El año pasado, tras el ataque a Faluya por parte de la Coalición, el periodista independiente Dahr Jamail publicó fotos de cadáveres de civiles cuyas heridas recordaban las provocadas por el fósforo blanco (piel quemada en profundidad, incluso fundida), arma química que entra en la categoría de armas prohibidas por la Convención de Ginebra, como el gas o las armas bacterianas. No se trata de un arma térmica en la medida en que es una reacción química entre el fósforo y el oxígeno, que aniquila toda forma de vida en una amplia zona. Numerosos testimonios de habitantes de Faluya habían circulado ampliamente, reportando que sustancias no identificadas habían cobrado la vida de gran número de civiles. Por falta de más pruebas materiales, la Red Voltaire se abstuvo de retomar dichas hipótesis.
La cadena de televisión italiana RAI News difundió, el 8 de noviembre de 2005, un documental que aportaba las pruebas del uso de armas químicas por parte del ejército norteamericano contra la población civil de Faluya. Además de nuevos testimonios de militares estadounidenses que participaron en la ofensiva, así como el de la periodista italiana Giuliana Sgrena, se observan imágenes de un bombardeo nocturno a barrios completos de la ciudad mediante bombas cargadas con fósforo blanco.
Durante el bombardeo mediante bombas incendiarias con fósforo blanco a la ciudad de Dresde (Alemania) en 1945 por parte de los Aliados, se reportó que la temperatura del suelo podía alcanzar 2 000o C en algunos lugares; varios cientos de miles de personas murieron en este infierno. La misma suerte corrieron los habitantes de Faluya.
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