Cuando surgieron las primeras
compañias militares privadas
(CMP) hace varias décadas
estaban limitadas a actividades
logísticas. Al cabo de unos cuantos
años ya se habían creado cientos
de empresas -la mayoría fundadas
por ex militares provenientes de
unidades especiales- que llegaron
a una oferta diversa y amplia
de servicios bélicos. Así, el negocio
se expandió rápidamente.
Ofrecemos la segunda y última
parte de este informe .
Punto internacional de encuentro
La enorme necesidad de servicios privados
militares llevó a que en Irak empresas grandes
y pequeñas de este sector, abrieran oficinas
en Bagdad. La mitad de ellas se dice,
son princincipalmente británicas o por lo
menos este país tiene una participacion
importante.
Según el director de la CMP
londinesa Janusian sólo las empresas británicas
de mercenarios desde la ocupación
de Irak aumentaron su facturado de 320
millones de dólares a 1.800 millones de
dólares. Por ejemplo, la Global Risk
Strategies, antes del ataque de EEUU a
Afganistán, tenía sólo dos empleados. Hoy
en día trabajan para esta compañia más de
mil hombres en el ámbito de resguardo de
infraestructuras y servicio de guardaespaldas.
Y abrió oficinas en Londres, Washington,
Johannesburg, Bagdad, Kabúl, Islamabad,
Hongkong, Dubai, y Suva (Fiji). Global
Risk International de Hampton, Middlesex
(Gran Bretaña), parte de la Global
Risk Group, es una de las más grandes empresas
británicas en el negocio de Irak y
emplea Gurkhas y combatientes de las Islas
Fiji como tambien ex-soldados SAS para
vigilar el cuartél general de Estados Unidos
en Bagdad. La compania británica Armor
Group tiene un contrato de 876.000 libras
para vigilar el Foreign Office con 20 fuerzas
de seguridad. En Julio del 2004 el personal
se duplicó. La compañia también
cuenta con 500 Gurkhas para resguardo de
las empresas estadounidenses Bechtel y
Kellogg, Brown & Root.
En Irak también se encuentra la CMP
DynCorp, la cual entre sus actividades realiza
el servicio de fumigación de cultivos
de coca y amapola en Colombia (incluyendo
unidades especiales de evacuación de
militares y policias heridos o en peligro),
trabajaba en Venezuela como parte del programa
antinarcóticos, estuvo implicada en
Bosnía en el trato de mujeres, vigila militarmente
la frontera EEUU/México, participa
en el desarrollo del escudo espacial
del ejército de Estados Unidos, realiza la
manutención de aviones y búques de guerra
de EEUU, maneja las zonas de experimentación
de bombas atómicas en EEUU y
también tiene actividades en Israel/Palestina.
En octubre de 2003 en Gaza murieron a
causa de una bomba tres empleados de
DynCorp que estaban escoltando a personal
de la embajada de Estados Unidos. Además,
en Irak DynCorp tiene la tarea de reclutar
y entrenar la nueva policía iraquíe. Para
ello, formó un equipo de mil personas que
se ocupan de la selección del personal.
Entre los grandes en Irak se encuentra
también la empresa estadunidense Halliurton
(que tambien trabaja en Venezuela),
donde Dick Cheney el hoy día vicepresidente
de los EEUU, es ex-miembro de su
junta directiva. Además la Halliburton hace
poco recibió un encargo de 391 millones de
dólares destinados a la manutención del
Laboratorio Nacional Los Alamos (Nuevo
México) donde se producen bombas atómicas
de EEUU. El volúmen de contratos para
los diferentes servicios prestados por
Halliburton en el marco de la guerra en Irak
es de 1.700 millones de dólares. De ellos,
710 millones son destinados a la restauración
y manejo de la producción petrolera.
En Turquía, Jordania, y Kuwait, Halliburton
se ocupa del hospedaje de soldados y de la
logística del ejército estadunidense, labores
para las cuáles reciben un total de 390 millones
de dólares. Su subempresa Kellogg,
Brown & Root (KBR) recibió 170 millones
de dólares para obras de reconstrucción y
28 millones para la construcción de campamentos
de presos de guerra. Pero la KBR
también abastece al ejército estadounidense
entre otras cosas de víveres, agua y diesel,
como también se ocupa de transportes de
armamento (269 millones de dólares) además
de ofreciór la logística para los equipos
que supuestamente buscaban armas de destrucción
masiva (40 millones de dólares).
Estas companias reclutan en todo el
mundo. Halliburton por ejemplo, busca a
través de su filial Halliburton Latinoamérica
en Colombia, empleados colombianos para
"servicios de seguridad" en Irak. Èstos deben
resguardar oleoductos y gaseoductos,
además de trabajar como guardaespaldas
para empresas privadas en Bagdad, Mosul,
Faluja, y Basora. Sin embargo mientrás voceros
de la compania niegan el asunto, los
reclutadores y participantes son más
comunicativos. Por ejemplo, relatan sobre
tareas de reclutamiento a principios de Diciembre
del 2004, momento mismo en el
cuál un grupo de 16 personas ya abandonaba
Colombia para dirigirse a Irak. Especialmente
combatientes colombianos -experimentados
en guerra y bajo entrenamiento
estadounidense- son altamente valorados.
Se les ofrece hasta 7.000 dólares al mes más
seguro de vida, contratos para un año
prolongables otros seis meses, como también
vacaciones cortas cada tres meses a la
ciudad europea de su preferencia. Con el
inconveniente de que no pueden abandonar
su empleo antes de la terminación del
contrato, dado el caso se ven obligados a
regresar el monto total del dinero recibido.
Después de que se difundió la noticia
del riesgo que estos trabajos implican, y de
que algunos gobiernos como el de Filipinas
aconsejara oficialmente a sus ciudadanos de
no enrolarse en este tipo de empleo, las
CMPs desvían sus tareas de reclutamiento a
otros países que los tardicionales. Triple
Canopy de Lincoln, Illinois (EEUU), cambió
sus actividades de reclutamiento de Filipinas
a El Salvador. La historia militar de
este país centroamericano fue una de las razones
de peso para ello, como admite el
vocero de la compañia Joe Mayo.
Triple Canopy (especializada en guardaespaldas
de empleados civiles de Instituciones estadounidenses
en Irak), estaba en búsqueda
de militares con formación de fuerzas especiales.
En El Salvador -donde las élites y el
ejército del país entre 1981 y 1993 llevaron
a cabo una guerra en contra de la población
civíl- encontrar este tipo de soldados no
implica dificultad alguna.
Tropas especiales y escuadrones de la muerte asesinaron a
más de 80 mil personas en doce años. El
ejército de EEUU los entrenó para eso. Casualmente,
fue también un ex-militar
estadunidense y ex-entrenador de las tropas
especiales del ejército salvadoreño quién
organizó el reclutamiento. Este reclutador,
copropietario de una empresa de seguridad
en El Salvador (ante la prensa prefiere el
anonimato) relata que los primeros 100
reclutados salieron ya a Irak el pasado 17 de
septiembre y que las salidas continuarán.
1.700 dólares -cantidad mensual que les ofrece
Triple Canopy- son mucho dinero para
un país como El Salvador, donde un guardaespaldas
gana tan sólo 350 dólares al mes,
sí es que logra encontrar trabajo.
Otra CMP de EEUU que recluta en
Latinoámerica por lo menos desde septiembre
del 2005 es la 3D Global Solutions. A
traves de su subempresa Limeña Gesegur
SAC (Gestión de Seguridad Sociedad Anónima
Cerrada) contrata a ex militares y policías,
los cuales trabajan en Irak brindándole
seguridad a empresas y funcionarios.
Los contratos firmados tienen una duración
de un año y los mercenarios ganan 1.000
dolares al mes, que son enviados a sus familias.
Hasta la fecha han sido contratados
minimo 200 peruanos que reciben armas de
guerra y trabajan en direferentes ciudades
iraquíes. La misma 3D Global Solutions
tambien recluta a ex militares hondureños,
de los cuales mínimo 53 ya están tambien
en Irak.
Externalización de soldados
Una ventaja económica a través de la
externalización de tareas militares -como en
muchas ocasiones se afirma- hasta ahora no
ha podido ser probada. Los casos conocidos
muestran más bien lo contrario, ejemplo
de esto lo ofrece el caso del contrato
entre Halliburton y KBR y las facturas falsificadas
con las cuales se le cobró un precio
exagerado por gasolina al Pentágono. Los
Estados (principalmente EEUU) les pagan
cantidades increibles a las CMPs, mientras
al mismo tiempo financian la formación de
los soldados. Por ejemplo, la formación de
un Green Berret estadounidense tarda 18
meses y cuesta 257.000 dólares. Sí después
éste se cambian a una CMP, les cuestan mínimo
lo triple del sueldo anterior a los que
lo contratan.
Eso lleva tambien a qué cada
vez más soldados con formación especial se
pasan de las filas de los ejércitos oficiales a
las CMPs. Así, unos 40 combatientes de una
unidad de 300 Green Berrets en Irak dejaron
ya el servicio para emplearse en CMPs.
En lugar de un ahorro de gastos el
"outsourcing" sirve más bien por un lado
para poder mantener varias guerras/enfrentamientos
mayores al mismo tiempo, como
lo exige la nueva doctrina militar estadounidense,
mientrás por el otro lado para quitar
intervenciones militares del control público
y parlamentario, poder hacer "misiones
encubiertas", mantener bajos los números
de caídos del propio lado (porque los
empleados de CMPs no aparecen en las
estadisticas militares de heridos y muertos),
y por fin también para evadir leyes y acuerdos
internacionales (como en el caso del
contrato con MPRI durante la guerra en Yugoslavia,
que evadiendo el embargo internacional
de armas vigente, fue encargada
de entrenar y suplir con armas a las tropas
Croatas-muslimes en Bosnía). En EEUU, la
Institución "International Traffic in Arms
Regulation" está encargada de vigilar a las
CMPs, quienes según la ley de este país no
deberían aceptar "trabajos críticos". Sin embargo
en la realidad no existe casi ningun
control, las competencias no son claras y
mientras las CMPs están obligadas al silencio
total frente a terceros, los militares se
esconden detrás del contenido oficial del
contrato firmado.
Al mismo tiempo con las actividades
de las CMPs se difunden también standards
y normas estadounidenses, lo que simplifica
cooperaciones y alianzas militares. En
los años 90 CMPs estadounidenses entrenaron
a ejércitos de más de 40 países a través
de acuerdos de cooperación con el Pentágono.
Otra "ventaja" respecto al uso de
CMPs es el de facto "espacio de imunidad"
en el cuál éstas actúan. Como las CMPs no
son oficialmente reconocidas como parte
del aparato militar sus empleados no pueden
ser sometidos a la justicia militar.
Como civiles tendrían que ser sometidos al derecho
civil local. Eso de hecho en la mayoría
de las zonas de operación o es casi inexistente
o no tiene ninguna procedencia legal.
Muchas veces además las CMPs fijan en sus
contratos una cláusula que define que sus
empleados no puden ser juzgados.
Los sueldos de los empleados de estas compañias varían mucho y se rigen por el
tipo de tarea, formación y país de procedencia.
En el último eslabón se encuentran los
iraquíes. La CMP Erinys por ejemplo, tiene
entre 14.000 y 15.000 iraquíes como personal
de vigilancia de plantas petroleras y oleoductos.
Ellos reciben solo 150 dólares al mes.
Alrededor de 3.000 dólares al mes reciben
ex-miembros de tropas especiales chilenas,
Gurkhas nepalenses, combatientes de los
Fiji, o sudafricanos. Sí son empleados para
realizar tareas especiales sus entradas pueden
subir entre 6.000 y 15.000 dólares al
mes. Los expertos de Blackwater USA, reciben
para misiones especiales entre 600 y
1.000 dólares al día. Más o menos la misma
suma es destinada a la compañia.
Blackwater USA
Blackwater USA es una empresa estadounidense
con su sede principal en Moyock
(North Carolina). Fue fundada en 1996 por
Erik Pince, ex oficial de los Navy Seals (tropas
especiales de marina). Desde entonces
Blackwater USA entrenó a más de 50.000
soldados y policias en su terreno de 6.000
hectáreas, donde se encuentra también un
pequeño pueblo para ejercitar misiones de
combate urbanas.
El nombre además remonta en el lenguaje militar, a las misiones secretas
nocturnas de buzos de guerra. La empresa
recluta preferibemente a su personal
entre las fuerzas especiales Navy Seals, Army
Rangers y Delta Force. Así puede anunciar
en su página web; "tenemos personal para
cumplir con cualquier misión", naturalmente
anuncia ,"en todos lados en apoyo a la libertad
y la democracia". El gobierno de los
EEUU se lo agradeció tan sólo desde el 2002
con contratos con un volumen total de 35
millones de dólares.
En Irak ésta PMC tiene 450 empleados
y cumple especialmente con tareas muy
difíciles. Entre otras, también a la vigilancia
para la Autoridad Provisional de la Coalición
(APC), incluyendo Paul Bremer y visitas
importantes. La compañia se encarga
además del entrenamiento de las unidades
iraquíes antiterroristas. Con este propósito,
Blackwater USA tiene a su disposición un
antiguo aeropuerto militar a fuera de Bagdad.
Como demuestra el caso de los cuatro
empleados asesinados en Faluja, los empleados
de CMPs trabajan bajo condiciones que
ni el mismo ejército aceptaría. Como por
ejemplo la falta de apoyo y de informaciones
sobre la situación de seguridad. Al mismo
tiempo que son encargados de las misiones
más peligrososas. Así que los ataques
no parecen tan inesperados y sorprendentes,
como intenta hacer creer la companía en
su página web: "las imagenes del ataque no
provocado y el subsecuente maltrato de
nuestros amigos hace evidente las condiciones
extraordinarias bajo las cuales trabajamos
de manera voluntaria para llevarle al
pueblo Iraquíe paz y democracia".
Para la democracia de Blackwater están
trabajando en Irak también 122 ex-miembros
del ejército chileno quienes fueron expulsados
de éste por sus implicaciones en
crímenes en contra de los Derechos Humanos.
Ahora son empleados a través de la
empresa uruguaya Neskowin, dirigida por
José Miguel Pizarro, ex-oficial del ejército
de Pinochet. Como Pizarro declaró al periódico
chileno la tercera, él se dedica ahora a
reclutar ex-militares argentinos. Un vocero
de Blackwater le aseguró al periódico británico
The Guardian que los comandos chilenos
son "muy muy profesionales".
Perros de guerra dudosos
Tan profesionales y serias como las CMPs
se presenten, entre sus filas se encuentran
varias empresas y figuras dudosas. Así por
ejemplo, la empresa sudafricana Meteoric
Tactical Solutions (Sede central en Pretoria
Sudáfrica) quién recibió un contrato de
270.000 libras de la Institución británica de
ayuda al desarrollo Department for International
Development (DFID) para instalar
guardaespaldas y choferes para el pequeño
equipo del DFID en Irak. Dos de los dueños
de la empresa fueron arrestados junto al dudoso
ex-combatiente SAS, Simon Mann. Uno
de ellos dos, Lourens "Hecky" Horn, es hoy
en día juzgado en Simbabwe acusado de estar
implicado en un intento de golpe de estado
en Guínea Ecuatorial.
El 7 de marzo del 2004 fuerzas de seguridad
del aeropuerto de Harare confiscaron
en Simbawe un Boeing 727 y arrestaron
65 mercenarios de diferentes nacionalidades:
El Boeing tenía que seguir a Guinea
Ecuatorial para encontrarse con otro comando
de mercenarios. El grupo estaba encargado
de efectuar un golpe para derrocar al presidente.
En el avión se encontraron 61fusiles
de asalto AK-47, 45.000 cartuchos, 160
granadas, y mil muncicones antitanque.
Apenas unos meses antes "Hecky" había firmado
el contaro con el gobierno ingles sobre
la misión en Irak.
Simon Mann por otro lado era anteriormente
uno de los directores de la empresa
de mercenarios sudafricana Executive
Outcome. De la cuál a su cierre surgió
Sandline la cuál fue fundada por Simon
Mann en compañia de Anthony Buckingham
y el ex-miembro del SAS Tim Spicer.
En 1968 el gobierno británico contrato a
Sandline para intervenir en Sierra Leona y
esquivar el embargo de armas de la ONU.
Un papel central en ello lo jugó Tim Spicer.
Un año antes, Spicer y Sandline habían tenido
ya graves problemas cuando fueron
contratados para una misión poco clara, destinada
al combate ilegal en Papúa-Nueva
Guinea del ejército rebelde de Bouganville,
ejército que luchaba en contra de la explotación
de cobre la cuál tiene consecuencias
ambientales fatales. No obstante, a mediados
del 2003 Spicer con su nueva empresa
Aegis Defense Services, recibió de parte del
ejército de Estados Unidos un contrato de
293 millones de dólares. Aegis Defense
Services llevo a cabo para varias empresas
que trabajan en la "reconstrucción de Irak" y
para el personal del Project Managament
Office (PMO) –empresa que dirige los proyectos
en Irak-, la vigilancia y la coordinación
general de las CMPs en esa área.
Empresas , mercenarios sudafricanos
En Irak, hay algunos miles de mercenarios
sudafricanos. Éstos en su mayoría provienen
de los sevicios de seguridad y unidades
especiales del ejército del ex regimen de
Apartheid, como por ejemplo el Bataillon
32, Vlakplaas y de la unidad élite Koevoet,
las cuáles llevaban a cabo operaciones militares
en contra de opositores al regimen en
Namibia. Se encuentran al servicio de CMPs
británicas y algunas sudafricanas y ganan
entre 5.000 y 10.000 dólares al mes. Más
que un sueldo anual, de empleados de empresas
de seguridad en Sudáfrica.
Según la ley sudafricana de mercenarios de 1998, todas
las empresas necesitan un permiso del
Comité Nacional del Control de Armas Convencionales
para actividades en el ámbito
de la seguridad internacional. Sin embargo,
la ley da lugar a algunas posibles salidas, ya
que sólo nacionales y empresas sudafricanas
que tienen la intención de actuar militarmente
a nivel nacional, necesitan el permiso
oficial. Así, las CMPs declaran sus trabajos
no como militares sino como "servicios
de seguridad".
Entre las empresas de seguridad activas
en Irak esta la Erinys International (que
lleva el nombre de una diosa Griega que
perseguía a un culpable, cual sus actos no
encontraban castigo). Erinys tiene en Irak
un ejército privado, que en su núcleo consiste
de 1.500 sudafricanos y emplea 14.000
guardias iraquíes. Los especialistas sudafricanos
están armados con ametralladoras y
disponen de refuerzos por tropas en helicóptero.
La empresa fue fundada por el exoficial
británico Alastier Morrison y tiene
cuatro directores de los cuales tres viven en
Sudáfrica. Sus oficinas se encuentran en
Midrand (Sudáfrica) y Dubai. En el año
2003, se abrió una oficina en Gran Bretaña
y poco después también en Bagdad. Erinys
firmó un contrato de 39, 5 millones de dólares
para el entrenamiento de fuerzas de seguridad
iraquíes para vigilar los oleoductos.
La vigilancia de óleoductos, también la
realizó para British Petrol (BP) en Colombia
y para otras empresas en Angola en el
Delta del Niger y en Ghana.
En enero del 2004, en Irak murieron a
causa de una explosión de bomba, dos empleados
de Erinys, Deon Gouws y François
Strydom. Éstos habián sido activos durante
el regimen de Apartheid, respectivamente
en las unidades especiales Vlakplaas y
Koevoet. Gouws admitió en los interrogarorios
de la Comisión de Verdad en los años
90’s de haber participado en mínimo un atentado
contra opositores al regimen y haber
quemado entre 40 y 60 casas de activistas
de la oposición. Además Gray Branfield,
empleado de la Hart Group, asesinado en
Kut, había planificado en 1985 un asalto
sangriento a exiliados del Movimiento de
Liberación ANC en Gabor, capital de
Botswana. En este ataque fueron asesinados
14 personas, entre ellas un niño.
Control de actividades de CMPs
Si el control democrático y parlamentario
de actividades internacionales y transnacionales
en otros sectores se ha hecho extremadamente
difícil bajo las condiciones de
la globalización, esto ocurre mayormente
en el sector de las CMPs. Mecanismos nacionales
de control desaparecen o no se desarrollan
de la misma manera que la
internacionalización o la privatización,
mientras al mismo tiempo no se construyen
mecanismos internacionales para el control.
Gobiernos y sus ejércitos tienen que rendir
cuentas en los parlamentos, las empresas
privadas no. Éstas sólo tienen que rendir
cuentas frente a sus empleadores.
Así, con el uso de las CMPs se pueden
también organizar misiones internacionales
encubiertas. Como sólo contratos con
un volumen de más de 50 millones de dólares
pueden ser sometidos a aprobación en el
Senado de EEUU, y los contratos con CMPs
raras veces superan esa cantidad de dinero,
entonces se puede evadir cualquier tipo de
control democrático. Además el Pentágono
a través del uso de CMPs en varias regiones
del mundo (p.e. Colombia) tiene también
un control y acceso directo a los campos de
batalla, mientras al mismo tiempo puede
rechazar preguntas o críticas, porque se trata
de empresas privadas y no de misiones oficiales
del ejército. Las empresas por otro lado
tienen que mantener el secreto profesional.
La participación de civiles en combates
y su estatus, trae consigo graves problemas
de derecho internacional de guerra. Por
ello, se está organizando un marco de impunidad.
Mientras los militares pueden ser juzgados
por tribunales militares, en el caso de
los empleados de CMPs esto no es posible.
Ellos sólo pueden ser acusados frente a la
justicia civil, la cual en la mayoría de los
lugares donde operan, o no existe, no funciona,
o no está interesada en el seguimiento
de los casos.
Además la mayoría de las
CMPs condiciona su actuación al otorgamiento
de inmunidad -por medio de la firma
de contratos con las instituciones del
país donde actúan-. Lo que significa que
graves crimines quedan impunes. Como p.e.
en el caso de la CMPs estadounidense Air
Scan que en 1998, en el marco del control
del territorio desde el aire de un oleoducto
importante de Colombia, fue responsable
del bombardeo del pueblo Santo Domingo
causando 18 muertos entre la población civil.
En otro caso empleados de Aviation
Development, una subempresa de la Northrop
Grumman, que manejan los radares estadounidenses
en Perú, en el 2001 dieron el
visto bueno a la aviación militar peruana de
abatir una avioneta en la zona fronteriza,
matando a una misionaria estadounidense
y su hija de pocos meses.
Frente a la opinión pública el empleo
de CMPs presenta grandes ventajas.
Los gobiernos no tienen que asumir responsabilidades
en caso de implicaciones
ilegales o mal vistas, así como tampoco
sobre la existencia de muertos o heridos
durante las misiones, porque no se trata
de miembros de las tropas oficiales. Mediante
esta estrategia también se logra
mantener bajas las estadísticas de los soldados
muertos en el combate, por ejemplo
en el caso de Irak. Los muertos de las
CMPs, se estiman mínimo en 800. Sin
embargo estos no aparecen dentro de los
datos estadísticos. Muchas de las víctimas
de atentados, ataques y secuestros,
que en los medios y declaraciones oficiales
de EEUU denominan civiles, lo
son sólo de manera formal. En realidad
se trata de empleados de diferentes CMPs.
También se dan cooperaciones dudosas
entre Estados nacionales y empresas
transnacionales en el campo militar,
por ejemplo mediante el uso compartido
de CMPs en ciertas zonas (p.e. Colombia,
Angola, Irak y otros.). La posibilidad
de contratar expertos militares de
cualquier tipo permite transformar el poder
económico en poder militar y dominio
económico de manera aún más rápida
que en el pasado. Lo que varias empresas
transnacionales ya asumieron
como estrategia, en la competencia por
el dominio.
Los ejemplos de Afganistán e Irak,
muestran también de manera clara que la
idea de una guerra totalmente automatizada,
de supremacia total militar-tecnológica,
para llevar a cabo una guerra rápida
y "limpia" sin pérdidas propias, sigue
siendo un sueño. Hasta el uso de la
maquinaria de guerra más moderna de los
EEUU y el uso de un sin número de CMPs
altamente especializadas, no lograron pacificar
la situación y mucho menos controlarla.
Ni en la ciudad de Faluja totalmente
destruida los EEUU pudieron festejar
su victoria sobre el enemigo.
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