Se abre la sesión a las 17.20 horas.
El Presidente (habla en inglés): De conformidad con el artículo 37 del reglamento provisional del Consejo, invito al representante de Ucrania a participar en esta sesión.
De conformidad con el artículo 39 del reglamento provisional del Consejo, invito al Director de la División de Coordinación y Respuesta de la Oficina de Coordinación de Asuntos Humanitarios, Sr. John Ging, a participar en esta sesión.
El Consejo de Seguridad comenzará ahora el examen del tema que figura en el orden del día.
Tiene la palabra el Sr. Ging.
Sr. Ging, Director de la División de Coordinación y Respuesta de la Oficina de Coordinación de Asuntos Humanitarios (habla en inglés): Sr. Presidente: Le doy las gracias por esta oportunidad que me brinda de informar al Consejo de Seguridad sobre la situación humanitaria en Ucrania en nombre de la Secretaria General Adjunta de Asuntos Humanitarios y Coordinadora del Socorro de Emergencia, Sra. Valerie Amos.
Los esfuerzos que actualmente se despliegan para encontrar una solución política a la crisis en Ucrania han rendido pocos frutos. Por lo tanto, la inseguridad y la violencia prevalecen en las zonas de conflicto, lo que resulta en un empeoramiento continuo de la situación humanitaria, que seguirá deteriorándose mientras persistan los actos de violencia.
Se calcula que unos 3,9 millones de personas viven en las zonas directamente afectadas por la violencia. Quienes se han quedado en las zonas de conflicto afrontan amenazas inminentes a su seguridad derivadas de los combates, que cada vez más tienen lugar en zonas urbanas más densamente pobladas. Los combates han causado un daño considerable a la infraestructura, afectando el suministro de electricidad y de agua y el acceso a los servicios básicos. En Donetsk y Lugansk, que son el hogar de un total de 1,5 millones de personas, el abastecimiento de agua se ha reducido a unas pocas horas al día. Se empieza a carecer de suministros médicos y se calcula que un 70% del personal médico ha huido de la zona, lo que ha reducido significativamente el acceso a los servicios de salud. Los daños a las viviendas han afectado hasta la fecha a 1.600 familias. El conflicto está dificultando cada vez más el tránsito de las rutas de abastecimiento y los mecanismos de supervivencia entre las poblaciones afectadas inevitablemente se están deteriorando.
La protección de los civiles es la preocupación clave. A medida que el conflicto es cada vez más intenso, aumentan las víctimas. La misión de vigilancia de los derechos humanos de Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos y la Organización Mundial de la Salud (OMS) informan de que al menos 1.367 personas, tanto civiles como combatientes, han muerto y que 4.087 personas han resultado heridas a raíz de los combates en Ucrania oriental desde mediados de abril.
Desde la última exposición informativa sobre asuntos humanitarios que la Secretaria General Adjunta Amos ofreció al Consejo de Seguridad el 16 de junio, el número de desplazados internos ha aumentado significativamente. Otras 58.000 personas han huido de sus hogares desde principios de julio. Al parecer, más de 1.000 personas abandonan la zona de conflicto a diario. Hoy hay 117.910 personas inscritas como desplazados internos en toda Ucrania, y el 87% de ellas son de la parte oriental del país. La mayoría de ellas se ha ido con pocas pertenencias y necesita refugio, alimentos y otro tipo de asistencia básica. Ello ejerce presión en las comunidades de acogida de las regiones vecinas.
Al mismo tiempo, numerosas personas de las zonas afectadas por los combates en las regiones de Donetsk y Lugansk están huyendo a la Federación de Rusia. Desde comienzos de año se ha registrado el cruce de 168.677 ucranianos hacia la Federación de Rusia, 60.000 de ellos han solicitado el estatuto de refugiado, en tanto otros 115.952 han solicitado otras formas de estancia legal.
No obstante, ese no es el panorama completo pues muchos ucranianos que han abandonado sus hogares no se registran con las autoridades ucranianas o no solicitan oficialmente ayuda. La Federación de Rusia informa que desde el inicio del año, 740.000 personas han cruzado sus fronteras para acogerse al programa especial que otorga visados por 270 días a los ucranianos. El (ACNUR) también ha informado sobre esa cifra.
Hasta la fecha la mayor parte de la respuesta humanitaria ha sido distribuida por medio de las organizaciones locales y de base comunitaria. Las autoridades locales han tenido éxito en el restablecimiento de los servicios de agua y electricidad en las zonas donde los enfrentamientos han disminuido. Sin embargo, ahora que los prolongados enfrentamientos comienzan a agotar la capacidad de respuesta de las autoridades locales, los asociados de las Naciones Unidas están aumentando su apoyo a esos esfuerzos de respuesta.
En las últimas semanas, las organizaciones humanitarias han venido trabajando con una amplia gama de asociados, incluidas las autoridades nacionales y locales, las organizaciones de la sociedad civil y las organizaciones basadas en la comunidad, para aplicar medidas de preparación para emergencias y atender las necesidades más urgentes de las personas afectadas. El ACNUR está llegando a las zonas de acogida de las personas internamente desplazadas y a las zonas a las que las personas pueden regresar con los alimentos, equipos de aseo personal y artículos de primera necesidad. El Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF) está colaborando con asociados nacionales en la prestación de servicios de salud a las personas desplazadas. Un plan de respuesta de las Naciones Unidas, en el que se incluyen acciones minuciosamente planeadas para cada sector, se dará a conocer esta semana.
La Oficina de Coordinación de Asuntos Humanitarios (OCAH) ha enviado un equipo de asesoramiento humanitario a Ucrania para evaluar las necesidades y apoyar la coordinación de la respuesta. En las últimas semanas, dos misiones de alto nivel de la sede de la OCAH se han desplegado en el terreno para reforzar y fortalecer aún más la capacidad de respuesta. Nuestra prioridad sigue siendo apoyar los esfuerzos de respuesta humanitaria que realiza el Gobierno y garantizar nuestra capacidad para complementar esos esfuerzos de respuesta apoyando directamente a las personas, según vayan surgiendo las necesidades.
Los corredores para llevar asistencia humanitaria a las zonas gravemente afectadas desde las zonas controladas por el Gobierno están abiertos varias horas cada día, pero la mayor parte del tiempo los combatientes los mantienen cerrados, y la evacuación de personas por esos canales generalmente está obstruida. Por consiguiente, instamos a todas las partes en el conflicto a permitir el movimiento libre y seguro de la población, garantizando, al mismo tiempo, el acceso pleno de las organizaciones humanitarias a la población afectada que permanece en la zona de conflicto.
Instamos al Gobierno de Ucrania a resolver algunos problemas esenciales que afectan la ejecución de las actividades de socorro. Es fundamental un sistema de registro unificado de desplazados internos para analizar y comprender las necesidades. La asistencia humanitaria también debe estar exenta de impuestos, y debería agilizarse la firma y ratificación del acuerdo de aduanas entre las Naciones Unidas y el Gobierno para facilitar la entrada de trabajadores y bienes humanitarios.
Por último, pedimos al Gobierno de Ucrania que apruebe una exención temporal para facilitar la importación de suministros médicos certificados de la Organización Mundial de la Salud, que se precisan para responder a las necesidades inmediatas de salud de la población afectada.
Para concluir, quiero decir que la situación humanitaria se está deteriorando, y el preocupante aumento de la violencia en las zonas urbanas pone a un número mayor de personas en riesgo. Mientras no cese la violencia seguirá aumentando el número de personas muertas y el deterioro de la situación humanitaria en general. Se requiere la realización de acciones inmediatas para evitar que la crisis empeore.
El Presidente: Doy las gracias al Sr. Ging por su exposición informativa.
Tienen ahora la palabra los miembros del Consejo de Seguridad.
Deseo recordar a los miembros del Consejo lo dispuesto en la Nota de la Presidencia S/2010/507, en la que se insta a miembros y no miembros del Consejo a formular sus declaraciones en cinco minutos o menos. Como informamos a los miembros del Consejo antes de que el Reino Unido asumiera la Presidencia, tenemos la intención de utilizar la luz intermitente en el borde y la base del micrófono del orador para indicarle que ya han transcurrido sus cinco minutos. Insto encarecidamente tanto a los miembros como a los no miembros del Consejo, a concluir sus intervenciones antes de cinco minutos.
Sr. Churkin (Federación de Rusia) (habla en ruso): Damos las gracias al Director de la División de Coordinación y Respuesta de la Oficina de Coordinación de Asuntos Humanitarios (OCAH), Sr. John Ging, por su exposición informativa sobre la situación en el este de Ucrania. Pensamos que la OCAH y otras agencias humanitarias deben informar periódicamente al Consejo de Seguridad sobre la situación humanitaria en la región y proveer estadísticas objetivas sobre la situación de la población civil, incluida información sobre heridos o muertos, así como sobre la destrucción de instalaciones civiles.
En una escala humana, la situación en el este, sobre todo en Donetsk y Lugansk, es desastrosa. Hoy, ciertamente es necesario hablar de una verdadera guerra. El Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR) ha reconocido oficialmente que existe un conflicto armado interno en el este de Ucrania.
A pesar de los acuerdos internacionales, incluidos el acuerdo de Ginebra de 17 de abril y el acuerdo de Berlín de 2 de julio, firmados por el Gobierno de Ucrania, Kiev continúa intensificando sus operaciones militares, provocando con ello la pérdida de cientos y miles de vidas. De acuerdo a la información que hemos recibido, las milicias de castigo tienen el liderazgo. No se subordinan a ninguna fuerza armada en Ucrania. Cumplen las órdenes de ciertos líderes del Consejo de Seguridad de ese país y son financiados por oligarcas locales.
Los sobrevuelos de las ciudades se han convertido en una realidad cotidiana. Se emplea artillería, tanques y cohetes Grad. Los habitantes locales informan continuamente de que se utilizan bombas de fósforo y bombas de racimo. Se bombardean indiscriminadamente edificios de viviendas e infraestructura civil esencial. Según las estimaciones más reservadas en muchos pueblos pequeños, cerca del 80% de las casas han sido destruidas. Más de 600 edificios ya han colapsado. Hoy se produjo un ataque con cohetes en Shakhtyorsk. El 2 de agosto, la artillería ucraniana bombardeó Pervamaisk, donde, entre otras estructuras, fueron destruidas casas, hospitales y dos plantas eléctricas.
Debido a los bombardeos de las fuerzas armadas ucranianas, siguen cayendo proyectiles en Rusia. Se han reportado cerca de 20 de esos incidentes. El 3 de agosto, una mina del ejército Ucraniano estalló en el cruce fronterizo de Gukova, en la provincia de Rostov, donde se encontraban trabajando observadores de la Organización para la Seguridad y la Cooperación en Europa (OSCE).
De conformidad con las estimaciones más conservadoras de los organismos humanitarios internacionales, los muertos ya suman más de 1.367 y los heridos se cuentan por miles, incluidos niños. Esos son números preocupantes. En un solo día, en la ciudad de Golov, 40 personas perdieron la vida. En la zona en la que se llevan a cabo las operaciones militares, viven más de 4 millones de personas. De ellas, más de 200.000 no tienen agua potable. La situación sanitaria y epidemiológica en Lugansk es terrible. No hay suministro de electricidad a las viviendas, y debido a los bombardeos no hay agua limpia. Las comunicaciones telefónicas son imposibles y no hay servicios de recolección de basura. Los ucranianos han comenzado a abandonar el país en masa.
Casi 800.000 ucranianos han llegado a Rusia desde el comienzo de la crisis. Acuden a los servicios migratorios con la intención de legalizar su situación y más de 170.000 ya lo han hecho. Se han abierto centros para refugiados. Nuestro país está dispuesto a asumir esa gran carga y no necesita ayuda material. Estamos dispuestos a prestar asistencia a los ucranianos por nosotros mismos.
La situación más dramática en el este de Ucrania es la de la salud. La mayoría de los doctores han sido evacuados. Debe entenderse que en las zonas donde se producen los enfrentamientos armados, los más vulnerables se han quedado atrás y no tienen forma de salir.
Al parecer eso no interesa en absoluto a las autoridades de Kiev. Les hemos hecho varias exhortaciones para que creen corredores humanitarios para evacuar a los niños y a las personas vulnerables, incluidos los huérfanos. También hemos apelado a ellos para que permitan la entrada de la asistencia humanitaria rusa. Pero Kiev ha rechazado todas esas propuestas.
Rusia exhorta a la comunidad internacional a adoptar medidas de emergencia para mejorar la situación humanitaria en el este de Ucrania. Por ello, el 4 de agosto, el Ministro de Relaciones Exteriores ruso, Sr. Sergey Lavrov, presentó, una vez más una solicitud oficial a los organismos humanitarios asociados a las Naciones Unidas, la OSCE, el Consejo de Europa y el CICR para crear una misión humanitaria. Nos gustaría enviar un convoy con ayuda humanitaria rusa bajo la égida y con el acompañamiento del Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR) a Donetsk, Lugansk y otras zonas pobladas de Ucrania en las que se están concentrando las personas internamente desplazadas del este.
Estamos dispuestos a actuar con suma transparencia. Permitiremos al Comité Internacional de la Cruz Roja que supervise los convoyes, sus vías de transporte y la distribución de la ayuda. Ante todo, consideramos que es necesario proporcionar alimentos, medicinas y equipo médico, así como sistemas de purificación de agua y generadores.
Abundan los ejemplos en los que brindar asistencia a los civiles que sufren los conflictos armados es sumamente difícil. Por ejemplo, ello ocurre con las situaciones en las zonas controladas por las organizaciones terroristas en Sudán del Sur, el Iraq y Siria. La situación en el este de Ucrania exige que se ponga fin a las posiciones políticas y que se respeten verdaderamente los principios humanitarios internacionales.
Por último, el enfoque de Kiev de reprimir con violencia a las regiones orientales tendrá consecuencias sumamente nocivas para toda la población de Ucrania, algo que es sencillamente lamentable.
Sr. Barros Melet (Chile): En primer lugar, agradecemos el informe del Director de la División de Coordinación y Respuesta de la Oficina de Coordinación de Asuntos Humanitarios (OCAH) sobre la situación humanitaria en Ucrania.
Lamentamos el empeoramiento de la situación humanitaria en el este de Ucrania como consecuencia de la intensificación de los combates, en particular en las zonas de Donetsk y Lugansk. Chile expresa gran preocupación por la seguridad de las personas que se encuentran atrapadas en las zonas de conflicto, el aumento de los ataques deliberados a instalaciones civiles, incluyendo la infraestructura de servicios básicos, como la electricidad y el agua, dañando también viviendas y edificios públicos. Es preocupante que el acceso al agua potable en esas zonas haya disminuido afectando la población.
Este deterioro de la situación se ha visto reflejado también en el aumento del número de bajas de civiles, de desplazados internos y también de personas que han cruzado las fronteras. Nos preocupa particularmente que este grupo lo constituyan en su mayoría mujeres, niños y niñas, y reiteramos que al abordarse cualquier estrategia de respuesta, ésta debe contemplar las necesidades especiales de las niñas y adolescentes, atendiendo su doble vulnerabilidad.
Sobre esta materia, recogemos las recomendaciones formuladas por las Naciones Unidas en cuanto a la necesidad de que el Gobierno ucraniano establezca un sistema unificado y centralizado de registro para documentar el movimiento de los desplazados internos y así evaluar de mejor manera cómo responder a sus necesidades.
Reiteramos la necesidad de que las Naciones Unidas cuenten con presencia en el terreno en apoyo a las autoridades nacionales, y valoramos en este sentido la elaboración por la OCAH y otros representantes de la comunidad humanitaria de un plan preliminar de respuesta, el cual sentará las bases de la futura respuesta humanitaria en Ucrania. Esperamos que la comunidad de donantes pueda apoyar dicho llamado.
Finalmente, instamos a las partes a encontrar una solución pacífica a esta crisis mediante el diálogo político directo y a que actúen con moderación y se abstengan de adoptar medidas unilaterales, que puedan acrecentar las tensiones, y participen en las iniciativas internacionales de mediación.
Queremos reiterar nuestro aprecio al Secretario General y a las Naciones Unidas por las gestiones que continúan realizando, a través de sus distintos organismos, para poner fin a la situación por la que atraviesa Ucrania. Confiamos, asimismo, en que los distintos mecanismos internacionales independientes puedan seguir contribuyendo a lograr una solución a esta crisis.
Sr. Liu Jieyi (China) (habla en chino): Deseo dar las gracias al Sr. Ging de la Oficina de Coordinación de Asuntos Humanitarios por su exposición informativa.
Últimamente, el conflicto armado en la parte oriental de Ucrania ha continuado escalando, causando cada vez más víctimas civiles y una difícil situación humanitaria, que continúa deteriorándose. China está sumamente preocupada por la situación. Esperamos que la comunidad internacional desempeñe un papel constructivo para mejorar la situación humanitaria en el este de Ucrania y que los organismos humanitarios de las Naciones Unidas cumplan rigurosamente el principio de neutralidad y objetividad.
En estos momentos, tenemos la apremiante tarea de celebrar consultas políticas con el objetivo de lograr un alto el fuego cuanto antes y entablar un diálogo amplio, que es la única manera de resolver la crisis de Ucrania. Las partes interesadas deberían seguir manteniendo la calma y mantener moderación, respetar la Carta de las Naciones Unidas, trabajar sobre la base de las distintas iniciativas, como el Acuerdo de Ginebra, intensificar el diálogo y las consultas, reunirse y respetar el papel del diálogo actual y de los mecanismos de enlace y lograr una amplia solución por medios pacíficos.
Una solución política de la crisis de Ucrania debería tener plenamente en cuenta las reclamaciones legítimas de las distintas zonas y de los distintos grupos étnicos y lograr un equilibrio de intereses. La comunidad internacional debería hacer más por fomentar la paz y el diálogo y crear condiciones favorables para que las partes interesadas mantengan el diálogo y los contactos y realicen un esfuerzo constructivo para lograr un avance político en la crisis de Ucrania.
China respalda todos los esfuerzos encaminados a distender las tensiones y lograr la solución política propuesta, y continuará desempeñando un papel constructivo.
Sra. Le Fraper du Hellen (Francia) (habla en francés): Quisiera dar las gracias al Sr. John Ging de la Oficina de Coordinación de Asuntos Humanitarios por su exposición informativa. Nos ha dicho que la situación humanitaria empeora y ha descrito la manera en que las autoridades ucranianas hacen frente a la situación humanitaria con el apoyo de la comunidad internacional.
El número de desplazados internos aumenta, como señaló la Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR). ¿Por qué se da esa situación? Se da porque las personas huyen de los enfrentamientos provocados por los separatistas, que se niegan a aceptar la mano que les tiende el Presidente Poroshenko. Se da porque la población huye de los ataques de los separatistas en las zonas que controlan, ataques que cada día se tornan más mortíferos.
El informe de la Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos, que pronto examinará el Consejo de Seguridad es muy elocuente desde ese punto de vista. Por el contrario, en ningún informe se mencionan ejemplos de personas que huyan de las ciudades en las que las fuerzas armadas ucranianas han restablecido el orden público y el estado de derecho. En todos los lugares en que Kiev ha restablecido su autoridad, se han restablecido los servicios básicos a la población. Según las declaraciones de la ACNUR, el regreso de los desplazados internos a las zonas controladas en estos momentos por el Gobierno demuestra claramente que los separatistas eran la principal causa del desplazamiento.
El deterioro de la situación humanitaria obedece también a la presencia de los combatientes armados procedentes del exterior de Ucrania. La cuestión del apoyo del exterior en cuanto al reclutamiento, el suministro de equipo y la impartición de entrenamiento es cada vez más urgente y requiere la atención de la comunidad internacional. Los que arman a esos criminales que aterrorizan a la población son responsables del deterioro de la situación humanitaria.
Todos esos acontecimientos demuestran la imperiosa necesidad de que se establezca una plena cooperación internacional para estabilizar la situación en Ucrania y garantizar su soberanía e integridad territorial. Pedimos a la Federación de Rusia que se comprometa sinceramente, algo que ha faltado hasta el momento. A pesar de los numerosos llamamientos formulados al Presidente Putin, lamentamos que la Federación de Rusia no haya ejercido presión sobre los separatistas para lograr llevarlos a la mesa de negociaciones ni haya adoptado las medidas concretas que esperábamos para garantizar el control de las fronteras entre Rusia y Ucrania.
Estamos también sumamente atentos a cualquier apoyo militar directo que la Federación de Rusia pudiera dar a los separatistas en ese enfrentamiento. En ese sentido, la Unión Europea adoptó nuevas medidas contra la Federación de Rusia, y también lo hicieron algunos de sus asociados, como los Estados Unidos y, posteriormente el Japón y Suiza. Ello demuestra que la comunidad internacional es unánime al condenar la falta de coordinación de la Federación de Rusia. El mensaje es claro: Hay que poner fin a la huida. La Federación de Rusia puede optar por distender la situación.
El endurecimiento de las sanciones tiene un solo objetivo, a saber, facilitar el surgimiento de una solución política. Nuestra prioridad sigue siendo, en primer lugar, poner fin a la escalada de la situación y establecer un alto el fuego duradero entre todas las partes. Instamos a la Federación de Rusia a que participe de manera constructiva en esa empresa y a que utilice su influencia sobre los grupos armados ilegales para conseguir que depongan las armas y accedan al diálogo.
Sra. DiCarlo (Estados Unidos de América) (habla en inglés): Doy las gracias al Sr. Ging por su exposición informativa.
A raíz de la violencia que se está produciendo en el este de Ucrania, miles de ucranianos han tenido que huir de su hogar. Muchos de ellos han sido objeto de acoso, detención arbitraria y asesinato en manos de los separatistas apoyados por Rusia. Las condiciones generales de inseguridad e inestabilidad han contribuido a un aumento de los desplazados internos dentro de Ucrania y de las personas que buscan refugio fuera del país.
Para abordar esta grave situación, el Gobierno y el pueblo de Ucrania han adoptado medidas importantes encaminadas a proporcionar asistencia humanitaria a desplazados internos de todo el país. Encomiamos al Gobierno ucraniano por la rapidez con que ha reaccionado en las zonas recientemente liberadas del control separatista. Los servicios de electricidad y de agua se están volviendo a instaurar, las pensiones se vuelven a pagar y la reconstrucción ya ha empezado.
Para quienes todavía no han podido volver a casa, es esencial que Ucrania y la comunidad humanitaria internacional se esfuercen de manera rápida y coordinada por determinar y atender las necesidades urgentes de los más vulnerables. En ese sentido, animamos a Ucrania a que coordine cuanto antes un sistema general de inscripción de los desplazados internos, vele por la armonización de los esfuerzos de asistencia y ayude a difundir información sobre los trámites y servicios de inscripción.
De esa manera se podrá entregar una asistencia bien enfocada, a lo cual los donantes internacionales podrán responder de manera más eficaz. También se podrá preparar el terreno para responder de manera calibrada a las necesidades singulares de los desplazados internos. Encomiamos a las Naciones Unidas por haberse movilizado con tanta rapidez para apoyar los esfuerzos del Gobierno de Ucrania.
En cuanto al llamamiento de Rusia para que se envíe una misión humanitaria a Ucrania, los organismos de las Naciones Unidas y las organizaciones no gubernamentales ya están sobre el terreno realizando misiones de evaluación y proporcionando asistencia a personas vulnerables afectadas por el conflicto, en particular las que se encuentran en zonas liberadas. Esas organizaciones están en espera y están dispuestas a suministrar más asistencia a las zonas de conflicto si los separatistas apoyados por Rusia les proporcionan un mayor acceso y les dan garantías de seguridad.
Al abordar la situación humanitaria, no podemos perder de vista un hecho fundamental: Rusia puede detener todo esto. La manera más segura de poner fin a la violencia es que Rusia detenga el movimiento de combatientes, armas y dinero procedentes de Rusia hacia el este de Ucrania. Rusia tiene la capacidad de lograr que los separatistas a los que apoya depongan las armas, se sienten en la mesa de negociaciones y se esfuercen por aplicar el plan de paz del Presidente Poroshenko. Además, Rusia debe respetar la soberanía y la integridad territorial de Ucrania y dejar de ocupar Crimea.
No obstante, en lugar de adoptar medidas positivas, Rusia prácticamente ha duplicado el número de batallones que tiene cerca de la frontera ucraniana. Igualmente inquietante resulta el plan que tiene de llevar a cabo un amplio ejercicio militar cerca de dicha frontera, lo cual no hará sino aumentar la tensión. Exigimos de nuevo a Rusia que suspenda cualquier medida de desestabilización.
Tenemos entendido que Rusia ha expresado su preocupación por las dificultades que atraviesan los desplazados y los refugiados. Por lo tanto, le pedimos que permita una evaluación independiente de las necesidades humanitarias dentro de Rusia y a lo largo de la frontera ucraniana de manera que la comunidad internacional pueda entender mejor la escala de la situación y se pueda brindar asistencia. De otra manera, no hay posibilidad de verificar la escala de salidas hacia Rusia.
Por último, quisiera señalar que ha transcurrido casi un mes desde que el Consejo convino en apoyar de todas las maneras posibles una investigación independiente íntegra y exhaustiva del derribo del vuelo 17 de Malaysia Airlines. Encomiamos al Gobierno de Ucrania por su cooperación con la Organización para la Seguridad y la Cooperación en Europa, la Organización de Aviación Civil Internacional, los Países Bajos, Australia y Malasia a fin de coordinar la investigación y permitir a las policías neerlandesa, australiana y malasia garantizar la seguridad del lugar del siniestro. También pedimos cuentas a todas las partes por el compromiso que asumieron el 31 de julio de proteger la integridad del lugar y garantizar un acceso seguro a los investigadores internacionales. Todavía hay cuerpos que no se han identificado y efectos personales que no se han recuperado.
Para concluir, valoramos la capacidad de la Secretaría de organizar sesiones de emergencia en un plazo muy breve. Hay ocasiones en las que esa urgencia está justificada, pero nos preguntamos si la situación que tratamos hoy responde al criterio de urgencia, en particular en vista de que tenemos previsto ocuparnos de la situación general en Ucrania este viernes.
Sra. Murmokaitė (Lituania) (habla en inglés): Doy las gracias al Director de la División de Coordinación y Respuesta de la Oficina de Coordinación de Asuntos Humanitarios, Sr. John Ging.
Tal vez ninguna otra crisis haya suscitado este año tantas reuniones como la situación en Ucrania. Si no me equivoco, superan la veintena, y siguen convocándose. La información sobre la situación en el terreno proporcionada por la misión de observación de la Organización para la Seguridad y la Cooperación en Europa, la Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos y otras instituciones ha sido esencial para entender cuál es la verdadera situación sobre el terreno. Esta mañana mi delegación ha pedido que esta semana se organizara una exposición informativa sobre el cuarto informe de la Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos.
Como queda claro en el cuarto informe —el cual, según han dicho otros oradores anteriores, tendremos ocasión de tratar muy pronto en otra sesión—, en las zonas controladas por las llamadas República Popular de Donetsk y República Popular de Lugansk el estado de derecho se ha desmoronado y ha sido sustituido por el estado de anarquía.
Los grupos armados ilegales están cada vez mejor equipados, con armas pesadas, tanques y vehículos blindados que pueden causar importantes daños y pérdidas a los contingentes ucranianos.
Los secuestros y las detenciones de civiles, la tortura y los malos tratos persisten en las partes controladas por los grupos separatistas militantes prorrusos. Siguen ocupados edificios de la administración local, se están creando instituciones paralelas ilegales y los dirigentes separatistas anuncian ejecuciones sumarias para mantener el orden entre sus filas. Los combatientes se toman fotos con los restos de soldados ucranianos asesinados. El viernes pasado, el autoproclamado ministro de defensa, Igor Girkin, declaró el estado de sitio y la imposición de la ley marcial en Donetsk. Se advirtió de que a toda persona problemática se la haría comparecer directamente ante un tribunal militar.
Los rebeldes prorrusos del este de Ucrania han amenazado al personal médico, han robado y destruido equipos médicos y mobiliario hospitalario, han reducido las posibilidades de que los pacientes civiles reciban tratamiento y han expropiado ambulancias y las han utilizado para transportar a combatientes activos, según documentan las organizaciones no gubernamentales. También se han registrado ataques contra hospitales con armas explosivas. Los actos de ese tipo están estrictamente prohibidos por el derecho internacional humanitario, en el que se prevé una protección especial para las unidades y el personal médicos, así como para heridos y enfermos.
En Crimea, en contravención de la resolución 68/262 de la Asamblea General, se están aplicando las leyes y normativas de la Federación de Rusia, lo cual siembra confusión y pone en peligro los derechos de todos aquellos que son reticentes a adoptar la ciudadanía rusa. La población autóctona de tártaros crimeos y las minorías religiosas y de otro tipo siguen siendo objeto de acoso y discriminación.
No es de extrañar que la situación humanitaria se esté deteriorando en zonas que están bajo el control ilegal de grupos separatistas armados. Según cifras que ha hecho públicas recientemente el Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados, dentro de Ucrania hay unas 117.000 personas desplazadas y, a día 1 de agosto, se calcula que 168.000 personas habían abandonado el país para irse a Rusia. En tan solo los últimos siete días, más de 6.000 personas se han visto obligadas a abandonar su hogar. Los grupos armados siguen atacando de manera deliberada servicios críticos e incautando ilegalmente propiedad pública y privada.
Los grupos separatistas armados no vacilan en instalarse entre la población civil, en medio de ciudades, al retirarse bajo la presión de las fuerzas ucranianas. Un ejemplo reciente fueron los intentos ucranianos de recuperar la aldea de Yasinovataya, al norte de Donetsk. Hace unos días, las fuerzas ucranianas entraron en Yasinovataya, pero debido a la amenaza que ello suponía para la vida de los civiles, un comandante adoptó la decisión de volver a las posiciones originales en las afueras de la ciudad para evitar perjudicar a la población local. Fuentes sobre el terreno señalan que la tónica de los últimos días ha sido que, cuando los efectivos ucranianos despliegan suficiente personal y armamento como para suponer una amenaza para los militantes, los grupos armados ilegales se redespliegan a una ciudad cercana, obligando a la población local a huir porque instalan sus vehículos armados, artillería y cohetes Grad en zonas residenciales.
Mientras han continuado los enfrentamientos, las autoridades ucranianas han estado haciendo lo que han podido para poner sobre aviso a la población civil y crear corredores humanitarios unilaterales en Donetsk, Lugansk y Horlivka de manera que la población pudiera abandonar las zonas de combate. Ucrania, como cualquier otro país, tiene el derecho y el deber de restablecer el orden público dentro de sus fronteras y proteger su unidad, soberanía e integridad territorial. Reiteramos la necesidad de que las fuerzas ucranianas tomen todas las medidas necesarias para evitar causar daños a la infraestructura civil y para que no haya víctimas civiles. Al mismo tiempo, deben continuar los esfuerzos del Gobierno de Ucrania por seguir ejecutando el proceso de reforma general para abordar los males heredados del régimen anterior.
En muchas ocasiones, hemos exhortado en el Consejo a que se reduzcan las tensiones. No obstante, la reducción de las tensiones nunca se puede interpretar como la rendición unilateral de Ucrania y la aceptación del desmembramiento del Estado. Rusia, que desde un principio ha avivado esta guerra ilícita llevada a cabo por militantes separatistas contra Ucrania, podría haber evitado hace mucho tiempo la situación humanitaria actual desvinculándose de los militantes separatistas en el este de Ucrania, dejando de prestar apoyo a los insurgentes, asegurando sus fronteras y deteniendo la corriente de armamento fabricado en Rusia. Mientras las fuerzas ucranianas están haciendo todo lo posible por liberar su territorio de los grupos armados ilegales y garantizar la unidad del Estado, quizá debamos esperar mucho tiempo para que esto se lleve a cabo.
Sr. Naber (Jordania) (habla en árabe): Quisiera dar las gracias al Sr. Ging por su exposición informativa.
Las hostilidades en el este de Ucrania, que van en aumento, son un motivo de preocupación para el Gobierno de Jordania, en particular a la luz de los informes que indican que la situación humanitaria se está deteriorando y que está aumentando el número de muertos y heridos. Pedimos a todas las partes que hagan gala de moderación, que tranquilicen a todos los agentes y que se abstengan de llevar a cabo cualquier acto hostil o de provocación.
Jordania desea reiterar el derecho de los Estados, de conformidad con el derecho internacional, a aplicar su autoridad en todo su territorio y a proteger a sus ciudadanos frente a las amenazas. A este respecto, hay que respetar plenamente la soberanía, la integridad territorial y la independencia de Ucrania. Pedimos al Gobierno de Ucrania que garantice el respeto de las normas internacionales relativas a los derechos humanos al aplicar la ley. Reiteramos la necesidad de garantizar la protección de los civiles y de evitar utilizar a los civiles como diana o que se tomen represalias contra estos.
Una solución política es la única vía para restablecer la estabilidad en el este de Ucrania. Por eso, reiteramos nuestro llamamiento a todas las partes pertinentes en Ucrania para que hagan todo lo posible por encontrar una solución política para la crisis, poner fin a la escalada de violencia y exhortar a los combatientes a que depongan sus armas para restablecer la estabilidad en la parte oriental del país. Asimismo, pedimos que vuelvan todos los desplazados internos tan pronto como sea posible.
Instamos a todas las partes a que respeten las disposiciones de la declaración de Ginebra y a que faciliten el acceso de las misiones de las Naciones Unidas de observación de la situación de los derechos humanos, así como a que garanticen los derechos de los periodistas, en particular en la parte oriental del país.
Sr. Oh Joon (República de Corea) (habla en in- glés): Quisiera dar las gracias al Sr. John Ging por su exposición informativa de hoy.
La República de Corea sigue estando muy preocupada por la continua escalada de tensiones en el este de Ucrania. A pesar de los esfuerzos diplomáticos que la comunidad internacional está desplegando, la situación sobre el terreno no muestra signos de mejora. La continua violencia ha causado una pérdida cada vez mayor de vidas y a un mayor deterioro de la situación humanitaria. Estamos especialmente preocupados por la información que se ha recibido de que el número de desplazados internos en Ucrania ha llegado a 117.000, cifra que indica un acusado aumento desde junio pasado. Al mismo tiempo, la falta de albergues adecuados y de servicios básicos, tales como el suministro de agua y electricidad para los desplazados internos, también sigue siendo una gran fuente de preocupación. Habida cuenta de la gravedad de la situación, es preciso adoptar en forma urgente más medidas humanitarias y que estas sean más amplias, tales como más corredores humanitarios.
La situación volátil en el este de Ucrania demuestra claramente que la solución de la crisis actual solamente podrá encontrarse mediante un cese inmediato de las hostilidades y un diálogo significativo entre todas las partes interesadas. A ese respecto, acogemos con beneplácito la reciente reunión del grupo de contacto trilateral que tuvo lugar en Minsk el 31 de julio con representantes de los grupos separatistas del este de Ucrania. Pedimos a todas las partes que entablen un diálogo constructivo para que puedan ponerse de acuerdo sobre un alto el fuego inmediato basándose en la declaración de Berlín de 2 de julio. Con relación a esto, todos los grupos armados ilegales deben poner fin a la violencia y deponer sus armas. Esa es la clave para hallar una solución sostenible de la crisis.
Para concluir, pasando al derribo del avión que realizaba el vuelo MH‐17 de Malaysia Airlines, reiteramos nuestro apoyo a una investigación internacional que sea independiente, exhaustiva y plena. Todas las partes en cuestión deben cumplir con sus obligaciones conforme a la resolución 2166 (2014) y cooperar plenamente en la investigación internacional.
Sra. Perceval (Argentina): Quisiera dar las gracias al Director de la División de Coordinación y Respuesta de la Oficina de Coordinación de Asuntos Humanitarios, Sr. John Ging, por su exposición informativa sobre la preocupante situación humanitaria en el sur y el este de Ucrania.
La Argentina manifiesta, una vez más, su profunda preocupación ante la situación en el sur y el este de Ucrania y su creciente deterioro. Los temores que ya expresáramos respecto a los efectos del recrudecimiento de la violencia sobre la población civil lamentablemente parecen confirmarse, corriéndose el riesgo de que se produzca una crisis humanitaria cada vez más severa. Nos preocupa el constante aumento del número de desplazados como consecuencia de los enfrentamientos violentos en las regiones de Donetsk y Lugansk. No hace falta reiterar los datos de la Oficina de Coordinación de Asuntos Humanitarios, sino entender que la comunidad internacional no puede permanecer en una situación de indiferencia ante las personas dentro de Ucrania, mayoritariamente mujeres y niños, que buscan refugio en Rusia.
Los informes sobre el incremento del número de civiles que han perdido la vida como consecuencia del fuego de artillería en áreas controladas por grupos armados son alarmantes. Por otra parte, los ataques por parte de los grupos armados contra plantas de agua y electricidad y otras instalaciones de infraestructuras claves —se ha dicho, y coincidimos— somete a la población a una situación de enorme vulnerabilidad, que incrementa los riesgos que genera directamente la propia violencia. A la vez, nos encontramos ante situaciones donde hay dificultad de acceso a los servicios de salud, se degradan las condiciones sanitarias y pueden producirse brotes de enfermedades asociados a estas dificultades y a esta falta de acceso a los servicios de salud, sean enfermedades contagiosas o no contagiosas.
Hacemos un urgente llamado a observar estrictamente las obligaciones en lo que respecta a la protección de civiles en las regiones afectadas por la violencia. Deben, asimismo, asegurarse tanto las condiciones para que los civiles puedan dejar las áreas afectadas por los enfrentamientos entre las fuerzas ucranianas y los grupos armados, especialmente en la región de Donetsk, como tomarse todas las medidas para que las urgentes necesidades de los desplazados sean atendidas. Cabe subrayar que, en caso de extenderse las hostilidades, las bajas temperaturas que traería la llegada del invierno pondrán a los desplazados, en particular a las mujeres y a los niños, en una situación de aun mayor debilidad,
Por otra parte, deseamos reconocer el trabajo realizado por la Oficina de Coordinación de Asuntos Humanitarios en colaboración con otros organismos de las Naciones Unidas, en particular el desarrollo del plan de respuesta preliminar para una futura respuesta humanitaria en Ucrania. Sin duda, nos adherimos al llamado a la comunidad internacional para que brinde todo su apoyo a los esfuerzos que se llevan adelante para asistir a los desplazados y prestar la ayuda necesaria.
Finalmente, creemos necesario enfatizar la necesidad de asegurar que se investiguen todos los incidentes en que civiles hayan perdido su vida o hayan sido heridos, pues es preciso determinar responsabilidades y garantizar la debida rendición de cuentas, condición que la Argentina considera necesaria para que exista realmente seguridad, paz y la necesaria situación de diálogo social que requiere Ucrania. Por tanto, afirmamos la urgencia de un diálogo político inclusivo y constructivo, y que esta crisis solo será superada a través de este.
Sra. Lucas (Luxemburgo) (habla en francés): Yo también quisiera dar las gracias al Director de la División de Coordinación y Respuesta de la Oficina de Coordinación de Asuntos Humanitarios de las Naciones Unidas (OCAH) por su exposición informativa.
Luxemburgo comparte la preocupación de la OCAH por el deterioro de la situación humanitaria y el aumento de la violencia en las regiones de Donetsk y Lugansk controladas por los separatistas. Si bien los grupos armados ilegales y su apoyo exterior continúan desestabilizando el país y atentando contra su soberanía e integridad territorial, las primeras víctimas son, una vez más, la población civil. Las cifras que el Sr. Ging acaba de mencionar hablan por sí solas. Asimismo, estamos muy preocupados por la cantidad de casos de intimidación, tortura, secuestro y asesinato que se vienen denunciando desde hace poco más de cuatro meses en las zonas controladas por los separatistas. Las violaciones de los derechos humanos deben terminar, y el derecho internacional humanitario debe respetarse.
En vista de la situación, debemos redoblar nuestros esfuerzos para ayudar a la población afectada, en particular a los más de 110.000 desplazados internos. Apelamos al Gobierno ucraniano para que continúe e intensifique sus esfuerzos a este efecto, en estrecha cooperación y concertación con las Naciones Unidas y los organismos humanitarios internacionales. Creemos que es esencial establecer un registro centralizado, tal como prometió la Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados. Alentamos también a los agentes humanitarios a colaborar estrechamente con los demás agentes internacionales presentes en Ucrania, incluso con la misión de observación en materia de derechos humanos de la Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos y la misión especial de observación de la Organización para la Seguridad y la Cooperación en Europa (OSCE), que está desplegada en Ucrania desde el mes de marzo.
Pero además de la labor humanitaria, ante todo es importante redoblar nuestros esfuerzos con miras a crear las condiciones necesarias para poner en marcha el plan de paz del Presidente Poroshenko y encontrar una solución pacífica de la crisis en Ucrania. Las conversaciones que se han entablado bajo los auspicios de la Presidencia en ejercicio de la OSCE son esenciales al respecto, como también lo es el despliegue de observadores civiles en los dos puestos fronterizos de Donetsk y Gukovo en la frontera ruso‐ucraniana, que el Consejo Permanente de la OSCE decidió el 24 de julio. Es primordial que se aseguren las fronteras y que cese el aprovisionamiento de los grupos armados separatistas. Con el fin de apoyar los esfuerzos en curso y ampliarlos, también es importante que el Secretario General continúe con sus buenos oficios.
El 18 de julio, deploramos la trágica muerte de 298 pasajeros del vuelo MH‐17 de Malaysia Airlines (véase S/PV.7219), abatido desde Ucrania. Entonces esperábamos que el 17 de julio no permaneciera en nuestra memoria únicamente como el día de esa tragedia, sino también como el día en que se dio un punto de inflexión en la búsqueda de una solución de la crisis ucraniana. Ha llegado la hora de honrar la memoria de las víctimas de la crisis ucraniana y de comprometernos finalmente de buena fe a buscar una solución pacífica.
Sr. Quinlan (Australia) (habla en inglés): Deseo dar las gracias al Sr. John Ging por su exposición informativa de hoy. También me gustaría dar las gracias a los organismos de las Naciones Unidas que ya están trabajando sobre el terreno en Ucrania por su labor.
La persistencia del conflicto en Ucrania oriental ha producido inevitablemente una situación humanitaria que está empeorando. Ha habido más desplazamientos de civiles y se ha interrumpido el suministro de servicios esenciales. La información que ha proporcionado la Oficina de Coordinación de Asuntos Humanitarios de que el conflicto ha provocado el desplazamiento de 117.000 personas y que otras 163.000 han huido de Ucrania es muy preocupante. Los informes de que los grupos armados están atacando deliberadamente instalaciones civiles, como depósitos de agua, estaciones eléctricas, carreteras y puentes son alarmantes. Estos ataques contra las instalaciones que son necesarias para asegurar el bienestar —de hecho, la vida— de la población civil deben terminar. Las infraestructuras civiles deben protegerse y respetarse. Todas las partes en el conflicto deben respetar el derecho internacional humanitario.
Felicitamos a las Naciones Unidas y demás agentes humanitarios por sus esfuerzos para responder a las necesidades de los desplazados y las poblaciones de acogida. Celebramos que las autoridades de Ucrania estén decididas a garantizar que se satisfagan las necesidades de las personas que se han visto desplazadas o afectadas por la violencia. Respaldamos las peticiones de crear un registro sistemático para facilitar dicha tarea. Es esencial que exista una cooperación constante entre las Naciones Unidas y las autoridades de Ucrania para planificar y poner en práctica la respuesta humanitaria. En ese sentido, aguardamos con interés el plan de respuesta preliminar elaborado por la comunidad humanitaria, que entendemos se publicará esta semana. Obviamente, para restablecer los servicios esenciales y proteger a los civiles atrapados en el conflicto, es necesario que cese toda violencia y que todas las partes se comprometan a entablar un diálogo genuino y lo cumplan. Elogiamos las iniciativas de la Organización para la Seguridad y la Cooperación en Europa (OSCE) orientadas a promover el diálogo, en particular a través del grupo de contacto trilateral. Nos congratulamos de que hayan comenzado las conversaciones en Minsk, pero éstas deben dar sus frutos. Para ello, es esencial que se ponga fin al apoyo a los grupos armados que operan en Ucrania oriental.
Como muy bien sabemos, hace poco menos de tres semanas que el vuelo 17 de Malaysia Airlines fue derribado sobre el territorio de Ucrania oriental tomado por los separatistas, que causó la terrible pérdida de 298 vidas. Sus muertes fueron consecuencia directa de esta violencia innecesaria en Ucrania oriental. El Consejo, mediante la resolución 2166 (2014), exigió una investigación internacional completa, exhaustiva e independiente sobre el incidente del MH‐17. También exigió el acceso inmediato y sin restricciones al lugar para facilitar la investigación y la recuperación de los cadáveres, prohibió todas las actividades que pudiesen poner en peligro la integridad del lugar, sobre todo por parte de los grupos armados locales, e insistió en que los responsables rindiesen cuentas. Dos semanas más tarde, todavía no se ha aplicado plenamente esa resolución tan urgente. Aunque sí hay un acceso parcial al lugar del siniestro, todavía no tenemos un acceso total y sin obstáculos a toda la zona, lo cual es esencial.
El viernes pasado, 1 de agosto, los Países Bajos informaron al Consejo sobre la creación de la misión internacional para proteger a la investigación, dirigida por los Países Bajos, con la participación de Australia y Malasia. El personal desarmado holandés, australiano y malasio ha estado ayudando en la investigación, el levantamiento de los cadáveres restantes y la recogida de sus pertenencias, así como con la recuperación de los restos del accidente y de pruebas físicas. Se trata de una operación desarmada de alcance y duración limitados. El personal ha estado trabajando estrecha y concienzudamente a través de la OSCE, que está negociando el acceso al sitio y el alto el fuego en la zona en su nombre. Pero a pesar de ello no siempre ha logrado el acceso necesario para llevar a cabo las tareas esenciales. La zona alrededor del lugar sigue estando en disputa. Aunque hoy hemos contado con la colaboración de las autoridades de Ucrania, los separatistas armados han restringido el acceso a varias zonas del lugar del accidente, lo cual dificulta la investigación y la recuperación de los restos y los efectos personales. El acceso urgente y sin restricciones a todas las zonas del sitio, de conformidad con las disposiciones inequívocas y claras de la resolución 2166 (2014), sigue siendo imperativo. El personal no armado sobre el terreno necesita que se satisfagan las propias demandas del Consejo a fin de llevar a cabo su trabajo. Cuanto antes puedan lograr un acceso pleno y libre, más pronto podrán finalizar su labor.
Para concluir, una solución duradera para la situación humanitaria en Ucrania oriental requiere claramente que se ponga fin al conflicto. El Consejo ha instado reiteradamente a eso, y la información que hemos recibido hoy no hace sino reafirmarnos la importancia de poner fin a las consecuencias de la violencia y las actividades de desestabilización en Ucrania oriental.
Sr. Sarki (Nigeria) (habla en inglés): Sr. Presidente: Ante todo, comparto plenamente sus palabras de encomio para con la delegación de Rwanda por su hábil dirección de la labor del Consejo durante el mes pasado. Quisiera dar las gracias al Director de la División de Coordinación y Respuesta de la Oficina de Coordinación de Asuntos Humanitarios (OCAH), Sr. John Ging, por su exposición informativa.
Justamente ayer, Europa y el resto del mundo conmemoraron solemnemente el centenario del comienzo de la Primera Guerra mundial. Hoy, el pueblo de Ucrania y Europa Oriental están experimentando la desgracia que sintieron los pueblos de Bélgica y de Francia hace 100 años.
La exposición informativa de hoy del Sr. John Ging es, evidentemente, desconcertante. Casi 4 millones de personas están atrapadas en la zona de conflicto en Ucrania meridional y oriental. De conformidad con los últimos informes, Lugansk, en Ucrania Oriental, está a punto de precipitarse hacia una catástrofe humanitaria, con 230.000 desplazados internos a causa del conflicto.
El conflicto ha llevado a la escasez del agua potable disponible, que es un factor de vida indispensable y esencial, y al cierre de la red eléctrica que proporciona electricidad a viviendas, escuelas y hospitales. Todos los días hay nuevas historias de muerte y destrucción. Con las reservas de gas agotadas y la escasez de suministros médicos, la población, comprensiblemente, está ansiosa por huir de las ciudades en que hay disturbios.
El resultado neto de la crisis es un éxodo masivo, a medida que civiles inocentes huyen de las privaciones y de los actos incesantes de violencia. A medida que el conflicto en Ucrania meridional y oriental se intensifica, el apoyo y la solidaridad de la comunidad internacional se vuelven cada vez más importantes. En ese sentido, tomamos nota con satisfacción del plan preliminar de respuesta elaborado por la comunidad humanitaria, que sienta las bases para una futura respuesta humanitaria en Ucrania, fundada en un objetivo estructurado global y los cuatro objetivos estratégicos que guiarán las medidas y la respuesta sectoriales. Encomiamos a la OCAH por desempeñar un papel fundamental en esas estrategias de planificación y respuesta.
Una vez más, se ha demostrado el papel rector de las Naciones Unidas para abordar las cuestiones y los motivos de preocupación humanitarios en todo el mundo. Instamos a los organismos competentes a que sigan comprometidos con la situación humanitaria en Ucrania oriental hasta que esta se estabilice.
Asimismo, instamos a las autoridades de ese país a que adopten medidas para garantizar el establecimiento de un sistema eficaz que ponga en marcha la coordinación y la aplicación de los esfuerzos de socorro. No cabe duda de que la situación humanitaria es un resultado del conflicto en ese país, que se ha intensificado y ha adquirido una intensidad peligrosa. La única solución sostenible de la situación humanitaria y, ciertamente, de la situación general en ese país es el cese de hostilidades y el retorno al diálogo.
A ese respecto, la hoja de ruta de la Organización para la Seguridad y la Cooperación en Europa encaminada a reducir las tensiones en Ucrania y el acuerdo de Ginebra de 17 de abril presentan soluciones viables para alcanzar una solución pacífica del conflicto en Ucrania.
Sr. Presidente: Si me lo permite, en dos segundos, quisiera hacer dos preguntas al Director del OCAH para aprovechar su presencia. En primer lugar, quisiera saber si las autoridades ucranianas están examinando positivamente el sistema unificado de registro de los desplazados internos, que el Director mencionó, con vistas a su aprobación. En segundo lugar, entendemos que las condiciones invernales en esa parte del mundo pueden ser sumamente severas. ¿Están la OCAH y el resto de la comunidad internacional humanitaria poniendo en marcha algunas medidas para atender a los desplazados internos y refugiados en caso de que el conflicto no se resuelva ahora y se extienda durante toda la estación invernal?
El Presidente (habla en inglés): Daré al Sr. Ging la oportunidad de responder a esas preguntas un poco más tarde.
Sr. Nduhungirehe (Rwanda) (habla en inglés): Sr. Presidente: Le doy las gracias por haber convocado esta sesión de emergencia sobre la situación humanitaria en Ucrania y por las amables palabras que ha dedicado al Sr. Gasana y a la delegación de Rwanda en relación con la Presidencia del mes de julio.
Permítaseme igualmente dar las gracias al Director de la División de Coordinación y Respuesta de la Oficina de Coordinación de Asuntos Humanitarios (OCAH), Sr. John Ging, por su exposición informativa.
La crisis humanitaria en Ucrania oriental, especialmente en las regiones de Lugansk y Donetsk, se ha deteriorado rápidamente durante las últimas semanas. Los actos de violencia siguen poniendo la vida de los ucranianos en grave peligro, especialmente la de las mujeres y los niños; 3,9 millones de personas viven en zonas afectadas por la violencia; un buen número de ellas están privadas de servicios básicos, incluidos el suministro de agua y electricidad y los servicios de salud. La Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR), el organismo de las Naciones Unidas para los refugiados, informó de que en el interior de Ucrania 117.000 personas han sido desplazadas y que desde comienzos de año un total de 740.000 personas han cruzado la frontera hacia la Federación de Rusia.
Algunas personas están desplazadas debido al temor a la persecución por motivos políticos y étnicos, así como a la posibilidad de reclutamiento en Ucrania oriental, pero la gran mayoría son ucranianos atrapados en el fuego cruzado, que temen por su propia seguridad y buscan un lugar seguro. Encomiamos a los organismos de las Naciones Unidas y otros agentes humanitarios por su labor sobre el terreno, y apoyamos el llamamiento hecho por el ACNUR para que el Gobierno de Ucrania establezca un sistema central de registro de desplazados internos.
Entretanto, Rwanda está preocupada por los continuos combates en torno al sitio del siniestro del vuelo MH‐17 de Malaysia Airlines, que impiden a los investigadores internacionales llevar a cabo su trabajo. No pueden tolerarse las continuas violaciones de la resolución 2166 (2014), especialmente cuando sabemos que algunos familiares no han podido recibir los restos de sus seres queridos. Reiteramos nuestro llamamiento a todas las partes —como se comprometieron a hacer el 31 de julio— para que permitan un acceso sin obstáculos al sitio y en torno a él, a fin de que los investigadores puedan cumplir su misión en condiciones de seguridad y con rapidez.
Habida cuenta de ese contexto, es lamentable que el Consejo continúe profundamente dividido con respecto a la crisis en Ucrania. El riesgo de una guerra abierta seguirá presente mientras exista disensión entre los miembros del Consejo. Además, la situación humanitaria cada vez más grave en Ucrania, aunque no ha alcanzado la magnitud de la de Siria o de Gaza, debe ser una clara llamada de atención para el Consejo y para todas las partes interesadas a fin de que redoblen sus esfuerzos y adopten medidas significativas encaminadas a lograr una solución sostenible de la crisis.
Es verdad que la inestabilidad de la situación sobre el terreno sigue obstaculizando los esfuerzos políticos y diplomáticos por hallar una solución sostenible de la crisis ucraniana. Damos las gracias al Secretario General por sus buenos oficios y sus esfuerzos permanentes a favor de un arreglo pacífico del conflicto. A ese respecto, reiteramos nuestro apoyo al plan de paz del Presidente Poroshenko, que debe ser la base de una solución a largo plazo de la crisis. Asimismo, apreciamos las iniciativas del grupo de contacto trilateral integrado por altos representantes de Ucrania, la Federación de Rusia y la Organización para la Seguridad y la Cooperación en Europa, así como los compromisos que figuran en la declaración conjunta de Berlín de 2 de julio de los Ministros de Relaciones Exteriores de Alemania, Francia, la Federación de Rusia y Ucrania.
Permítaseme reiterar nuestro llamamiento para que se respeten la independencia, la soberanía y la integridad territorial de Ucrania. En ese sentido, instamos a todos los grupos armados en el este de Ucrania a desarmarse y a observar un alto el fuego para aliviar la situación. Creemos que el Gobierno de Ucrania tiene el derecho de restablecer el orden público en su territorio, siempre que ese derecho se ejerza de manera proporcional con miras a preservar la posibilidad de un diálogo genuino e inclusivo entre todos los ucranianos.
Para concluir, Rwanda toma nota de que hoy el Consejo de Seguridad está examinando la situación humanitaria en Ucrania y que en dos días se llevará a cabo otra sesión para examinar la situación de derechos humanos en ese país. Creemos que esa manera poco sistemática de examinar diferentes aspectos de una crisis en particular no es útil ya que todos esos aspectos están interconectados. Por consiguiente, Rwanda sugiere la celebración de una reunión mensual sobre la situación en Ucrania. Eso nos permitiría seguir ocupándonos de esta cuestión y examinar la crisis de Ucrania en todos sus aspectos.
Sr. Gombo (Chad) (habla en francés): Deseo comenzar dando las gracias al Sr. John Ging, de la Oficina de Coordinación de Asuntos Humanitarios, por su exposición informativa.
Los intensos enfrentamientos entre las fuerzas ucranianas y los separatistas en el este de Ucrania están teniendo lugar en centros urbanos, donde los civiles quedan atrapados en el fuego cruzado. Recientemente, muchos civiles han resultado muertos o heridos. Algunas fuentes se refieren al uso de cohetes Grad en zonas pobladas, lo que constituye un delito grave. Los civiles siguen huyendo en gran número y los que se quedan deben enfrentar numerosas carencias y violaciones. Los centros de salud y los hospitales en Donetsk y Slavyansk han sido ocupados, lo que impide a los civiles recibir tratamiento. Hacemos un llamamiento a ambas partes para que respeten las normas del derecho internacional humanitario. Los ataques y las represalias amenazan con empeorar la situación, lo que, sin duda, tendrá repercusiones negativas sobre la población civil.
Para concluir, estamos convencidos de que solo un diálogo inclusivo y constructivo nos podría ayudar a salir del estancamiento en que se encuentra la situación por la que atraviesa Ucrania en estos momentos. Los ucranianos tienen derecho a la paz, al igual que todos los demás pueblos del mundo.
El Presidente (habla en inglés): Formularé ahora una declaración en mi calidad de representante del Reino Unido.
Agradezco al Sr. Ging su exposición informativa de esta tarde. Como le hemos escuchado decir, la situación en las zonas controladas por los separatistas en el este de Ucrania sigue deteriorándose. El número de víctimas va en aumento, la infraestructura pública está en ruinas y aumenta el número de personas internamente desplazadas. Afortunadamente, en Ucrania no existe una situación comparable a las crisis humanitarias en otros lugares, pero ello no sirve de consuelo a los civiles ucranianos que enfrentan dificultades cada vez mayores.
Seamos absolutamente claros: la continua violencia separatista es responsable de la situación humanitaria que empeora en las ciudades de Donetsk y Lugansk. Donde no hay separatistas no hay peligro humanitario. En las ciudades y pueblos que han sido liberados por el Gobierno de Ucrania, la vida vuelve a la normalidad, los desplazados regresan a sus hogares y el Gobierno de Ucrania trabaja para reparar y restablecer los servicios públicos. No ha habido represalias.
Por el contrario, en las zonas que permanecen bajo control separatista, los civiles son cada vez más vulnerables. Las Naciones Unidas informan de que los separatistas han atacado deliberadamente los servicios públicos esenciales, como el agua, la electricidad y las plantas de tratamiento de aguas residuales. Han sustituido el estado de derecho por lo que las Naciones Unidas describen como el imperio de la violencia, con lo que han creado una atmósfera de miedo, intimidación y acoso. El último informe de la misión de las Naciones Unidas para la supervisión de los derechos humanos, publicado el 15 de julio, deja pocas dudas sobre el carácter violento y abusivo de los grupos separatistas. En el informe se describen en detalle los secuestros de civiles, saqueos, torturas, asesinatos y ejecuciones de civiles. En informes recientes se indica que los grupos separatistas se han estado negando a permitir que los hombres en edad de combatir evacuen las zonas bajo su control. Esos grupos separatistas armados ilícitos no tienen justificación para proseguir su campaña de violencia. Deben deponer las armas, abandonar todos los edificios gubernamentales que han ocupado ilícitamente y canalizar sus quejas por vías exclusivamente pacíficas y democráticas.
No obstante, también debemos abordar las causas profundas de la situación, y no solo centrarnos en sus síntomas. Pese a haber manifestado preocupación por los ciudadanos ucranianos del este, Rusia no ha llamado en ningún momento a los separatistas a poner fin a su insurgencia violenta e ilícita. Por el contrario, ha alimentado la crisis, apoyado la violencia y prolongado la angustia humanitaria. Rusia ha estado equipando a los separatistas con armamento pesado sofisticado, como lanzacohetes Grad y artillería, tanques y misiles tierra‐aire. Ha reclutado y entrenado combatientes y libra una guerra de propaganda a su favor. Incluso ha habido bombardeos directos contra Ucrania desde territorio ruso. La verdad del asunto es que esto no es una insurrección nacida en el Donbass; es una insurgencia fabricada en Moscú. Está dirigida por rusos, en la que se utilizan armas suministradas por los rusos, en un esfuerzo deliberado para desestabilizar Ucrania y ejercer control sobre Kiev. El historial de los líderes separatistas deja eso muy en claro.
El mes pasado, Vladimir Antyufeyev se unió al mando militar de los separatistas, junto con Igor Strelkov y Alexander Borodai. Antyufeyev es buscado por su papel en la represión de las manifestaciones en favor de la independencia de Letonia en 1991 y recientemente fue el jefe de la KGB en Transnistria. Esas tres personas son ciudadanos rusos y los tres han trabajado para la inteligencia rusa. Es profundamente irónico que Rusia deba llamar a una reunión de emergencia del Consejo de Seguridad para discutir una crisis humanitaria que en gran medida es de su propia creación. Estamos de acuerdo en que es necesario poner fin a la violencia. Estamos de acuerdo en que el alivio de la angustia humanitaria es una cuestión de prioridad, pero Rusia no puede pretender que le crean que apoya a los ciudadanos del este de Ucrania cuando es el arquitecto de la violencia que las afecta.
Reanudo ahora mis funciones como Presidente del Consejo.
Tiene la palabra el Sr. Ging para responder a las preguntas planteadas.
Sr. Ging, Director de la División de Coordinación y Respuesta de la Oficina de Coordinación de Asuntos Humanitarios: Deseo dar las gracias a todos los miembros del Consejo de Seguridad por su apoyo a la labor humanitaria en Ucrania y por reconocer el excelente trabajo que vienen realizando todos los que participan en los esfuerzos humanitarios, comenzando por las propias comunidades que han acogido a tantas personas desplazadas, a las que prodigan su generosidad. Partimos de ese espíritu de humanidad.
Se formularon dos preguntas en especial. Una de ellas es la cuestión de un sistema de registro unificado para los desplazados internos y de cuán positivo es el compromiso en ese sentido. Diría que estamos esperando que se produzca pronto un resultado favorable al respecto. Lo digo hoy aquí porque ciertamente se trata de algo muy urgente e importante para nuestro empeño.
La segunda pregunta tiene que ver con la cuestión de la preparación para el invierno. Creo que es muy importante que se haya planteado este punto pues el invierno en esa región es sumamente crudo. En ese sentido, puedo garantizar a los miembros del Consejo que la preparación para el invierno está en el centro de todos los planes humanitarios. Nos estamos asegurando de que se haga todo lo posible para aliviar lo que cabe esperar que sea un invierno muy severo para los desplazados. Una vez más, les garantizo a los miembros del Consejo que ese es un componente esencial de todos los planes humanitarios.
El Presidente (habla en inglés): Doy las gracias al Sr. Ging por las aclaraciones que ha proporcionado.
Tiene ahora la palabra el representante de Ucrania.
Sr. Pavlichenko (Ucrania) (habla en inglés): Sr. Presidente: Deseo darle las gracias por la convocación de esta importante sesión sobre la situación actual en mi país. Permítaseme también agradecer al Sr. Ging su exposición informativa de hoy.
Mi delegación desea expresar su agradecimiento a los que prestan asistencia al Gobierno de Ucrania para hacer frente a las cuestiones humanitarias en las regiones de Donetsk y Lugansk, afectadas por las actividades de los terroristas. Valoramos los esfuerzos que realizan las Naciones Unidas y otras organizaciones para satisfacer las necesidades humanitarias. Quiero asegurar al Consejo que el Gobierno de Ucrania tiene debidamente en cuenta todas las recomendaciones de las Naciones Unidas y de los interlocutores internacionales.
Como ha señalado mi delegación anteriormente, no hay crisis humanitaria en Ucrania, como sigue afirmando nuestro colega de Rusia. Sin embargo, es evidente que la situación humanitaria en las regiones de Donetsk y Lugansk sigue siendo grave. No obstante, el Gobierno de Ucrania puede hacer frente a la situación y sigue dispuesto a cooperar con los asociados internacionales. Actualmente existen grandes problemas humanitarios solo en ciudades que están provisionalmente bajo el control de los grupos terroristas apoyados por Rusia. Sus acciones ya han provocado la interrupción del trabajo, las instalaciones de suministro de electricidad, agua y otros servicios públicos fundamentales para la vida normal de la población.
Entretanto, el Gobierno de Ucrania garantiza a la población el cumplimiento de todas las obligaciones sociales en cuanto al pago de pensiones, beneficios sociales y salarios en el sector público en todas las regiones de Donetsk y Lugansk, salvo en algunas aldeas que siguen controladas por los terroristas.
Entre las principales prioridades del Gobierno de Ucrania figuran la restauración y reconstrucción de los territorios afectados por los terroristas. Como quizás sepa el Consejo, ya se han expulsado a los terroristas de la ciudad de Slavyansk y otras ciudades y aldeas, que ahora están volviendo a la normalidad. Hace unos días, el Presidente de Ucrania anunció el establecimiento de la fundación de asistencia internacional a Donbass. Nos complace que numerosos países hayan acordado hacer grandes aportaciones, que nos permitirá aliviar el peso de la recuperación.
Lo que nuestro colega ruso sigue diciendo sobre la situación en Ucrania, y su propuesta sobre la llamada misión humanitaria internacional en Donbass, es muy cínico. Es Rusia la que sigue desestabilizando la situación en el este de Ucrania. Rusia apoya las actividades de los terroristas y es la máxima responsable de los problemas humanitarios en las regiones de Donetsk y Lugansk.
Además de destruir deliberadamente la infraestructura fundamental y los edificios en la región, los sistemas de abasto de agua y electricidad, los terroristas de la llamada República Popular de Donetsk y la República Popular de Lugansk, que abarcan a muchos ciudadanos rusos, atacan unidades y personal médicos, atacan hospitales con armas explosivas, comprometen la capacidad de que pacientes civiles reciban tratamiento, y expropian ambulancias.
Human Rights Watch, en su informe, condenó esas acciones de los combatientes prorrusos y les exigió que les pusiera fin de inmediato. Por otra parte, las fuerzas antiterroristas, que han liberado con éxito las ciudades de la región de Donbass de los terroristas, están restableciendo la paz a sus ciudadanos, facilitando el restablecimiento gradual de la infraestructura y ayudándolos a volver a llevar una vida normal.
Desde junio, la Dependencia de Coordinación, que abarca a los representantes del sistema de las Naciones Unidas y al Comité internacional de la Cruz Roja, ha venido funcionado con éxito en Ucrania para garantizar que se satisfagan las necesidades humanitarias urgentes de la población y de los desplazados internos.
Siguiendo instrucciones del Presidente de Ucrania, se han establecido corredores humanitarios para quienes quieran abandonar la zona de operaciones antiterroristas. Lamentablemente, los corredores no pueden utilizarse plenamente hoy debido a las actividades de los grupos armados ilegales.
Al servicio estatal de emergencias se le confió la tarea de crear un centro de coordinación de múltiples tareas para transportar a las personas afectadas, así como para satisfacer las necesidades sociales y de salud de los civiles.
La causa real de los actuales problemas humanitarios en Donetsk y Lugansk radica en las actividades de los grupos terroristas y los grupos armados ilegales apoyados por Rusia. Esos grupos intimidan a la población local, alteran el funcionamiento normal de las infraestructuras urbanas y la vida cotidiana, y roban a las personas y las secuestran. Todos los problemas humanitarios se eliminarán tan pronto Rusia deje de apoyar a los terroristas y a los grupos armados ilegales que operan en el este de Ucrania.
Exigimos que Rusia tome el control efectivo de la parte de la frontera que le corresponde e impida el flujo de grupos armados ilegales, armas y equipo militar pesado. Lamentablemente, no se han escuchado nuestros llamamientos a la Federación de Rusia a que cumpla con sus obligaciones, de conformidad con la Declaración de Ginebra. Rusia sigue desestabilizando la situación en el este de Ucrania.
Permítaseme brindarles algunas informaciones de última hora que reflejan la realidad de la situación.
Recapitularé ahora.
Rusia sigue bombardeando los asentamientos y las posiciones de las fuerzas armadas de Ucrania cerca de la frontera nacional del territorio ruso. El número de efectivos armados rusos, vehículos blindados pesados y efectivos acantonados a lo largo de la frontera entre Rusia y Ucrania ha venido aumentando constantemente. El bombardeo ha provocado víctimas civiles y de soldados, y destruido edificios residenciales, administrativos y comerciales.
Si la Federación de Rusia está realmente interesada en estabilizar la situación humanitaria en Ucrania, proponemos unas medidas sencillas que Rusia puede adoptar: dejar de enviar mercenarios, armas y municiones al territorio de Ucrania, establecer un control efectivo de la parte de su frontera para evitar la infiltración de efectivos armados y armas ilegales, dejar de provocar inestabilidad, y retirar todas las formaciones militares y paramilitares de las fuerzas armadas rusas de las fronteras ucranianas. Estamos seguros de que cuanto más pronto la Federación de Rusia adopte las medidas antes mencionadas, más pronto se estabilizará también la situación en mi país y se volverá a llevar una vida normal.
El Presidente (habla en inglés): El representante de la Federación de Rusia ha solicitado hacer uso de la palabra para formular una nueva declaración.
Sr. Churkin (Federación de Rusia) (habla en ruso): Lamentablemente, algunos miembros del Consejo no han escuchado nuestro llamamiento a que se rechace toda politización de este debate sobre la situación humanitaria en el este de Ucrania para que se le brinde asistencia humanitaria a la población necesitada. Como siempre, alguien ha protegido a las autoridades de Kiev tergiversando el papel de la Federación de Rusia, otros han repetido discursos formulados anteriormente en sesiones del Consejo de Seguridad, y algunos han dicho que las muertes y lesiones de personas como resultado del conflicto armado en Ucrania no merecen un debate por separado.
Esa propaganda la ha repetido también el representante de Ucrania. Agradecemos a los miembros del Consejo que compartieron nuestra inquietud y preocupación. Una vez más, quisiéramos reiterar nuestra disposición a cooperar estrechamente con los organismos humanitarios y todas las organizaciones e instituciones competentes que no solo pueden sino que deben cumplir el papel que les corresponde para brindar asistencia y ayuda a la población del este de Ucrania.
Albergamos la esperanza de que la sesión de hoy del Consejo promueva la coordinación de nuestros esfuerzos comunes con ellos.
El Presidente (habla en inglés): No hay más oradores inscritos en mi lista. El Consejo de Seguridad ha concluido así la presente etapa del examen del tema que figura en el orden del día.
Se levanta la sesión a las 18.45 horas.
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