En la entrevista dijo, entre otras cosas, que el límite legal de 30% de participación extranjera en emisoras de TV no sería obstáculo para sus planes, ya que esos límites también existen en México y Estados Unidos y se puede dar una vuelta de tuerca para evitarlos.
Cisneros admira las telenovelas brasileras. Señaló que a partir de ellas hizo a Venevisión, que es de su propiedad, la mayor emisora de televisión de Venezuela. Agregó además que su interés es producir y exportar telenovelas brasileras con socios locales. Dijo también que el límite de 30% de capital extranjero en empresas locales podría ser eludido con claúsulas contractuales. “Es lo mismo que hicimos con Univisión, en la que aunque tengamos sólo la participación del 20%, invertimos el mismo volumen de recursos que el accionista mayoritario”.
En la entrevista Aith explica que el 20% es el límite legal que autoriza la ley americana para la participación extranjera. Por la ley, el accionista mayoritario Jerry Perenchio, dueño de Canal 47 de televisión de Nueva York, “opera como ( ...) el contralor de la gestión” de Univisión, dice Aith. Cisneros aporta el mismo monto que Perenchio, y se garantiza con cláusulas especiales en el contrato, entre las que cita la que impide al socio mayoritario vender la operación de la compañía sin la aprobación del socio minoritario, o endeudar la compañía en forma exagerada. Si hay otras cláusulas de control de la gestión, no las cita.
Cisneros está mostrando su cara en Brasil. Lanza en estos días en la Federación de Industrias de San Pablo “Gustavo Cisneros - Un empresario global”, la versión brasileña de su biografía autorizada. Está entre los hombres más rícos del mundo con un capital estimado en 5,3 millardos de dólares. (Existe el grupo de hombres ricos -unos 7 millones de personas, más o menos 0,01% de la población mundial que tienen capital de un millón de dólares. Cisneros es muy rico entre estos ricos, está en el tope del grupo de millonarios, en el sector de los 100 más ricos, según la revista Forbes).
El grupo Cisneros se asoció a América On Line (AOL) en 1998 con el objetivo de dominar los servicios de Internet de América Latina. Está asociado también a Hicks, Muse, Tate & Furst, en la Ibero-Americana Media Patners, formada en 1997 con un capital de 500 millones de dólares para producir programas en español y portugués para televisión, radio e Internet. Es socio también del megaempresario de los medios Rupert Murdoch en algunos países. En Brasil, la Direct TV de Cisneros y la Sky de Murdoch están en proceso de fusión. Si esta negociación fuera aprobada, la empresa tendrá el 95% de los suscriptores de televisión por satélite, y el 30% del total del mercado por suscripción de Brasil. El negocio está siendo examinado por el Consejo Administrativo de Defensa Económica y por la Agencia Nacional de Telecomunicaciones.
El grupo Cisneros es también dueño de Panamco, la mayor embotelladora de Coca-Cola fuera de los Estados Unidos. Está también en el sector educativo y de programas de educación a distancia.
Desde el punto de vista político, Cisneros pertenece a una familia de magnates venezolanos con grandes lazos en Estados Unidos desde los años ’30. Cisneros es amigo personal, por ejemplo, de George Bush padre, con quien sale de pesca. También frecuentaba las fiestas del antecesor de Bush, Ronald Reagan, y participó en la junta internacional de asesores del Chase Manhattan Bank con Henry Kissinger y David Rockefeller. Apoyó el llamado golpe mediático-militar que derrumbó el gobierno de Hugo Chávez por 42 horas. Está ligado también al sector petrolero americano: en los Estados Unidos tiene quince mil puestos de distribución y ocho refinerías.
La historia del grupo Cisneros tiene algo que ver con la de la Rede Globo, uno de los posibles socios que el venezolano tiene en mente. Rede Globo se desarrolló en Brasil a partir de sus relaciones con los norteamericanos. Una Comisión Parlamentaria de Investigación (CPI) constituida después del golpe militar de 1964 mostró que TV Globo tenía varios acuerdos con el grupo Time-Life, que no respetaban el artículo 160 de la Constitución de la República que no admitía participación extranjera en las empresas de comunicaciones. El general Castelo Branco, el primer jefe de los gobiernos militares, suspendió el proceso en 1967.
Como el grupo Cisneros, los Marinho de Rede Globo siempre buscaron asociarse a los grupos de poder. Hoy, Rede Globo está pesadamente endeudada. La empresa holding del grupo tiene una deuda del orden de los 2 millardos de dólares. Buena parte del endeudamiento proviene de los proyectos de Internet y de televisión por suscripción, cuyo mercado no se desarrolló según lo previsto en los años de euforia por las telecomunicaciones. La empresa debe también al Estado, al INSS (seguro social) y al sistema federal de impuestos (Receita Federal).
Desde el punto de vista de los negocios, la eventual sociedad Cisneros-Globo podría ser vista como natural. Desde el punto de vista de la información y la cultura, la conclusión no puede ser la misma.
Como dice el profesor Robert McChesney, de la Escuela de Periodismo y Comunicación Social de la Universidad de Wisconsin-Madison, en los Estados Unidos: el control privado de los medios y de las comunicaciones no es un tema neutro, sobre el cual se pueda tener una posición meramente comercial. “Los medios con bases comerciales”, como es el patrón de los medios americanos, dice, “tornan a la despolitización, la apatía y el egoismo en las escogencias racionales de los ciudadanos sobre el contenido de los medios”. Este tipo de medios, resume, reduce las posibilidades del autogobierno y del sistema democrático.
(De la Oficina de Informaciones)
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