Hace 70 se iniciaron las acciones bélicas del conflicto con Ecuador de 1941, el conflicto internacional más importante que tuvo Perú en el siglo XX. Este hecho pasó desapercibido a excepción de una ceremonia el 17 de julio en la Plaza de la Bandera en Pueblo Libre.
A continuación, subo dos documentos sobre el inicio de las acciones bélicas. El primero es un parte oficial del combate de Aguas Verdes, donde se inició el conflicto. El segundo es un extracto de un informe general sobre las acciones bélicas en la primera semana del conflicto.
Parte oficial del alférez Miguel Bocangel Cuadros
“Tengo el honor de dar cuenta a Ud., que siendo las diez de la mañana del día de hoy, me dirigí hacia la chacra fronteriza de Jacinto Orellana Becerra, en vista de informes dados por este, que los ecuatorianos habían puesto un cerco alambrado en nuestro territorio, llevando para el efecto una pareja de guardias armados. Llegados al mencionado lugar, que se halla a unos 500 metros del Noroeste del cuartel, ordené que Orellana y sus dos menores hijos deshicieran el mencionado cerco; cuando a los 25 minutos se presentaron dos soldados ecuatorianos armados que al verme se detuvieron, entonces les hice ver que ese cerco puesto por ellos estaba en territorio peruano y respondieron no saber al respecto, regresando seguidamente, pasando al Ecuador. Presumiendo que iban a comunicar a los suyos del hecho y quizás regresasen con refuerzo, mandé al cuartel a uno de los hijos de Orellana para que el cabo Humberto Chacón Santa Cruz, viniera con un fusil ametrallador y seis hombres armados, los que llegaron a poco rato; estableciendo con estos un servicio de vigilancia en aquel sector, dándoles por consigna que hicieran fuego a mi voz o cuando ellos fueran atacados por el enemigo.
Transcurrieron más o menos media hora, estando cada uno en su puesto sentimos voces de varios hombres que habían pasado hacia nuestro territorio y por la espesa vegetación, no se les podía distinguir, pero como éstos se dirigían hacia un descubierto, esperamos que salieran con el propósito de capturarnos y en este instante, tres soldados ecuatorianos avistaron, entre unas yerbas, al guardia Luis Manyare Sosa, proveedor del fusil ametrallador contra quien hicieron una descarga a una distancia de 30 metros, al que de inmediato respondió el fusil ametrallador, mosquetón y los fusiles nuestros, habiéndose constatado la caída de dos de los atacantes. Continuando así el tiroteo, notamos más fusilería de parte ecuatoriana y dando el tiempo transcurrido de unos 30 minutos y la posibilidad de ser copados, dispuse que abandonaran sus puestos, saliendo hacia el cuartel, donde nuevamente nos emplazamos en trinchera y ya con la ayuda de otro fusil y el resto del personal del puesto, haciendo un efectivo de 14 hombres y el auxiliar Enrique Guinet, quien trasmitía y comunicaba todo lo acontecido a Zarumilla, a más de cooperar directamente con nosotros. En este estado y en el tiroteo que no cesaba, se presentó el capitán D. Conrado Ruiz Oliva, con un fusil ametrallador en compañía del sargento 1° Ugaz, guardias Torres, Rivera, Berróspide, Arévalo y Zacarías, más o menos a las once y media; estableciéndose en la orilla del río Bolsico, en cuya circunstancia vimos que de Huaquillas, levantando pañuelos blancos, venían tres oficiales ecuatorianos y al sentir que cesamos en disparar, comenzaron con un fuego más nutrido contra nosotros, haciendo uso de sus cañones, dos de cuyos proyectiles hizo impacto en el cuartel, sin mucho perjuicio material, menos personal.
Serían más o menos las once y cuarenta y cinco, se presentó el subteniente Augusto Rosas García del Destacamento B.I. (Batallón de Infantería) 5 con 20 hombres y 2 fusiles ametralladoras, el que se emplazó en una trinchera inmediata al cuartel. Con dichos refuerzos, continuamos el tiroteo con más intensidad, notándose de la otra parte, disparos de cañones que contaron seis, los que no causaron daño alguno. A los 40 minutos de tiempo, cesaron por completo los fuegos ecuatorianos, habiendo izado una bandera de la Cruz Roja y una blanca que la sacaron después, respondiendo a este hecho con el fuego al que ya no respondieron, continuando de tiempo en tiempo con los fuegos de hostigamiento, se probó que ya no respondían; permaneciendo así todo el personal en sus puestos. Sería las catorce horas en que se sintió seis disparos de mortero de 81 mm, los que explotaron en territorio ecuatoriano, los mismos que fueron disparados desde el puente del río “Piedritas”, donde oportunamente emplazó la pieza el capitán D. Julio Diez Quiñones, Jefe del Destacamento B.I. N° 5, a los que tampoco respondieron. A esta misma hora, recibí orden del cmdte. Odría, Jefe del EM de la 1ª División, que nos mantuviéramos en nuestros puestos de combate, orden que se cumplió estrictamente hasta la fecha, con las precauciones que el caso requiere.
Como consecuencia del tiroteo, que duró más o menos hasta las 16 horas, hago constar a Ud. Que son dos perforaciones de cañón en el local del cuartel, impactos en las puertas y prendas de vestir del personal, cuyos fragmentos puse a su disposición oportunamente. No es demás comunique a Ud. que el personal a mis órdenes sargento 1° Julio Bendezzú Medina, cabo Humberto Chacón Santa Cruz, guardias César Cáceres Velarde, Anamías Serrano Cubas, Luis Manyarí Soga, Rosendo Guzmán Arce, Antonio Mendoza Ruiz, Agustín Soto Pareja, Guillermo Chávez Romero, Neptalí Valderrama Ampuero, Daniel Vela Olórtegui, Valeriano Durán Valdivia, José Espejo Barboza y Juan Chávez Reyes, han demostrado toda su voluntad, decisión en el peligro, de cuya actuación me siento enaltecido, ya que llegada la hora saben cumplir conscientemente sus deberes.
Para el mantenimiento de nuestras posiciones, se ha organizado un servicio de patrullaje y vigilancia, con los 46 hombres que han quedado a ordenes del subteniente Rosas y el personal del Puesto, habiéndose retirado el resto de las tropas a Zarumilla por orden superior, manteniéndose en esta situación y atrincherados hasta nueva orden.
Lo que cumplo en comunicar a Ud. para su superior conocimiento y fines.
Aguas Verdes, 5 de julio de 1941. EL JEFE DE LÍNEA
Alf. Miguel Bocángel Cuadros” [1]
Extracto de las informaciones recibidas relacionadas con los incidentes del 5 y 6 de julio de 1941
INCIDENTES
Día 5 de julio
En la madrugada de este día, las guarniciones Huaquillas y Chacras SE REFUERZAN CON 280 y 350 hombres, respectivamente; es probable que también lo hubiera sido Carbacón.
A las 10:30 hs el puesto peruano de Aguas Verdes es atacado por tropas procedentes de Huaquillas;
A las 12:00 hs el puesto peruano de La Palma recibe ráfagas de ametralladoras
A la misma hora, Uña de Gato recibe fuegos de fusilería por tropas de efectivo no conocido
Estos ataques son enérgicamente rechazados por el personal de nuestros puestos, auxiliados por las Cías de los B.I. 5 y B.I. 1, mantenidas en sostén en Zarumilla y Papayal respectivamente.
A las 14:00 hs se inician nuevos ataques sobre los puestos La Palma, Lechugal y Quebrada Seca. El combate duró hasta las 18:45 hs. Fueron nuevamente rechazados los agresores. Nuestra aviación bombardea Carcabón.
Día 6 de julio
A las 12:00 hs diversos puestos ecuatorianos hicieron fuego a lo largo de la línea fronteriza de Aguas Verdes y La Palma hasta Huasimo.
Al Oeste de Chacras y Cuchareta, las tropas ecuatorianas penetran en territorio nacional siendo violentamente rechazadas.
Nuestra aviación bombardea Huaquillas, Chacras y Balsalito, destruyendo los cuarteles y objetivos militares.
A las 19:00 hs cesó el combate, continuó un ligero tiroteo y más tarde, sólo disparos aislados.
Día 7 de julio
La aviación del adversario se hace presente, volando dos aparatos sobre el cielo de Chacras y Huaquillas, pero sin penetrar a la zona peruana.
El personal de algunos puestos cambia disparos aislados.
REGIÓN ORIENTAL
Día 10 de julio
El día 10, los puertos peruanos de Bartra y Soplín sobre los ríos Tigre y Pastaza respectivamente, fueron atacados por tropas ecuatorianas, las que fueron rechazadas fácilmente. Soplín recibió ráfagas de ametralladoras que fueron suspendidas tan pronto como se dieron cuenta de las disposiciones de la guarnición peruana. Bartra responde al ataque hecho sobre sus puestos avanzados de Cochas Solsol, mediante una acción ofensiva que da como resultado la toma del puesto ecuatoriano de Gonzales Suárez, donde toma dos prisioneros, un F. A. Z B-30, cuatro fusiles Mauser cortos, un cajón de municiones y el archivo de la guarnición. El personal de éste se internó en el bosque, dejando dos soldados muertos. Los peruanos no tuvieron bajas.
Días 11 al 17 de julio
En este período sólo se han producido tiroteos esporádicos entre puestos peruanos y ecuatorianos de la frontera del Norte.
Las bajas constatadas durante los incidentes de la región fronteriza del Norte han sido:
PERUANAS: 1 soldado muerto y tres heridos (uno de gravedad)
ECUATORIANAS: 57 muertos (de ellos, 3 civiles), y un número de heridos no precisado todavía. [2]
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