por Fabio Parra Beltrán; fabio_parbelt@hotmail.com
3-3-2007

La costa atlántica dejó de ser reconocida como la región que vio nacer y ungió con la pócima marina de las artes a personajes insignes del nivel de Gabriel García Márquez, premio Nóbel de literatura en 1982, el boxeador Miguel Happy Lora, campeón mundial en varias ocasiones en la década del 80, el futbolista Carlos el pibe Valderrama, los músicos Carlos Vives, Emiliano Zuleta, autor de la Gota fría, o la mujer de las caderas que no mienten, Shakira.

Hoy la tierra del olvido de la canción de Vives, que vio nacer a los colombianos más populares en las letras, la música y los deportes a nivel mundial, afronta la condena de ser popular por los congresistas detenidos por sus nexos con el paramilitarismo y de Jorge Noguera, ex director del DAS, detenido por lo mismo, y de los autores intelectuales de los delitos de los antes señalados. Lo que no es óbice para que los hechos delincuenciales estén ambientados por el sabor caribe, por la frescura inconfundible que caracteriza a los oriundos de esta región. El fin de semana periódicos y noticieros de televisión deleitaron a sus seguidores, y digo deleitaron por la similitud a un reality show que tiene esta payasada, presentando imágenes de la nueva vida en prisión de los congresistas del norte del país; los exhibieron recibiendo visitas y lograron mostrar las habitaciones en las que pasan las noches frías y solitarias cavilando antes de dormir.

Sin embargo, el país de la calle espera prontas sentencias ejemplarizantes, mientras los poderosos piden bajarle la temperatura al tema de acusaciones de unos contra otros y lo contrario, que esta haciendo hartos los medios informativos y esclareciendo lo ridículos y parcializados que somos para afrontar cuestiones tan serias.

Hoy en el almuerzo, un importante funcionario de la Presidencia, planteó un análisis cierto, no defensor, si muy real, acerca del porqué no se dio debate similar cuando en el gobierno de Andrés Pastrana 1998-2002 se entregó media Colombia a la guerrilla de las FARC, en un irrisorio proceso de paz, acompañado por la sociedad civil –que aun no se a quien representan- para que se burlaran del Estado y en contubernio con los gobiernos locales desangraran las finanzas de las entidades territoriales.

Y tiene razón el amigo mió –razón, razones en plural, es diferente a disculpas que es lo que tiene Bush para expropiarle a Irak el petróleo destruyendo y asesinando todo lo que le impida cumplir su cometido- recuerda mi amigo que hasta le llegada de Uribe al poder, en la mitad de la nación no había presencia de la fuerza publica y a los gobernantes, les tocaba, no había otra elección, cogobernar con la guerrilla para mantenerse vivos en ejercicio del cargo. Cuando Uribe se posesionó el 7 de agosto de 2002 encontró 416 alcaldes despachando fuera de sus municipios, 192 municipios sin fuerza pública, 256 con menos de 20 policías, que es igual a no tener, cuando la guerrilla ataca con escuadrones de más de 100 hombres; esa era la realidad ante la que se enfrentó y derrotó el actual gobierno.

Y ni antes de ese momento en que las FARC dominaban el país, así todos supieran que en alcaldías y gobernaciones se firmaban millonarios contratos ficticios, suscritos en calidad de cuota para evitar las tomas armadas a los cascos urbanos de los pueblos, se ventiló un escándalo por las sociedades delincuenciales entre los políticos y la guerrilla para robarse las regiones; hoy los paramilitares están contándole a la justicia que hacían lo mismo, y la sociedad se escandaliza, se sonroja y exige lo que nunca antes demandó, lo que es bueno, más bueno de haberse hecho siempre, si toda la vida se hubiera reprochado la manguala de los delincuentes para tomarse el poder.

Entonces me pregunto que ha motivado que sea en este momento y no antes que los clanes politiqueros pasen por un mal momento y sean señalados con el dedo acusador como bandidos. Me pregunto, siendo un transeúnte desprevenido, si es Uribe quien esta detrás del alboroto, como parece estarlo. Y a la vez reflexiono, de ser cierto ¿Por qué Pastrana ni se inmutó, como no lo hizo Samper, ni Gaviria, ni nadie, cuándo la guerrilla dominaba el país? Uribe esta haciendo lo que sus predecesores no fueron capaces de hacer, gobierna; Uribe tiene cojones, sabía lo que soportaría cuando les tiró las llaves de la paz y la reconciliación a las Autodefensas Unidas de Colombia para que las buscaran entre las hojarascas que vuelan sobre las fosas comunes construidas por ellos en las que reposan los cadáveres desmembrados de inocentes victimas. Estaba consiente el Presidente, de los efectos que afrontarían sus socios políticos, y aunque le ha temblado la mano para tomar decisiones a la hora de apartarlos del poder, lo ha hecho y se la esta jugando a fondo en un proceso de paz que aun no me convence del todo, al que le reconozco el cumplimiento de la cláusula pactada, de contar la verdad los reinsertados, quienes están describiendo como manejaban –yo creo que aun lo hacen- la política en la costa atlántica.

Hoy es la costa, y a medida que declaren los jefes paramilitares que aun no lo han hecho, el país entero sentirá que el vecino político que vimos triunfar sin saber como, tenia su guardado, más real que el realismo mágico de García Márquez, el costeño más ilustre que témenos.