En ciernes una muy lamentable decisión de la señorita Patricia Benavente Donayre, Presidente de OSITRAN.
Y en defensa del interés público, de cómo se gasta el dinero que todos los peruanos aportan vía los impuestos, es urgente poner los puntos sobre las íes y advertir al país sobre cómo y de qué se trata.
Debiera existir la posibilidad de auditar integralmente a las entidades autónomas, como el caso de OSITRAN. Allí se viene produciendo una desorganización que atenta contra una marcha positiva de la institución. Ahora existe la amenaza que un funcionario, huérfano absoluto de calidades o requisitos indispensables, pueda ser nombrado gerente general.
Inestabilidad en Ositran
En nuestro artículo del 11 de febrero, ¡Caos gerencial en OSITRAN! http://www.voltairenet.org/article186718.html?var_mode=recalcul, dábamos cuenta de la incertidumbre en que se debate el regulador, a partir de los continuos cambios en la gerencial general, por una selección equivocada por parte de la Presidente. Cambios, que por ser un organismo técnico, sólo lograban su desestabilización. Avizorábamos que este proceder iba a continuar, en desmedro de la imagen y desempeño profesional que le corresponde mantener a cualquier organismo técnico.
Se sienten pasos
Al respecto, fuentes bien informadas nos comentan que el actual Encargado de la gerencia general, Obed Chuquihuayta Arias, sería ratificado en el cargo, nombrándolo la titular de OSITRAN, Silvia Patricia Benavente Donayre, sin el consentimiento ni aprobación del Consejo Directivo, y a pesar de no cumplir, por lo menos, con dos de los requisitos mínimos que el cargo exige, probablemente, los más importantes: Experiencia profesional no menor de ocho (8) años en las materias vinculadas a la competencia de la entidad, ya sea en el sector público o privado; y, Experiencia no menor a cinco (5) años en cargos gerenciales o de Alta Dirección, o en Supervisión de Infraestructura y Regulación Económica, con conducción de equipos de trabajo.
La trayectoria de Chuquihuayta Arias se desarrolló en cargos de niveles inferiores, no gerenciales. Es decir, un nuevo experimento de la señorita Benavente, que le costará, como en los casos anteriores, un bajísimo nivel de productividad al regulador Y ¡sabe Dios! cuánta plata al Estado peruano, es decir a los ciudadanos que pagan impuestos.
Al margen, de lo que este nombramiento, omitiendo el cumplimiento de requisitos, signifique legalmente.
De gerencia casi nada
No debemos olvidar que Chuquihuayta tiene apenas poco más de dos años en el regulador, que su CV cuando ingresó, sólo daba para a un puesto de Supervisor 1 en la Gerencia de Supervisión, que en apenas tres meses, de la mano de su madrina María Wong Abad, pasó de Encargado de la Gerencia Adjunta a la Gerencia General, siendo nombrado en el mismo cargo, también a los tres meses siguientes. Entonces, ¿de dónde tiene acumulada la experiencia gerencial previa, necesaria para la GG?
Metida de pata
Es más, el correo de brujas en la CGR nos informa que en una de las pocas acciones de control que tuvo a su cargo, "encontró" graves deficiencias en uno de los tramos de la Interoceánica Sur, cuya construcción está a cargo de la firma Odebrecht, tanto así que determinó regularizaciones por varios millones de dólares a ser asumidos por el concesionario y en caso éste se negara, estos considerables montos deberían ser pagados por la planilla de funcionarios de OSITRAN. Pero, los puentes, túneles y tramos observados siguen incólumes. Nada se cayó. Sin embargo, desde su posición de Gerente Adjunto a la Gerencia General del regulador presionaba para que las recomendaciones de su informe se cumplieran. ¿Es esto ético? ¿No tiene la CGR alguna restricción sobre el tema?
Benavente no tiene equipo de trabajo
Lamentamos, que el escaso nivel de convocatoria de Benavente, la lleve a optar por otro ilustre desconocido para cargo tan importante. Ya sabemos cuál será su próximo final.
En ese contexto, en nuestro artículo mencionado, reseñamos el fulgurante ascenso de Chuquihuayta Arias y señalamos que él preside los Comités Técnicos de OSITRAN que acompañan al UNOPS en los procesos de selección de supervisores. En realidad, "los duendes de galeras" omitieron las comillas en el cargo de Presidente de Comité, porque, a decir verdad Chuquihuayta Arias no es integrante de ninguno de estos comités; aunque, nos comentan, tiene una activa participación en estos procesos e incluso hace coordinaciones sobre ellos.
Mucho daño aún por conocer
Cabe la pregunta entonces, ¿si nunca ha pasado antes por la experiencia de ser gerente general, aunque sea de una pequeña entidad o empresa, ¿cómo así es que de la noche a la mañana pasaría a ocupar la gerencia general de OSITRAN, con tantos miles de millones de por medio?
Si la PCM no toma acciones inmediatas respecto a OSITRAN, solicitando la renuncia de la titular, el país corre el riesgo de perder varios millones más de dólares por la errada e inexperta gestión de Benavente. Debe admitir el Ejecutivo, que se equivocó con su nombramiento, sobre todo en las condiciones en que se dio.
Todavía faltan poco más de dos años de gestión y es mucho el daño potencial.
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