Una entidad, regulador importante como OSITRAN, que maneja miles de millones de dólares propios y encargados, padece una especie de caos interno que a la fecha no tiene explicación razonable, administrativa ni filosófica de ninguna especie. La presidente, Patricia Benavente Donayre, ella misma está huérfana de las calificaciones exigidas para la capitanía de una institución de este calibre. Es hora que en la PCM, en el Congreso y en la opinión pública, se analice, castigue a los responsables, se los reemplace y se sanee OSITRAN.
¡En interés de la cosa pública!
Los ciudadanos pagan con sus impuestos los sueldos de malos funcionarios -también hay buenos- y, por tanto, no hay nada que pueda escapar a su fiscalización. Este periodista escribe en este tema, como en muchos otros en interés de la cosa pública, derecho inabdicable y sagrado. Nada de lo que aquí se dice carece de sustentación. Y si así fuere, que nos refuten, respuestas y más detalles hay hasta para diez artículos tan extensos y divertidos como éste.
¿Cómo fue el concurso para presidente?
Extrañamente, mientras que en los primeros concursos fueron elegidos los presidentes de OSINERGMIN, OSIPTEL y SUNASS, no ocurrió lo mismo con OSITRAN y tuvo que ir a un tercer concurso, para el que se disminuyeron las exigencias y competencias de los postulantes. Advertimos también sobre lo peligroso que significaba esta decisión, pues se trataba justamente del regulador que más dinero iba a supervisar (entonces estimábamos $ 6 mil millones, cifra largamente superada a la fecha) y que lo lógico y conveniente era seleccionar entre profesionales con la debida experiencia y preparación.
A la tercera, la vencida
Es recién en una tercera ocasión que postula y gana la señorita Silvia Patricia Benavente Donayre, quien sin mayores méritos profesionales asume tamaña responsabilidad. Dicho esto, por cuanto, nunca tuvo antes a su cargo ni siquiera una gerencia de área, limitándose su experiencia a ser una Profesional 1 de la Gerencia de Asesoría Legal del propio OSITRAN, dedicándose a ver temas de infraestructura aérea. Es decir, sin conocimiento del trabajo de campo, ya que su labor fue netamente de escritorio. Lo que desmiente lo que en su momento dijera ella a la Comisión de Fiscalización del Congreso.
Es obvio entonces que alguien agitó la varita mágica en este tercer concurso, porque de otra manera no se entiende cómo pudo superar a contendores con mucho mayor CV que ella, tanto en formación académica como en experiencia laboral. Se dice que es uno de los legados que nos dejó al país el ex ministro Castilla.
Inestabilidad administrativa
Lamentablemente no ocurrió lo que se recomendaba, y ahora OSITRAN es el regulador peor conducido de los cuatro; el que mayores auto-rectificaciones produce (basta dar una mirada a las resoluciones de presidencia y gerencia general); el de mayores cambios en sus documentos normativos (Manual de Descripción de Puestos, Cuadro de Asignación de Personal, Clasificador de Cargos, Manual de Organización y Funciones, todos ellos, es obvio, para adecuarlos a las calificaciones de quienes deben "ganar" los concursos respectivos); el de continuas modificaciones en la conformación de entes institucionales que debieran mantener permanencia (como el Comité de Control Interno, el Plan Anual de Contrataciones, que solo el año pasado experimentó 14 modificaciones o el Plan Anual de Supervisión, que debiera ser transparente para los supervisados); el de menor transparencia (son innúmeras las resoluciones no colgadas en la web institucional); el más cuestionado por sus supervisados (se quejan de la falta de visión empresarial y de la inflexibilidad del regulador, que es el origen de justos procesos arbitrales por sanciones exageradamente aplicadas); y, entre otros argumentos adicionales, el del cuadro gerencial más débil o "livianito", como se dice en el mercado.
Pero tampoco podía esperarse otra cosa, más que la inestabilidad existente. Si su titular no sabe cuál es el rumbo a seguir, los subordinados no sabrán cómo desarrollarse.
Gerentes generales de corto plazo
Esto es de verse, por ejemplo, con quienes han ocupado y ocupan el importante cargo de Gerente General, funcionario designado exclusivamente por la presidenta de la institución, y que a la fecha suman cinco ¡en apenas 28 meses! Esto es, menos de 6 meses cada uno.
¡Como para no desentonar con el gobierno y sus primeros ministros! El problema es que OSITRAN es un organismo técnico y estos constantes cambios hacen daño en su gestión.
Si a lo anterior le añadimos que ninguno de los cinco fue el idóneo para dicha responsabilidad, sea por no cumplir los requisitos exigidos para el cargo o porque su formación y experiencia daba para cargos de menor exigencia ejecutiva, pero no para uno donde se requiere compromiso, celeridad, rapidez mental, toma de decisiones y personalidad, la cosa es grave.
Veamos. El 28 de diciembre de 2012 se emite la Resolución Nº 087-2012-PD-OSITRAN, por la cual se regulariza la Encargatura en la Gerencia General de William Bryson Butrica, que venía desempeñándola desde el 17 de octubre a partir de un simple memorando de la Presidencia.
¡Perlas de la Encargatura!
Pregunto ¿serán legalmente válidos los actos y documentos suscritos por Bryson en esas condiciones? ¿La señorita Benavente no es abogado y funcionario experimentada (como le dijera a la Comisión de Fiscalización) y no reparó en ésta, por lo menos, irregularidad administrativa? ¿Y el gerente de asesoría legal dijo algo al respecto?
Sin embargo, eso no es lo peor de esta encargatura. El señor Bryson fue postulante frustrado para el cargo de Presidente de OSITRAN, no superó siquiera la primera etapa del concurso, la evaluación curricular justamente, porque, entre otros, no contaba con experiencia gerencial. Además, a la fecha de la Encargatura no tenía título profesional, requisito ineludible exigido por el Manual de Descripción de Puestos vigente a esa fecha. Condición que no ha sido cambiada en las nuevas y diversas versiones de este instrumento administrativo. Por si fuera poco, su cargo, cuando asume la gerencia general, era el de Analista de Gestión 1 de la Gerencia de Supervisión. Es decir, se "comió" por lo menos tres niveles en el salto jerárquico que dio.
¿No sabía nada de esto la señorita Benavente de su antiguo compañero de trabajo en la misma entidad ... o simplemente no le importó?
Cuestionado nombramiento de asesora
Como tampoco le importó trasgredir la normatividad vigente en el nombramiento de su primera Asesora, María Farah Wong Abad, quien asumió funciones sin reunir los requisitos exigidos, lo que fueron adecuándose después con las continuas modificaciones del MDP y MOF, hasta alcanzar sus "altas" competencias. Se mantuvo en el cargo poco más de año y medio, a pesar de la infracción comentada, sin que el OCI dijera nada, y hasta que cumplió su cometido: dejar a sus conocidos bien ubicados en cargos destinados a adquisiciones y en los tratos con la UNOPS para la selección de supervisores de obras.
Pregunto nuevamente: ¿esto no es delito? ¿siquiera una falta administrativa? ¿y la Contraloría, a través de su OCI, qué dice?.
¡A los dos meses, abandonó el barco!
Luego, el 2 de enero de 2013, mediante Resolución Nº 001-2013-PD-OSITRAN se nombra a la señora Rosa Virginia Nakagawa Morales como Gerente General de la entidad. Abogada de profesión, que contaba con las calificaciones suficientes para el cargo, pues a su formación académica se le suma experiencia gerencial en entidades públicas y privadas. Ella fue nombrada "en consenso" (único caso de los cinco gerentes generales) con el Consejo Directivo, conforme reza la resolución enunciada. Lamentablemente la ilusión duró poco, apenas dos meses; pues, en marzo del mismo año presentó su renuncia. Dicen fuentes bien enteradas que la presidenta no la dejaba trabajar, ni tomar decisiones, se inmiscuía en todo y desconfiaba de sus actos.
¡Encargatura Chi cheñó!
Entonces, ¿a quién recurre Benavente? Claro, nuevamente a Bryson Butrica, quien sí deja que la presidenta haga todo lo que Nakagawa no permitió. Esta nueva Encargatura se produce mediante Resolución Nº 027-2013-PD-OSITRAN del 27 de marzo de 2013, con retroactividad al día 11 anterior, "regularizando" los actos efectuados por éste. ¿Tenía título profesional el señor Bryson? ¡Qué importa, según Benavente! Es una nueva infracción a las normas sobre el particular, pero su padrino seguía en el cargo de ministro del MEF.
Esta nueva encargatura la desarrolla Bryson Butrica por 1 año, hasta el 21 de marzo de 2014, porque con Resolución Nº 109-2013-PD-OSITRAN es nombrado Juan Rafael Peña Vera. Abogado también de profesión, con experiencia en el MEF y CGR en cargos gerenciales relacionados con la planificación; es decir, pasivos; de actividad lenta y programable; de decisiones, por lo tanto, con tiempo para meditar. Poco o nada adecuado a lo que necesita una gerencia general, menos aún con las características demostradas de su jefa.
Cuchilladas entre funcionarios
Era previsible pues, su salida y más bien sorprendió que durara 10 meses, hasta mediados de enero del presente año. Más aún, cuando su segundo, el Gerente Adjunto a la Gerencia General, Obed Chuquihuayta Arias, fungía de ojos y oídos de la presidenta, no desperdiciando ninguna ocasión para dejarlo mal parado. Su salida se enmarca en una carta de renuncia por motivos personales y de salud, que por supuesto nadie cree, ya que se venía hablando de su renuncia desde semanas atrás. Es más, le fueron retirando algunas funciones que le competían, y era público que él estaba en búsqueda de trabajo, comentando a sus más cercanos las entrevistas que pasaba. Al parecer, tuvo mucho que ver también su negativa a apoyar activamente en el cuestionado concurso para la selección del Supervisor de la Línea 2 del Metro de Lima, tanto es así que el día de entrega de los sobres por los consorcios postulantes prefirió irse a Piura a una postergable reunión del Consejo de Usuarios.
¡El gato de despensero!
Y ahora ¿quién es el Gerente General de OSITRAN? No, ya no es el incondicional Bryson Butrica. El ya recibió el premio regresando a su cargo original, pero con un sueldo muy superior al de sus pares. Ahora le tocó el turno al activísimo Obed Chuquihuayta Arias, como premio a la lealtad, mal entendida.
Es así que mediante la misma Resolución en que se acepta la renuncia de Peña (Nº 005-2015-PD-OSITRAN de fecha 27-1-15) se le encarga la Gerencia General a Obed Chuquihuayta Arias. No en resolución aparte, como ocurriera antes, como si la presidenta Benavente se avergonzara de a quién estaba poniendo en tan importante cargo.
¡Sube como la espuma!
Es fácil deducir la "razón" de esta actitud. Chuquihuayta, además de lo dicho, había tenido un meteórico ascenso desde su ingreso como Supervisor de Inversiones 1 de la Gerencia de Supervisión, en el año 2013; para pasar como Encargado de la Gerencia Adjunta a la Gerencia General en marzo del mismo año y ser nombrado en dicho cargo en junio también del mismo año. Todo de la mano de su madrina, María Farah Wong Abad, la ahora ex Asesora de la Presidenta, que presidiera el Comité de Evaluación cuando postulara Chuquihuayta a su cargo inicial.
Es Wong Abad quien, haciendo uso del poder que ostenta aún en OSITRAN, colocó a Chuquihuayta como Presidente de los Comités Técnicos que acompañan a la UNOPS en los procesos de selección de Supervisores. En dos de ellos ganó la empresa CESEL (el aeropuerto Jorge Chávez y el Muelle Norte), que es asesorada por su esposo, el abogado Juan Carlos Morón Urbina. Y se está a la espera del resultado del cuestionado concurso por la supervisión de la Línea 2 del Metro de Lima, con bases que parecen destinadas a un tercer triunfo de CESEL, al inicio del tercer año de mandato de Benavente.
¡Qué bonita familia! ¿Y Benavente no sabe nada de esto? Difícil, no?
El GG de ahora tampoco cumple requisitos mínimos
Por si fuera poco este nuevo Encargado de la Gerencia General tampoco cumple con los requisitos exigidos para tan importante cargo, por lo menos en dos de ellos: Experiencia profesional no menor de ocho (8) años en las materias vinculadas a la competencia de la entidad, ya sea en el sector público o privado; y, Experiencia no menor a cinco (5) años en cargos gerenciales o de Alta Dirección, o en Supervisión de Infraestructura y Regulación Económica, con conducción de equipos de trabajo.
El señor Chuquihuayta sólo ha tenido a su cargo pequeñas áreas en hospitales de EsSALUD, cargos de quinta o sexta categoría; y, ha formado parte de equipos de supervisión de la CGR en varios rubros, algunos vinculados al quehacer de OSITRAN y en algunos estuvo a cargo de ellos.
¿Quién duda más?
Así que en OSITRAN corren las apuestas respecto a quién es más temeroso para asumir responsabilidades: ¿Bryson, Peña o Chuquihuayta?
¿Pero ese nuevo incumplimiento a los dispositivos que norman estos aspectos, le importa a la señorita Benavente? ¡Por supuesto que no! Tiene confianza que en el desmadre que es el gobierno actualmente, esta nueva infracción y premio a uno de sus predilectos y ficha importante en la vinculación OSITRAN-UNOPS-CESEL, pase desapercibida.
Contraloría ¿ciega, sorda y muda?
¿Investigará algo la CGR? ¿Ordenará que el OCI de OSITRAN lo haga profesional e imparcialmente? Por los antecedentes de lo ocurrido respecto a denuncias anteriores, lo que hagan (si es que algo hacen) será para tapar las infracciones cometidas.
¿Y el Consejo Directivo tampoco tiene vela en este entierro? ¿Se dejará seguir meciendo? ¿Bastan un cursito o un almuercito y ya aprueban todo lo ya ejecutado, sin conocimiento previo? ¿Y las responsabilidades futuras?
¿Gobierno fortalece a OSITRAN?
Es a esta institución a la que el desubicado gobierno ha fortalecido aprobándole la semana pasada su Reglamento de Organización y Funciones, que permitirá, entre otras acciones, la creación de diversas gerencias según de qué contrato de concesión se trate. Es decir, el ingreso de más gente allegada, sin calificaciones suficientes y con el MDP en proceso de cambios para adecuarlos a esos perfiles, como los casos del Gerente Adjunto de Supervisión, Gerente Adjunto a la Gerencia General (hoy Encargado de la gerencia general), Logística, Personal y varios otros más.
Nadie duda que el instrumento administrativo era necesario aprobar, el problema está en quien debe aplicarlo: la actual titular de OSITRAN.
¡Bla, bla,bla!
Benavente ha publicado un artículo el día domingo pasado, en el suplemento Portafolio del diario El Comercio, bajo el título "Infraestructura y Competitividad", en el que además de esbozar lugares comunes, repite una propuesta ya repetida en otros foros e instancias: que Proinversión cree una unidad orgánica que "limpie" el camino a los contratos de concesión a suscribirse, especialmente en lo que a saneamiento y expropiación de propiedades se entiende, para evitar trabas y demoras en la ejecución de obras.
¡Pronóstico negativo para OSITRAN!
Hasta ahí todo bien. El problema es que esta idea le surge luego de los dos procesos arbitrales en que se encuentra incurso OSITRAN, planteados por el Consorcio Supervisor de la Autopista del Sol, por más de $ 7 millones, cuyo pronóstico es totalmente negativo para el Estado, pues el origen es la incompetencia de la plana gerencial del OSITRAN (Gerente de Supervisión y Fiscalización y Gerente de Asesoría Jurídica), que no resuelve oportunamente el contrato de supervisión cuando el constructor no tenía obra que ejecutar al no habérsele entregado los terrenos necesarios para ello; y lo hace más dos meses después cuando las obras se habían reanudado. Es decir, doble torpeza que costará millones al Estado, caso por el cual no hay ningún sancionado en OSITRAN.
En suma, la señorita Benavente se permite dar recomendaciones de fortalecimiento de otras instituciones, sin reparar (o no querer hacerlo) que las deficiencias están al interior de la entidad que maneja, sin estar preparada para ello, rodeada además de un cuerpo gerencial sin capacidad de opinión y fieles cumplidores de las órdenes que imparte.
Preguntamos entonces: ¿se le pasea el alma a la primer ministro Ana Jara también en este caso? ¿Maneja Benavente hilos finos en la PCM?
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