¿Qué hacer ante una sociedad adormecida incluso bajo el estruendo de una guerra? ¿Qué hacer cuando una ONG demuestra jurídicamente que el papel de tu país en Afganistán infringe tanto el Derecho Constitucional propio como el Internacional?
¿Qué hacer cuando las autoridades locales y estatales promocionan a una corporación como Eurocopter, instalada a las puertas de tu casa y denunciada internacionalmente en 2006 por vender tecnología “de doble uso” a países que no respetan los Derechos Humanos?
¿Qué hacer cuando cada vez más personas pierden su empleo debido a la crisis pero los militares dicen que una base de entrenamiento para la OTAN traerá beneficios económicos a tu ciudad, la dará a conocer internacionalmente y fomentará el intercambio de culturas?
Ante tanta hipocresía y demagogia sólo queda recurrir a la ironía, salir a la arena y reírse del circo que han organizado los poderes fácticos en nuestra sociedad de consumo.
Es una manera colorista de llamar la atención a esa ciudadanía gris y decadente que nos rodea, un reclamo válido tanto para quien viaja en auto como a pie, tanto para el paseante como para quien va a su lugar de trabajo, busca empleo o lleva a los niños al colegio.
Es el camino del humor, de lo irónico, del espectáculo como resorte para despertar al prójimo ante la pasividad cotidiana.
La idea de disfrazarse de payaso y actuar de forma respetuosa y noviolenta ante las autoridades y las fuerzas de seguridad no es nueva, pero sigue dando resultado.
Imagina que tu ciudad organiza una convención internacional sobre cambio climático en un Palacio de Congresos existente a las afueras. Imagina que para llegar hasta allá sólo hay carretera, ni un carril para bicicletas ni tampoco aparcabicis en ninguna parte del recinto donde se hablará de sostenibilidad y cambio climático.
Imagina que la ciudad que promueve movilizarse contra el cambio climático está construyendo un polígono industrial aeronáutico y que acoge una base aérea internacional de entrenamiento para la OTAN a sabiendas de que el avión es, hoy por hoy, el transporte más contaminante que existe y que tu ciudad sirve para entrenar a pilotos que actualmente bombardean zonas en conflicto (causando numerosas bajas civiles en las poblaciones atacadas).
Imagina que un grupo de ciudadanos decide protestar ante tanta falsedad consentida y que, pacíficamente, aparecen disfrazados de payasos entre el público asistente, presentando sus propias conclusiones sobre lo que representan realmente este tipo de convenciones.
Imagina que el público arranca en aplausos ante la osadía de denunciar humorísticamente a las autoridades.
Pues esto mismo está ocurriendo en Albacete (España), lugar donde esos activistas se hacen llamar PAZyasos.
Pertenecen a una plataforma ciudadana pacifista que desde 2007 aglutina a varias organizaciones sociales e individuos a título particular (la Plataforma Contra la Militarización de Albacete) y se pronuncian así en favor del diálogo y la cordura frente a las matanzas, la contaminación y el gasto que suponen las guerras, cualquier guerra, intentando vacunar por la vía del humor a sus conciudadanos contra el virus del militarismo, que amenaza con transformarse en pandemia.
Júzguenlo ustedes: los helicópteros de asalto “Tigre” que ensambla Eurocopter en Albacete cuestan aproximadamente lo que vale edificar y equipar acá un hospital provincial como el de Almansa o Villarrobledo (entre 35 y 55 millones de euros).
España ha encargado 24 unidades que en 2012 estarán operativas en la guerra de Afganistán.
La Diputación Provincial de Albacete ha destinado 50.000 euros a Eurocopter en concepto de “Deporte y Cultura” para que organice un campeonato deportivo entre sus empleados.
El costo del traslado del TLP (Programa de Liderazgo Táctico para pilotos de la OTAN) desde su anterior base en Florennes (Bélgica) a Albacete se calcula en más de 20 millones de euros.
Realizar una autovía desde la ciudad al parque aeronáutico y la base aérea costará alrededor de 18 millones de euros. Más de 3.000 militares de la OTAN pasarán cada año por Albacete entrenándose en tácticas de guerra. Cientos de aeronaves militares de EEUU y otros países de la OTAN sobrevolarán cada año el Mediterráneo y varias provincias españolas durante sus entrenamientos con base en Albacete.
Frente a este morir de risa cabe morirse de asco. O de un bombardeo. Ustedes mismos según qué bando elijan.
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