Pareciera que Sebastián Piñera lleva las de ganar en Chile, ignoramos si en primera o segunda vuelta. Lo importante –e innegable- es su capacidad decisoria y decisiva en el mando de Lan (hoy LATAM). En el 2011 el gobierno de Alan García Pérez acuñó vía un Memorándum de Entendimiento Aéreo con Chile, un obsequio en bandeja de plata.
La DGAC –organismo de cuarta o quinta línea- no podía otorgar a Chile segmentos de libertades aeronáuticas porque ese delicado tema, entonces y hoy, tiene que ser discutido in extenso por el Congreso por ser un asunto de soberanía. Pero hasta el ministro de Transportes del 2011, Enrique Cornejo, expidió una resolución “confirmatoria”; Cancillería con José Antonio García Belaunde y Gonzalo Gutiérrez Reinel, titular y vicetitular, respectivamente, se “calló” la boca y el jefe de Estado, Alan García Pérez, con su doctrina “no hay que molestar a los chilenos”, hicieron vergonzoso mutis.
Tuve la ocasión de denunciar el asunto en la larga entrevista que amablemente –y que por única vez- me hiciera Milagros Leyva: Alan García obsequió soberanía aérea del Perú a Lan https://www.facebook.com/hcmujica/videos/2009522892649537/ .
Nunca nadie refutó los graves y comprometedores asertos dichos esa noche, ni los de arriba ni los de abajo. Sí, por cierto, el conchabo infame del silencio ha reinado con la militante complicidad de la veintena de internacionalistas, politólogos, analistas, parlamentarios, diarios, radios, televisoras. Es de suponer que nadie quiere perder la financiación a pasajes, libros, turismo que esconde la crítica con tal que los inviten urbi et orbi.
Sabe Piñera o barrunta que el mejor mercado de ventas de pasajes o fletes es el peruano y sobre el particular no hay la más mínima duda. Si el Congreso peruano tuviera más dinamismo, el dictamen que anula el Memorándum García del 2011, ya habría sido anunciado y la aerolínea chilena no podría volar ¡ni un avión! hasta que se arregle el asunto que mancilla la soberanía aérea del Perú y que ha producido el forado de más de US$ 5 mil millones de dólares sólo aprovechados, sin reciprocidad alguna para la Patria, por Chile.
La última canciller del gobierno de Humala, Ana María Sánchez, respondiendo por escrito a la pregunta que le hicieran desde la Comisión de Relaciones Exteriores, sobre el Memorándum García 2011, afirmó que este era un tema inequívocamente sobre soberanía del Perú. Aquí estuvo acertada Sánchez, en el ríspido asunto de los pasaportes electrónicos y en su ministerio, Relaciones Exteriores, dejó pasar un sobreprecio de US$ 16 millones de dólares, materia que se ventila en el Ministerio Público.
¿Va a esperar Perú que Piñera tome la iniciativa o va a demostrar coraje y dignidad para plantear en la mesa de negociaciones, la solución del diferendo, antes que cualquier adefesio protocolar de besos y abrazos?
Que los clubes electorales tan angurrientos por curules, alcaldías y gobernaciones, no demuestren mayor interés, no sorprende. La política en Perú sólo sirve para calmar hambres y faltriqueras. Los hombres y mujeres de Estado son escasos. Ni qué decir de historiadores, periodistas o visionarios.
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