por Roberto Angulo Alvarez
No es un secreto que, desde hace muchos años, Chile mantiene predominio aéreo comercial sobre nuestros cielos mediante Lan Perú, ahora Latam. Lan Perú, inició operaciones en 1999, el mismo año en que cerró oficialmente nuestra línea aérea de bandera AeroPerú. Su centro de operaciones está en el aeropuerto Jorge Chávez desde donde ofrece 16 destinos en el mercado local, a través de más de 100 vuelos diarios, y 22 destinos internacionales. No es poca cosa.
La historia de Lan Chile reconoce que tiene diferente personería jurídica y actúa protegida por su gobierno. En 1998, mediante Resolución Ministerial N° 099, Perú otorga a Chile, incremento de frecuencias y derechos de tráfico para las empresas chilenas permitiéndoles captar pasajeros de Lima y llevarlos a Los Angeles o New York y viceversa. Teóricamente, en base al principio de reciprocidad, nuestras líneas aéreas podrían recoger pasajeros de Santiago y llevarlos a la Antártida, pero no teníamos línea aérea y no hay pasajeros para el Polo Sur, por lo que Chile salía favorecida ampliamente. Este arreglo, lesivo fue repetido por los gobiernos sucesivos, hasta llegar al 2011.
El 10 de junio del 2011, el Ministerio de Transportes y Comunicaciones emitió la Resolución Ministerial N° 412, ratificando el Memorándum de Entendimiento entre las autoridades de aeronáuticas civiles de Perú y Chile, por la que se le otorgaban a los del sur, 14 frecuencias semanales en las rutas Lima-New York y/o Lima-Los Angeles-Lima, para transportar pasajeros, carga y correo.
A cambio nuestro país NO recibía absolutamente nada, ni en reciprocidad, ni en compensación monetaria, ni en impuestos, entregando rutas valiosísimas que cuestan millones de dólares y que bien podrían haber sido operadas por una línea nacional pagando impuestos, dando trabajo a pilotos y tripulantes peruanos y a toda la industria que atiende los vuelos.
Frente a esto presenté una demanda de Acción Popular contra el Ministerio de Transportes y Comunicaciones, ante la Tercera Sala Civil de Lima, pidiendo que declare inconstitucional la Resolución Ministerial N° 412 porque el Memorándum ratificado, regula materia reservada a tratados internacionales, transgrediendo los artículos 44°, 54° y 56° de la Constitución, que establecen el principio de soberanía nacional, por lo que se tendría que haber firmado un tratado aprobado por el Congreso antes de su ratificación por el presidente de la República. Y en este caso no se había seguido con este protocolo indispensable.
La demanda fue admitida por la Tercera Sala que corrió traslado al Ministerio de Transportes y Comunicaciones, representado por el Procurador Público y al Ministerio de Justicia, representado por el Procurador Público Especializado en materia constitucional. Aquí se da una situación sumamente extraña porque los procuradores integran el Consejo de Defensa Jurídica del Estado, ellos deben defender los intereses del Estado y en este particular caso defienden intereses chilenos. En el transcurso de los debates -oral y escrito- comprobaríamos, con asombro, que tomaban muy en serio su papel de defensores de LAN Chile. Por parte nuestra, la defensa de los intereses nacionales, estuvo a cargo del jurista Julián Palacín Fernández.
Mientras tanto, no nos explicábamos porqué entregábamos dos rutas valiosas a Chile: (Lima - Los Angeles-Lima y Lima-New York-Lima) sin reciprocidad, ni recibir compensación alguna. La posible explicación nos llegó, literalmente, del “cielo”: “LAN había sido multada en los Estados Unidos con una cifra cercana a los veinte millones de dólares, por usar bancos norteamericanos para pagar una coima al gobierno de Néstor Kirchner. La coima fue de un millón ciento cincuenta mil dólares”. “El Departamento de Justicia de Estados Unidos y la Securities and Exchange Commission, investigaron a LAN por falsa auditoría y LAN reconoció el pago de la coima y canceló el pago de la multa: cerca a los veintidós millones de dólares incluidos los intereses”. Esto nos dio una pista: los directivos de LAN eran mafiosos, incluido el dueño, Sebastián Piñera.
La tramoya argentina se desarrolló de la forma siguiente: “Sebastián Piñera, entonces dueño de la aerolínea, visitó a Néstor Kirchner en la Casa Rosada, en marzo del 2005, para presentarle el proyecto LAN Argentina que tenía mucha oposición porque la firma no contaba con el 50% de accionariado argentino, como lo estipulaba la Ley. Después de la visita de Piñera, Kirchner gestionó el cambio de la ley y el Secretario de Transportes, Ricardo Jaime, se encargó de los permisos para que LAN volara. El 8 de junio del 2005 LAN inició operaciones en Argentina. En octubre del 2015 Ricardo Jaime admitió haber cobrado coimas y fue condenado a un año y medio de prisión y a pagar 2 millones de pesos.
Ahora, veamos cómo se desarrolla la historia peruana: el 19 de enero del 2011, el presidente peruano, Alan García visita a su par chileno, Sebastián Piñera, atendiendo a una invitación de este mandatario. El 20, ambos mandatarios firman una Declaración Conjunta en la que, entre otros puntos, acuerdan “ampliar la relación aerocomercial”…e “instaron a sus autoridades competentes a reunirse durante el primer trimestre de 2011, para avanzar hacia ese objetivo en términos de mutuo beneficio”. El 6 y 7 de abril del 2011, en Lima, las autoridades aeronáuticas civiles del Perú y Chile, se juntaron a fin de negociar un Acuerdo de Servicios de Transporte Aéreo y la concesión de derechos aerocomerciales entre ambos países.
El 7 de abril –siempre 2011- firman un Memorándum de Entendimiento…por cuanto “resulta ventajoso para el Estado Peruano el contar con marcos jurídicos que contribuyan con el desarrollo de la actividad turística y comercial”. Este documento es “ratificado” el 10 de junio del 2011 por el ministro de Transportes y Comunicaciones, Enrique Cornejo Ramírez, mediante la Resolución Ministerial 412-2011. Así, LAN Chile continúa hasta hoy, llevando pasajeros, carga y correo desde Lima a los Estados Unidos, sin pagar absolutamente nada.
Frente a todo esto nos preguntamos: ¿cómo es posible que LAN Chile, siga usufructuando nuestros cielos sin un tratado, aprobado por el Congreso de uno y otro país y firmado por ambos mandatarios, que lo regule? ¿Cómo es posible que nuestras autoridades entreguen rutas de mucho valor sin exigir pago alguno para nuestra Nación?
El Memorándum suscrito señala “en términos de mutuo beneficio”. ¿Cuál es el beneficio para Perú?
En respuesta a todas estas preguntas me viene a la mente el caso de LAN Argentina y Kirchner y Piñera negociando ventajas para LAN. Y las imágenes de Alan García y Piñera, ambos con sendos cuestionamientos éticos, morales y jurídicos en sus respectivos países, negociando ventajas para LAN Chile.
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