Mañana jueves 7 está programada la vista de la causa que por severas violaciones al debido proceso, en particular la cosa juzgada, la defensa, igualdad jurídica y derecho de propiedad, consumadas por la evidente mala fe del Banco de Crédito ejecutante y de los señores jueces que han accedido a sus pretensiones, interpuso el ciudadano Fernando Gerdt Tudela. Su abogado que producirá un informe oral, va premunido de múltiples razones, análisis legal y buena fe procesal con el objeto de procurar justicia en este abusivo caso que lleva más de 11 años de proceso.

El Banco de Crédito del Perú, no obstante que el pagaré s/n, por suma considerable, fue llenado en blanco con una tasa de interés compensatorio no pactada, sin fecha de giro ni de vencimiento y fue protestado por el Notario con tales datos en blanco, título valor que ha sido pretexto de las cobranzas y enajenaciones aberrantes de que ha sido víctima Fernando Gerdt Tudela, fue declarado nulo y, por tanto, insusbsistente desde su nacimiento por sentencia firme de ¡10 jueces, en dos procesos!: 2 de primera instancia, 3 vocales superiores y 5 vocales supremos.

Quien usa medios ilícitos contra la cosa juzgada –o sus abogados- para lograr el favor de los magistrados ¿no está valiéndose de recursos absolutamente delincuenciales?

No sólo eso. El BCP ha sido vencido dos veces, con fallos uno consentido y otro ejecutoriado, en favor de Fernando Gerdt Tudela. La Corte Suprema declaró improcedente el recurso de casación interpuesto por el Banco de Crédito del Perú, razón que importó poco, para iniciar una segunda ilegal ejecución en contra del vencedor, buscando hacerlo añicos.

Para el BCP la Corte Suprema, los jueces, el Estado, en suma, todo el resto que no es BCP ¡importa un bledo! Se zurró ante el falló de la Corte Suprema e inició y prosiguió un segundo juicio de Ejecución de Garantía hipotecaria contra la Cosa Juzgada. No llama la atención que el banco de San Dionisio Romero Seminario incurra en esta clase de caminos torvos como oscuras y misteriosas son sus movidas de todo orden en desfavor de sus usuarios y contra el patrimonio de estos mismos.