Unos 10 000 yihadistas de al-Qaeda, bajo las órdenes del jeque saudita Abdullah al-Muhaysini, ocupan actualmente los barrios del este de Alepo.
Bajo el asedio del Ejército Árabe Sirio y unidades del Hezbollah, los yihadistas, apoyados por la coalición internacional encabezada por Estados Unidos que los presenta como «revolucionarios sirios» o «rebeldes moderados», seguían recibiendo la semana pasada abastecimiento y armas a través de una extensa red de túneles.
A pesar de los reiterados intentos de Rusia por abrir corredores humanitarios para permitir un repliegue de civiles y combatientes hacia Idlib, nadie ha podido salir de los barrios del este de Alepo, donde el tribunal islámico de los yihadistas impone el terror. Los civiles que han tratado de escapar hacia la parte de Alepo bajo control del gobierno sirio han sido sistemáticamente abatidos por los francotiradores de los yihadistas.
El presidente ruso Vladimir Putin solicitó a su estado mayor la suspensión de las operaciones contra los yihadistas atrincherados en Alepo hasta el fin de la campaña electoral estadounidense, por estimar que toda acción militar rusa contra los terroristas sería explotada a favor de la elección de Hillary Clinton.
La OTAN aprovechó estos días de tregua para tratar de romper el cerco y enviar refuerzos al este de Alepo. Pero, a pesar de los ataques simultáneos iniciados por los yihadistas del este de Alepo y por los refuerzos enviados a estos últimos, las unidades del Hezbollah que defienden la importante vía de comunicación situada al suroeste de la ciudad han logrado mantener sus posiciones y conservar el control de ese eje.
Por su parte, el Ejército Árabe Sirio ha podido destruir numerosos túneles, de manera que los yihadistas y sus rehenes ya no disponen de reservas de alimentos.
En ese contexto, los ministros de Defensa de Siria, Rusia e Irán y responsables del Hezbollah se reunirían próximamente para coordinar la liberación inminente del este de Alepo. Debido a la táctica de los yihadistas consistente en recurrir al uso de kamikazes, la batalla final se iniciaría con una serie de bombardeos mientras que las fuerzas terrestres mantendrían sus posiciones y tomarían prisioneros a los yihadistas que prefieran rendirse.
La siguiente etapa, después de la liberación del este de Alepo, sería la liberación de Idlib.
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