Los datos, que proceden de territorios en conflicto a menudo resultan contradictorios. La oposición siria acaba de informar sobre 16 muertos en las protestas. Sin embargo, el así llamado "símbolo de la resistencia" del pueblo contra el régimen de Damasco, una muchacha que era considerada asesinada, aparece viva en una cadena de televisión.
Ni decapitada ni tampoco mutilada. Zainab Al Hosni aparecía de forma sorpresiva con su documento de identidad en la televisión pública siria. La joven de 18 años desmentía la noticia de su muerte a manos de las fuerzas armadas del país. [-los diarios españoles El Mundo y La Vanguardia y otros más han mentido masivamente a la opinión pública.]
“Estoy viva”, anunció ella. “Son los canales internacionales de televisión los que mienten. Me he animado a contarlo para que no me consideren muerta, ya que algún día quiero ser madre”.
Hace poco más de dos semanas, la noticia del asesinato de Zainab hizo que se convirtiera en un símbolo para la sublevación popular. Mientras su cuerpo supuestamente estaba descuartizado, su nombre pasaba a ser aclamado por los opositores como la flor de Siria.
Cientos de personas lloraban su muerte y los medios de comunicación internacionales hablaban de una brutal represión del ejército. Según Amnistía Internacional, Zainab fue secuestrada en medio de las manifestaciones que se produjeron en la ciudad de Homs en el mes julio. El objetivo era presionar a su hermano, activista y opositor del gobierno.
Sin embargo, la propia Zainab relata su historia de una manera muy diferente.
“Me escapé de mi casa a la de mis parientes, porque mis hermanos me habían dado una gran paliza. Eso pasó 5 días antes del Ramadán”, explica la mujer.
Precisamente, Amnistía Internacional pone énfasis en que sus propios familiares e incluso la policía los que reconocieron el cadáver de Zainab. De ahí su denuncia. Sea como fuere, esa organización de derechos humanos pide que este caso no tape la cruel realidad que se vive en Siria.
“Tenemos los nombres de más de 2 mil 200 ciudadanos que han sido asesinados, en su mayoría son manifestantes pacíficos”, dice Neil Sammonds, representante de Amnistía Internacional. “Y tenemos a más de 88 personas que han sido asesinadas cuando se encontraban bajo la custodia del gobierno. Y de todo ello, el ejecutivo no ha dicho nada”.
Durante los seis meses de protestas, las autoridades sirias han hecho oídos sordos a las demandas de las organizaciones defensoras de los derechos humanos. Sin embargo, el gobierno ha querido detenerse en la historia de Zeinab Al-Hosni porque creen que refleja la distorsión y la falsificación que se está realizando de lo que realmente sucede en su país.
“El caso de Zainab Al Hosni es un claro ejemplo de cómo los medios occidentales están utilizando de forma tribial y fabricada todo lo que aparece en Al-Jazeera”, comentó Bouthaina Shaaban, asesora del presidente Bashar al-Assad.
Entretanto, siguen sumándose más voces desde el exterior que demandan al régimen de al-Assad más transparencia.
Con el paso de las horas son pocos los que ponen en duda ya la identidad de Zainab. Algunas organizaciones de derechos humanos confirman que los familiares han reconocido a su hija en televisión. Pero, entonces, la pregunta que queda en el aire es ¿de quién es el cuerpo de la persona mutilada y decapitada? Un cadáver, que independientemente del que fuera su posicionamiento político, pasará a la larga lista de asesinados que ya suma el conflicto sirio.
Fuente: RT, 06 oct 2011.
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