El ministro ruso de Relaciones Exteriores Serguei Lavrov señaló este lunes que algunos países parecen interesados en estimular la violencia en Siria como parte de un «rediseño geopolítico» del Medio Oriente.
Lavrov observó que «cada vez que surge una esperanza de progreso en la situación siria, alguien intenta evitar un apaciguamiento y estimula deliberadamente el derramamiento de sangre».
En entrevista concedida el lunes a la publicación rusa Rossiiskaya Gazeta, Lavrov declaró que ciertos grupos de la oposición siria han hecho saber a Rusia que los países occidentales los instan a «luchar por sus derechos por medio de las armas hasta que el régimen sea derrocado».
El ministro ruso de Relaciones Exteriores criticó además las tácticas terroristas utilizadas contra Siria, como la ola de ataques contra altos responsables sirios y contra los defensores del gobierno.
Mientras Rusia y China se esfuerzan por evitar una intervención extranjera en Siria, las potencias occidentales que componen la OTAN y las monarquías árabes del Consejo de Cooperación del Golfo siguen favoreciendo el uso de la fuerza como vía para derrocar al presidente sirio Bachar al-Assad.
Lavrov estimó en definitiva que el conflicto sirio «es parte del rediseño geopolítico del Medio Oriente, donde los diferentes actores tratan de proteger sus propios intereses».
El ministro ruso de Relaciones Exteriores agregó que se ha convertido injustamente al presidente al-Assad, clasificado como aliado de Irán, en «chivo expiatorio» de lo que él calificó como «gran juego geopolítico». Seguidamente opinó que el presidente sirio es de hecho el «garante de la seguridad de las minorías nacionales, entre las que se encuentran los cristianos, que han vivido en Siria durante siglos».
«Según los estimados más conservadores mencionados por nuestros socios occidentales en contactos confidenciales, [al-Assad] sigue gozando del respaldo de al menos la tercera parte de la ciudadanía como hombre que se ha comprometido a evitar que Siria se convierta en un Estado donde las minorías simplemente no podrían vivir ni existir», acotó Lavrov.
Después de señalar que las «recetas» extranjeras nunca han proporcionado soluciones duraderas ni confiables al caso sirio, el ministro ruso de Relaciones Exteriores expresó su esperanza de que la nueva visita a Rusia del enviado especial de la ONU y la Liga Árabe Lakhdar Brahimi contribuya al avance hacia el diálogo en Siria.
Durante su más reciente visita a Damasco, donde se entrevistó con el presidente al-Assad el domingo 21 de octubre de 2012, Brahimi propuso al gobierno y a la oposición un cese de las hostilidades en ocasión de la festividad musulmana del Eid al-Adha (la fiesta del sacrificio) que comienza el viernes de octubre.
El mismo domingo, mientras se desarrollaba el encuentro entre Brahimi y el presidente al-Assad, un coche-bomba estalló en el céntrico barrio damasceno de Bab Touma provocando la muerte de unos 20 transeúntes y dejando además cerca de 30 heridos.
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