El Tribunal de gran instancia de París ha dado su veredicto en el caso Clearstream (telecargar el documento en francés). Ha condenando a dos acusados e inocentado al ex primer ministro Dominique de Villepin. Sin embargo, el tribunal ha negado cualquier recurso a esta decisión, de manera que los problemillas judiciales del antiguo Primer ministro van a continuar e complicarán los preparativos de su candidatura [y campaña] presidencial para la República Francesa en las próximas elecciones.
La historia de este caso dice mucho. Todo comenzó cuando unas listas bancarias falsas comenzaron a circular, listas que atestaban que varias personalidades políticas francesas poseían cuentas bancarias secretas u ocultas. Esto no tenía nada de muy grave, pero una de las personas difamadas era Nicolas Sarkozy, quien decidió hacer de este caso un asunto gravísimo y mediático, queriendo demostrar así, que su rival [político], Dominique de Villepin, había utilizado estos documentos falsos contra él [contra Sarkozy].
Durante la instrucción judicial, Dominique de Villepin se vio prohibido de tener cualquier contacto con sus antiguos colaboradores, de esta manera no podía moverse, impidiéndole de desarrollar cualquier movimiento político en vista de coordinar [una defensa] para la elección presidencial. El presidente Sarkozy modificó las designaciones de los magistrados para que jueces de instrucción especialmente inquisidores se ocupen de este caso. Y más tarde, cuando el Procurador de la República concluyó diciendo que los elementos reunidos por todo el ejército de no justificaba para llevar un juicio, el presidente Sarkozy supo convencerlo para que cambiara de opinión.
No respetando el principio de inocencia [o presunción de inocencia] y su función de presidente del Consejo de la Magistratura [en tanto que presidente de la República], Sarkozy declaró incluso que colgaría a su rival [Villepin] en un gancho de carnicero, calificándolo de culpable durante una emisión en la televisión. A cada momento Sarkozy apareció como instrumentalizando el proceso judicial.
No nos debemos equivocar y pensar que esto se trata de un simple conflicto de ambiciones personales. Es más bien la oposición y lucha entre las dos corrientes [políticas] de la derecha francesa lo que está en juego; una oposición que divide el país desde el enfrentamiento entre Edouard Balladur y Jacques Chirac, un choque que sobrepasa la lucha política interna francesa, desde que tuvo lugar el discurso de Dominique de Villepin en el Consejo de Seguridad de la ONU para defender el derecho internacional, mientras que Nicolas Sarkozy mostraba su proximidad [política] con George W. Bush.
De nuestro lado, la Red Voltaire señaló desde hace tiempo que este asunto fue montado en todos los aspectos por el consultorio [de abogados] londinense Hakluyt & Co [1]. Hoy está establecido que uno de los condenados, , Jean-Louis Gergorin, tenía sus informaciones de este consultorio [2], y a pesar de esto, los jueces de instrucción [franceses] a cargo de este caso nunca quisieron indagar que Hakluyt & Co haya podido organizar la manipulación. El motivo: este consultorio, conocido por estar ligado a la CIA y al MI6 [servicios secretos británicos], consultorio administrado por el padrastro [por matrimonio] de Nicolas Sarkozy.
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[1] «Operación Sarkozy: Cómo la CIA puso uno de sus agentes en la presidencia de la República Francesa», por Thierry Meyssan, Red Voltaire, 19 julio 2008.
[2] Ver proceso página 177.
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