Gran asombro causó en Guayaquil, este 2 de junio, la demostración de fuerza que las organizaciones de izquierda revolucionaria del país, y el Movimiento Popular Democrático (MPD) entre ellas, hicieron en el marco de las definiciones electorales.

Decimos asombro porque en esa ciudad solo se ha podido ver movilizaciones de esta magnitud cuando el Partido Social Cristiano, a través de sus gobiernos local y provincial, han convocado a la población a manifestarse por el tema específico de la inseguridad y la delincuencia, movilizaciones a las que han recubierto de un manto “cívico”, “ciudadano”, “a político”, pero que en el fondo tienen el propósito de posicionar a sus líderes y futuros candidatos.

Desde tempranas horas de la mañana, los alrededores del coliseo Voltaire Paladines Polo y del estadio Modelo de la ciudad de Guayaquil se repletaron de buses provenientes de todas las provincias del país, con numerosas delegaciones que llegaban en medio de música, baile y expresiones de fervor político.

A diferencia de quienes como en la “Marcha por la Seguridad” -desarrollada cinco días después en esa misma ciudad-, quieren uniformizar a los ecuatorianos haciéndoles perder identidad política y cultural, la concentración y posterior marcha de quienes asistieron a esta “Convención Nacional de Unidad Popular MPD 15” fue llena de colorido. Banderas rojas de organizaciones de trabajadores, maestros, estudiantes secundarios y universitarios, jóvenes revolucionarios, campesinos y comerciantes minoristas, así como banderas violetas de organizaciones de mujeres, y la naranja-turquesa del MPD, se juntaron en un arco iris político que infundía optimismo, esperanza, claridad de que el único rumbo para la transformación profunda del Ecuador es la unidad más amplia del bloque popular del país, alrededor de una propuesta de izquierda, que se proponga un gobierno patriótico, democrático, popular y revolucionario, que siente bases firmes para una nueva sociedad, un nuevo sistema político y económico, el Socialismo.

Se llegaba a este momento en circunstancias únicas. La victoria lograda por los pueblos en el tema de la caducidad del contrato de la OXY y la posterior suspensión indefinida de las negociaciones del Tratado de Libre Comercio con los Estados Unidos, daban a esta corriente política el aval para proponerse un salto mayor: la propuesta de un gobierno popular, surgido de la unidad de las fuerzas sociales y políticas de la izquierda.

La expectativa estaba en la resolución política que la Convención tomaría, ya que pese a todas las cavilaciones y cálculos de algunos sectores dirigenciales de Pachakutik alrededor de una alianza electoral, y de la decisión del Partido Socialista de ir tras la candidatura de Rafael Correa, el anhelo de que esa unidad se concrete se sentía en el ambiente. Algo estaba claro: la unidad era un problema de principios y no de meros cálculos para estas fuerzas que se dieron cita en Guayaquil.

Al final la decisión fue la que se esperaba: no se puede cerrar la puerta a la unidad de las fuerzas populares e indígenas. Por ello se resolvió continuar en las conversaciones y el debate con la dirigencia de la CONAIE, para lograr, en lo posible, que no vayan separadas permitiendo así el triunfo fácil de la derecha, la socialdemocracia y el oportunismo.

Esto, sin embargo, no significó que se haya renunciado al derecho y responsabilidad de proclamar candidaturas propias: la Asamblea decidió ratificar la candidatura propuesta por el MPD de Luis Villacís para la presidencia de la República, así como de Edgar Isch para el Parlamento Andino.

Aunque sonó con insistencia la posibilidad de candidatizar a un binomio de Villacís en la persona de un dirigente indígena y campesino de izquierda: César Buelva, cuyo liderazgo se hacía evidente en el Congreso Nacional de la Federación Unica Nacional de Afiliados al Seguro Social Campesino (FEUNASSC), que se desarrollaba paralelamente en el coliseo Abel Jiménez Parra de esa misma ciudad, por el momento quedó como una importante opción, que se discutirá y resolverá próximamente.

Las candidaturas nacionales que en esta ocasión se definieron podrían reconsiderarse siempre en aras de la unidad más amplia con las demás fuerzas populares, especialmente con el movimiento indígena y su partido político, Pachakutik.

En las últimas semanas se ha escuchado de la existencia de una importante corriente al interior del movimiento indígena de proponer un binomio Luis Macas-Luis Villacís, con lo cual se constituiría, sin duda, una opción ganadora para los pueblos, ya que si solo se sumara mecánicamente los porcentajes que ambos partidos tienen, fácilmente se arrancaría la campaña con un nada despreciable 13 por ciento de preferencia, que podría crecer rápidamente frente a las demás candidaturas que comienzan a mostrar su real esencia, nada favorable al anhelo de cambios radicales que tiene el pueblo y que corresponde a una corriente general que gana espacio en América Latina.

La Convención estuvo organizada en dos partes: en la mañana se reunieron en comisiones para discutir los principales ejes del programa de gobierno y en la tarde, luego de una multitudinaria marcha en la que estuvieron no menos de 12 mil personas por las principales calles de la ciudad, se proclamaron las candidaturas antes mencionadas.

OPCIÓN desarrolló una cobertura especial de este evento, del cual mostramos en esta página los testimonios de algunos de los dirigentes y personas asistentes.

Edgar Isch

Candidato al
Parlamento Andino

La Unidad de la izquierda significa, obligatoriamente, la clarificación de posiciones y determinar de manera específica cuáles son las propuestas, aliados y los enemigos de los pueblos.
Los compañeros indígenas tendrán que dar nuevos pasos de esclarecimiento en su acción política, para definir por dónde está el auténtico cambio para el Ecuador.
Con una respuesta clara del sector indígena, los distintos representantes de las organizaciones populares sabríamos cómo actuar mejor en unidad de objetivos y en igualdad de condiciones con ellos.
Es evidente que actualmente en el Ecuador, cualquier esfuerzo unitario que se produzca debe tener un eje suficientemente fuerte en lo ideológico, organizativo, e incluso en lo electoral, y eso solo se lo puede lograr a partir de la unidad de las dos grandes fuerzas de la izquierda verdadera del país: el MPD y Pachakutik.

Augusto Caicedo

Candidato a Diputado por la Provincia de Esmeraldas

Las 22 provincias del país hemos estado presentes, desde ya, en esta victoriosa “Convención Nacional de la Unidad Popular”. Las organizaciones sindicales, gremiales, populares y juveniles se encontraron presentes para fortalecer la izquierda revolucionaria para poder derrotar a los candidatos y la política de derecha que la ha hecho tanto daño al pueblo ecuatoriano. No más el pueblo con gobiernos títeres de un sistema capitalista porque ahora los patriotas estamos planteado el nuevo Ecuador, el Ecuador que tenga trabajo, libertad, independencia, de respecto a la soberanía y a la justicia para implantar el Socialismo.
Esta reunión marcó un hito histórico para los revolucionarios del país y para los hombres democráticos y progresistas. Ecuador y Esmeraldas, con esta magnífica unidad, le dirá basta a la derecha ecuatoriana.

Lenin Hurtado

candidato a Diputado por la provincia del Guayas

La coyuntura actual en el Ecuador es adecuada para el propósito de instaurar en nuestro país una patria socialista, que se una a la corriente latinoamericana que sopla desde la izquierda. Por ello hemos convocado a la unidad de los pobres de este país, como los campesinos, los maestros, estudiantes, mujeres progresistas y a todos los que se identifiquen con el cambio revolucionario que estamos planteando. No hay otra alternativa, no se trata de cambiar el modelo económico, se trata de cambiar el sistema de gobierno del país, que no ha resuelto los problemas de los servicios básicos de los más pobres de la patria.

Mario Montes

Candidato a diputado por Napo

He sido dirigente estudiantil secundario, universitario, y desde que me trasladé a Napo desde hace doce años me involucré en el trabajo del magisterio, fui dirigente de la UNE de NAPO, creador del Frente Patriótico de Napo. He tenido una relación importante con las federaciones indígenas, y por ello fui candidato por el MPD a consejero y gané. Desde la consejería he ejercido una lucha en favor de los derechos de la provincia. Ahora he sido nombrado candidato a diputado por las fuerzas sociales y populares de Napo y estoy seguro que seguiré cumpliendo con los pueblos de mi provincia y mi país.
Lo único que buscan los diputados de la oligarquía que han salido de mi provincia es negociar prebendas, no han presentado ningún proyecto en beneficio del Napo. Recientemente hubo una importante Asamblea de la Amazonía donde se decía que los recursos del petróleo deben quedarse en la Amazonía, por ello creo que debemos impulsar un proyecto de ley para que un porcentaje de esos recursos efectivamente se inviertan en nuestra provincia.
En Napo no tenemos un centro de educación superior estatal, lo cual también será parte de nuestra acción. Los jóvenes han planteado que se permita el derecho de participar en las elecciones desde los 16 años, lo recogemos como nuestra propuesta.

Luis Villacís

candidato
presidencial

Esta es una victoria del pueblo. Nos hemos congregado hoy en Guayaquil a demostrar que hay unidad, organización, que hay un pueblo que quiere un cambio revolucionario, que quiere la Patria Nueva y el Socialismo en el Ecuador.
Proponemos un programa de gobierno que rescate la soberanía nacional y termine la dependencia de nuestro país al imperialismo norteamericano, un programa que establece la nacionalización del petróleo, el no pago de la deuda externa, la recuperación de nuestros recursos naturales, la conservación de nuestro medio ambiente, pero que sobre todo habla de la reactivación de la producción agrícola, pesquera, ganadera, artesanal y de la implementación de procesos de industrialización del país, que abran puestos de trabajo, para que el pueblo tenga empleo, atención a su educación a su salud y para, en definitva, terminar con la oligarquía corrupta. ¡Todos los corruptos a la cárcel! El pueblo va a gobernar sin corruptos; serán los trabajadores, los campesinos, los maestros, los estudiantes, los pequeños comerciantes, los jubilados, los más pobres del Ecuador los que ejerzan la conducción del Estado.

Cecilia Jaramillo

Presidenta nacional de la CONFEMEC

Nosotras hemos llegado con delegaciones de varias provincias del país, para demostrar que las mujeres de izquierda y los sectores populares estamos comprometidas con la causa del socialismo y la transformación social. Para nosotras, las mujeres trabajadores, la perspectiva de transformación revolucionaria es una necesidad actual. Las mujeres vivimos una doble condición de explotación, y por esa circunstancia tenemos que trabajar con mayor ahínco y decisión, para que la situación de atraso, pobreza y miseria se acabe definitivamente. En el marco del socialismo las mujeres podemos tener una plena igualdad de deberes y derechos, para fortalecer a las mujeres, a la tendencia de la izquierda revolucionaria.

Daniel Mejía

presidente de la FEUE (Cotopaxi)

Es importante que desde los sectores organizados en el Frente Popular y en algunas agrupaciones que comparten las ideas de cambio, con tendencia progresista y de izquierda, de avanzada, esté claro que la unidad es posible en el Ecuador y en el resto de América Latina. El objetivo es buscar que las clases explotadas podamos acceder a la riqueza, además de buscar la independencia del Ecuador y por ende el desarrollo. La lucha popular unitaria contra la OXI, por ejemplo, ha sido primordial para que la riqueza que genera la venta del petróleo y que antes era para esta empresa extranjera, sea destinada para educación, salud y empleo para el pueblo ecuatoriano.

Jorge Escala

Presidente Nacional de la UNE

La “Unidad Popular” es una expresión de lo que significa el poder de convocatoria que tienen las diversas organizaciones de maestros, campesinos, indígenas y estudiantes, y de su capacidad de construir una propuesta de gobierno alternativo. Se ha elegido a nuestros representantes para, en la contienda electoral, enfrentarnos juntos contra los ricos que participarán con sus partidos y movimientos. Por lo tanto, esta es una expresión de la unidad política e ideológica de los hombres y mujeres, de los patriotas, demócratas e izquierdistas de este país para construir una patria nueva.
Esto tiene que ver con la recuperación de nuestra soberanía, con el no pago de la deuda externa y con meter presos a los corruptos.

Nelson Eraso

presidente de la Unión General de Trabajadores del Ecuador (UGTE)

Las organizaciones sociales y populares impulsamos, en la lucha, el proceso de la unidad de la izquierda. La UGTE enfrenta las políticas neoliberales a través, precisamente, del impulso de procesos de unidad de los explotados. Ahora esa unidad debe proponerse un gobierno que apunte al sistema socialista y que acabe con la sobre explotación a la que nos ha llevado el capitalismo. El TLC, por ejemplo, se presenta como un problema netamente económico; sin embargo también es geopolítico, puesto que apunta a adueñarse de toda América Latina, para someter a los pueblos del mundo bajo los dominios del imperialismo norteamericano.
Nosotros, como parte de la Unidad Popular-MPD 15, velaremos para que esta campaña revolucionaria tome fuerza y no descartamos las alianzas y acuerdos; pero sobre la base de un programa de cambios revolucionarios en el país, en beneficio de todo el pueblo ecuatoriano.

Byron Garcés

Presidente de la FEUNASSC

Los vientos socialistas promueven un cambio en América Latina, y eso nos plantea nuevas exigencias a los sectores populares y de izquierda del Ecuador. Abrigamos la esperanza de que en el próximo proceso electoral estemos unidos como izquierda revolucionaria, para construir una patria nueva. El socialismo es la única alternativa para salir de la crisis y debemos aliarnos en función de los intereses de la mayoría. Podemos conseguir victorias importantes.

Ciro Guzmán

director nacional del Movimiento Popular
Democrático (MPD)

La unidad de la izquierda es una intensa batalla política entre el pueblo y la oligarquía. Nosotros queremos poner fin a la dependencia, a la injusticia social, para inaugurar una sociedad diferente. Luchamos por una patria nueva, que nos proyecte al socialismo. Esto significa construir un Estado con justicia social. Hemos presentado un programa de gobierno que tiene ejes fundamentales como el respeto a la soberanía, mejores condiciones de vida para nuestro pueblo, abolición de la corrupción. Un plan que busca insertarle al Ecuador en el conjunto del mundo en condiciones de igualdad y beneficio recíproco. En este sentido, el haber suspendido la negociación del Tratado de Libre Comercio (TLC), como resultado de la demanda y lucha popular, es el resultado de una exigencia histórica que hemos conquistado los sectores populares y la izquierda en el Ecuador. Ahora hay que darle continuidad a ese proceso de avance de la lucha.

Oswaldo Palacios

vocero del PCMLE

La CONFEMEC, los frentes revolucionarios de izquierda de las universidades del país, las corrientes sindicales del movimiento obrero, los trabajadores municipales, el sector petrolero, organizaciones indígenas, estudiantiles y juveniles, estamos unidos para luchar contra los ricos en esta campaña electoral y llevar a la victoria a los candidatos de la Unidad Popular MPD-15. Desde ese punto de vista presentamos un plan de gobierno que parte de dos consideraciones: la primera, mostrar a los pueblos del Ecuador, a la juventud y a todos los sectores, que la solución definitiva a los problema del país se dará mediante un cambio revolucionario. Se debe dejar atrás los moldes impuestos por un sistema injusto como el capitalista y crear una patria nueva.

Paúl Velásquez

presidente nacional de la JRE

La Unidad Popular, para los jóvenes revolucionarios, es el espacio donde podemos plantear las propuestas juveniles, que combatan a las opiniones que la oligarquía ha planteado respecto a que los jóvenes no debemos participar en política. Para nosotros el escenario más propenso para demostrar nuestra propuesta ha sido la “Convención de Unidad Popular”. Creemos mucho en la unidad de la izquierda, porque creemos que es la unidad de todos los sectores populares, democráticos y patrióticos la que nos llevará a derrotar al imperialismo. Por tal motivo nosotros respaldamos la propuesta del MPD-Unidad Popular para convocar a todos los sectores de izquierda, porque estamos convencidos que ellos deben ser los que lleguen al poder.

Ulbio Torres Carrión

presidente de la Federación de Trabajadores Municipales de El Oro.

Creemos que los trabajadores y los pueblos estamos demostrando en esta Convención la unidad y necesidad de una nueva sociedad, de una nueva patria, de un gobierno popular que reivindique las acciones importantes de los trabajadores y los pueblos del Ecuador, con miras a construir el socialismo y sumarnos así a la corriente latinoamericana. La verdadera izquierda revolucionaria en el Ecuador ha impulsado las candidaturas a través de la “Unidad Popular”, junto a las corrientes sindicales y los movimientos políticos. Nuestra organización plantea la nacionalización del petróleo y propone un gobierno que permita eliminar las clases sociales. Creemos que debe haber sindicalización obligatoria, que permita fortalecer a los trabajadores en el Ecuador. Esta Convención es la expresión más ferviente de la acción democrática y política de los pueblos.

Ketty Valencia

Confederación Unitaria de Barrios del Ecuador (CUBE)

Lograr la unidad popular en el Ecuador es un triunfo para la izquierda revolucionaria. Los sectores urbano-marginales somos la parte medular de los pueblos, que hemos dejado de lado el ser sumisos y no salir a reclamar nuestros derechos, como en efecto lo estamos haciendo ahora. Es un triunfo el haber sido parte de la exigencia de la salida de la Oxy y la suspensión de la firma del TLC.
El plan de gobierno es una alternativa, no va a resolver todos los problemas del país, lo único que haría es aliviar en parte el sufrimiento que ha tenido la gente en el Ecuador. La salida definitiva sería plantear un gobierno socialista.