Luis Negreiros Vega: murió al pie de su ideal revolucionario
Resumen preparado por Daniel Hermoza Negreiros.
Transcripción efectuada por: Ana Magdalena Hermoza Del Pozo (bisnieta del mártir).
– Más de 20 balazos fueron los recibidos por el mártir obrero en las esquinas de Petit Thouars y 28 de Julio aquel 23 de marzo de 1950.
– Cumplió sus tres deberes: sindical, político, cultural.
Luis Negreiros Vega nació en Pomabamba en el Departamento de Ancash el 21 de junio de 1908.
Su vida comprometida con las causas del pueblo estuvieron presentes en su espíritu revolucionario, participando en la ciudad de Huaraz del levantamiento, en 1932, contra el dictador Sánchez Cerro junto a Carlos Phillips.
En 1935 fue detenido en el penal El Sexto por realizar labores de adoctrinamiento en la policía donde creó una institución denominada “PRO CULTURA”, cuya función era elevar el nivel de los guardias capacitándolos y organizándolos, siendo denunciado porque detrás de esta había una bien diseñada labor catequista de alto contenido aprista.
En aquel año fueron fundadas las escuelas de Educación Sindical en las UPGP (Universidades Populares González Prada), con el c. Arturo Sabroso en El Frontón y Ricardo Temoche en El Sexto.
Negreiros se caracterizó por ser un tenaz estudiante, autodidacta e incansable explorador del conocimiento que vertían curtidos líderes que se encontraban presos junto a él, recibiendo de los viejos anarquistas máximas de entrenamiento espiritual como: “CONSERVAR LA SERENIDAD, NO IMPONER SINO CONVENCER”, fueron quizá los ingredientes que fortalecieron su espíritu y marcarían su vida en una nueva y auténtica forma de liderazgo.
En 1938 logra su libertad y el mismo año ingresa a trabajar como motorista en el tranvía eléctrico, su labor sindical lo llevó a ser Secretario General de la Federación de Motoristas Conductores y Anexos.
Durante los años 1939, 1940 1941 y 1942 participó en los pactos colectivos de su Federación con las Empresas Eléctricas Asociadas logrando mejoras sustanciales para los trabajadores.
Con el apoyo del c. Temoche, creó la Escuela Sindical Salomón Ponce
(obrero tranviario asesinado por las tropas de la dictadura el 23 de mayo de 1923), esta escuela sirvió de modelo y fueron 12 más las que estuvieron funcionando en todo Lima demostrando la vocación y la certeza que tenía Negreiros que el conocimiento era la única arma para lograr el desarrollo y elevar el nivel de vida de los peruanos.
El 1° de mayo de 1944 ante la tumba de José Carlos Mariátegui, Luis Negreiros Vega con un discurso breve y fulminante dejó fundada la CONFEDERACIÓN DE TRABAJADORES DEL PERU (C.T.P.)
La labor sindical de Negreiros como Secretario de Organización de la C.T.P., se dio sin descanso, reorganizando la Federación de Trabajadores en Petróleos y Anexos del Perú con los siguientes sindicatos:
Sindicato Obrero de Talara
Sindicato de Empleados de Talara
Sindicato Unico de Negritos
Sindicato de Empleados de Lobitos
Sindicato Unico del Callao, Mollendo, Salaverry y Pimentel.
Negreiros participa en la negociación del pacto colectivo de los petroleros, logrando después de una lucha con la International Petroleum Company, una serie de beneficios a los trabajadores de esta empresa destacando:
1. Salario mínimo para los obreros adultos y jóvenes
2. Pago de sobretiempo
3. Bonificaciones dominicales y por guardia nocturna.
4. Que la empresa proporcione becas universitarias y técnicas.
5. Cursos de capacitación dictados por expertos extranjeros.
6. Servicio médico gratuito para los trabajadores y familiares.
7. Que la empresa presente un plan de jubilación de empleados y obreros, esta conquista social no estaba reconocida por las leyes de trabajo peruanas, sólo un año después se dicto la LEY DE JUBILACIÓN.
8. La declaratoria de TRANSITO LIBRE por todas las carreteras que la empresa tenía construidas en la zona petrolera.
Entre otras conquistas.
Durante este período organiza los sindicatos de trabajadores arroceros y azucareros, firmándose el pacto colectivo entre los gamonales y trabajadores, esta acción se encuentra resumida en un mensajes dado por Negreiros a los campesinos: “Los campesinos ya no están solos porque los trabajadores de la ciudad, que también necesitan el apoyo agrario extienden su brazo vigoroso en gesto de fraternidad”.
En 1948, el Apra es declarado fuera de la ley y se da inicio a la persecución de todos los dirigentes políticos y sindicales.
Esta es la última etapa de su vida combativa y se encuentra resumida en la pluma de los c. Luis Alberto Sánchez, Andrés Townsend Ezcurra, Laureano Carnero Checa, Ezequiel Ramírez Novoa, quienes describen en un homenaje eterno, a quien no solo es ejemplo para quienes compartimos sus ideales sino para todos los que desean un país con justicia social.
Daniel Hermoza Negreiros
Luis Negreiros Vega
por Luis Alberto Sánchez
Resumen extraído de La Tribuna 27/03/80
Se ha conmemorado el 23 de marzo un aniversario más del asesinato de Luis Negreiros Vega. Obreros de distintos colores políticos han acudido a rendirle homenaje a su tumba: tributo merecido.
Lucho Negreiros Vega fue un hombre ancho, fuerte, orejón y jovial. Le conocimos desde el inicio del partido. Cuando ingresó como motorista de la compañía de tranvías eléctricos, le tocó actuar en la línea Lima–San Miguel. Nosotros vivíamos entonces en Magdalena Nueva.
Entre Negreiros e Isaac Molero, otro gran líder sindical, se ingeniaban para convertir el tranvía eléctrico en un auto privado para nuestras andanzas políticas de entonces. Negreiros era colaborador inmediato de Arturo Sabroso en la Confederación de Trabajadores del Perú. Fueron juntos a un Congreso Sindical de Filadelfia y a otro en Santiago de Chile entre 1940 y 1944. En 1948 contribuyó a la formación de la Organización Regional Interamericana de Trabajadores (ORIT) , del que fue primer Secretario General Arturo Sabroso. Al quebrarse el orden constitucional por el golpe de Odría, Negreiros ingresó al Comité Ejecutivo clandestino del APRA. Uno a uno cayeron en la cárcel o fueron expelidos al destierro los Secretarios Generales del CEN del PAP. Negreiros tomó la posta en 1950. Con su dinamismo y su inteligencia vivaz, su bonhomía y su decisión se hizo hombre temible para la dictadura. Una tarde algún traidor lo citó en la esquina de 28 de Julio y Petit Thouars. Ni bien puso el pie en tierra descendiendo del automóvil que lo conducía secretamente, rompió el fuego una metralleta. Negreiros cayó con la cabeza y cuellos acribillados a balazos. Como es natural la policía de turno no investigó el crimen.
Negreiros, repetimos, fue un luchador sindical del temple de Arturo Sabroso, Juan Guerrero Químper, Fausto Nalvarte, Samuel Ríos, Samuel Vásquez, Fausto Posada, Juan Pérez: estirpe difícil de igualar. Reunían calidades que difícilmente podrán ser igualadas. Permanecieron fieles a sus deberes de clase y de ideología. Dieron la vida para servirlos. Si no hubiese sido por ellos no se habría constituido el Frente Unico de Trabajadores Manuales e Intelectuales que Haya a la cabeza, estructuró el APRA. Ninguno de ellos desgraciadamente, excepto Negreiros, dejó quien siguiera sus pasos obligado a la difícil tarea de superarlo: empresa ardua. Para nosotros el recuerdo de Luis Negreiros Vega se confunde con nuestros mejores años de lucha. Formábamos parte de un frente compacto, fraterno, sacrificado y pugnaz: que del recuerdo de su trágica peripecia vital renazca un empeño semejante y hazaña paralelas.
Memoria y efigie de un héroe
por Andrés Townsend Ezcurra
Resumen extraído de La Tribuna, 27/03/80
Era de mediana estatura, rostro cuadrangular, grandes orejas, grueso y macizo. Bajo la frente despejada unos ojos pardos de mirada bondadosa suavizaban el corte, agresivo del mentón. Sabía hablar y – virtud más rara- sabía escuchar. Lo vi muchas veces entrar a La Tribuna, en las oficinas de la calle Belén con los brazos cargados de documentos y papeles. Todos se referían a problemas obreros que él – Luis Negreiros Vega- había resuelto con su habitual serenidad y eficiencia. Fraterno, sencillo, leal, intuitivo e inteligente, Lucho Negreiros era un representante de la mejor y más excelsa cepa de cholo. De aquel peruano superado, que ignoró complejos, desdeñó envidias y supo tomar, resuelta y valerosamente, el timón de su destino. Del peruano rescatado por el APRA y que por el APRA, llegó al sacrificio.
Luis Negreiros Vega
por Ezequiel Ramírez Novoa
Resumen extraído de El Observador, 6-4-83
Conocí al mártir en junio de 1944, a su regreso de una conferencia internacional, me parece realizada en Filadelfia en ocasión de la XXVI conferencia internacional de la Organización Internacional del Trabajo (OIT). Los estudiantes de la Universidad Nacional Mayor de San Marcos, habíamos realizado el 6 de junio un extraordinario mitin en la Universidad donde se enseñorea la histórica pila para, protestar y demandar del dictador Manuel Prado el retorno a la constitucionalidad, la libertad de los presos políticos y el retorno de los desterrados, acto que culminó con una exitosa y multitudinaria manifestación que llegó por el jirón de la Unión hasta una cuadra antes de la Plaza de Armas, no obstante las continuas luchas con la policía, que utilizó su caballería y los estudiantes sufrimos fuertes represalias y detenciones.
La Confederación de Trabajadores del Perú, CTP, había convocado la segunda semana de junio a una asamblea de las bases sindicales para que la delegación que retornaba de Filadelfia explicara la labor que habían cumplido. En efecto, el secretario general de entonces, Juan P. Luna, hizo una larga exposición y dio por terminada la reunión, como si nada estuviera pasando en el país e ignorando el grito de libertad en los claustros, que traería como consecuencia elecciones libres. Fue entonces que apareció la figura gallarda y altiva de Luis Negreiros, para decir con voz potente:
“¡Un momento! No podemos terminar esta asamblea de los trabajadores sin antes protestar por los atropellos de que han sido víctimas los estudiantes sanmarquinos, nuestros hermanos, solidarizarnos con ellos y demandar del gobierno que cesen los atropellos y se ponga en libertad a los detenidos".
La actitud de Negreiros fue frenéticamente aplaudida por los trabajadores y estremeció la conciencia de los asistentes, quienes habían asistido bajo riguroso control policial, pero al que tuve la satisfacción de asistir como integrante de uno de los sindicatos.
Más tarde, el 22 de julio de 1948, siendo él ( Negreiros) secretario de Organización de la C.T.P. y el que escribe estas líneas, presidente de la Federación de Estudiantes del Perú (FEP), el jefe del partido Víctor Raúl Haya de la Torre, nos dio una misión difícil y confidencial. Eran los días trágicos en que se produjo una “subversión” de senadores y diputados y se advertía que el entonces presidente, José Luis Bustamante y Rivero, anunciaría al país que gobernaría con decretos leyes, imponiendo una dictadura ad-hoc. Nosotros debíamos visitar Arequipa, Juliaca, Puno y Cusco; ponernos en contacto con las bases y amigos del Partido, para informarles lo que se trataba en las esferas del gobierno, lo cual hizo crisis el 3 de octubre y se aprovechó la circunstancia la cual era ajena al partido, su jefe y Comité Ejecutivo, para declararnos fuera de la ley e iniciar una de las más inicuas persecuciones y maltratos.
El 3 de octubre de 1948, las fuerzas policiales se desplazaron hacia Ricardo Palma, residencia del jefe del Partido, pero sólo me encontraron y me detuvieron junto con el compañero Colina. Se inició un proceso contra los miembros del Comité Ejecutivo Nacional y líderes; se nos otorgó, después de 3 meses, libertad condicional a varios compañeros. Negreiros se enteró y me hizo buscar con la abnegada compañera Isabel Castillo, a quien llamábamos “Catalina Huanca”, por su devoción, desprendimiento y arrojo. Ella, en los momentos más dramáticos había alojado en su domicilio a Lucho a quien lo buscaba la policía, pues era uno de los tres secretarios generales que el jefe del Partido nombró antes de asilarse.
Con Lucho trabajamos durante un mes hasta altas horas de la madrugada, porque era incansable y optimista. Cuántas veces vimos pasar, en las oscuras noches del Callao, a los patrulleros a varias cuadras de distancia de donde estábamos. Me dictaba las cartas de denuncia a los organismos internacionales, políticos, sindicales y daba instrucciones de la forma cómo debíamos actuar frente a la policía para salvarnos de la detención.
Había estado con Lucho en muchas oportunidades, incluso una madrugada, por primera vez había ido a un club, como el que llevaba el nombre del recordado Pinglo. Pero jamás había tenido la ocasión de calar tan hondo en su espíritu, en su alma, en su generosidad y en su decisión de vencer a la oligarquía y arrancarle las conquistas sociales para los trabajadores a los cuales amaba y defendía apasionadamente. Una noche me dijo: ¡Se acabó toda tolerancia hacia la gente egoísta, que carece de sentimientos humanos y que ignora el avance social de los pueblos. Tenemos que hacer la revolución, tenemos que dar al pueblo lo que le corresponde: devolverle su dignidad de peruanos, hacer realidad sus conquistas sociales; tenemos que crear una patria libre y soberana en la que los peruanos seamos sus protagonistas y sus mandantes; tenemos que derrotar la insolencia del imperialismo y sus secuaces; tenemos una gran misión que cumplir; tenemos que dominar nuestros recursos naturales…!
Negreiros fue un líder extraordinario. Autodidacta. Había seguido con empeño y cumplido celosamente los 3 deberes de todo aprista que Haya de la Torre inculcó insistentemente: El deber sindical, político y cultural. Por eso, fue excelente dirigente sindical, creador y organizador de sindicatos y federaciones; fue un gran líder político, que llegó a ser secretario general del Partido, cargo que lo llevó al asesinato aleve; y se preparó, estudió, se culturizó, para ponerse a la altura de quienes deben cumplir grandes responsabilidades y cargar bajo sus hombros con destinos históricos.
Acaso el mártir Arévalo pudo haber seguido su glorioso camino.
Negreiros había ganado simpatías en todos los sectores de trabajadores y su prestigio llegaba al cenit, cuando las balas asesinas pusieron fin a su vida, en circunstancias que ostentaba la Secretaria General de CTP y la Secretaria General del APRA. Vale decir los más altos galardones sindicales y políticos, que ninguna otra personalidad en la historia llegó a poseer conjuntamente. Un verdadero poder ganado con esfuerzo, sacrificio y con desprendimiento, para ponerlo al servicio de la justicia, del pueblo peruano y de la patria.
Luis Negreiros Vega es un ejemplo para la juventud peruana, por su espíritu de superación, por su lealtad a los principios y a su Partido; por su amor al pueblo peruano; por su perseverancia y por su gallardía y hombría que lo llevo al sacrificio supremo.
El “Elefante” murió de pie
por Laureano Carnero Checa
Resumen extraído del Diario HOY, 1-4-84
Negreiros era valiente y trejo. Un auténtico dirigente sindical. Lo conocí en la casa de una compañera, cerca de la avenida Mariátegui, en Jesús María. Era uno de sus escondites. Cambiaba siempre de lugar, porque los “soplones”, de la brigada política del tristemente célebre director de gobierno de entonces, Esparza Zañartu, que persiguió, encarceló, torturó y deportó a cientos de apristas, lo buscaban sin tregua, hasta que lo asesinaron, en la esquina de Petit Thouars y 28 de Julio.
Bueno, Negreiros trabaja en esta dura y sacrificada tarea, con Eduardo Jibaja, Miguel Guevara y Carlos Figueroa. Uno de sus choferes fue el compañero Villavicencio, que conducía su auto cuando los “pistoleros de Esparza Zañartu” lo acribillaron a balazos la noche trágica del 23 de marzo de 1950.
Como joven era desesperado, inquieto y quería más acción. No todos los que conducían el Comando Nacional de Acción salían a combatir como Negreiros a la tiranía. En realidad Negreiros era el único que salía en las noches a realizar contactos con los compañeros. A unificar el Partido. A dar aliento a sus cuadros clandestinos. A repartir propaganda. Muchas veces lo acompañé en esta tarea. Por supuesto que muchos líderes estaban presos o estaban deportados.
“ No te desesperes, Cascarita (así me decían a mí, desde la más tierna infancia…), me dijo una vez Luis Negreiros, así es la lucha, lo que pasa que todos quieren ser sobrevivientes”.
Y él no fue sobreviviente. Murió asesinado, como Arévalo y tantos dirigentes obreros.
“ A mí me van agarrar muerto”, me dijo otra vez, enseñándome un enorme revólver que le habían obsequiado los tranviarios mexicanos, siendo secretario de la CTP.
Cuando lo asesinaron yo estaba preso en El Sexto. La noticia corrió como un reguero de pólvora entre los presos políticos, entre los apristas. “Ha caído para no levantarse más, Luis Negreiros Vega”, leímos en el diario Ultima Hora. Se nos estrujó el corazón. Nos indignamos. Estábamos aherrojados sin poder hacer nada. Pero su heroísmo y su lucha nos acompañó siempre, dándonos fuerza y optimismo para seguir en el combate. “Murió como quería que lo vieran, al pie de su ideal”, como lo diría en un poema Willy Carnero Hoke.
Sí, al pie de su ideal. Combatiendo por los derechos humanos. Por la democracia. Por los trabajadores. Por una patria libre y digna.
Honor y gloria a Luis Negreiros Vega, combatiente caído en la lucha por la libertad y la justicia social. Como los verdaderos héroes, nunca mueren.
CONDENA INTERNACIONAL
“AMENAZA DE BARBARIE Y DE BRUTALIDAD”
1.- “El Consejo Directivo Nacional de la Confederación de Trabajadores de Chile, ha conocido con profundo dolor la noticia del asesinato en las calles de Lima, del conocido líder obrero peruano Luis Negreiros perpetrado la noche del 23 del presente”.
2.- “ La C. T. CH. estaba informada de la feroz persecución policial que se hacía por parte del gobierno contra este valeroso y ejemplar luchador social y había expresado en varías ocasiones su protesta por la violencia con que el gobierno dictatorial del Perú, perseguía al movimiento obrero libre, y democrático de ese país hermano”.
3.- “ Al conocer el asesinato que acaban de cometer los dictadores peruanos en la persona de un destacado líder obrero como Luis Negreiros, el Consejo directivo Nacional de la C. T.CH., en nombre de todos los afiliados del país expresa:
a) “Su más indignada protesta contra el régimen sangriento que gobierna en el Perú por el terror policial y el crimen”.
b) “Su más completa solidaridad hacia la Confederación de Trabajadores del Perú,
por las persecuciones de que se le ha hecho víctima desde octubre de 1948 y por la irreparable pérdida del compañero Luis Negreiros, alevosamente asesinado por la policía; y,
c) “Su más sentido pésame a la esposa y demás familiares del querido compañero
Luis Negreiros nuevo mártir del proletariado peruano”.
ACUERDA ADEMAS:
“Señalar ante la faz de los trabajadores de América y los pueblos del Continente al régimen dictatorial del Perú, como una amenaza de barbarie y de brutalidad y como un peligroso foco totalitario actuando contra los derechos humanos”.
CONGRESO DE LA CONFEDERACION DE TRABAJADORES DE MEXICO (CTM)
PROTESTA CONTRA LAS ACCIONES DE TIPO TOTALITARIO
“Al hacer un examen sobre la situación política y sindical que prevalece en algunos países latinoamericanos donde se han implantado regímenes de marcado carácter totalitario como Venezuela, Perú, Santo Domingo, Nicaragua, Colombia, tiene que demostrar su honda preocupación como organismo proletario democrático, que a través de la historia revolucionaria, ha luchado siempre contra las fuerzas reaccionarias, enemigas de las conquistas sociales y económicas de la clase trabajadora. Por los informes que poseemos estamos enterados de la persecución que mantienen los dictadores militares de Venezuela y Perú contra el movimiento sindical y democrático de los hermanos países . En el primero gobierno militar por el decreto administrativo disolvió la Confederación de Trabajadores de Venezuela, las Federaciones Regionales o Industriales encarcelados y expulsando a la mayoría de los dirigentes sindicales y no permitiendo el libre desenvolvimiento de los sindicatos, los cuales no pueden plantear los problemas que los afectan en el campo del trabajo . Este gobierno ha demostrado su complacencia con las empresas extranjeras, como en el caso de las Compañías Petroleras, que se niegan a discutir con sus obreros la revisión del Contrato Colectivo de Trabajo y además han adoptado la política de los despidos en masa, para sembrar terror y la confusión entre los trabajadores . En el Perú se encuentran encarcelados los dirigentes de la Confederación de Trabajadores del Perú y la pasada semana fue muerto a balazos por la policía del dictador Odría el dirigente sindical democrático, compañero Luis Negreiros, Secretario General de la C.T.P, cuyo crimen demuestra una vez más el régimen de violencia que impera en la hermana nación”.
“Ante estos hechos que llenan de indignación al proletariado mexicano y que rompen el tradicional legado de libertad de los pueblos americanos, el V Congreso de la Confederación de Trabajadores de México (C.T.M) protesta una vez más contra estas acciones de tipo totalitario y denuncia ante los organismos internacionales que velan por la libertad y los derechos humanos, a estos gobiernos militares que han usurpado por medio de golpes de fuerza, el poder y han sometido a sus pueblos a estados de regresión negándoles ejercer sus derechos políticos y sociales para la implantación de verdaderos regímenes democráticos donde exista la convivencia social como norma de toda nación civilizada.
LA FEDERACION AMERICANA DEL TRABAJO LEVANTA SU VOZ EN VIGOROSA PROTESTA CONTRA ESTE ULTIMO CRIMEN
“El Comité Internacional de relaciones Obreras de la Federación Americana de Trabajo (A.F.L ), reunido en Washington, D. C; emitió las sgtes. declaraciones :
“Hemos conocido en el día de hoy con profunda pena la violenta muerte de Luis Negreiros, Secretario de la Organización de la Confederación de Trabajadores del Perú (C.T.P), quien fue asesinado en las calles de Lima, Perú en la noche del 23 de marzo a manos de miembros de la Policía Secreta. (Agentes políticos, a la manera de “Cheka”).
“Luis Negreiros, siguiendo los acontecimientos de octubre de 1948 (motín naval), que produjeron el arresto de virtualmente todos los dirigentes de movimientos obreros democráticos peruanos y el cierre de todos los sindicatos se puso al frente de la dirección subterránea del movimiento sindical . Actuó con firmeza y coraje sin darle importancia al hecho de que el gobierno militarista había puesto precio a su cabeza . Logró mantener la unidad en los cuadrados y en las filas del movimiento proletario democrático bajo la bandera de la Confederación de Trabajadores del Perú (C.T.P) afiliada a la Confederación Interamericana de Trabajadores y a la Confederación Internacional de Organización Sindicales Libres y malogró los intentos combinados de los comunistas y el gobierno militar de penetrar y controlarlos.”
“El día anterior al asesinato de Luis Negreiros, el Tribunal Militar había exonerado y puesto en libertad al presidente de la C.T.P , Arturo Sabroso Montoya y a varios dirigentes de la C.T.P y otras Federaciones que habían sido mantenidos en prisión durante 18 meses acusados de “complicidad” en la revuelta naval del Callao en Octubre de 1918. El fallo absolutorio del Tribunal Militar se interpretó como señal de que la inocencia de la C.T.P no podía seguir poniéndose en duda y que los dirigentes que se habían mantenido ocultos, ahora podían salir y reasumir sus legitimas actividades sin intervención alguna departe de la policía. Así, pues, Luis Negreiros apareció en las calles de Lima rumbo a una reunión con otros dirigentes sindicales para discutir los medios y arbitrios para reanudar las actividades normales de la C.T.P . Pero, tan pronto como se advirtió su presencia por la policía política se le rodeó y dispararon contra él hasta causarle la muerte bajo el fútil pretexto tan utilizado por la policía de los países regidos por la dictadura de que “se resistía al arresto”.
“La Federación Americana del Trabajo, levanta su voz en vigorosa protesta contra este último crimen cometido por la dictadura militar de mentalidad fascista del Perú. Nosotros extendemos a nuestros hermanos y hermanas que visten de luto en el Perú con la familia de Luis Negreiros, el valiente y corajudo dirigente, nuestras sinceras expresiones de simpatía y solidaridad, y renovamos a ellos la seguridad de que seguiremos los más firmes esfuerzos en la defensa del sindicalismo y los derechos humanos donde quiera que estén amenazados por regímenes bárbaros de dictadores”.
DECLARACION DE LA C.I.T FRENTE AL ASESINATO DEL SECRETARIO GENERAL DE LA CONFEDERACION DE TRABAJADORES DEL PERÚ
“La Confederación Interamericana de Trabajadores (C.T.P.), denuncia ante la clase trabajadora y ante la conciencia democrática del mundo y de América en particular, el cobarde asesinato de que ha sido víctima el Secretario General de la Confederación de Trabajadores del Perú (C.T.P.) c. Luis Negreiros, de parte de la Junta Militar que gobierna al Perú, asesinado en la madrugada del viernes del 21 marzo, en las calles céntricas de Lima”.
“El c. Luis Negreiros fue un viejo sindicalista peruano miembro de la Federación de Tranviarios, de la cual fue el presidente y últimamente había desempeñando en la C.T.P las Secretarias de Organización, Defensa, Cooperativas, y su muerte lo sorprende al frente de la Secretaría General. Había asistido a muchas conferencias, obreras internacionales, y varias de las que periódicamente convoca la O.I.T . Negreiros realizó una magnífica laboren la Conferencia Obrera Interamericana, celebrada en Lima, enero de 1948, en la que se fundó la C.I.T.”
“La C.I.T., al tener noticias de su sensible muerte, dirigió cablegramas de protesta de condenación a la Oficina Internacional del Trabajo y la Confederación Internacional de Sindicatos Libres, (con sede Bélgica), ante las que hacía destacar el sentimiento de dignación que ha causado en el obrerismo democrático de las Américas este crimen que debe ser sancionado internacionalmente. Igualmente la C.I.T, se ha dirigido al Presidente de la Junta Militar del Perú, expresando nuestras protesta y el repudio de los trabajadores, exigiéndoles sanción para los responsables”.
“En la historia del movimiento obrero sindical de América, muchos líderes han sido sacrificados por las tiranías, que a lo largo de muchos años han ensangrentando nuestros países y aún hoy existen muchos gobiernos surgidos por la violencia y la imposición. Pero hacía muchos años, que no se ejecutaban acto tan ignominioso como es el de asesina, a sangre fría a uno de los más valiosos líderes obreros de los últimos tiempos. Este nuevo crimen, no debe quedar silenciado, ni por las fuerzas obreras, ni por los movimientos políticos democráticos, ni por gobiernos legítimos y constitucionales, que tienen una oportunidad de solidarizarse con nuestras protesta ante los más altos organismos internacionales, que deben velar por el mantenimiento y vigencia de los principios democráticos, así como por la defensa de los derechos humanos y el respecto a la vida de los grandes conductores de la sociedad”.
“Particularmente la C.I.T. quiere llamar la atención a la Oficina Internacional de Trabajo (O.I.T.); para que esclarezca la muerte del c. Negreiros y para que la Comisión Permanente Investigadora de Violación de las Libertades Sindicales, Que ha sido creada por la O.I.T; en el conjunto con el Consejo Económico y Social de las Naciones Unidas, ponga positiva y eficaz su labor y que y que muestre objetivamente a los trabajadores y a sus victimarios de que todavía es posible la existencia del libre movimiento sindical y de que los crímenes contra los obreros tendrán sanción moral de ese alto tribunal internacional, el único al cual tiene acceso el obrerismo organizado”.
“La C.I.T. convoca la solidaridad de las clases trabajadoras de América y del mundo, para que cesen las persecuciones y atentados de que son víctimas y para que este nuevo crimen que aumenta las filas de los mártires obreros, que quede en la impunidad, ni sirva de estimulante a los gobiernos totalitarios que prevalecen en América”.
VERSION DEL “TIME” DE NUEVA YORK
La Revista TIME se ocupó del asesinato de Luis Negreiros Vega, en una nota cuyo comentario final transcribimos:
¿TRAMPA POLICIAL?
“Dos días después de la muerte de Negreiros, la organización clandestina del APRA, distribuyó hojas mimeografiadas que relataban la propia versión de la historia. Negreiros, dijeron, fue conducido a la muerte por un traidor. Según los apristas, en cuanto el hombre identificó a Negreiros, la policía que estaba emboscada, avanzó con sus ametralladoras, disparándole y derribándole con 28 tiros en el cuerpo”.
Sean como fueren los hechos, muchos peruanos, seguramente, considerarán a Negreiros como a un mártir de su fe política. Faltando solo tres meses para las elecciones nacionales, Odría podrá alardear que al fin decapito al aprismo. Pero, parece que su fantasma lo perseguirá por los años venideros”.
Manténgase en contacto
Síganos en las redes sociales
Subscribe to weekly newsletter