Nota de Red Voltaire: El grupo transnacional LafargeHolcim responde en este comunicado a una investigación judicial abierta en París. La realidad sobre las actividades y crímenes del grupo Lafarge en Siria no tiene nada absolutamente nada que ver con lo que aquí describe la transnacional. Volveremos a abordar este tema.

En 2016, cierto número de publicaciones expusieron una serie de alegaciones que implican las operaciones de la antigua empresa [francesa] Lafarge en su fábrica de cemento siria y, más específicamente, que colaboradores de la empresa al parecer realizaron transacciones con ciertos grupos armados y con terceros [que se hallan] bajo sanciones, desde el año 2013 y hasta la evacuación de la fábrica en septiembre de 2014.

Como se indica anteriormente, en respuesta a esas alegaciones, el Grupo abrió una investigación interna independiente bajo la supervisión del Comité de Finanza y Auditoría del Consejo de Administración. Los resultados de esa investigación muestran que la deterioración de la situación política en Siria trajo retos muy difíciles en cuanto a la seguridad, las actividades de la fábrica y los empleados. Eso incluía amenazas para la seguridad de los colaboradores así como problemas en el aprovisionamiento de lo necesario para el funcionamiento de la fábrica y la distribución de sus productos.

En aquella época, diferentes facciones armadas controlaron o trataron de controlar las zonas alrededor de la fábrica. La investigación muestra que la filial local entregó fondos a terceras partes para llegar a arreglos con cierto número de esos grupos armados, lo cual incluye a terceros que se hallan bajo sanciones, para mantener la actividad [de la fábrica] y garantizar el paso seguro de los empleados y del aprovisionamiento hacia y desde la fábrica. La investigación no pudo determinar con certeza quiénes eran los destinatarios finales de los fondos más allá de las terceras partes implicadas.

Retrospectivamente, las medidas tomadas para mantener la actividad [de la fábrica] eran inaceptables. Los responsables de las operaciones en Siria parecen haber actuado de la manera que creían ser el mejor interés de la empresa y de sus empleados. Sin embargo, la investigación revela errores de juicio significativos que contradicen el código de conducta en vigor.

Las actividades de Lafarge en Siria funcionaron con pérdidas durante ese periodo y representaban menos de un 1% de la actividad del Grupo correspondiente a aquella época.

Como consecuencia de la investigación interna y de sus resultados, el Consejo de Administración tomó cierta cantidad de medidas. Primeramente, el Consejo de Administración aprobó la creación de un nuevo Comité [sobre] Ética, Integridad y Riesgos bajo la supervisión de un miembro del Comité Ejecutivo. Las demás medidas incluyen, con el respaldo de un consejo externo, la continua mejoría de los esfuerzos ya emprendidos por el Grupo en los últimos años, específicamente la adopción de un proceso de evaluación de riesgos más riguroso que ha de concentrarse especialmente en los terceros de alto riesgo, un nuevo programa de control de las sanciones y de las exportaciones así como otras medidas resultantes de un ejercicio de benchmark que el Grupo ha emprendido. El Consejo de Administración solicitó a sus dirigentes la aplicación de esas acciones de manera fuerte, ya que se han adoptado para fortalecer más y disponer de los recursos necesarios para una organización de avanzada en materia de compliance, cuyos procesos corresponden a las mejores prácticas. De ello se desprende claramente que sean cuales sean las dificultades operacionales no pueden comprometerse de ninguna manera los temas de compliance ni el respeto de las normas del Código de Conducta de la empresa.

En base a la información disponible hoy en día, nada indica que lo que se alega haya podido tener algún impacto financiero negativo significativo para el Grupo.

En relación con las actividades mencionadas, se reporta que varias denuncias criminales han sido presentadas en Francia. Esos procedimientos se desarrollan de manera confidencial y ni Larfage SA, ni ninguna de sus filiales forman parte de ellos. En el contexto de esos procedimientos, la empresa no emitirá nuevos comentarios sobre los resultados y conductas individuales.

Sobre el grupo LafargeHolcim

LafargeHolcim es el líder mundial en materiales y soluciones constructivas al servicio de albañiles, constructores, arquitectos e ingenieros del mundo entero. El Grupo produce cemento, granulados y concreto listo para su uso que se utilizan en construcciones tan diversas como viviendas a precios modestos o proyectos de infraestructuras complejas desde el punto de vista técnico y arquitectónico. Ante las necesidades de la urbanización y su creciente impacto en el planeta y sus habitantes, el Grupo desarrolla productos y soluciones innovadoras, que se caracterizan por un fuerte compromiso en materia de desarrollo duradero. LafargeHolcim ocupa un lugar de líder en todas las regiones del mundo, da empleo a unos 90 000 colaboradores en más de 80 países y dispone de una presencia geográfica equilibrada entre los mercados en vías de desarrollo o los ya establecidos.

Usted podrá encontrar más información en el sitio www.lafargeholcim.com

Sobre LafargeHolcim en Siria

Debido a la naturaleza del producto y del proceso de fabricación, las fábricas de cemento se sitúan en el terreno de los mercados con los que trabajan o cerca de ellos. En ciertas zonas, eso puede constituir un reto. Siria es una de esas zonas. Lafarge construyó en Siria una fábrica de cemento que exigió 3 años de trabajo a un costo de alrededor de 680 millones de dólares. La producción se inició en mayo de 2010 y el Grupo era un empleador importante en la región, garantizando cemento para casas, empresas y carreteras para diferentes poblaciones en Siria. Casi desde la apertura [de la fábrica], la situación política en Siria se deterioró rápidamente y planteó retos muy difíciles para la seguridad, las actividades de la fábrica y los empleados. Eso incluía amenazas para la seguridad de los colaboradores así como problemas en el aprovisionamiento necesario para el funcionamiento de la fábrica. La situación alrededor de la fábrica se deterioró fuertemente y se hizo insostenible obligando a LafargeHolcim a abandonarla en septiembre de 2014 y a despedir a sus empleados, que dependían de ese trabajo para vivir. El Grupo no ha tratado desde entonces de poner en marcha la fábrica.