El 29 de julio de 2009 tuvimos el privilegio de reunirnos en Ginebra con Sami El Haj, el periodista y camarógrafo de Al Jazzera que pasó más de 6 años encarcelado en la base naval estadounidense de Guantánamo, territorio cubano ocupado por Estados Unidos en contra de la voluntad de las autoridades y del pueblo de Cuba. Durante su estancia en Ginebra, Sami El Haj anunció la creación de la organización humanitaria «Centro Guantánamo por la Justicia», (Guantánamo Justice Centre), que él mismo preside y que tendrá su sede en Londres, conforme a su anuncio, el 30 de julio, en conferencia de prensa convocada en esta capital. La nueva ONG tendrá como secretario general al ex detenido británico Moazzam Begg y tendra representaciones en Ginebra y París.
¿Por qué esta nueva ONG?
El «Centro Guantánamo por la Justicia» se plantea como objetivo la liberación de todos los prisioneros aún detenidos allí, así como el reconocimiento de la inocencia de esas personas y de los abusos a los que fueron sometidas por la administración de los Estados Unidos. Tiene también como objetivo la obtención de reparaciones por los daños financieros y morales que sufrieron los ex detenidos y que se proporcione ayuda sicológica a esas personas.
Esta ONG se prepara, al mismo tiempo, para emprender junto a un grupo de ex detenidos de Guantánamo una «acción legal conjunta» (joint legal action) contra el ex presidente George W. Bush y varios miembros de su administración por haber propiciado las detenciones ilegales y las torturas sufridas en Guantánamo.
Sobre ese tema, Sami El Haj [1] precisa: «El objetivo de nuestra organización es abrir una acción de la justicia contra la administración Bush. Estamos recogiendo información, esencialmente testimonios médicos, de todo el que esté en posesión de ese tipo de datos. Eso lleva tiempo.»
Sami El Haj señala, sin embargo, la necesidad inmediata de ayuda material y de apoyo moral que enfrentan todas esas víctimas, actualmente abandonadas como casos sin solución, después que creyeron en enero en las promesas de Obama y pensaron que su situación iba a mejorar:
«Obama había prometido la supresión de las cortes militares, pero luego se echó para atrás diciendo que las cortes militares iban a mantenerse con algunos cambios. [Obama] había prometido que se harían públicas las fotos de las brutalidades cometidas con los prisioneros de las dos guerras que se están desarrollando, en Irak y en Afganistán, pero se retractó diciendo que eso perjudicaría la imagen de los Estados Unidos. [Obama] había dicho que iba a juzgar a los autores de crímenes de guerra, pero en eso también se echó para atrás.
Y nosotros tenemos hoy la prueba de que nunca han cesado las torturas en Guantánamo (lanzar [a los prisioneros] contra las paredes, privarlos del sueño y del alimento, [aplicación del] waterboarding y de otras técnicas llamadas «de interrogatorio fuerte», NdA.).
Obama no ha cumplido sus promesas. Nosotros esperamos que cumpla, por lo menos, la de cerrar Guantánamo. Creemos que lo hará. Pero la cuestión no reside solamente en el cierre. El problema más difícil es el que tenemos ante nosotros.
Cuando Obama llegó al poder, había en Guantánamo cerca de 256 prisioneros. En este momento, más de 6 meses después de su promesa de cerrar esa prisión en el plazo de un año, hay todavía [en Guantánamo] 229 detenidos. O sea, en 6 meses sólo han sido liberados 27 detenidos. Nos espanta que el número de detenidos liberados sea tan pequeño.
¿Liberará la administración estadounidense a los 229 detenidos que se encuentran aún en Guantánamo? Lo dudo porque tenemos información confiable –de gente que vive allí– según la cual Estados Unidos está construyendo un campo de prisioneros en Bagram, en Afganistán, y ese campo estaría destinado al internamiento de los prisioneros provenientes de Guantánamo.
Eso indica que el problema no será resuelto con el simple cierre de Guantánamo. Estará resuelto únicamente cuando los detenidos liberados hayan recobrado enteramente su libertad. Es en esa dirección, para ayudar a esos detenidos, que trabajará nuestra organización –denominada «Centro Guantánamo por la Justicia».
La administración Obama afirma que: “nadie coopera con nosotros, nadie nos ayuda a cerrar Guantánamo”. Yo no creo que esa afirmación corresponda a los hechos. Dicho esto, la liberación de los prisioneros implica que éstos puedan obtener ayuda cuando salgan. Por ejemplo, muchos de los 229 detenidos que aún se encuentran en Guantánamo son yemenitas y Yemen no ha tramitado hasta ahora con Estados Unidos la recepción de sus ciudadanos.
Para los cerca de 500 detenidos ya liberados, los sufrimientos están lejos de haber terminado con el regreso a sus países. Al haber sido catalogados como “terroristas”, están teniendo problemas de inserción, se les ha dejado sin atención a pesar de tratarse de personas traumatizadas que necesitan apoyo sicológico.
Las razones anteriormente mencionadas son lo que nos ha llevado a crear esta organización humanitaria, para recordarle al mundo que los prisioneros de Guantánamo son inocentes y que hay que ayudarlos, que Guantánamo fue un error de Estados Unidos y que es ése país quien debe resolver ese grave problema.»
[1] « Testimonio de Sami El Haj, periodista de al-Jazira », por Silvia Cattori, Red Voltaire, 18 de julio de 2008. Cuando se encuentra en presencio de Sami El Haj, cuesta trabajo imaginar que una persona tan exquisita haya podido ser acusada de «terrorismo», encerrada en una jaula y sometida a brutalidades inimaginables bajo la afirmación de que era una amenaza para nuestras sociedades.
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