Que un candidato presidencial se disponga a defender su votación con la ley y las instituciones en la mano, y con la ciudadanía a su lado, no debiera de poner nerviosos a los 39 dueños de México.pero...
Que un candidato presidencial se disponga a defender su votación con la ley y las instituciones en la mano, y con la ciudadanía a su lado, no debiera de poner nerviosos a los 39 dueños de México, en particular a los que convergen en los consejos de administración de Televisa y Tv Azteca, y mucho menos que induzcan a sus conductores, locutores e intelectuales orgánicos a desacreditar anticipadamente un reclamo ciudadano que apenas comienza.
Es lo menos que se le puede y debe exigir a los candidatos presidenciales perdedores, de acuerdo al cómputo del Instituto Federal Electoral. Lo inaceptable es la tempranera y sospechosa renuncia de Roberto Madrazo Pintado a defender sus votos y sin más reconocer el presunto triunfo de Felipe del Sagrado Corazón de Jesús Calderón Hinojosa, mucho antes de que lo hiciera el IFE, tal como también lo hizo Roberto Campa Cifrián, el patiño -Madrazo dixit- de Elba Esther Gordillo Morales, para asegurar el registro de la franquicia electoral de la cacique magisterial.
Los hombres y mujeres del gran capital debieran preocuparse, y muy seriamente, si el malestar ciudadano no tuviera liderazgo y cauces partidistas.
Me explico: Utopía recibe un promedio de 200 mensajes electrónicos diarios. A partir del domingo predominan los relativos a la histórica jornada comicial tanto por su carácter participativo como competitivo, mas no por la extraña incompetencia de la costosísima autoridad electoral. Más costosa aún que los partidos y las campañas electorales. Y ello ha sido eficazmente ocultado.
Las críticas airadas a Luis Carlos Ugalde y el IFE, las denuncias puntuales pero también incendiarias son la constante. Lo que más llama la atención es que provienen de ciudadanos sin aparente militancia en los partidos de la Revolución Democrática, del Trabajo y Convergencia por la Democracia. Ni siquiera de las redes ciudadanas. Con varios he conversado personalmente o hablado por teléfono y detecto una irritación contenida con dificultad.
Como son la misma ciudadanía y grupos políticos críticos a la coalición Por el Bien de Todos los que se han manifestado en plazas públicas en los últimos días. No se olvide que Andrés Manuel López Obrador triplicó la votación perredista.
Preocúpense y muy en serio, los dueños del dinero y el candidato presidencial que apoyaron sin límites, cuando el liderazgo político y social de López Obrador sea incapaz de dar cauce institucional a la energía ciudadana y popular.
También debemos exigirle a la plutocracia, sus empleados y base social que no auspicien, como lo están haciendo en los medios, una riesgosa polarización poselectoral cuando el país ni siquiera comienza a salir de la confrontación electoral que aún sufre todo el tejido social.
La llave para acceder a una vía de superación del profundo disenso ciudadano es la absoluta certeza de todas las partes sobre los resultados de la elección presidencial.
A la vista no aparece otro recurso más que la revisión voto por voto, la apertura de las urnas.
Se pueden argüir principios jurídicos -como lo hacen José Woldenberg Karakovsky y Federico Reyes Heroles González Garza- y hasta filosóficos -como argumenta Sergio Sarmiento-, pero el que nada debe nada teme.
Si la elección fue limpia y transparente, si las actas reflejan el contenido de los paquetes, no se entienden las razones para una oposición tan cerrada.
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