por Guillermo Olivera Díaz; godgod_1@hotmail.com
24-4-2012
La escuché anoche con asombro y la leí pasmado en diversos medios hoy esta frase de César San Martín Castro, Presidente del Poder Judicial: “por un comportamiento que ha sido jurídica y éticamente irreprochable” –el suyo- no había razón alguna para que tema. Salvando distancias morales y óntico-ontológicas entrambos, Alan García decía casi lo mismo: “quien no la debe no la teme”.
Para mí es exactamente lo contrario lo que debió afirmar San Martín. Jurídicamente, comete delito de prevaricato quien como él siendo apoderado por Escritura Pública del Banco de Crédito del Perú (BCP), poder que se inscribió en los Registros Públicos y sólo se revocó en marzo del 2012, al propio tiempo resuelve como juez supremo dos causas del justiciable BCP. Agazapar esta doble conducta por años y pretender cohonestarla es altamente antiético, impropia de un magistrado, aunque haya sido autor de la condena al ex mandatario Alberto Fujimori. ¡A quien delinque se pena; no importan sus méritos!
El 21-12-2004 en la Causa N° 2598-2002 el cuestionado San Martín aprueba la condena de alguien que supuestamente ha delinquido agraviando al citado banco; y el 14-6-2005 en otra Causa N° 686-2005-A, donde también figura como parte su banco-poderdante, igualmente estampa su firma como vocal juzgador. En el primer caso era el Presidente de la Sala Penal Permanente de la Corte Suprema; en el segundo, integraba la Sala; supuestos que jurídicamente son lo mismo, ambos reprochables y de contenido penal.
No estará demás recordar aquella noche de noviembre del año 2007 cuando César San Martín ante el Consejo de Ministros que presidía Alan García sustentaba un proyecto de ley pro Fujimori –ya en Lima, extraditado desde Chile-, que permitía al acusado no asistir a las audiencias de su juicio oral, luego que se acogiese al silencio. (César San Martín: el juez proyectista http://www.voltairenet.org/Cesar-San-Martin-el-juez).
¿Quién se lo pidió, cuándo, dónde, cómo y por cuánto proponer una norma semejante sin que lo sepan los otros integrantes de su Sala, menos el Pleno de la Corte Suprema? ¡Este comportamiento es de lesa magistratura y nunca se investigó!
En la historia de la República del Perú: ¿ha habido algún juez supremo que haya hecho lo mismo, proyectando un dispositivo legal y haciendo exposición oral de sus alcances en Palacio de gobierno ante ministros y presidente? ¡Apodícticamente señalo: NUNCA!
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