2-6-1992
Tomó las de Villadiego.- El 8 de diciembre de 1931, conocidos los resultados que encumbraron a Sánchez Cerro a la presidencia, Haya de la Torre pronunció un bello discurso. Dijo, entre otras cosas, que:
“Quiero que después de este duro examen, en el que vamos a probar nuestra fe, nuestra energía, nuestro espíritu revolucionario, nuestra indesmayable decisión de constructores del nuevo Perú, volvamos a encontrarnos limpios y dignos los unos a los otros. ¡Porque a quien quiera que se amedrente, jefe o militante, le llamaremos cobarde; y a quien quiera que claudique, jefe o militante, le llamaremos traidor!”.
Hemos tomado conocimiento que el aprismo ha autorizado que su secretario general, Alan García Pérez, deje el país, pues la “persecución” es diz que terrible.
Hablemos claro.- García Pérez quiere eludir la presión de las bases de su partido que le demandarían presentarse a la justa electoral por el CCD. Estando fuera del país tiene un pretexto razonable y tiene miedo que el pueblo no le brinde un respaldo masivo. En síntesis, toda una cortina de humo para no dar la cara y someterse a un juicio del pueblo, “más sabio que todos los sabios” al decir de Bolívar. Antes que el Perú, antes que el Partido Aprista, está la vanidad gigantesca de García Pérez. Más claro ni el agua.
Este es Alan: ¿qué les parece?
Con una absoluta falta de creatividad y luego de inventar persecuciones y atentados contra su vida, Alan García Pérez, se ha convertido en un imitador de baja estofa. Se ha asilado en la embajada de Colombia. Pero ésta ya no queda en la avenida Arequipa ni estamos en 1949. En aquel entonces Haya de la Torre, debió buscar y encontró asilo por cinco años y cuatro meses en la sede colombiana. La dictadura de Odría lo quería, vivo o muerto. Pero el caso presente dista siglos luz de aquél, como Prado en diciembre de 1879 y dejó la nave del Estado al garete, para irse a Europa en plena guerra con Chile, García deja al Partido Aprista frente a una coyuntura electoral. A los 43 años, en plenitud de fuerza, García ahora pretende hasta parecerse al recio Víctor Raúl. ¡Que le haga buen provecho señor García su vida a cuerpo de rey en el extranjero!
Gran debate nacional.- El Parlamento debe ser un instrumento democrático y eficaz de la representación popular. Por ejemplo, se van diseñando ideas que merecen algún comentario. Entre éstas una porla cual los parlamentarios deben cobrar por sesión asistida. Otra: debe existir la unicameralidad con eso, adiós a las senadurías vitalicias. Los legisladores deben producir un mínimo de leyes por período. La renovación por tercios castigaría a los parlamentarios ociosos e irresponsables. Se ha hablado también de la no reelección y más de uno ha saltado de su asiento. Pero la renovación es una herramienta de la democracia.
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