La madrugada del martes no se han calmado las protestas antigubernamentales en las calles turcas. En opinión de algunos analistas, Erdogan recurrirá a varios medios para distraer la atención de los problemas domésticos. Pero también gran indignación de la población turca al ver su país a la bota de la OTAN, del apoyo de su gobierno a grupos de terroristas mercenarios islãmicos atacando Siria con ayuda de Israel, EEUU, Francia e Reino Unido conjuntamente con otros países vasallos, como se ha convetido Turquía bajo la presidencia de Recep Tayyip Erdoğan, un títere manipulado por Occidente.
Descontento social de la juventud
La noche de la cuarta jornada de manifestaciones de los turcos contra su Gobierno ha contado con varios incidentes aislados. En Estambul la Policía volvió a dispersar a los manifestantes con gas lacrimógeno y efectuó nuevas detenciones.
"Erdogan se siente amenazado y todo lo que pueda distraer la atención del problema doméstico de orden mayor que tiene, de esa insatisfacción de la oposición ahora manifestada popularmente y masivamente a través de toda Turquía, es un problema del que quiere desviar la atención", dijo a RT el analista Wilfredo Amr Ruiz.
En este sentido "son muchas las cartas que está jugando el primer ministro para desviar la atención", subraya el analista y entre ellas destaca "la internacionalización del conflicto sirio como manera de desviar la atención del problema real de desgaste de poder que tiene Erdogan", así como del problema de los sectores seculares del país que "se sienten amenazados porque perciben una creciente islamización de Turquía", dice.
Los medios turcos informaron que este lunes murió un joven turco, Abdullah Comert, que participó en las protestas en el país. La información fue confirmada por las autoridades de la ciudad de Antioquía, en el sur del Estado, donde falleció el manifestante.
El joven de 22 años pertenecía a un partido opositor de orientación centro izquierdista. Una persona no identificada disparó contra el manifestante, que fue hospitalizado de inmediato pero no sobrevivió. Se baraja la versión de que fue la Policía la que disparó contra Comert.
Las protestas multitudinarias de la sociedad turca marcadas por duros enfrentamientos con la Policía, que utilizó fuertes medidas de represión, se llevó la vida de al menos dos personas, mientras 25 manifestantes se encuentran en estado grave en varios hospitales del país. Según los últimos datos más de 3.000 manifestantes turcos sufrieron heridas de diferentes grados en los últimos cuatro días.
Atacar a transeúntes sin motivo aparente fue lo que hicieron agentes de seguridad turcos en un nuevo vídeo que se suma a las pruebas de la brutal represión de la Policía en Turquía en estos últimos días.
«Que se ahoguen»: la Policía turca usa violencia no solo contra manifestantes
Han confirmado oficialmente la muerte de un joven, atropellado por un taxi que chocó contra un grupo de manifestantes en Estambul. Algunos testigos cuentan los violentos métodos que emplea la Policía turca.
"El hijo de una amiga mía vio como los policías propinaban patadas a una joven que quedó rezagada del grupo de manifestantes y no tuvo tiempo de huir de los agentes de seguridad. Había unos 20 policías. En la Red hemos visto como en otras ciudades la Policía actuaba igual", cita a una de los testigos de la ciudad Esmirna la agencia Itar-Tass. Según los testigos, los manifestantes tratan de esconderse de la Policía en las casas a las que los residentes les dejan entrar.
"En uno de los vídeos puede verse como los habitantes de una casa, al no tener otro remedio, abren la puerta a la Policía, que lanza gas lacrimógeno al apartamento y dice ’que se ahoguen’".
También comentó que policías vestidos de civil acorralaban a manifestantes en los callejones y los pegaban, y que atacaban en grupos a manifestantes que iban solos. Además lanzaban bombas de gas lacrimógeno a hospitales y casas, no dejaban pasar a las ambulancias ni a los heridos. Y cuando vieron que los ciudadanos estaban grabándolos con sus cámaras desde los balcones, empezaron a irrumpir en las casas.
Días antes el mismo primer ministro turco, Recep Tayyip Erdogan, reconoció que el uso de la fuerza por parte de la Policía había sido excesivo.
"Fue un error que los policías usaran gas pimienta. He ordenado al Ministerio del Interior que lo investigue. Fue desproporcionado", dijo el mandatario.
Por su parte el secretario de Estado de EE.UU., John Kerry, ha declarado este lunes que el país norteamericano está preocupado por el excesivo uso de la fuerza por parte de la Policía turca, y subrayó el derecho de los manifestantes a las protestas pacíficas.
Más de 1.700 personas han sido detenidas desde que comenzaron los enfrentamientos, se cree que la mayoría de ellas han sido puestas en libertad.
Fuente: Red Voltaire / RT, 3-2, junio 2013.
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