Por lo menos cinco o seis lustros ha que los denominados conjuntos sociales agrupados en partidos políticos empezaron el nadir inevitable. Inducidos por sus líderes reacios a cuerpos doctrinarios o arquitecturas ideológicas o fraternidades hacedoras de propósitos comunes al compás de ritos, historias, recuerdos, a la señal y jaculatoria de tener sensación de pertenencia (sense of belonging) a una casa matriz, éstos iniciaron el acelerado proceso de abandono y reemplazo so pretexto de la globalización que a todos afecta y de qué manera.
Los partidos políticos que debieron ser escuelas de dignidad, honradez, preparación burocrática para el ejercicio de las tareas gubernamentales por sector, con ciencia y conciencia, se transformaron en vulgarísimas usinas proveedoras de inanes, ociosos y débiles mentales para el Estado. Casi no hay diferencia entre las cajas de pollos congelados para consumo ciudadano con la necesidad de cubrir puestos en las episódicas naves gubernamentales. Basta con que sean “obedientes”, profundamente acríticos (léase idiotizados), y premunidos de la gran ambición mensual de ganar mucho dinero. Nada más. El pollo satisface la ingesta, el empleado exacciona a la sociedad. Ambos en silencio son parte del menú cotidiano.
Da risa, entonces, cuando el legiferante Fulano de Tal se llena la boca con “modificaciones” o “adiciones” a la “ley de partidos” o a sus “efectos”. ¿No sería mejor preguntarse si existen tales corporaciones así llamadas? La mejor definición, sin excepciones de ninguna especie es la de clubes electorales. No pasan de asociaciones fautoras de especialistas en la mentira, acróbatas en la monra, apenas llegan al puesto y tornan hábiles en la composición de la ley que no funciona y a la que todos sacan la vuelta para obtener ganancias de ubérrima índole. En consecuencia, aquí en Perú, la ley no es respetada ni sentida como parte de un ordenamiento, desde el corazón a la acción cívica, sino como reto para afrontarlo y superarlo entre risas descaradas.
El profesor Daniel Bautista ha elaborado un cuadro de expresiones que hablan por sí solas y su contundencia robusta lo denota. Leamos:
“El panorama político-económico en el Perú y en América se muestra inestable … hoy más que nunca se requieren aves de altura, cóndores visionarios, activistas incansables que profundicen la tarea reconstructora… las ideas integracionistas no pueden ser echadas al olvido … nos encaminamos a tropezones hacia ella … pues los obstáculos institucionales al servicio de los intereses de los cabecillas de la “Globalización” se han apoderado del Estado … burócratas del internacionalismo imperialista presionan por una nueva “colonización” del Perú y pujan por “concesiones” que fragmenten nuestro territorio, nuestras poblaciones, nuestra economía y disuelve nuestras formas de existencia cotidiana …
El capitalismo ensaya nuevas estrategias, …
Las clases medias son engatusadas con las apariencias del “poder” que no poseen … no pasan de pseudo burgueses con perfiles imprecisos de empresarios y de políticos, fáciles presas de la corrupción lo que revela su pobre espíritu fenicio …
Las clases trabajadoras han perdido progresivamente su pujanza condicionadas por el sistema que ha diluido sus organizaciones gremiales, debilitándolas y anulándolas en sus capacidades de intermediación.
Los trabajadores del campo en permanente estado de migración interna prestan sus fuerzas en la pequeña y mediana minería, pues la grande tiene tecnología que le asegura ahorro de fuerza laboral......
Campesinos que terminan cultivando coca en territorios inaccesibles … proveedores de materia prima de invisibles “laboratorios” … puertos y aeropuertos son las fáciles tranqueras para la “exportación” de toneladas de la droga que enriquece a los de afuera y mantiene pobres a los de adentro …
Pescadores artesanales arruinados por los grandes arrastreros ….
Todas estas fuerzas sociales y otros etcéteras sólo atinan a movilizarse para defenderse en la “coyuntura”, no existe conciencia de un proyecto de mediano y largo alcance en un Frente Único … las demandas sociales se represan y se dosifica su atención … son las fuerzas represivas las que asumen el costo político dejando sin castigo a quienes desde el poder originan los costos sociales de los reprimidos y de los represores …
Y a ello súmale la vergüenza de “periodistas” cocineros, cevicheros al servicio del poder … medios de comunicación que albergan la frivolidad como noticia cotidiana ablandando el sentido critico de nuestra población y arruinando el sentimiento estético de nuestra juventud...”.
¿Está Perú condenado a soportar cómo las pandillas se disputan electoralmente el “derecho” de llenar las planillas del Estado sin conciencia de nación, plan nacional, concepto geopolítico, dignidad o soberanía? Tal parece que los tiempos que corren otorgan respuestas desagradables cuanto que afirmativas de semejante destino oprobioso. Pero estoy seguro, también, que habemos rebeldes, iconoclastas perennes, trovadores de la revolución con inversiones, justicia social, salud y educación para las grandes mayorías. Los talentos tienen que unirse para evitar el colapso mediocre a que han llevado las castas al país. A retos de gigantes, respuestas monumentales.
¡Atentos a la historia, las tribunas aplauden lo que suena bien!
¡Ataquemos al poder, el gobierno lo tiene cualquiera!
¡Rompamos el pacto infame y tácito de hablar a media voz!
¡Sólo el talento salvará al Perú!
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