Los gringos, por donde pasan, cometen abusos porque se creen los dueños del mundo. Hay miles de inocentes en la cárcel de Guantánamo acusados de terroristas, muchos de ellos afganos menores de edad.
Qué fue ñerito, qué uvas de vos ve. ¿Mismo mismo dizque le dieron una patada en el ce, u, ele, o, a los gringos de la Base de Manta diciéndoles llukshi caimanta yanquis?
– Shimón pana, se les acabó el bisnes a los manes que chamullaban que esa fuerza militar era para combatir al narcotráfico.
– Para que veas que cuando el pueblo se organiza y exige dignidad y soberanía todo es posible. “Organizarse es dejar de ser ciego” como dice Saramago en su libro “Ensayo sobre la ceguera”.
– Ishi man, ya le salió lo letrado. Estoy de acuerdo con usté ñerito. Recién ahora se va a saber vidas y milagros de los sukos.
– ¿Cómo así vea? ¿Qué sabe de la cuestión?
– Nada pues, parece que ese írrito acuerdo firmado por el socialcretino Heinz Móller Freile y otros traidores a la patria sirvió para lo del ataque en Angostura.
– ¿Osea que eso de combatir el narcotráfico no era más que un parapeto?
– De ley pues ñero, no ve que la política intervencionista del imperialismo yanqui no tiene límites? Pero lo que más cabreado me tiene es que a los pobres pescadores artesanales les dieron matarile y aura se hacen los giles. La gringa de la embajada dizque ha dicho que vayan a poner la demanda en La Florida.
– ¡Qué hijitos de su chingada madre estos sukos!, como si los parces tuvieran billullo para irse a la Yony.
– Por otro lado, los ojiazules dizque han hecho de las suyas con algunas mujeres ecuatorianas, hechos los galanes dizque andaban por el malecón de Manta para echarles caza. Resulta que los marines les pintaron de rosado el futuro, diciéndoles que después que se acabe la misión les iban a llevar a gringolandia.
– Por las guerreras, las charreteras y las cristinas, redonditas han de haber caído. ¿Por qué será que a muchas mujeres les gustan los trajes militares?
– Ahí si ya no sé, pero lo cierto es que la mayoría de estas doncellas con quienes los gringachos de la Base de Manta han tenido relaciones amorosas han quedado preñadas. Las convencieron diciéndoles que eran solteros y, clarinete, zarparon dejándoles direcciones falsas. Aura hay la bola de guaguas que nuay quien les reconozca, y ni hablar de la manutención, porque de los manes en cuestión nadie da razón.
– Pendejas también las manes, obnubiladas porque los gringos les han de haber comprado ropa de marca, les han de haber llevado a comer en lugares caros, y a pasear por las playas de la Ruta del Sol.
– Así ha de haber sido. La mayoría les han llevado a presentar a sus padres, hasta han recibido el anillo de compromiso, pero se han quedado como novia de pueblo, vestida y alborotada, el traje de novia colgado en el ropero, y hasta con las invitaciones a medio entregar. Un grupo de ellas se han ido a quejar donde la embajada gringa, pero les han mandado con viento fresco diciéndoles que vayan a demandar en el respectivo estado de los marines.
– ¿Qué otra cosa había que esperar? Los gringos, vos sí sabes por donde pasan, cometen abusos porque se creen los dueños del mundo. Acuérdate de que hay miles de inocentes en la cárcel de Guantánamo acusados de terroristas, muchos de ellos afganos menores de edad. Acuérdate de los maltratos y violación a los derechos humanos en Abu Grahib.
– Sentible por lo que les ha ocurrido a las damiselas, pero al menos ya no tendremos que soportar su bota militar en el Ecuador.
¡Llukshi caimanta yanquis!
Manténgase en contacto
Síganos en las redes sociales
Subscribe to weekly newsletter