El portaaviones Almirante Kuznetsov, uno de los principales navíos de la flora rusa, se hizo a la mar el 10 de enero de 2012, después de hacer una escala técnica de 3 días en el puerto sirio de Tartus, escala cuyo objetivo oficial era de reaprovisionamiento.
El portaaviones ruso estaba acompañado de otras 5 unidades de superficie y de numerosos submarinos. Aunque este tipo de navío se desplaza habitualmente con una escolta de varias unidades, en este caso era más bien el portaaviones el que escoltaba a las unidades que lo acompañaban.
Dos de estos barcos descargaron un equipamiento de gran volumen, que incluía probablemente varias baterías de misiles tierra-aire S-300, los más sofisticados del mundo. Por otra parte, un importante cargamento de municiones rusas destinado al ejército sirio estuvo brevemente inmovilizado en Chipre antes de ser finalmente autorizado a continuar viaje.
La mayoría de los especialistas están de acuerdo en que Moscú hubiese podido expresar su respaldo a Siria sin llegar a tanto. Rusia ha querido lanzar una advertencia contra todo intento estadounidense de tratar de obtener el control exclusivo de la región y contra la tentación turca de desempeñar un papel preponderante en Asia central.
A su llegada a Tartus, la flotilla rusa fue recibida por el general Daud Rajha (al centro en la foto). Numerosas voces han expresado en Siria su gratitud hacia la marina y el pueblo ruso en su conjunto por su significativo gesto de respaldo en este momento de desestabilización del país orquestado por las potencias atlantistas regionales y mundiales.
El puerto sirio de Tartus se encuentra actualmente en pleno proceso de renovación, lo cual debe permitirle acoger en el futuro cualquier tipo de navío de la marina rusa. Este puerto se halla gratuitamente a la disposición de Rusia.
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