[AL: en Perú, esta entidad financia al grupo Foro Democrático.]
Ha habido un flujo constante y abundante de dinero de sectores de la derecha estadounidense a organizaciones conservadoras latinoamericanas, desde las de corte provida hasta grupos anticastristas que a su vez suelen guardar relaciones por simpatía ideológica y a veces por traslape de miembros.
El tema se puede documentar conociendo la historia, filiación partidista y actividad actual de varias de las organizaciones beneficiadas con esos financiamientos.
Por ejemplo, en México, tanto la Unión Nacional de Padres de Familia como la Asociación Nacional Cívico Femenina, dos de los grupos más visibles de la extrema derecha del país, han recibido financiamiento del Instituto Republicano Internacional, emanado del Partido Republicano y apoyado a su vez por el National Endowment for Democracy.
Asimismo, IRI ha canalizado recursos a la disidencia cubana, en proyectos cuya documentación hace visible la participación de Jeb Bush, el gobernador de Florida; en uno de ellos se habla incluso de ir desmantelando la "dictadura" y preparando la "transición para la democracia".
Se ha denunciado a IRI como uno de los patrocinadores del fallido golpe de 2002 contra Hugo Chávez, pues IRI patrocinó a organizaciones que tomaron parte en él. Más aún, previendo la caída de ese régimen, George A. Folson, directivo del IRI; dijo en un comunicado que ese Instituto “...aplaude la valentía de los líderes de la sociedad civil-miembros de los medios, la Iglesia, los educadores y administradores de escuelas, líderes de partidos políticos, sindicatos y el sector empresarial- quienes arriesgaron sus propias vidas en su lucha para restaurar la genuina democracia en su país".
Directamente, National Endowment for Democracy ha otorgado cuantiosos fondos para financiar a instituciones de la disidencia cubana como la agencia Cubanet, o para "crear sindicatos independientes en Cuba", así como a organizaciones católicas de América Latina.
Según un documento sobre la historia de la Unión Nacional de Padres de Familia que se difunde en su página internet (www.familia.org.mx) “En 1995, mediante el convenio con el Instituto Republicano Internacional y el Centro Cívico de Solidaridad: El Programa "Cambio Constructivo, Liderazgo Participativo". En 1996, se realizan los encuentros en los cuales se logra la participación de más de 1000 líderes a nivel nacional en más de 15 ciudades de la república, todo un éxito, tanto en la convocatoria como en la realización...”
Cabe mencionar que el Centro Cívico de Solidaridad, el otro integrante de la terna de promotores de ese programa es un grupo fundado en 1985 por José Barroso Chávez, conocido empresario, caballero de Malta y expresidente de la Cruz Roja. Su objetivo inicial fue canalizar ayuda a damnificados por los sismos de ese año, pero ha participado muy activamente en campañas de censura y acciones contra el laicismo. A su vez, la UNPF forma parte de una coalición católica latinoamericana que es la UNIAPA, Unión Iberoamericana de Padres de Familia, cuyo correlato peruano, por ejemplo, es la FENACAP; Federación de Asociaciones de Padres de Familia de Colegios Católicos del Perú, país donde ha causado polémica los financiamientos de IRI a organizaciones “democráticas”.
En el año 2000, el Instituto Republicano Internacional recibió de National Endowment for Democracy, 270,407 dólares para "impulsar la participación de las mujeres en el proceso electoral mexicano", lo cual puede parecer muy progresista, pero en realidad IRI se valió de la Asociación Nacional Cívica Femenina, Ancifem, grupo femenino, pero de extrema derecha.
Cabe reflexionar en el hecho de que organizaciones estadounidenses de tendencias conservadoras hayan influido en las elecciones mexicanas fortaleciendo a un grupo que ha tenido su principal ámbito de participación política en el Partido Acción Nacional, que por sus orígenes ha representado la fuerza principal de la oposición de derecha en México.
Desde luego, hay pretextos para justificar estas y otras intervenciones en países hermanos, como el de “fortalecer la democracia”, cuyas fuerzas curiosamente se identifican una y otra vez con el anticastrismo y con el conservadurismo católico.
Fundado en los años 70, una y otra vez, Ancifem ha coincidido con Provida y con la UNPF, entre otros grupos conservadores en su defensa de la jerarquía católica, en protestas contra el aborto y los anticonceptivos y a favor de la censura de los medios. En 2001, Ancifem fue la principal defensora de Carlos Abascal, luego de los escándalos que provocaron sus posiciones, tan de extrema derecha que parecían más propias del siglo XIX que de la época actual. Con la llegada del gobierno de Fox, Ana Teresa Aranda, expresidenta de Ancifem se convirtió en titular de Desarrollo Integral de la Familia, el organismo gubernamental dedicado a las políticas sobre la familia y la niñez.
En el año 2000, en plena época de competencia electoral, Ancifem fue una de las organizadoras de una coalición provida denominada Red Familia, donde participan no sólo grupos conservadores nacionales, sin internacionales, como la Alianza Latinoamericana para la Familia, ALAFA y Focus on the Family, uno de los más poderosos e influyentes del protestantismo en Estados Unidos y que desde hace unos años ha establecido alianzas con los provida católicos.
Actualmente, el DIF financia eventos, como uno que se llevará a cabo en marzo de 2004, donde se prevé la participación de personajes destacados del activismo provida, como James Dobson, presidente y fundador de Focus on the Family. Lo que resulta aún más sorprendente es que, de acuerdo con una lista de asociaciones afiliadas que difunde Red Familia, el DIF Nacional, al igual que las Damas de Blanco forman parte de esa coalición antiaborto.
Otros personajes de la derecha estadounidense han coincidido en proyectos ideológicos con sus homólogos mexicanos. Por ejemplo, según anunció el Directorio Revolucionario Democrático Cubano, en septiembre de 2000, llevaría a cabo en Miami una “Conferencia Internacional por la Libertad de Cuba”, donde, además de una nutrida lista de dirigentes del exilio cubano participarían Christopher Sabatini, director principal de proyectos para América Latina y el Caribe del National Endowment for Democracy y Lorne Craner, Presidente del Instituto Republicano Internacional, el congresista estadounidense Lincoln Díaz Balart y el entonces diputado mexicano Cristián Castaño, actualmente al frente del Instituto Mexicano de la Juventud y exdirigente juvenil del PAN en Nuevo León. En 2002, el IMJ anunció la polémica decisión de financiar a varios grupos provida, entre ellos la UNPF, que como hemos visto es otro de los beneficiados de amigos comunes de los conservadores mexicanos, como es el IRI.
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