Montevideo, (ANC-Utpba)
Al menos tres diarios de la República Oriental del Uruguay renunciaron a la Sociedad Interamericana de Prensa (SIP), luego de que esa cámara empresaria regional eligiera como presidente al ex director de Prensa de la última dictadura militar uruguaya y editor del semanario Búsqueda, Danilo Arbilla.
Según publicó el diario montevideano La República, Arbilla había sido designado en el cargo por el presidente Juan María Bordaberry, permaneció en funciones luego de que el mandatario eliminara con respaldo militar las instituciones republicanas y continuó también cuando las Fuerzas Armadas desplazaron a Bordaberry y se hicieron cargo directamente del país.
En realidad, Arbilla participa desde hace tiempo de los ámbitos de decisión de la SIP, pero a las empresas periodísticas orientales les molestó su designación como presidente.
Los medios montevideanos que renunciaron a su participación en la cámara empresaria regional son el matutino La República, la revista Posdata y el vespertino El Diario, que si bien no era miembro pleno de la entidad había formalizado poco tiempo atrás su solicitud de ingreso. Todos anunciaron que no retornarán la organización hasta tanto Arbilla no abandone la presidencia.
La República informó que "los medios uruguayos que quedan en la SIP son el diario que fue vocero de la dictadura militar, El País; el diario de la Secta Moon, Ultimas Noticias, y el diario del Opus Dei, El Observador. El semanario Brecha no integra la SIP". Uruguay sufrió una dictadura militar entre los años 1973 y 1985, que al igual que las demás que asolaron Latinoamérica durante los años setenta reprimió a la sociedad, encarceló, asesino y desapareció a los disidentes, expulsó al exilio a miles de personas, impuso a sangre y fuego el neoliberalismo económico e desató una férrea censura sobre los periodistas y los medios de comunicación.
Un ejemplo de la forma en que se silenciaba a los periodistas en Uruguay ocurrió el 27 de junio de 1973, en un decreto que imponía la censura a los medios de comunicación. En su artículo tercero, el decreto decía: "Prohíbese la divulgación por la prensa oral, escrita o televisada de todo tipo de información, comentario o grabación que, directa o indirectamente mencione o se refiera a lo dispuesto por el presente decreto atribuyendo propósitos dictatoriales al Poder Ejecutivo, o pueda perturbar la tranquilidad y el orden públicos".
Durante la gestión de Arbilla en la dictadura, fue asesinado el director del semanario Marcha, Julio Castro, y fueron secuestrados decenas de periodistas y escritores, entre los que se encontraban Carlos Quijano, Carlos Borche y Santiago Puchet y el poeta Juan Carlos Onetti.
También, durante su gestión entre 1973 y 1976, se clausuraron 173 medios de comunicación (14 de los cuales fueron cierres definitivos), se produjeron cientos de allanamientos a las redacciones y se intervino la Asociación de la Prensa Uruguaya (APU), la organización sindical de los periodistas, y todos sus dirigentes fueron encarcelados.
Todas las clausuras, cierres, secuestros, requisas y suspensiones aplicadas contra periodistas y medios de comunicación sumaron más de medio millar durante el período en que Arbilla fue jefe de Prensa de la dictadura, según la información del diario La República.
También fueron requisadas las ediciones completas de los medios argentinos Mayoría, La Opinión y La Nación (cuyos directivos comparten ahora la mesa con Arbilla en la SIP), hasta se secuestro íntegra una edición de la revista internacional de cultura "El Correo de la Unesco".
El presidente de la SIP participó del cierre de los diarios La Gaceta de San Ramón (Canelones), Ultima Hora, La Mañana, Ahora, Crónica, El Popular y Acción, un vespertino que dirigía el actual presidente Jorge Batlle. También cayeron el semanario Marcha (cuyo director fallecido dos años después en su exilio de México), y los periódicos Idealismo, El Faro de Sauce, Ahora, Mensajero, Valdense, 9 de Febrero, Víspera, Darbas, La Idea Nueva, Civismo, Perspectiva.
Poco después de su designación, Arbilla fue agasajado en el Golf Club de Montevideo, una cena a la que estaban invitados los ex presidentes Julio Lacalle, Julio María Sanguinetti y el actual Jorge Batlle, entre otros. Ninguno de los tres concurrió y los medios locales obviaron explicar que Arbilla habia clausurado un vespertino que dirigía Batlle, y que Sanguinetti era también por entonces periodista.
La designación de Arbilla también recibió un pudoroso silencio en la Argentina, donde los diarios porteños Clarín y La Nación obviaron informar sobre el acontecimiento.
Durante la dictadura fueron encarcelados Edmundo Rovira, que murió en el Penal de Libertad, Norma Cedrés, funcionaria de El Popular que murió en el penal de Punta De Rieles, mientras que Julio Castro, subdirector de Marcha, es uno de los uruguayos desaparecidos.
Link con la SIP Sociedad Interamericana de Prensa: www.sipiapa.org
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