En momentos en que el conflicto interno palestino amenaza con convertirse en guerra civil, el movimiento Hamas proclama en entrevista a la Red Voltaire su rechazo a todo aquello que pueda sembrar la división en el pueblo palestino. Hamas expone sus exigencias a la OLP en general y a Al Fatah en particular, y subraya que dichas exigencias se basan en el mandato popular que le fue democráticamente confiado mediante las urnas. Usama Hamdan, representante de Hamas en el Líbano, responde a las preguntas de Silvia Cattori.
Herederos de la estrategia británica «divide y vencerás», los israelíes esperaban hace tiempo provocar una guerra civil palestina después de la muerte de Yasser Arafat. Si el Sr. Ehud Olmert logra aplicarlo, ese plan debe conducir a la división de los territorios palestinos en por lo menos dos entidades políticas separadas. Con esa óptica, Ariel Sharon ordenó la construcción de un muro que impide específicamente la comunicación entre la franja de Gaza y Cisjordania. Además, la disposición de las distintas colonias que se mantienen podría permitir el fraccionamiento de la franja de Gaza en tres partes. Esa técnica de división recuerda la utilizada por el régimen sudafricano del apartheid cuando organizó los bantustanes, con la ayuda de consejeros israelíes.
Para crear una división política y lograr sus propios objetivos, los israelíes corrompieron a responsables del Al Fatah laico y favorecieron el surgimiento del movimiento Hamas religioso. Cuando el presidente Arafat no había sucumbido aún al envenenamiento de la sangre del que fue víctima, varios de sus principales lugartenientes y aliados no se molestaban ya en disimular la traición política en que estaban incurriendo.
Luego del entierro del viejo líder, hombres como Mahmud Abbas y Mohamed Dahlan no vacilaron en hacer gala de un lujo ostentoso o en jactarse de sus fructíferas inversiones en el exterior. Los electores palestinos no se equivocaron al castigarlos duramente –aunque castigaron también a los cuadros íntegros de la OLP– mediante el ascenso de Hamas al poder.
Consciente de que elección se debe a su decisión de luchar contra el ocupante y a su honestidad, el movimiento Hamas no trató de imponer su visión religiosa de la sociedad sino de reconstruir la resistencia nacional.
Debido a ello, son ahora sus dirigentes, y no los de Al Fatah, quienes se han convertido en blanco de los asesinos de Tsahal.
En ese contexto, la prensa atlantista defiende el punto de vista de los dirigentes corruptos de Al Fatah y estigmatiza el de Hamas presentándolo como una forma de fanatismo. Frente a esa visión unilateral publicamos hoy una entrevista realizada a Usama Hamdan, representante del movimiento Hamas en el Líbano.
Para comprenderlo bien es necesario recordar que el embrollo jurídico alrededor del no Estado palestino alimenta el conflicto entre los propios palestinos. En 1947, la OLP adoptó la resolución 242 de la ONU (lo cual implicaba que reconocía al Estado de Israel). La OLP, de la cual forma Al Fatah, obtuvo entonces el estatus de observador en el seno de la ONU, ante la cual sigue representando aún a todo el pueblo palestino, incluyendo a los palestinos expatriados.
El movimiento Hamas no fue creado hasta 1987 y no se integró a la OLP. No ha adoptado la resolución 242 y no se considera representado ante la ONU. En 1993, la OLP firmó con Israel los acuerdos de Oslo. Estos estipulaban que la OLP crearía una Autoridad provisional para administrar los territorios durante cinco años. Sin embargo, al no respetar la parte israelí los acuerdos de Oslo, el Estado palestino no fue creado y hubo que prorrogar la existencia de la Autoridad provisional.
En 2006, la Autoridad organizó elecciones en las que Hamas derrotó a los diferentes componentes de la OLP, y esta se negó a acoger en su seno al movimiento Hamas. A partir de ahí ha surgido una oposición entre legitimidad histórica y legitimidad popular por el control de la diferentes instituciones.
Sin embargo, al no existir un Estado palestino, una constitución, una corte constitucional, no hay derecho posible, no se vislumbra una regulación jurídica del conflicto, no hay más que una pugna de fuerzas en la que se inmiscuyen potencias externas.
Nuestra opción editorial no debe interpretarse como una adhesión de la Red Voltaire al programa político de Hamas sino como la expresión del deseo de escuchar y comprender. Expresa también nuestro reconocimiento de la legitimidad conferida a esa organización mediante el sufragio universal. Nos sorprende por demás que ese principio democrático pueda significar un problema.
Silvia Cattori: A pesar de la victoria electoral de su movimiento en Palestina, ustedes siguen estando aislados en el plano internacional. El presidente Mahmud Abbas se niega a colaborar con Hamas. Ayer, el señor Abbas Kaki, nuevo representante de la OLP, reabrió aquí, en Beirut, la oficina cerrada desde 1982. ¿Por qué no asistió su partido, entre otros, a su inauguración?
Usama Hamdan: Pensamos que la apertura de la representación de la OLP, más que unir a los palestinos, los divide. Todos los grupos palestinos representados aquí en el Líbano aspiran a formar una delegación unificada. Pero el señor Kaki, el dirigente de Al Fatah que acaba de ser nombrado por Mahmud Abbas, representa únicamente la parte que perdió las elecciones. Nosotros habíamos propuesto la formación de un comité de coordinación que representara a todas las fuerzas políticas palestinas unificadas para emprender el diálogo con el gobierno libanés. Por eso nos negamos a participar en iniciativas que puedan dividir al pueblo palestino y que no facilitan la solución de los temas que están en suspenso desde hace más de diez años con vistas a mejorar las condiciones de los refugiados palestinos.
Permítame decirle que después de las elecciones realizadas en los territorios palestinos la gente de Al Fatah se negó a aceptar el resultado. Sin embargo, no han podido impedir esa realidad, no han podido negar el proceso democrático que se presenta de manera franca y clara. Es por eso que empezaron a socavar ese proceso, a socavar el gobierno electo y que han tratado de construir un gobierno paralelo, con ayuda de Estados Unidos e Israel. Las cosas sucedieron exactamente de la siguiente manera: Tomaron la dirección de las fuerzas de seguridad y de las representaciones diplomáticas fuera de los territorios palestinos, ahora están tratando de tomar el control del paso entre Gaza y Egipto, y del dinero destinado al pueblo. Siguen diciendo a los donantes que no deben aportar ningún dinero al ministro de Finanzas designado por Hamas sino a ellos.
Pensamos que la apertura de la oficina de la OLP en Beirut, el 15 de mayo, es parte de esa actitud de división. Se apresuraron a abrir esa oficina antes de la firma del protocolo entre ellos y el gobierno libanés, protocolo que se supone debería especificar las responsabilidades de la autoridad a cargo de la representación de la OLP aquí en Beirut. Hicieron todo lo que estaba en sus manos para abrir esa oficina y poder decir, durante la inauguración, que siguen siendo ellos los representantes del pueblo palestino, negando así la realidad de las elecciones.
Es importante que se sepa que los diferentes grupos palestinos llegaron a un acuerdo en El Cairo, en marzo de 2005. Entre los puntos de ese acuerdo había uno muy importante: la reforma de la OLP. Aquel acuerdo confirmaba que bajo la estructura actual la OLP no representaba al pueblo palestino en su conjunto, por consiguiente, la OLP no podía desempeñar su papel. Teníamos que revisar esa cuestión.
Todos los palestinos saben que hay corrupción dentro de la OLP, que ya no hay en ella un marco establecido ni ningún proceso democrático. Hasta ahora, la única parte que se opone a la realización de la reforma es Al Fatah. Nosotros no vamos a aceptar seguir sin que se reforme la OLP. Por eso la oficina que acaba de abrirse en Beirut no representa al pueblo palestino sino que demuestra el estado de corrupción en el que se encuentra inmersa la OLP desde hace tiempo. Sólo eso. Así que no queremos implicarnos en eso.
Silvia Cattori: ¿Usted quiere decir que cuando los representantes de la OLP dicen ser los representantes legítimos del pueblo palestino están usurpando esa representación?
Usama Hamdan: Así es. Esos representantes de la OLP deberían tener cuidado con eso. Yo pienso que no se han preocupado por responder a las esperanzas y las aspiraciones del pueblo palestino. Si lo hubiesen hecho, habrían ganado las elecciones. En Palestina la gente habla de la corrupción de ellos, la gente habla de la corrupción de las embajadas en el extranjero, de la corrupción de los servicios de seguridad y de la quiebra de la Autoridad Palestina que los creó, Autoridad que funcionó mal en el pasado y que nadie espera que lo haga mejor ahora.
Silvia Cattori: Si se piensa cuánto sufren los palestinos aquí, en Sabra y Chatila, y allá en Cisjordania, ¡esos errores sólo pueden hacer que lo que están pasando sea todavía más deprimente!
Usama Hamdan: Sí, eso es cierto. Por eso propusimos crear un comité que reúna a todas las fuerzas políticas, a Al Fatah, Hamas, el FPLP, el Frente Democrático, etc. Tenemos 16 organizaciones palestinas aquí en el Líbano. Al Fatah no quiere aceptar a ocho de ellas. Propusimos formar un alto comité palestino que reúna a todas esas fuerzas. Ese comité representaría a todos los palestinos, no sólo a Al Fatah o Hamas. Ese comité representaría a todos los palestinos, lo cual permitiría establecer nuevas relaciones estables y serenas entre los palestinos y los libaneses. Hasta ahora, la parte que impide que se haga eso es sobre todo Al Fatah.
Silvia Cattori: ¿Eso quiere decir que, hasta hoy, esas representaciones de la OLP en el extranjero se comportan hacia ustedes como si las elecciones que los llevaron a ustedes al poder no hubiesen existido?
Usama Hamdan: Ellos siguen ignorando la realidad que arrojó el escrutinio. Ese es su problema. No gozan del apoyo de los palestinos ni adentro ni afuera. El apoyo que tienen es el de Israel y Estados Unidos.
Silvia Cattori: ¡Pero esa división penaliza al pueblo palestino!
Usama Hamdan: Ese es el problema. Yo creo que no están actuando a favor del pueblo palestino, que sufre y que espera urgentemente un financiamiento externo, sino que se preocupan únicamente por la defensa de sus propios intereses. Está claro que el pueblo palestino, cuyo sufrimiento es ya atroz por causa de la ocupación, sufre aún más debido a esa actitud. Creo que eso demuestra a las claras que esos personajes que rechazan el diálogo con Hamas no están trabajando por el bienestar del pueblo palestino.
Nuestro compromiso es ayudar a nuestro pueblo, encontrar dinero para financiar sus necesidades. En eso trabajamos y, aunque tengamos que afrontar ciertos obstáculos, hacemos todo lo posible para resolverlos. Pensamos que nuestro pueblo pronto se dará cuenta de quiénes son los que tratan de ayudarlo, los que tratan de encontrar soluciones, los que defienden sus interés. Si en el extranjero es posible engañar a la gente con informaciones falsas, los palestinos de adentro sí saben muy bien lo que está pasando.
Silvia Cattori: ¿Lograrán sus adversarios dentro del partido de Al Fatah provocar su caída?
Usama Hamdan: Creo firmemente que no lograrán su acción destructiva y que, actuando de esa manera, perderán la confianza del pueblo palestino que quiere, por su parte, que este gobierno pueda gobernar. No creo que todos los simpatizantes de Al Fatah aprueben esta política hostil.
Silvia Cattori: La prioridad de ustedes consiste entonces en unificar todas las tendencias en un sólo frente para enfrentar mejor los retos de la ocupación. Sin embargo, en este momento, en Gaza, Mahmud Abbas le está atribuyendo a Hamas la responsabilidad de los desórdenes. ¿Puede usted responder a esas acusaciones?
Usama Hamdan: La desestabilización que estamos viendo se desarrolla según planes concebidos por Estados Unidos. Israel interviene en todo eso. Es una forma de crear una especie de conflicto entre palestinos. Esa desestabilización se preparó desde hace mucho. Es lo que Israel y Estados Unidos prepararon con el apoyo de los palestinos que colaboran con ellos y que se han vuelto aún más agresivos en la medida en que ven cómo el poder se les va de las manos. Con lo que está pasando en Gaza se ve claramente que quieren fomentar una guerra civil para que nos matemos entre nosotros, como está sucediendo en Irak, por ejemplo.
Israel y Estados Unidos quieren llevar a los palestinos a matarse entre sí. Le dieron a Mahmud Abbas 55 millones de dólares para la guardia presidencial. ¿Para qué puede servir esa guardia? Los palestinos no necesitan una guardia presidencial. Necesitan una fuerza que los proteja de las agresiones israelíes. Estados Unidos debería exigir a Israel que deje de atacar al pueblo palestino. Estados Unidos le entrega dinero a Mahmud Abbas para fortalecer el servicio de seguridad que él controla y utiliza a ciertos miembros de Al Fatah, conocidos por su nivel de corrupción y sus ansias de poder, para que ayuden a las fuerzas israelíes a debilitar y atacar la dirección de Hamas.
Nuestro deber es utilizar todas nuestras energías para evitar que haya divisiones entre los palestinos. Más aún, tenemos el deber, ante el pueblo palestino, de hacer todo lo posible por unificar todas las fuerzas políticas, sin que eso quiera decir que tengamos que estar de acuerdo en todo. Pero, como mínimo, tenemos que llegar a un entendimiento sobre la necesidad de preservar la unidad nacional. Ese es nuestro objetivo inmediato. Creo que los que trabajan en contra de esa unidad no lograrán convencernos de lo contrario. Nos tomará más tiempo pero lo lograremos.
Silvia Cattori: ¿No se hace más dramática esa desestabilización en la medida en que la Unión Europea también les niega a ustedes el diálogo? ¿Por qué no advertir a Estados Unidos y Europa que el dinero entregado a Mahmud Abbas no es obligatoriamente dinero bien invertido?
Usama Hamdan: Pienso que no somos nosotros los que podemos convencer a Estados Unidos. Ellos conocen la corrupción mejor que nosotros. Ellos mismos la denunciaron en el pasado pero la utilizan cuando les conviene. Así que el problema no es convencer a Estados Unidos. Creo que a quien sí hay que convencer es a los ciudadanos de Europa ya que son ellos quienes más han contribuido, por mucho tiempo y con sus impuestos, a la ayuda financiera prestada a la antigua autoridad. Pienso que han sufrido un golpe al ver que ese dinero alimentó la corrupción, que no fue distribuido correctamente. Pensamos que ellos debieran presionar a sus Estados para que estos no se plieguen a la política que les dicta Estados Unidos. Europa debe apoyar al pueblo palestino. Eso le dará un papel importante en la región. Europa no debe seguir a Estados Unidos porque tendrá que enfrentar el odio que ese país está enfrentando ahora.
Silvia Cattori: ¿Piensa usted que las cancillerías conocen la gravedad de las violaciones que comete Israel?
Usama Hamdan: Estoy convencido de que todos los diplomáticos, todas las embajadas, saben perfectamente que el ejército israelí comete violaciones contra el pueblo palestino. Así que los gobiernos están informados pero sus autoridades se cuidan de tomar posición y de informar a los ciudadanos sobre la gravedad de la situación que la ocupación impone a los palestinos. En países democráticos, al igual que en Europa, si la gente supiera que lo que está pasando es verdad se sentiría más sensibilizada con los sufrimientos de los palestinos, se movilizaría más para defender los derechos de los palestinos y poner fin a toda colaboración con Israel. Tenemos que partir de esa base. Los demócratas de todo el mundo tienen que informar claramente lo que de verdad está sucediendo en el terreno. Por eso los invitamos a que vengan a ver en Palestina los asesinatos, las humillaciones y la destrucción de que los palestinos están siendo víctimas.
Silvia Cattori: En el extranjero, los representantes de Al Fatah repiten que hay que retomar las negociaciones con Israel. ¿Qué responden ustedes?
Usama Hamdan: ¡Hablemos de negociaciones! Empezaron en 1990. Hubo lo que se llamó los acuerdos de Oslo. Acuerdos firmados con gran pompa en la Casa Blanca que se suponía debían llevar a la creación de un Estado palestino en 1997. Han pasado diez años. No pasó nada. Yasser Arafat, que firmó los acuerdos, fue humillado, despreciado, sitiado durante tres años por el ejército israelí. ¡Eso demuestra que no hay negociaciones efectivas! ¡Que nunca fue más que una farsa! Cuando se habla de negociaciones es, por parte de Israel, una forma de dar órdenes a las que hay que plegarse, una manera de obligarnos a capitular. Y eso no es aceptable. Ni a los que firmaron los acuerdos les concedieron algo los israelíes. Estoy hablando de Yasser Arafat. Eso quiere decir que, cada vez que se emprende una negociación, el objeto de la negociación siempre es la seguridad de Israel. Tenemos que empezar a hablar de los derechos de los palestinos ya que, en la realidad, no ha habido nunca un reconocimiento de nuestros derechos por los israelíes. Estos últimos no consideran a los palestinos como una nación y siguen hablando como si se tratara de una cuestión interna.
Empecemos por hablar del derecho de los palestinos, de los compromisos internacionales hacia los palestinos y después podremos hablar del proceso político. Yasser Arafat hizo lo mejor que pudo. Finalmente no obtuvo nada. Mahmud Abbas no ha logrado nada en el año y medio que gobernó. Israel no le habló, no le concedió nada. Eso tiene que quedar claro: no hubo nunca nada que negociar.
En todas las negociaciones con la parte israelí se habló siempre de aprobar los proyectos de ellos, que nunca tomaban en cuenta nuestros derechos, proyectos que gozaron siempre del apoyo de Estados Unidos, incluso cuando no estaban en conformidad con las leyes. Creo que los europeos se dan cuenta hoy de los efectos negativos del llamado «proceso de paz», un proceso que sirvió a los intereses de los israelíes y agravó los sufrimientos de los palestinos. Toda esa gente que nos habló durante años de negociaciones y de «proceso de paz» debería responder a eso.
Silvia Cattori: Il ¿No se trataba de un proceso de paz?
Usama Hamdan: Yo pienso que era un plan de guerra contra los palestinos.
Silvia Cattori: Entonces, ¿qué quiere obtener Mahmud Abbas cuando insiste en negociar? ¿Preparar su regreso?
Usama Hamdan: No pienso que pueda regresar en algún tiempo porque nosotros no vamos a fracasar. De eso estoy seguro. No vamos a fracasar. Ellos saben bien que, desde las elecciones, tenemos un apoyo creciente entre los palestinos. La cantidad de gente que nos apoya aumentó en un 4,5% mientras que Al Fatah perdió un 6%. Ellos saben bien que, aunque traten de crearnos obstáculos, el apoyo a Hamas va en aumento. Saben que no tienen ninguna posibilidad de acabar con nosotros.
Mahmud Abbas está ante la alternativa de respetar el proceso democrático o convertirse en un dictador protegido por Estados Unidos, como otros que conocemos en la región. Pero los palestinos que ya viven bajo la ocupación israelí no querrán nunca ser gobernados además por un dictador, por un jefe que ejecuta los dictados de los israelíes y de Estados Unidos, no aceptarán nunca depender de un hombre que no es capaz de trabajar duro y de sacrificarse por la defensa de sus aspiraciones. Por eso le digo a Mahmud Abbas: Vuelve al lado de tu pueblo, pídele que te ayude y tu pueblo te ayudará y te defenderá con lealtad.
Silvia Cattori: Aún así, Occidente considera a Mahmud Abbas y la OLP como los representantes legales.
Usama Hamdan: Pero ya no tienen legitimidad. ¿Cómo puede el mundo ignorar que perdieron las elecciones, que hubo un cambio de dirección? La gente ligada a Al Fatah, que quiere representar al pueblo palestino, tiene su lugar. Pero tienen que respetar las directivas del nuevo gobierno. De no ser así, habrá que reemplazarlos. Eso llevará tiempo pero el cambio se producirá en función del voto de los palestinos y de las reglas democráticas. Ellos no podrán impedir el éxito de las nuevas autoridades. Tienen que escoger entre ser parte del proceso democrático en marcha o perder su lugar.
Silvia Cattori: ¿Qué estrategia piensan seguir ustedes para unificar a su pueblo a pesar de estar este físicamente separado como lo están los palestinos de Gaza, los de Cisjordania, los palestinos que viven en Israel y los palestinos que se consumen en los campamentos de refugiados de diferentes países árabes? ¿No es ese el nudo del problema palestino?
Usama Hamdan : Hay tres cuestiones esenciales que se plantean para la unificación de los palestinos: la cuestión política, la reorganización de la OLP, las relaciones con el enemigo.
En lo tocante a la cuestión política, debemos considerar el problema palestino como un todo unificado. No queremos una separación política basada en la idea de que los palestinos que viven en los territorios tienen «sus problemas específicos con Israel» y que estos se separen de la cuestión de los refugiados, aunque estos últimos tienen sus propios problemas en Siria, en Líbano, en Jordania. Queremos hablar de los palestinos en su conjunto como de una nación, como forma de acabar con la ocupación y obtener la liberación de su tierra y poder regresar, poder vivir en esa tierra, como toda nación tiene derecho a hacerlo.
En cuanto a la reorganización del movimiento nacional: la creación de la OLP tenía como objetivo unificar a los palestinos, separados por la ocupación o el exilio, en una organización única. Hoy en día, después de todos los errores cometidos, es necesario reformarla de forma que pueda representar a todas las fuerzas políticas. Eso permitiría que todo el pueblo palestino se sintiera miembro de esa organización, que compartiera sus principios, que participara en sus decisiones. Quiero hablar de la necesidad de elegir un nuevo Consejo Nacional que represente a los refugiados palestinos dentro de los territorios ocupados y en el exterior.
El cuarto punto, que tiene que ver con las relaciones con el enemigo, es también muy importante. Cuando se habla de la cuestión palestina hay que hablar con una base clara, hay que hablar del derecho de los refugiados a regresar a su tierra. Eso nos recuerda, por ejemplo, que tenemos en Gaza 800 000 refugiados. Son refugiados de los territorios ocupados en 1948 y tienen que regresar a su tierra.
Si trabajamos juntos sobre esos tres puntos esenciales, creo que podemos obtener una nación estable y unificada entre todos los palestinos. Finalmente, si se quiere hablar de la OLP, tenemos que regresar al segundo punto ya mencionado y construir por consiguiente una organización que acepte reunir en su seno a todos los grupos y que sea, por tanto, capaz de unificar al pueblo palestino. Ese es nuestro programa para los años venideros.
Silvia Cattori: ¿Cómo piensan ustedes obtener el derecho al retorno de los refugiados cuando ni siquiera aquellos que dicen apoyarlos a ustedes dentro del bando de los progresistas han inscrito nunca ese derecho en su agenda?
Usama Hamdan: Esa es la posición de ellos. Si no podemos obtener el derecho al retorno de los palestinos a su tierra, derecho internacionalmente adquirido, los palestinos no cejarán. Harán todo lo posible para regresar por la fuerza.
Silvia Cattori: Pero, ¿cómo regresar? El ejército nunca los dejará entrar.
Usama Hamdan: Lo sabemos, lo sabemos. Pero, si en aplicación del derecho internacional no los dejan regresar, le aseguro que los palestinos regresarán a su tierra por la fuerza. Utilizarán su derecho, su fuerza. Lucharán por regresar. ¿Usted ha visitado los campamentos de refugiados aquí, en Líbano?
Silvia Cattori: Sí, ¡y salí completamente horrorizada!
Usama Hamdan: La tercera generación nació ahí, en esos campamentos superpoblados e insalubres. Vive amontonada ahí, lejos de Palestina. Pero conoce la historia de su aldea, los viejos le hablan constantemente de todo lo que conformaba su universo, de su tierra, de sus casas, sus granjas, sus plantaciones de olivos. Les siguen hablando de regresar a su tierra. Ellos están dispuestos a luchar por regresar allí. ¿Cómo pueden los israelíes ignorar eso?
Silvia Cattori: Usted habla de regreso. Hace 58 años que están esperando. Durante todo ese tiempo el ejército israelí no cesó nunca la limpieza étnica y el robo de la tierra y del agua de ustedes. Sólo les queda a ustedes el 8% de Palestina. ¿No tendrían que dedicarse ustedes a explicarle al mundo lo que aún sigue sin entender? ¿Que el pueblo palestino sigue siendo víctima de una deportación forzosa?
Usama Hamdan: Para nosotros los palestinos está claro que el mundo no conoce la gravedad de los abusos cometidos por Israel. Por demás, todo ese debate sobre el proceso de paz al que se prestaron las autoridades de Al Fatah enmascaró la realidad de los hechos. Nadie se atrevía a criticar a Israel porque, desde su punto de vista, eso habría puesto en peligro las negociaciones. En lo que a nosotros concierne, podemos hablar, sin tapujos ni cobardía, de todo lo que nuestro pueblo ha sufrido bajo la ocupación, de la destrucción, las masacres, las humillaciones en los puntos de control, de la desesperación y también de los sufrimientos de los palestinos refugiados en el exterior.
Silvia Cattori: Usted habló de reformar la OLP. ¿No perdió esta algo de su esencia a partir de 1988, momento en que reconoció la existencia de Israel sin lograr obtener un reconocimiento recíproco?
Usama Hamdan: Así es. Fue en 1988 cuando empezó a abandonar los intereses del pueblo palestino. Por eso decimos muy claramente que no queremos asociarnos a esa actitud. No queremos integrar, en su estado actual, una organización cuyos errores ya provocaron tanto sufrimiento al pueblo palestino. Por eso queremos reconstruir la OLP. Ellos pusieron en peligro ese movimiento. Es importante hacerlo funcionar de nuevo. Tenemos que reconstruirlo sobre una base política. Hubo una especie de abolición de sus fundamentos en 1988, ya no hay definición de la tierra palestina, ya no hay definición del pueblo palestino. Tenemos que redefinir todas esas cuestiones fundamentales y, finalmente, tenemos que seguir el proceso democrático que permita partir nuevamente de bases sólidas y designar personas capaces de someterse a la democracia.
Silvia Cattori: ¿Piensa usted verdaderamente que las autoridades provenientes del movimiento Hamas lograrán triunfar donde fracasaron las autoridades anteriores?
Usamh Hamdan: Hay dos fuerzas que se oponen: la que surgió de las elecciones y que tiene la intención de defender con sinceridad los intereses del pueblo palestino y la que, habiendo perdido el afecto del pueblo palestino, está tratando de proteger sus propios intereses. Nosotros queremos avanzar hacia la unidad de nuestro pueblo. Por supuesto, esa situación implica daños y sufrimientos acrecentados para el pueblo palestino. Creo que aquellos que sólo defienden sus propios intereses no obtendrán la confianza del pueblo. El pueblo palestino luchará por hacer respetar su voluntad.
Entrevista realizada para la Red Voltaire el 16 de mayo de 2006.
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