Ahmed Abul Gheit, ex ministro de Relaciones Exteriores del ex presidente egipcio Hosni Mubarak, será el próximo secretario general de la Liga Árabe, cargo que asumirá el 1º de julio de 2016.

Conocido pro-estadounidense y cercano a Israel, Ahmed Abul Ghiet desarrolló las relaciones entre El Cairo y Tel Aviv en detrimento de los palestinos.

En 2008, conmocionó el mundo árabe al acusar al Hamas de haber provocado la operación israelí «Plomo fundido» contra la población civil de Gaza. Al cerrar la frontera egipcia ante los palestinos que trataban de escapar a los bombardeos israelíes, declaró que daría orden de «romperles las piernas a las mujeres y niños» que trataran de escapar hacia Egipto.

Posteriormente ordenó la construcción de una barrera subterránea de separación entre el Estado palestino y Egipto, cavando zanjas de 35 metros de profundidad para inundar los túneles construidos por la resistencia palestina. Esos trabajos contaron con la supervisión del general francés Benoit Puga, actual jefe del estado mayor particular del presidente francés Francois Hollande.

En 2011, la Liga Árabe violó sus propios estatutos al decretar la exclusión de la República Árabe Siria, miembro fundador de esa organización. Desde ese momento, la Liga Árabe se ha visto dominada por las monarquías wahabitas: Qatar y Arabia Saudita.