Se achicaron los tiempos de las ingenuidades y falsas neutralidades para los comunicadores, periodistas, organizaciones de prensa y gobiernos del mundo: todos, de una manera u otra, saben que Estados Unidos está detrás, nuevamente, de un intento golpista en Venezuela.
El imperio ha colocado su aparato comunicacional mundial -y el de sus aliados- para mentir sobre la determinación soberana del Gobierno que preside democráticamente, Hugo Chávez Frías, de no renovarle la licencia (la poseía ya hacía medio siglo) a Radio Caracas Televisión) RCTV. Manipuló el acto legal y constitucional como un acto de “falta de libertad de expresión”.
Todo periodista que haya visto, leído y oído a los Medios-Partidos de oposición del país caribeño en los últimos años, habrá observado claramente su posición golpista, pro norteamericana e incluso, a alguno de ellos, promoviendo abiertamente el magnicidio: Para decirlo sin vueltas :asesinar a Chávez.
Ese es el punto central, la idea táctica y estratégica de EE.UU: sacarse de encima a Chávez. Y su aparato comunicacional-bélico esta con la mira puesta allí. Lo sucedido en RCTA es la excusa. Sólo eso.
Hagamos algunas preguntas a los “paladines” del periodismo “libre”, “objetivo” y “neutro”, que con su racional silencio se convierten en ovejas del gran pastor y oradores del golpismo en Venezuela:
¿Qué dirán ahora que a la Organización de Estados Americanos (OEA) Venezuela le solicitó que se investiguen los atentados a los derechos humanos en la cárcel de Guantánamo y en la frontera con México?
¿Qué dirán de la escalofriante cifra de casi 800.000 iraquíes civiles muertos (según datos de hoy de la ONU) por los bombardeos norteamericanos y por el hambre en estos cuatro años de ocupación de Irak?
¿Qué dirán de la confirmación por parte de las principales ONG de EE.UU, quienes denunciaron que todas las computadoras y teléfonos de ése país están intervenidos “democráticamente” ?
¿Cómo explicar que en Europa, Estados Unidos, Japón y Canadá cuando no se renueva la licencia de un medio no sucede nada. Nada?
¿Por qué no hablan o escriben una sola línea sobre el equipo militar-comunicacional, capaz de neutralizar los flujos de Internet con bombas de “obstrucción informativa”.
¿Por qué, a excepción de los medios públicos y las radios AM y FM locales, comunitarias y regionales, los monopolios informativos de nuestro país no le dieron voz a las millones de personas que estaban de acuerdo con no renovarle la licencia a RCTA en Venezuela?
La preguntas pueden seguir al infinito, y es responsabilidad de los medios, comunicadores y organizaciones sociales multiplicar las voces de quienes son víctimas de un cerco informativo, perfectamente planificado desde la casa del dueño verdadero de “Gran Hermano”: Estados Unidos.
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