Según Michael Porter, el gurú de la competitividad, en su última visita al Perú mencionó: “La corrupción es una de las deficiencias más graves que limitan el desarrollo”; afirmó que nuestros éxitos de los últimos años pueden irse al demonio si no limpiamos el sistema judicial; dijo que se debe alcanzar un Estado de derecho (un sistema judicial efectivo con ausencia de corrupción), así como instituciones políticas sólidas (estabilidad política y un gobierno efectivo), esto es clave, de lo contrario no podremos retomar al crecimiento.
Recordemos a Adam Smith, padre de la economía moderna, quien en su célebre obra “La riqueza de las naciones”, publicada en 1776, y considerado el primer libro moderno de economía, señala: El Estado debe proteger a todos los miembros de la sociedad de la “injusticia”, así mismo concluía, que la riqueza de un país depende, entre otros, de un esquema jurídico de justicia para todos.
El célebre Smith sostiene, que el ejercicio y la financiación de la justicia es una responsabilidad importante, ya que está íntimamente implicada en las disputas sobre los derechos de propiedad y las relaciones económicas. Por tanto el gobierno, tiene por objeto la seguridad de las propiedades, y en un país donde la administración de justicia es relativamente imparcial, ésta protege la propiedad de todos, incluyendo naturalmente a los más pobres.
Una pregunta que nos hacemos diariamente: ¿esto es verdad en Perú?, o no existe el imperio de la ley justa; en nuestro país, hay impunidad judicial y nuestro sistema de justicia se ha convertido en obstáculo para la competitividad, ya que no otorga niveles de seguridad adecuados a la inversión.
El licenciado y profesor Luis Peña Kanafany decía: más vale poco con justicia que mucho con derecho.
Las autoridades del Poder Judicial solicitan al Congreso, más recursos presupuestales para cada ejercicio fiscal con la finalidad de incrementar sueldos; al respecto mostramos cifras al canto, según el Ministerio de Economía y Finanzas, el Presupuesto Inicial Aprobado PIA del Poder Judicial el 2006 fue de S/. 737´217,174 actualmente, año 2016, es de S/. 1,871´476,842 o sea un incremento del 100%.
Según la ONG Transparencia Internacional en el “Barómetro global de corrupción”, los peruanos decían que nuestro sistema legal/judicial era muy corrupto. Según la misma institución el “Barómetro global de corrupción”, reporta que los peruanos afirman que el Poder Judicial es la institución más corrupta; el 31% de encuestados mencionó haber pagado sobornos. El presupuesto del Poder Judicial se ha incrementado sostenidamente, pero ahora los contribuyentes exigimos saber ¿cuáles son sus resultados tangibles en lo referente a una mayor justicia de calidad?, el escritor Francois-René de Chateaubriand dijo: "La justicia es el pan del pueblo; siempre está hambriento de ella.
Estamos en la obligación de afrontar el flagelo de la corrupción que genera desconfianza, sobre todo, en las pequeñas y medianas inversiones, factor clave para mantener el incremento del PBI en el mediano y largo plazo.
Un claro ejemplo: un sujeto ultraja sexualmente a una mujer. La víctima denuncia la violación en una comisaría y la policía logra capturar al agresor, pero, al final es absuelto por el Poder Judicial. Esta es la realidad que afrontan miles de víctimas de abuso sexual. No se trata de endurecer las sanciones, pues las normas ya son drásticas. Por ejemplo, la pena máxima por violación a menores de 10 años es cadena perpetua. Sin embargo, en 12 años, solo 37 agresores sexuales han recibido esa condena, pese a las miles de denuncias. El problema radica en los procesos judiciales.
Así lo reconoció un ex presidente del Poder Judicial, quien reveló que, en el 90% de los procesos judiciales por violación, de mujeres mayores de 17 años, los victimarios son absueltos o el Ministerio Público no formula denuncia contra ellos por falta de pruebas.
“Eso puede ser una expresión de cómo estamos juzgando”, manifestó durante un seminario organizado por la ONG Demus. También informó que en la actualidad hay 35 mil casos judicializados de violencia sexual, y agregó que la mayoría de víctimas no ha cumplido la mayoría de edad.
Según una encuesta nacional efectuada por el Instituto de Opinión Pública, la Universidad Católica, el 58% de los limeños no tiene ninguna confianza en el Poder Judicial y el 35%, poca; lo que evidentemente es muy grave; 3 de cada 5 encuestados creen que es fácil sobornar a un juez, por tanto, al parecer, el problema no solo es de dinero o presupuesto institucional; lógicamente el pueblo se pregunta con razón: ¿por qué, cada 5 años elegimos al presidente del Poder Ejecutivo y a los congresistas? y ¿en el caso del Poder Judicial por qué no?, si también es un poder del Estado; de otro lado, se afirma que está en manos de una sola profesión, la de abogado, y son ellos quienes pueden decidir si podemos ir a la cárcel o no. En todo caso también surge el comentario que si para ser juez e impartir justicia se debe ser abogado necesariamente.
Seamos honestos y concluyamos en que debemos hacer algo para cambiar esta situación con suma urgencia, de lo contrario el crecimiento de nuestra economía tendrá problemas para mejorar sus niveles de competitividad o ¡no!.
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