América Latina es una de las regiones en desarrollo más dinámicas del mundo. Tras experimentar un viraje de "izquierda" y elevados ritmos de crecimiento económico, América Latina despierta vivo interés entre los países de la comunidad internacional que tienen aspiraciones de establecer o reforzar en esa zona sus relaciones políticas y económicas.
La coyuntura económica y también el desarrollo de las relaciones bilaterales permiten a Rusia entrar e irrumpir rápidamente en el mercado de América Latina. Con esto, Rusia sin interferir en la política interna de los países latinoamericanos, ofrece servicios y tecnología de aplicación civil y militar de elevada calidad, que por algunos parámetros es la mejor del mundo. Esta tecnología y equipos en los países latinoamericanos pueden resolver tareas militares y humanitarias.
Como ejemplos se puede citar los camiones de la marca Ural para el ejército uruguayo, y Argentina, que manifiesta interés por la compra de estaciones de radar.
Todavía en tiempos soviéticos en América Latina había mucha demanda por los helicópteros de producción rusa Mi-17, Mi-26, y Mi-35, que según los especialistas, son exclusivamente fiables y efectivos en las condiciones de clima y de relieve latinoamericanos. No es casual que la ONU con frecuencia tome en arriendo helicópteros rusos para realizar labores humanitarias en varias regiones del mundo. Ya se han suministrado cantidades notables de helicópteros rusos a Colombia, México, Perú y Venezuela, además de que se perfilan las posibilidades de una cooperación con Chile. También los militares argentinos expresan interés por los helicópteros rusos.
Otro cliente potencial del mercado de productos de alta tecnología rusa puede ser Bolivia con necesidades de reequipar sus Fuerzas Armadas a consecuencia del cambio de Gobierno, y sus nuevas prioridades en el campo de la seguridad nacional. Pero las mejores perspectivas de cooperación son con Venezuela.
Uno de los principales proyectos nacionales que ha puesto en marcha el Gobierno venezolano es la modernización de sus Fuerzas Armadas con la adquisición de armas y equipos nuevos y modernos, por cuanto Estados Unidos suspendió los suministros de armas a ese país con el pretexto de tener vínculos "extremadamente próximos" a Cuba e Irán.
El presidente venezolano Hugo Chávez reiteradamente declaró que Venezuela quiere ampliar los proveedores de tecnología de aviación señalando a fabricantes de Europa, Rusia e India.
El período de vida útil de la mayoría de los aviones y helicópteros de aplicación militar y civil venezolanos está a apunto de expedir. Y el problema de la renovación del parque aéreo venezolano debe solucionarse en los próximos años.
Venezuela ya firmó con Rusia contratos sobre el suministro de 24 cazas Su-30 y la menos 53 helicópteros de diferentes modelos. También la Agencia Federal Exportadora de Armas Rosoboronexport entregará a Venezuela un centro de entrenamiento para pilotos que será el más grande de Latinoamérica. Los equipos de ese centro permitirán entrenar pilotos de helicópteros Mi-17, Mi-26 y Mi-35 que se ya se encuentran en servicio activo el la Fuerza Aérea de Venezuela (en julio de 2006 a Venezuela llegaron cuatro helicópteros Mi-35M.
A comienzos de 2007 se supo que Venezuela estaba dispuesta a comprar para su Armada de Guerra nueve submarinos para controlar la zona de exclusión económica que por su extensión es superior a la superficie terrestre del país. Actualmente, Venezuela sólo cuenta con dos submarinos construidos en Alemania en los años 70, ambos sumergibles se encuentran en procesos de modernización, lo que permitirá prolongar su plazo de vida útil hasta el año 2020.
La decisión de firmar contratos para la adquisición de nuevos submarinos para Venezuela se adoptará en 2007, y entre los proveedores potenciales figuran Alemania, España y Rusia.
Rusia tiene más posibilidades porque Washington impuso un embargo de venta de armas a Venezuela. Esa prohibición, que también afectó a los países que fabrican armamento con tecnologías, equipos y piezas estadounidenses influyó negativamente en la cooperación técnico-militar entre España y Venezuela, y obligó la ruptura de un contrato sobre la compra de aviones brasileños Super Tucano para la Fuerza Aérea venezolana.
A propósito, España es el principal socios económico de Venezuela (con el 52,75% de las inversiones extranjeras en Venezuela en 2006), pero seguramente, ambos países no tendrán en los próximos años, ningún avance en el campo de la cooperación técnico-militar.
Además de Rusia entre los proveedores potenciales de helicópteros de última generación figura India. Se aborda la posibilidad de compra de helicópteros ALH Dhruv (Advanced Light Helicopter).
Los helicópteros de clase ligera indios pueden ser muy útiles para Venezuela en los trabajos de mantenimiento de objetivos de su industria petrolera, el control de las zonas fronterizas y otras tareas.
El tema del desarrollo de la cooperación técnico-militar rusa activamente se discutió en los encuentros entre representantes de los sectores militares y políticos de Argentina y Brasil. En abril de 2004 se firmó un acuerdo intergubernamental entre Rusia y Perú de cooperación técnico-militar que prevé la modernización de la tecnología militar de fabricación rusa suministrada al país andino con anterioridad.
Actualmente, las Fuerzas Armadas de Perú cuentan con una cantidad considerable de equipos y armamento de producción soviética adquirida en la década de los años 70 del siglo anterior. En los últimos años, la falta de financiación agudizó los problemas relacionados más que todo, con la reparación y modernización de la tecnología de aviación.
Esto incluye al menos 70 helicópteros de los modelos Mi-8, Mi-17 y Mi-25, aviones de transporte An-26 y An-32, y decenas de cazas
MiG-29, Su-22 y Su-25. La imperiosa necesidad de "poner en orden" la aviación militar peruana también estuvo relacionada con su utilización en operaciones de rescate y humanitarias a consecuencia de desastres naturales.
A pesar de ciertas limitaciones, Rusia ya tiene acceso al nuevo mercado de armas latinoamericano. Si conserva el curso actual de su política exterior, Moscú puede afianzarse en esa región y diversificar la exportación de productos de alta tecnología de su industria tanto militar como civil.
Moscú también podría de forma activa desarrollar con los países latinoamericanos la cooperación para la investigación de espacio, desarrollando programas conjuntos para utilizar el sistema GLONASS y de esta forma competir con Estados Unidos.
Publicado en semanario"Heraldo de la Industria Militar", 26.09.2007.Texto abreviado.
Fuente: Heraldo de la Industria Militar, 03/ 10/ 2007.
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