Mientras Occidente dice haber detenido esta semana el programa nuclear militar que Irán ya había detenido definitivamente desde 1988, Manlio Dinucci nos recuerda que la producción de armas nucleares nunca ha cesado a escala mundial. Lo que se está celebrando no es otra cosa que un éxito mediático que sólo esconde la realidad del peligro nuclear.
Finalmente, «la diplomacia ha abierto un nuevo camino hacia un mundo más seguro, hacia un futuro en el que el programa nuclear iraní es pacífico y en el que Irán no puede fabricar armas nucleares» [1]. Esta es la buena noticia que nos anuncia, un mes antes de las fiestas de navidad, el presidente Obama, el premio Nobel de la Paz que acaba de convertir el mundo en un lugar más seguro ordenando la modernización de los cientos de bombas atómicas que Estados Unidos mantiene en Europa ya que las bombas B61-11 van a convertirse en B61-12, que pueden ser utilizadas también como bombas antibunker en el marco de un primer golpe nuclear.
Esa decisión forma parte de la hoja de ruta de la administración Obama para mantener la supremacía nuclear de Estados Unidos. Ese país dispone de unas 2 150 ojivas nucleares emplazadas –o sea, listas para su lanzamiento inmediato a través de misiles y bombarderos– más otras 2 500 ojivas almacenadas en diversas instalaciones donde pueden activarse rápidamente y 3 000 más, ya retiradas pero no desmanteladas… y por lo tanto utilizables. En total, alrededor de 8 000 ojivas nucleares. Rusia tiene un arsenal análogo pero con menos ojivas listas para su lanzamiento, unas 1 800.
El nuevo tratado Start [2] entre Estados Unidos y Rusia no limita la cantidad de ojivas operacionales en ambos arsenales sino únicamente las que están listas para su lanzamiento mediante vectores estratégicos con un alcance superior a los 5 500 kilómetros. El Start establece un máximo de 1 550 ojivas de ese tipo para cada una de las partes pero el techo es en realidad mucho más alto ya que cada bombardero pesado se contabiliza como una ojiva a pesar de que puede transportar 20 o más armas nucleares simultáneamente. El Start también deja abierta la posibilidad de “potencializar” cualitativamente el armamento nuclear disponible.
Con ese fin, Estados Unidos está instalando en Europa un «escudo» antimisiles, oficialmente para neutralizar un ataque iraní –actualmente imposible–, cuando en realidad se trata de obtener una ventaja estratégica sobre Rusia, que a su vez está tomando una serie de contramedidas [3].
Además de las ojivas estadounidenses, la OTAN dispone también de 300 ojivas nucleares francesas y británicas, prácticamente listas para su lanzamiento.
Pero Israel –única potencia nuclear del Medio Oriente y país que, contrariamente a Israel, ni siquiera es miembro del Tratado de No Proliferación– posee, según los estimados, entre 100 y 300 ojivas atómicas con sus vectores y produce suficiente plutonio como para fabricar cada año 10 o 15 bombas como la [utilizada por Estados Unidos contra la ciudad japonesa] de Nagasaki. Y también produce tritio, un gas radioactivo con el que se fabrican ojivas neutrónicas capaces de provocar una contaminación radioactiva menos grande pero más letal.
Al mismo tiempo se profundiza el enfrentamiento nuclear en la región Asia/Pacífico, donde Estados Unidos está en plena escalada militar. China posee un arsenal nuclear estimado en unas 250 ojivas y alrededor de 60 misiles balísticos intercontinentales. La India tiene alrededor de 110 ojivas nucleares, Pakistan cuenta con 120 y es probable que Corea del Norte también tenga unas cuantas.
Además de los 9 países que poseen armas atómicas, al menos otros 40 serían capaces de construirlas. De hecho, no existe una diferencia clara entre el uso civil de la energía nuclear y su uso militar y los reactores producen uranio altamente enriquecido y plutonio, utilizables ambos en la fabricación de armas nucleares. Se calcula que ya se ha acumulado en el mundo tanto plutonio que se podrían fabricar más de 100 000 armas nucleares y se siguen produciendo cantidades crecientes de plutonio. Existen hoy en día más de 130 reactores nucleares «civiles» que producen uranio altamente enriquecido, apto para la fabricación de armas nucleares.
Es este el mundo que «se ha hecho más seguro» porque las 5 grandes potencias nucleares, más Alemania –que proporcionó a Israel sus submarinos nucleares de ataque–, han firmado el acuerdo que afirma que «el programa nuclear iraní será exclusivamente pacífico».
Traducido al español por la Red Voltaire a partir de la versión al francés de Marie-Ange Patrizio
[1] «Barack Obama se refiere al acuerdo sobre el programa nuclear de Irán», por Barack Obama, Red Voltaire, 23 de noviembre de 2013.
[2] Strategic Arms Reduction Treaty o Tratado de Reducción de Armas Estratégicas.
[3] El argumento sobre el supuesto peligro nuclear no sólo es falso, ya que Irán puso fin a su programa nuclear militar al término de la guerra Irak-Irán, sino que también es absurdo ya que si Irán tuviese los vectores necesarios para el uso del arma nuclear, la trayectoria de dichos vectores seguiría el camino más corto entre Irán y Estados Unidos, lo cual excluye su paso por Europa. NdlR.
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