La ciudad siria de mayoría kurda de Kobane (en árabe, Ain al-Arab) sigue resistiendo desde el 16 de septiembre de 2014 el asedio del Emirato Islámico (Daesh). Los yihadistas controlan los alrededores de Kobane, situada al borde de la frontera siria con Turquía, de forma tal que actualmente sólo es posible tener acceso a esa ciudad desde territorio turco.
La actitud del presidente turco Recep Tayyip Erdogan sobre la posible ayuda a los defensores de Kobane ha puesto al descubierto el respaldo turco a los yihadistas provocando el aislamiento político de Ankara. La semana pasada sólo 60 países de 193 apoyaron la candidatura de Turquía al Consejo de Seguridad de la ONU.
El señor Erdogan dice querer impedir la masacre de kurdos que tendría lugar en Kobane si Daesh lograra tomar la ciudad. Pero impide que los combatientes del PKK [1] crucen la frontera para acudir en ayuda de los kurdos sirios sitiados en Kobane. Turquía incluso llegó a minar la frontera y se negó a recibir en su territorio los civiles que huían de Kobane. Finalmente, y sólo bajo la presión de Estados Unidos, Erdogan aceptó permitir el paso a 200 000 de los 300 000 habitantes de esa ciudad siria.
El 24 de octubre de 2014, en un intento por justificar la posición de Ankara, el ministro turco de Relaciones Exteriores Mevlut Cavusoglu afirmó que el PYG sirio [2] es tan terrorista como Daesh. El PYG nunca ha cometido atentados pero sus principales cuadros son ex miembros del PKK que llegaron a Siria huyendo de la represión turca y obtuvieron la nacionalidad siria al inicio de la agresión exterior contra la República Árabe Siria.
En otro esfuerzo por hacer creer que ayuda a la población de Kobane sitiada por el Emirato Islámico, Erdogan anunció recientemente haber negociado el envío de 5 000 peshmergas enviados como refuerzos por el gobierno regional (proisraelí) del Kurdistán iraquí y de 1 300 hombres del Ejército Sirio Libre (respaldado por Francia y partidario del derrocamiento de la República Árabe Siria). Pero, hasta este momento, sólo unos 155 peshmergas parecen estar en camino y ni un solo hombre ha llegado aún a Kobane.
La aviación turca tampoco ha intervenido y se ha limitado a la realización de un ejercicio consiste en un simulacro de protección de la tumba de Suleyman Sha, situada en territorio sirio pero que dispone de una extraterritorialidad ficticia en virtud de un acuerdo franco-turco firmado en 1921. Detalle: el lugar donde se halla ese monumento está muy lejos de Kobane.
Mientras tanto, la coalición estadounidense anunció que había lanzado en paracaídas todo un cargamento de armas destinado a los defensores de Kobane. Pero la mitad de esas armas cayeron “por error” en zonas dominadas por los yihadistas que asedian Kobane –lo mismo que ya había sucedido anteriormente en los alrededores de la ciudad iraquí de Mosul. En cuanto a los bombardeos, la coalición estadounidense sigue realizando entre 10 y 15 bombardeos diarios que no parecen haber cambiado absolutamente nada en lo tocante al desarrollo de la batalla de Kobane.
Por su parte, el Ejército Árabe Sirio prosigue sus propios bombardeos pero lo hace de manera selectiva y mucho más intensiva, a un ritmo de 150 bombardeos diarios. Damasco también anunció su intención de enviar armas y municiones a los defensores de Kobane, sin que esa ayuda haya llegado por el momento a la ciudad sitiada.
Según el OSDH (Observatorio Sirio de los Derechos Humanos, asociación creada por la Hermandad Musulmana y pantalla informativa del MI6 británico), 815 personas han muerto desde el inicio del asedio de Kobane y más de la mitad serían miembros de Daesh.
Manténgase en contacto
Síganos en las redes sociales
Subscribe to weekly newsletter