En este dramático sexenio que va para su cuarto año, necesario para accionar la sustitución presidencial a causa de la renuncia por causa grave (según la Ingeniería constitucional de Sartori) del inquilino de Los Pinos, es necesario volver a las páginas escritas por Francisco I Madero: La sucesión presidencial en 1910, donde se deduce que, sin que esto quiera decir que la historia se repite, las circunstancias analizadas por Madero son muy semejantes a las que hoy imperan. Y que al avanzar el tiempo del binomio gobierno-administración, se anuncian días de tormenta social con conjuro de lo que representan para los mexicanos más conscientes las fiestas de elite para celebrar el bicentenario de la Independencia y el centenario de la Revolución, ocurridos por hambre, desempleo e injusticias sociales.
Este alegato contra el mal gobierno porfirista de más de 30 años y su insistencia en prolongarse (Ramón Corral, impuesto en la vicepresidencia, era el heredero de Porfirio Díaz,), no es meramente histórico. Hoy, con motivo del anticipado final del nuevo porfirismo (del foxismo al calderonismo), es espejo de viejos-nuevos males sociales.
Madero redactó, a toro pasado, el acta de defunción del porfiriato y el testamento de un dictador que pasó de liberal en lo político a conservador derechista; que impuso una modernización económica sobre casi la esclavitud del pueblo, entonces más campesino que urbano, volcado al semindustrialismo por su mano de obra regalada.
No supo conciliar desarrollo económico con republicanismo democrático. Fue la dictadura que se corrompía a la par de su senilismo hacia la decadencia. Los capítulos 2, 3, 4 y 5 del libro son una magistral disección política del cadáver porfirista. Madero sintetizó el presente y vislumbró cómo deshacerse pacíficamente del mal gobierno.
Es un retrato hablado del porfirismo, y según nuestro presente, un espejo donde miramos reflejado el resto descompuesto de la alternancia panista con su conservadurismo derechista fanáticamente religioso.
Torpe, que en lugar de gobernar, como el porfirismo, cayó en el desgobierno, ante el cual no había más que la renuncia del porfirismo o la Revolución. Son siete capítulos de un libro editado una y otra vez desde que se publicó en 1908.
Madero nació en 1873 y fue asesinado en 1913 por el golpe de Estado del alcohólico y militarista (¿alguna semejanza con el actual inquilino de Los Pinos?) Victoriano Huerta.
La sucesión presidencial en 1910. El Partido Nacional Democrático, por Francisco I Madero, San Pedro, Coahuila, diciembre de 1908, es una reedición muy bien presentada de más de 300 páginas. Nos muestra que hoy la nación tiene problemas parecidos a los del porfiriato, pero con más agravantes: una población 10 veces mayor a la de entonces, alarmante desempleo, elites económicas más enriquecidas, elites políticas como los “científicos” del porfirismo, sin conciencia de la realidad y hambruna, y empobrecimiento masivos.
Ficha bibliográfica
Autor: Francisco I Madero
Título: La sucesión presidencial en 1910
Coedición: Clío-Historia para todos-Taurus-Conaculta
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