Muy pocos días atrás, en El Comercio, apareció, bajo el título de Aeropuerto, Contrato de LAP se extenderá más allá del 2031, la perla siguiente:
“Hay un entendimiento en este punto y el MTC está haciendo una evaluación sobre el tiempo por el que se extendería la concesión”, detalla a Día1 el gerente de Supervisión y Fiscalización de Ositrán, Francisco Jaramillo. El funcionario apunta que en el MTC han asimilado que debe haber una compensación a LAP por los 11 años de retraso que llevan para entregarle los terrenos, donde debe construir la segunda pista del aeropuerto y el segundo terminal de pasajeros, entre otras infraestructuras urgentes. (http://elcomercio.pe/economia/dia-1/aeropuerto-contrato-lap-se-extendera-mas-alla-2031-noticia-1927680?flsm=1)
¿En qué parte de la legislación nacional –y la pregunta es por igual para Francisco Jaramillo y El Comercio- se toman decisiones por haber “asimilado” que debe haber una compensación para cualquier concesionaria, en este caso, Lima Airport Partners, que disfruta del Aeropuerto Internacional Jorge Chávez?
¡Ni siquiera ha sido el Estado peruano, demandado por Lima Airport Partners, ante el CIADI (Centro Internacional de Arreglo de Diferencias a Inversiones), y ya un burócrata de OSITRAN adelanta criterio contra el Estado que dice representar!
¿Quién le paga –hay que establecerlo con precisión puntual- a Francisco Jaramillo?, ¿no está dentro de sus obligaciones DEFENDER a su regulador, OSITRAN –el Estado-, que vive de los impuestos que pagan todos los peruanos?, ¿es su conducta, adelantando juicio sobre un veredicto que NO EXISTE, lícita?
Según el contrato de concesión del Aeropuerto Internacional Jorge Chávez, la entidad responsable de vigilar el estricto cumplimiento de ese documento es OSITRAN. Pero ¡ya hay seis (6) adendas, todas pedidas y gestionadas por y a favor del concesionario –LAP- y ninguna en pro del Estado! y nadie entiende cómo es que OSITRAN cumple con su trabajo, si encima de esas 6 renegociaciones, antes de pelear ya ¡da por hecho que tenemos que pagar, COMPENSAR, a quienes han hecho del alargamiento para no construir la II pista una profesión de fe y una maniobra que ahora pretende que el Estado peruano asuma una parte del costo que LAP debió invertir desde el principio!
Si la II pista tiene una inversión aproximada de US$ 1200 millones de dólares, ahora que el MTC y OSITRAN ya han “asimilado” que hay que pagar compensación a Lima Airport Partners por la demora en la entrega de las pistas aledañas en el Aeropuerto Jorge Chávez, ¿de cuantos cientos de millones va a ser el ahorro de LAP?
Si este asunto pasó más o menos desapercibido para el Ejecutivo, hay que preguntarse ¿cómo van las cosas en el Legislativo?, y la respuesta no podría ser más abominable: ¡nada de nada! Unos han comprendido su tarea en el Congreso como la de decir NO a todo; otros se mandan a hacer hagiografías con cronistas amigos a precio de almuerzos o comidas; los de más allá están preocupados en poner en Facebook y Twitter sus “intervenciones” con audio y video y ¡punto!; y hasta hay una legisladora cuyo cerebro permanece hace décadas en la clandestinidad sutil que ha tenido el increíble desparpajo de musitar que “no tiene entre sus planes la candidatura presidencial”. ¡Como si la aspiración a comandar el país fuese un embeleco a comprarse hoy, aquí o acullá!
El contrato de concesión del Aeropuerto Internacional Jorge Chávez debe merecer una muy exhaustiva revisión de los legisladores. El contorno se presenta gris: otra adenda, la séptima, todas a favor de LAP, una “asimilada” convicción que hay que compensar económicamente a la concesionaria, es decir que el pueblo peruano, vía sus impuestos, tiene que obsequiar dinero a quienes NO han hecho ningún esfuerzo por hacer la II pista, y el silencio mediocre no puede ser más aberrante.
El Estado NO debe pagar a funcionarios que han declinado el deber de defenderlo en las lizas que se presenten. Con energía ejemplar tiene que actuar, el Ejecutivo, con respecto a quienes son gonfaloneros de causas contra el Estado y que tienen además la torpeza elefantiásica de anunciarlo con bombos y platillos y pavimentan el terreno para “bondades” que el pueblo pagará por la traición de burócratas vendepatria.
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