La prensa escrita de la oposición venezolana, en su afán de manipular la opinión pública, ponen en relieve las declaraciones del presidente Bush en el sentido de que se afectan a 20 años de democracia, en clara alusión a la posición del Presidente Hugo Chávez Frías, sin puntualizar el tipo de democracia ni el “fin de la historia” en que se inscriben y explican tales declaraciones.
Efectivamente, la prensa de oposición oculta que la democracia a la que alude Bush es la democracia representativa, esto es la forma en la cual los votantes (mandantes) nombran representantes, los cuales adoptan las decisiones que consideran adecuadas, supuestamente en nombre de los mandantes, sin respetar los programas exhibidos durante las campañas electorales, sobre la base de intereses personales o de los grupos económicos y políticos que representan, con los efectos negativos para la sociedad en su conjunto que son de dominio público.
Desde la perspectiva del “fin de la historia”, la posición de la oposición adquiere ribetes de mayor gravedad. Efectivamente, si se recuerda que el “fin de la historia” que defiende Bush y la oposición venezolana es la hegeliana, esto es la defensa de la democracia liberal como etapa final de la historia, posición que, en su componente liberal actual, no es otro que el neoliberalismo. Verdad que permite concluir que la oposición venezolana defiende, al alinearse con la posición de Bush, la política capitalista más retardataria, antinacional y antihumana que recuerda la historia del capitalismo en Venezuela y el mundo entero: el neoliberalismo
Las pruebas factuales sobre los efectos negativos del neoliberalismo abundan, sin embargo valga solamente citar que en los 20 años que requirió el neoliberalismo para agotarse como factor de aceleración del proceso de acumulación imperialista, generó desempleo a nivel mundial, situación ajena antes de los años 80. Hoy no existe país en el mundo, salvo Cuba, en que el desempleo no sea una constante. El empobrecimiento acelerado y profundo que sufrieron varios países en América Latina, en especial Argentina, fue, sin duda alguna, producto de las privatizaciones, la convertibilidad y el empequeñecimiento del Estado, tesis neoliberales aplicadas a ultranza, principalmente en el gobierno de Menem.
Adicionalmente a lo antes expuesto, y solamente para probar las maquinaciones a las que acude la oposición venezolana, valga mencionar que el “fin de la historia” planteada por el Presidente Chávez es el socialismo, y la forma de democracia planteada es la democracia participativa en la cual los se elimina la representatividad por la presencia de simples voceros de las decisiones que los ciudadanos y ciudadanos adoptan en sus respectivos colectivos. En consecuencia se trata de cualidades totalmente distintas que las que propugna y promueve Bush. Por ello puede afirmarse que es estricta y conscientemente erróneo el procedimiento utilizado por la oposición, ya que como lo sabe cualquier iniciado, dos cualidades distintas no son susceptibles de compararse entre sí, sin embargo de lo cual lo hacen muy sueltos de huesos.
En consonancia con lo antes demostrado, es de especial importancia descubrir las maniobras mediáticas que diariamente desarrolla la intransigente oposición venezolana, pero es mucho más el enfrentarlos en todos los planos.
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