del individuo, amparado y acuñado por la Embajada de los Estados Unidos en Colombia, pues era necesario tratar de darle otro matiz, otra forma diferente, para que la opinión pública no se formara una idea como la que se tenía que formar de que la Embajada de los Estados Unidos estaba detrás de todo esto.

(El segundo locutor cubano prosigue leyendo la declaración del testigo presencial del asesinato, quien relata que le preguntó a Roa Sierra por qué había matado a Gaitán y que este le había respondido: “Uno que se deja sugestionar” y más adelante, que fue por causa de “altos designios”)

Agente de la CIA: Al llegar a Colombia conocí a otras gentes que trabajaban también para el Centro4, vinculados a la Embajada de Bogotá5. Me presentaron a un individuo llamado Juan Roa Sierra. Este individuo, colombiano, de nacionalidad colombiana, como dije antes, de tendencias fascistas 6 fue un individuo de confianza ya que había hecho con anterioridad algunos otros programas u otras misiones para los agentes, tanto del Centro como para la Embajada. Este individuo se le prometió en aquella ocasión protegerlo debidamente contra las autoridades colombianas en caso de que fuera arrestado al cometer el hecho y a la misma vez también se le prometió, aparte de dinero, sacarlo lo más pronto posible fuera del país. En sí, todo esto se arregló con él de una manera bastante bien. Pero para nosotros pensábamos después eliminarlo físicamente -ya queeste individuo, después de cometido el hecho, iba a ser para nosotros un estorbo y un testigo presencial del caso. Por lo tanto, nos ahorramos ese problema ya que este individuo, al ajusticiar a Gaitán, también fue ajusticiado por el pueblo en ese momento que cometió el hecho en una de las céntricas calles de Bogotá.

(Música. Después viene una intervención del locutor cubano, explicando lo que motivó a los Estados Unidos a involucrarse en el asesinato. El agente de la CIA proseguirá explicando su vinculación a la CIA a través de un capellán ex coronel del ejército norteamericano. Relata igualmente el entrenamiento que recibió y su vinculación, años después, al complot para derrocar a Jacobo Árbenz).

Comentarios
de Gloria Gaitán

En un viaje a Cuba, en los años de 1961 ó 1962, el Comandante Piñeiros, a quien todo el mundo llamaba Barba Roja, me invitó a ver una filmación de una declaración de un agente de la CIA que afirmaba haber hecho parte delcomplot para asesinar a mi padre, Jorge Eliécer Gaitán.

En la versión original, sin editar, que fue la que yo vi, el agente entraba en pormenores sobre la primera etapa adelantada por Tomás Elliot para intentar el soborno de mi padre a fin de que abandonara la política. Sufrí un ataque de taquicardia que obligó a la suspensión temporal de la proyección, ya que el agente de la CIA relataba un hecho que yo había conocido directamente de boca de mi padre.

En efecto, en el año 47, papá llegó un día a almorzar a la casa y le contó a mamá, en presencia mía, que le habían ofrecido ejercer la cátedra de derecho penal en la Sorbona en París o en la Universidad de Roma, garantizándole la propiedad en uno de los barrios más lujosos de esas ciudades, de un espléndido apartamento. Le darían igualmente una inmensa finca en la Sabana de Bogotá y otra en los Llanos Orientales, y le otorgarían la financiación necesaria para que sus hijos pudieran, por el resto de sus vidas, estudiar en los colegios o universidades que quisieran en Europa. Esta última parte fue la que no permitió que yo olvidarael asunto, pues me empeciné en insistirle a mi papá que abandonara la política para poder irme a estudiar al Viejo Continente. Mamá, a veces, me decía que era una lástima que mi papá no se hubiera dejado tentar, pues así habría salvado su vida.

El impacto que recibí fue tremendo, cuando comencé a oír de labios de ese hombre la descripción de todas y cada uno de las propuestas de soborno que yo ya conocía. El agente, en lugar de hablar de los Llanos, se refería a “la pampa colombiana”, pero el resto era idéntico, con las mismas palabras, como lo había relatado mi padre. Le pedí a Piñeiros una copia y quedamos en que me la entregaría antes de mi regreso a Colombia.

Años más tarde, Arturo Alape se hizo mostrar el documental y, más astuto que yo -como tampoco a él los cubanos querían entregarle copia del documental- grabó el audio con una pequeña grabadora durante la proyección de la película. Yo le compré esa grabación a Alape, que es la que aquí se transcribe.

Se sabe, por versión de Arturo Alape, que unos años atrás un funcionario del Ministerio de Relaciones Exteriores de Cuba lo llevó a un apartamento de El Vedado para que conociera “al asesino de Gaitán”. Allí estaba Mepples Spirito, casado con una cubana, con quien había contraído matrimonio tan pronto fue liberado de la prisión que sufrió en El Morro durante muchos años.
Luego se vino a saber, por un periodista del Miami Herald que investigó su paradero, que Mepples Spirito salió de Cuba rumbo a Miami y se enganchó nuevamente con la CIA.

En 1993, el doctor Yesid Castaño, miembro de la junta directiva de la Federación Colombiana de Cafeteros, me contactó para decirme que el doctor Robayo, dueño de Kokorico y en aquel entonces de Diners y el Banco Superior, tenía toda la documentación de un agente de la CIA llamado Tomás Elliot, quien había sido su cercano amigo y quien le dejó, antes de morir de cáncer, todo el archivo sobre la preparación del asesinato de Jorge Eliécer Gaitán, entre otras cosas, fotografías donde se ve la salida de mi padre, en diferentesdías y horas, del edificio Agustín Nieto, y donde están consignadas pormenorizadamente todas las acciones previas al asesinato. El doctor Castaño me dijo que el doctor Robayo estaba dispuesto a hacerme conocer la documentación. No obstante, me fue imposible localizarlo y hasta el presente nunca respondió mis llamadas. Se debió arrepentir.

En cuanto a la vinculación del jefe de la policía, también existe otro testimonio, el del padre Camilo Torres, quien me llamó un día para decirme que su señora madre sabía quiénes eran los asesinos intelectuales de mi papá y que quería reunirse con mi madre, con mi entonces esposo, Luis Emiro Valencia, y el abogado de la familia, Guillermo Hernández Rodríguez, y conmigo, para revelarnos la información que ella había guardado por muchos años por miedo a que a él lo mataran como represalia.

Mamá dijo que no quería reunirse con una encubridora. La madre de Camilo nos dijo que ella era muy amiga de la amante del coronel Vírgilio Barco, director en 1948 de la Policía Nacional, y que pocos días después del 9 de abril, estando de visita donde ella, llegó Barco, quien estaba de pelea con su amante, en busca de una reconciliación. La señora le dijo a doña Isabelita de Torres que se escondiera en el cuarto vecino para que el coronel Barco no se sintiera cohibido, ya que ella sí quería reconciliarse. El coronel comenzó diciéndole que no era cierto que él la hubiera engañado, que eran sólo celos infundados de ella, motivo por el cual estaban de pelea y que era tal el amor y la confianza que él le profesaba, que iba a confesarle un gran secreto para poner su vida en manos de ella: le contó que con la asesoría de agentes norteamericanos y por órdenes de la Presidencia de la República él había planeado la ejecución del asesinato de Jorge Eliécer Gaitán. Explicó que esa era la razón por la cual, cuando dos policías habían encerrado a Roa Sierra en ellocal de una farmacia y lo vieron a él sentado en un café al frente del Edificio Agustín Nieto -donde permaneció toda la mañana vigilando los acontecimientos- se le habían acercado para preguntarle qué hacían con el asesino y él les respondió: “Déjenselo a la multitud”, mientras que otros cómplices vociferaban “Maten al asesino”, con el fin de que fuera la gente enardecida la que acallara directamente al asesino material.

El doctor Guillermo Hernández le pidió a doña Isabel que declarara en el proceso, pero ella dijo que sólo le hacía una confesión a la familia Gaitán por insistencia de Camilo para calmar su conciencia, pero que no quería poner en peligro la vida de su hijo y que con su confesión mi padre no resucitaría y en cambio Camilo sí podía ser asesinado, lo cual impediría que él hiciera la revolución que mi padre no pudo hacer. El padre Camilo insistió mucho en que ella declarara, e incluso manifestó que él iba a contarles la versión a los jueces. Doña Isabel le respondió tajantemente que si él se atrevía a hacerlo, ella lo desmentiría.

El 9 de abril de 1948, mi padre salió de su oficina poco antes de la una de la tarde después de una corta llamada que le hiciera mi madre, quien se había soñado en la madrugada de ese día que a papá lo asesinaban al salir de la oficina y que Plinio Mendoza Neira (a quien ella detestaba porque había traicionado políticamente varias veces a mi papá) lo llevaba del brazo y hacía las veces de Judas. Seguramente mi mamá se había acostada impresionada por los gritos histéricos de una niña de nombre María Clara Samper Koppel, quien la víspera, en el colegio, me había lanzado a la cara un “Ojalá asesinen a su papá”. Mamá, muy nerviosa, le contó el sueño a una de sus mejores amigas, Margoth Jaramillo de Salgar, madre de la periodista Consuelo de Montejo, quien le aconsejó que, sin importar cuál fuera la reacción de mi padre (quemi madre suponía de mucho desagrado), le contara el sueño. Mamá terminó su relato diciéndole a papá: “Deja la Constitución tan bien encuadernada y tómate el poder, que a las buenas no te van a dejar llegar. ¡Y deja a los plinios7 y vete con los tuyos!”. Ese día, Plinio Mendoza estaba con papá en la oficina.

Plinio le solicitó al grupo que acompañaba a mi padre que los dejara avanzar solos, pues según él tenía que decirle algo en privado. Lo tomó fuertemente del brazo y lo llevó así hasta la calle. Quienes quedaron rezagados, al oír los disparos, se precipitaron a la calle. Papá yacía solo en el suelo, y Plinio había desaparecido. Después declaró que a papá le dispararon de frente y que, al verlo caer de espaldas, salió a buscar un taxi para llevarlo a una clínica. A papá le dispararon por la espalda, porque, aun cuando el asesino estaba de frente, papá, al verlo, dio la vuelta intentando entrar nuevamente al edificio Agustín Nieto. De modo que Plinio Mendoza Neira salió corriendo antes que el asesino sacara su arma y disparara, ya que ese gesto se realizó en segundos. El sueño de mi mamá se había hecho realidad.

1 El agente pronuncia el nombre con acento en la última sílaba: Eliecer, en forma aguda.
2 Cuando el texto aparece entre paréntesis es porque, debido a la falta de nitidez del audio, no hay certeza de que la transcripción sea exacta.
3 La frase, en la voz de Gaitán, dice: “En realidad, una unión sagrada aglutina a las masas de uno y otro partido en un gran deseo de acción contra el presente”.
4 Se refiere al Centro de Houston, donde se encontraban las oficinas centrales de la CIA.
5 Entiéndase “Embajada de los Estados Unidos en Bogotá”.
6 En la versión original, antes de ser editada la confesión para elaborar el documental, explica el agente que Roa Sierra trabajó en la Embajada Alemana nazi, lo cual consta igualmente en el expediente. Así se entiende por qué dice el agente “como dije antes”. Además, según testimonio de Valois Arce, posteriormente Roa Sierra trabajó en el periódico El Siglo al servicio de Álvaro Gómez Hurtado.
7 Se refería a Plinio Mendoza Neira, quien había traicionado por la espalda a mi padre en los sucesos políticos acontecidos con ocasión de la renuncia de Alfonso López Pumarejo (ver Las mejores oraciones de Gaitán, recopiladas por Jorge Villaveces). Por eso, el término “Judas” se volvió “Plinio” en el gaitanismo, y cuando los más fervientes le decían que tuviera cuidado con él papá, respondía: “Déjenlo; los Judas se ahorcan solos”, Lástima que nadie le hubiera hecho caer en cuenta que es cierto pero que lo hacen después de besar al Maestro.

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Antes y después del 9 de abril

Francisco Trujillo

Curiosamente, Ospina Pérez acusó a la Unión Soviética por los sucesos del 9 de abril, rompió relaciones con ella y acusó a los comunistas colombianos pero no los ilegalizó. Quizás porque tenían fuerte relación con el movimiento obrero, con cada una de las fracciones en que se hallaban divididos. Ambas tenían participación en la Confederación de Trabajadores Colombianos, CTC, única central obrera existente en esas fechas.

El científico francés Paúl Rivet, antropólogo, escribió: “Es lamentable que haya estallado (el bogotazo) en el momento en que la Conferencia Panamericana está reunida en Bogotá, pero es inexacto establecer cualquier relación entre los dos acontecimientos. Es insensato, para quien conoce a Colombia, interpretar los hechos como una actuación comunista oculta»:

Los norteamericanos insistían en la conspiración soviética. El general Marshall, uno de sus héroes de la Segunda Guerra Mundial, preside esa delegación. El embajador norteamericano Beulac informa: “Marshall informó a la reunión a partir de noticias recogidas en Yugoslavia y Panamá. Queda clara que este movimiento ha sido bien organizado y es un esfuerzo deliberado (comunista) para sabotear la Conferencia”. Y el secretario de la Embajada Lovetl, agrega que en el seno de esta hay dudas de si realizarla o no por “una tensión creciente y en informes cada vez más numerosos de movimientos comunistas y revolucionarios por todas partes en Centro y Sur América”.

El temor provenía de la movilización popular en la que participaban delegaciones de Cuba, Venezuela, Ecuador, Panamá y otros países en contra de los objetivos norteamericanos en la Conferencia. A su vez, internamente, el día 22 se presenta por los Estados Unidos, Colombia y otros países una proposición de“defensa de la democracia”. Ospina a nombrado a Laureano Gómez, el “monstruo”, como presidente de la delegación colombiana y en tal condición es nombrado presidente de la Conferencia, pues a Colombia como país sede le corresponde esa posición. Marshall, Laureano y Ospina se dan la mano en su anticomunismo fanático.

Desde antes del 9 de abril los Estados Unidos desarrollaban actividades de información y espionaje. Su organismo de seguridad G2, dice: “Se solicita el envió de datos biográficos que contengan nombre, fecha de nacimiento, estado civil, educación, cargos ocupados, afiliaciones políticas y actitud hacia Estados Unidos de los editores en jefe de los siguientes periódicos colombianos: El Liberal, El Siglo, El Tiempo, La Razón, El Espectador”.

En 1947 en relación con Gaitán el embajador Wiley dice: “EstadosUnidos debe vigilarlo con discreción y tacto... Debe ser cultivado discreta y cuidadosamente. Quizás se le podría aconsejar”. Y como si fuera poco: “mi reciente almuerzo con Gaitán infortunadamente trajo a mi memoria un almuerzo que compartí alguna vez en Berlín con el criminal nazi de guerra Joseph Goeblels. La diferencia intelectual entre ellos es perturbadoramente perceptible”. Y más todavía: “representa un peligroso fenómeno político. Los nativos, de pigmentación oscura que comienzan a surgir con lentitud ven en Gaitán a su prototipo y protector”. Este embajador concedía con la oligarquía colombiana que hablaba con desprecio del “negro Gaitán”.

Un informe del G2 del 17 de abril de 1948 asevera que “la revuelta ha sido organizada hasta el punto de distribuir cuidadosamente tarros de gasolina que pudieran utilizarse para quemar”

Pues bien, el anterior documento que el autor de estas líneas solo ahora (abril 5 de 2005) me revela un misterio de ese 9 de abril. Después de ir muy brevemente al sitio del crimen, como escribí y fue publicadoen desde abajo ediciòn No. 99, regresé a mi oficina de la calle 15 entre carrera 9 y 10. Al llegar a ellas vi que con estruendo y como por obra de magia un grupo de personas hacían rodar una caneca de gasolina que momentos después sirvió para alimentar el incendio del periódico El Siglo, cuya sede estaba situada enesa misma calle con carrera 13. Es evidente que quienes alertaban sobre el uso de la gasolina fueron quienes la suministraron.(desde hace bastante escribo “mis recuerdos” y en ellos he consignado ya lo atrás relatado).

A raíz del 9 de abril se desató la persecución contra el movimiento sindical. En 1950 a la cabeza de ellas se encontraba Carlos Lleras Restrepo. Dice el historiador Eduardo Sáenz Rouver en su libro La ofensiva empresarial: “Lleras Restrepo logró los objetivos deseados y fue, muy exitoso en su política de persecución laboral. Ni siquiera el partido conservador, gobernado como una virtual dictadura sin Congreso y bajo estado de sitio, había sido capaz de “domesticar” a la CTC”. Allí se inicio el fin de esta organización de la que estuve muy cerca, como lo estuve de las más poderosa de sus federaciones, la Federación Nacional de Trabajadores del Río Magdalena (Fedenal), sentenciada a muerte en 1948 por el Presidente Alberto Lleras Camargo.

Un mes después del asesinato de Gaitán llegaba al país una misión de Scothand Yard, la policía secreta inglesa:

“Secreto: Foreign office, por favor transmitir lo más pronto posible: El señor Norman Smith, el señor Bereridge y un sargento de Scothand Yard vuelan de Miami a Bogotá en misión secreta (top secret). Informes prensa Nueva York indican hubo alguna indiscreción. Les agradecería prevenirlo sobre sabuesos prensa. Si se les presiona tal vez deban decir que son una avanzada exploratoria para una misión de la policía británica a Colombia”.
Aunque el gobierno colombiano expidió un comunicado en el que trataba de explicar el objetivo de esa misión, esta nunca quedó completamente clara, la misión terminó abrupta y fríamente a fines de diciembre de 1952 debido, al parecer, a la injerencia de su jefe en un debate público sobre decisiones gubernamentales concernientes a la reorganizaciónde de la policía.

En 1998, Gloria Gaitán hija del líder popular, entregó un poder al abogado Eduardo Umaña Mendoza, destacado jurista, para reabrir las investigaciones sobre el asesinato de su padre. Pocos meses después Umaña fue asesinado.

Sobre el asesinato de Gaitán y sus repercusiones se han producido innumerables libros y documentos contradictorios. Colombia necesita saber toda la verdad.