(Por: Alba Martínez)
Durante el gobierno de Vicente Fox, el Fonca benefició con más de 400 millones de pesos a 444 creadores. En esa lista aparecen funcionarios, familiares y “colegas” que mantienen becas vitalicias del gobierno federal. En el primer año de la administración panista de Felipe Calderón, la tendencia a beneficiar a unos cuantos prevalece, mientras que el Conaculta reserva su información hasta 2016.
En el sexenio pasado, cuando Vicente Fox ocupó la Presidencia de la República y puso a Sari Bermúdez al frente del Consejo Nacional para la Cultura y las Artes (Conaculta), se duplicaron a 414 millones 668 mil pesos los estímulos económicos para miembros del Sistema Nacional de Creadores Artísticos (SNCA); sin embargo, el número de beneficiados se mantuvo con relación a la administración de Ernesto Zedillo.
Dicho apoyo económico, para un grupo de 444 creadores, significó el 48.14 por ciento de todo el presupuesto asignado al Fondo Nacional para la Cultura y las Artes (Fonca).
A 19 años de constituido, el SNCA es cuestionado por sectores artísticos que ponen en duda la calidad de proyectos y trayectorias de los artistas beneficiados con becas y estímulos económicos. Desde 2002, postulantes excluidos argumentan lo que consideran notorios favoritismos, carencia de criterio, corrupción, nepotismo y amiguismo. Ahora, en 2007, este polémico sistema asignó estímulos. Los dictámenes no son claros y los beneficiados son pocos.
En los primeros meses de este año y con los resultados de una nueva selección, los cuestionamientos apuntan a los jueces responsables de distribuir las becas y modificar las reglas de operación del sistema para beneficio personal.
Al respecto, el Fonca niega información amparándose en la reserva que Conaculta estipuló en mayo de 2004 a los dictámenes de comisiones por ser “parte de procesos deliberativos de servidores públicos”.
De las 2 mil 340 solicitudes que el Fonca recibió para el SNCA en el sexenio pasado, se renovaron 186 becas, se otorgaron 352 nuevos estímulos y se sumaron 15 eméritos. El número real de beneficiados fue de 444 personas, cifra que representa el 18.9 por ciento de las solicitudes.
Para 2006, la décima generación de creadores artísticos tuvo 79 integrantes; éstos, sumados a los beneficiados de las dos generaciones anteriores, representan un total de 345 becas y 80 millones 160 mil pesos. El recurso asignado al SNCA para el primer semestre del ejercicio 2007, es de 47 millones 409 mil pesos.
En seis años, todos los integrantes del SNCA –creadores becados, comisiones de selección y consejos directivos– obtuvieron el estímulo cuando menos una vez. De ellos, al menos 110 personas aún permanecen en cargos de dirección o de selección.
“El ejemplo más claro es que los jurados del SNCA continúan, al año siguiente, como becados”, comenta indignado Eduardo Ruiz Saviñón, director de teatro y, hasta 2006, 10 veces consecutivas candidato a recibir el estímulo del SNCA.
Ruiz Saviñón identifica a quienes como miembros del SNCA no cumplen con los requisitos, aunque no pone en duda la calidad de su obra; considera que él no es beneficiado porque, mientras continúen los mismos miembros, ni las comisiones de selección de su disciplina –teatro– ni de los consejos directivos “reconocerán la calidad de obras presentadas, porque no son de su gusto; es más, ni las leerán”, ironiza.
Como “experto” de los procesos de selección, Ruiz Saviñón habla de la anterior administración del Fondo –la de Mario Espinosa Ricalde, exsecretario técnico del Fonca, “quien en alguna ocasión también cobraba la beca mientras era funcionario”–, y reconoce que llegó a considerar que Espinosa se ocuparía de distribuir de manera equitativa las becas y mejorar los procesos de selección del sistema; sin embargo, su percepción cambió. “Creí que él estaba muy atento a las críticas y a las modificaciones de reglas de operación para hacerlas justas y no para beneficiar a una mafia o formalizar toda la corrupción presente en el proceso, ellos sólo pretenden perpetuarse”.
De reportes oficiales, actas de selección –obtenidas por Contralínea, a través de la Ley Federal de Transparencia y Acceso a la Información Pública– y de la publicación conmemorativa Fondo Nacional para la Cultura y las Artes, 18 años de inversión en el patrimonio vivo de México (Conaculta, 2006), se desprende información y cifras que revelan la opacidad con la que el SNCA operó en el sexenio anterior y hasta el primer año del presente periodo de gobierno.
La Comisión Intersecretarial para la Transparencia y el Combate a la Corrupción de Conaculta evaluó la operación y eficacia del sistema en 2005. Los resultados demostraron que del ciento por ciento de estímulos otorgados, el cumplimiento general del proceso fue del 85 por ciento de satisfacción, menos del factor mínimo que se pretendía para ese año (el 93 por ciento).
La Comisión consideró los índices de percepción que la ciudadanía tenía respecto a los productos culturales generados y dados a conocer; la percepción favorable de candidatos respecto a la transparencia en el proceso de selección; el otorgamiento de los estímulos; y el porcentaje de creadores que cumplen con los compromisos establecidos en el proyecto de creación.
Ante insatisfactorios resultados, Mario Espinosa convino algunas acciones específicas con la Comisión. Entre las más importantes destaca la de integrar un jurado con cinco personas de diferentes generaciones y de diversos estados del país que ocupen el cargo únicamente dos años. Ellos, al firmar la carta compromiso –declaración de vínculo, laboral o familiar–, debían actuar con honradez, integridad e imparcialidad para cumplir con el Código de Ética creado en 2004 y para regir las decisiones de las comisiones de selección, con la aclaratoria de exclusión de la votación de quienes reconocieran vínculos con postulantes. Lo anterior no se cumplió.
En 2004, los jurados reconocieron tener vínculo personal con los postulantes y no se abstuvieron de votar. José Luis García Agraz, de la Comisión de Selección de Medios Audiovisuales, reconoció tener un vínculo familiar con un postulado. Como miembro del Consejo Directivo y Comisión de Selección votó a favor de su hermano, Carlos García Agraz, quien a la fecha recibe el estímulo.
En el Resumen de Presupuesto de Egresos autorizado para 2006, Conaculta examina el número de becas, estímulos o apoyos a la creación artística y reporta que las metas alcanzadas del SNCA fueron de 62 creadores eméritos beneficiados (22 mil 740 pesos mensuales) y 346 creadores artísticos (17 mil pesos mensuales); de éstos, al menos 12 familiares de los miembros del jurado percibían la beca. Destacan los hermanos Figueroa Flores, Hiriart Urdavinia, Nuñez Guerra, Pérez Rulfo, Rocha Iturbide y García Correa.
Insatisfacción vigente
En la última convocatoria del SNCA, la selección y dictámenes estuvieron a cargo del ahora exsecretario ejecutivo del Fonca -–antes exsecretario técnico de Sari Bermúdez–, Raúl Zorrilla Arredondo, quien en julio de este año dejó el cargo para ocupar la dirección del Instituto de México en Nueva York. Con apenas un año de administración, Zorrilla Arredondo deja resultados insatisfactorios.
Inconformes, artistas excluidos esperaban que la primera asignación de estímulos con Sergio Vela en la presidencia de Conaculta resultara justa y equitativa. Empero, la lista publicada con los integrantes de la generación 2006 demuestra las continuidades con la administración de Sari Bermúdez y la política cultural del sexenio foxista: irregularidades, favoritismos, manipulación y omisión en las Reglas y el Código de Ética.
Oscar Blancarte, escritor, guionista y director de cine, participa desde hace 10 años en la convocatoria sin conseguir un estímulo, pese a que –dice– cumple con toda la trayectoria, experiencia y calidad de obra que exigen las Reglas de Operación. Él atribuye este hecho a la falta de respeto al reglamento y a que no se dan a conocer los verdaderos criterios con los que califican y seleccionan. “Hay postulantes de cine que no han realizado ni una película y no tienen trayectoria, pero obtienen la beca”, agrega.
No todos los artistas merecen ser becarios: Zorrilla
En entrevista realizada días antes de su dimisión en el Fonca, el ahora exsecretario ejecutivo del SNCA, Raúl Zorrilla Arredondo, justificó que éste no era un programa de subsidio permanente sino un mecanismo de financiamiento específico para que “los creadores se dediquen de tiempo completo al proyecto para el que les fue otorgada la beca”. Sin embargo, esto no es así; connotados creadores tienen más vida pública que creativa.
Al ser cuestionado respecto a la eficacia del Sistema, el extitular dijo que reconoce que el Sistema es suficiente “es algo muy arriesgado”. “Yo podría decir que es suficiente, pero el hecho de que 500 soliciten la beca no significa que esos mismos 500 la merezcan. Los estímulos son para aquellos que tengan talento y puedan crear obras sin dedicar su tiempo a realizar otras actividades para mantenerse. Eso hace que el país posea más capital espiritual”.
Con relación a la selección, Raúl Zorrilla afirmó que las sesiones de selección se realizaron con una comisión mínima de tres personas, “la mitad más uno del máximo que es de cinco jurados”. No obstante, en las sesiones de las comisiones de selección son notorias las irregularidades.
La Comisión de Selección de Arquitectura estuvo conformada sólo por dos jurados, porque el tercero, José Juan Francisco Serrano y Cacho se excusó de la votación. Los jurados, Aurelio Nuño y Bernardo Gómez-Pimienta, otorgaron su voto a favor de Alejandro de Jesús. Pero Gómez-Pimienta, vocal de la selección ante el Consejo de Dirección, faltó al Código de Ética al manifestar –en su declaración de vínculos– que reconocía tener relación laboral con el único seleccionado.
Los exintegrantes de la Comisión de Selección de Letras de la convocatoria 2005, Christopher Domínguez y David Huerta, resultaron seleccionados a un año de haber votado en la misma disciplina. Ahora, en 2006, el comisionado Álvaro Enrigue declaró su amistad con el postulante Domínguez y no se abstuvo de votar.
Lo mismo sucedió en la Comisión de Selección de Coreografía, donde dos jurados, Evóe Sotelo y Laura Rocha, firmaron declaración de vínculo por participación en los montajes del postulante, Oscar Ruvalcaba.
En la Comisión de Medios Audiovisuales la situación no es clara. Uno de los seis jurados firmó el acta en otra fecha a la realización de la selección. En situación semejante está la Comisión de Artes Visuales. Jordi Boldo, que excusó su participación en la selección pero firmó en la misma fecha en la que los otros jurados realizaron la votación.
Respecto a la selección de Creadores Eméritos, Víctor Hugo Rascón Banda, director de la Sociedad de Escritores Mexicanos, en varias ocasiones miembro del consejo directivo del SNCA y actual emérito, dice que la problemática va más allá: “al creador le afecta la situación económica del país y el SNCA no es una solución, sólo es un estímulo a ciertos artistas. Hay 60 apoyos vitalicios, pero para que una persona pueda ser seleccionada necesita morirse alguien, no hay vacantes”.
Objetivos incumplidos
Con el decreto presidencial de institución del Conaculta y, meses después, del Fonca, en 1989, Carlos Salinas de Gortari pretendió conformar un plan de trabajo en respuesta a la necesidad y exigencia de una política de Estado y de cultura. El Fondo fue creado y financiado como alternativa de desarrollo del arte nacional, para beneficio patrimonial y artístico del país. Las Reglas de Operación señalan que “sus recursos provienen de los impuestos que pagan los contribuyentes”.
De las 4 mil 989 solicitudes hechas entre 1989 y 2006, el SNCA otorgó 823 estímulos (635 millones 349 mil pesos); de éstos, 343 fueron nuevas becas (281 millones 387 mil pesos); 495 creadores solicitaron la renovación y a 480 les fue concedida (205 millones 355 mil pesos); y de 205 solicitudes para creadores eméritos, 91 fueron beneficiados (148 millones 607 mil pesos). Así, el Fonca declara el beneficio del 16.5 por ciento del total de las solicitudes.
“La cultura en manos de todos”, dice Sari Bermúdez en la publicación emitida en conmemoración del Fondo. Bermúdez también expone el criterio que ella, como funcionaria de Conaculta, consideró relevante para la asignación de los recursos otorgados durante su administración; aclara que los estímulos son otorgados “de acuerdo con las decisiones de jurados integrados por miembros respetados de la sociedad, creadores especializados en las diferentes disciplinas artísticas, y no por funcionarios públicos”.
Sin embargo, información y datos recabados de diversas fuentes –incluido personal y medios de difusión de Conaculta– contradicen la afirmación de la exfuncionaria: Roxana Elvridge recibió el estímulo económico, al tiempo era subdirectora de Desarrollo Cultural de Jóvenes y Asuntos de Género de la Dirección de Vinculación Cultural de Conaculta en los estados.
Entre los nombres de creadores que debieron renunciar a los estímulos por cargos públicos en la administración de Sari Bermúdez y de Sergio Vela están: Ignacio Padilla, exdirector de la Megabiblioteca José Vasconcelos; Enzi Verduchi, subdirectora de la misma biblioteca; Jorge Volpi, director de Canal 22 y beneficiario de los recursos del Fonca para estudios en el extranjero dos años antes de su selección; Marina Stavenhagen, directora del Instituto Mexicano de Cinematografía, y Vicente Herrasti, director general de Publicaciones de Conaculta.
En el periodo de Sari Bermúdez, a 444 creadores (el 3.9 por ciento respecto al total de solicitudes de ese mismo periodo) les fueron otorgados estímulos mensuales (15 salarios mínimos por tres años a creadores y 20 salarios mínimos, vitalicios, a eméritos). Entre ellos se encuentran creadores que tenían cargos directivos en Conaculta o en empresas privadas, miembros de consejos directivos, integrantes de comisiones de selección, incluso, quienes por incurrir en omisiones o declarar vínculos familiares, personales o laborales, no debieron ser seleccionados.
A la fecha de cierre de esta publicación, la secretaria técnica del Fonca, Martha Cruz, no dio respuesta a las interrogantes que le fueron enviadas por correo.
Para muestra, teatro
En la convocatoria 2003, Luis de Tavira, director general de la asociación civil Casa del Teatro y director del Centro Dramático de Michoacán (Cedram), resultó seleccionado con el estímulo económico a creadores, recurso que percibió de 2004 a 2006. Sus compañías también recibieron fondos del programa de Coinversiones del Fonca. Alejandro Luna era miembro de la comisión de selección de teatro y asentó por el estímulo. Desde antes, ellos compartían proyectos. En dicha convocatoria también resultó becada Tolita Figueroa, pareja sentimental del mismo comisionado.
A finales de 2005, en una entrevista publicada en el diario Noticias, voz e imagen de Oaxaca, Philippe Amand expresó su preocupación por el espacio escénico y la difusión del mismo. El escenógrafo se encontraba recorriendo diversas poblaciones de Michoacán con el teatro itinerante que él mismo diseñó y que era un proyecto original de Luis de Tavira. En ese entonces, Tavira era director, funcionario, promotor del programa Conaculta en los estados y miembro del SNCA. Dos años después, en 2005, fue nombrado creador emérito con estímulo vitalicio del Fonca. En la última convocatoria del Sistema, ambos coinciden en la misma comisión de selección de teatro y otorgan estímulos a los postulantes de su preferencia.
En esta última convocatoria, Philippe Amand manifestó en su declaración de vínculo mantener relación laboral, íntima, académica y de parentesco en primer grado con Raúl Quintanilla. Pero el comisionado no se abstuvo de votar por el postulante que resultó beneficiado.
Raúl Quintanilla, exdirector del Centro Universitario de Teatro y miembro en dos ocasiones del SNCA, es en la actualidad director del Centro de Formación Actoral de TV Azteca y profesor en La casa de teatro de José Caballero Betanzo, exdirector de la Compañía Nacional de Teatro. Ambos directores fueron beneficiados en la última convocatoria del SNCA.
Otro caso es el de Víctor Zapatero, iluminador que también resultó seleccionado a partir de este año, en la que se encontraba Philippe Amand, compañero de trabajo de la puesta en escena Electra o La caída de las máscaras.
Cutberto López, comisionado de selección, también reconoció en su Declaración de Vínculo tener relación laboral con Antonio Castro que, a pesar de no resultar beneficiado, es director de una de las obras de teatro en la que Cutberto realiza la escenografía.
El director de teatro Eduardo Ruiz Saviñón comenta que, al conocer las irregularidades con las que se selecciona a los becados, no le queda más que continuar insistiendo en la necesidad de reformar el SNCA. “El Sistema funciona como las elecciones en Oaxaca –ironiza–, los artistas ni siquiera participan porque saben que no se les dará nada”. Agrega que entre la misma comunidad artística y de otras disciplinas se sabe que los estímulos son otorgados como pago de favores o “regalos” laborales, familiares o sentimentales. “Nos partieron la cara a los de teatro”, concluye.
Revista Contralínea
Fecha de publicación: Septiembre 2a quincena de 2007
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