Alan quiere sacar a Jorge de la dirección del PAP oficial, y hacerlo en su estilo, humillándolo (como ha sido siempre que alguien ha tratado de hacerle sombra). Es típico comportamiento sicótico, no de vencer en buena lid, sino de aplastar, denigrar y pisotear, de esa manera "disciplina" a todos los demás. Por eso a García hasta sus íntimos no lo quieren, le tendrán miedo en todo caso, y ese miedo es el que trata de inculcar a toda la organización. Las matanzas de El Frontón, Lurigancho, Accomarca, Bagua...responden al mismo estilo. Es el criollo arribista, que actúa como heredero colonial latifundista. Es un estilo político ajeno a la modernidad política, es reaccionario y autoritario sin moral alguna y sin respeto ni lealtad a quienes se la han jugado por él.
El conflicto con Jorge ha durado mucho tiempo para los fines de García en el 2016. Y no tiene confianza en que el PAP dirigido por Jorge cierre filas con él, si la Mega Comisión del Congreso le finca responsabilidades personales o cae alguno de sus colaboradores-testaferros cercanos como Chang.
No hay diferencias ideológicas, no hay discrepancias de linea política, no hay colisión de estrategias frente al humalismo. Alan y Jorge son de la misma matriz anti-Haya que traicionó "El cambio responsable" de orientación socialdemócrata, por un neoliberalismo salvaje, antipopular y antiperuano.
Cuando estuvo en el gobierno, Alan García, azuzó la confrontación entre Jorge y Mulder, conociendo las pretensiones del primero para el 2011 y conociendo también la enfermiza ambición del segundo. Jorge era "la derecha" y Mulder era "la izquierda". De esta forma controlaba las alas del PAP. A los viejos los marginó o los nombró en directorios, embajadas o contratos-PNUD.
Ahora es Alan "El renovador" frente a Jorge "El corrupto".
Sacando a Jorge, García busca "lavar" su imagen no ante el pueblo que tiene la peor de las opiniones sobre este hombre, sino ante las élites y grupos de poder.
Al frente del PAP intentará ser la oposición a Ollanta "desde la izquierda" (como dice el dictador Mulder), y podrá hacer todo el ruido que quiera, pero Ollanta lo ha hecho quedar muy mal al tomar decisiones que García no se atrevió a realizar.
La imagen de García es la de una bestia derechista. Si comienza a presionar desde el PAP, el humalismo se reorganizará, no dejará que García ocupe el espacio del centroizquierda aunque sea a costa de retórica. La derecha activa (Keiko, PPC, PPK) también comenzará a presionar, y los empresarios dirán "¿Qué está haciendo García? ¿Quiere polarizar al país? ¿Y la gobernabilidad?
García quiere hacer todo esto antes que acabar de nuevo en el banquillo o fugándose a Bogotá o París, para jugar al "perseguido". Juega estos dos escenarios políticos. Lo suyo no es la "renovación, sino "la restauración" y la nueva búsqueda de impunidad. Solo los cacasenos (los secretarios regionales y distritales caducos), el oportunismo y los trepadores, creen que vendrá un gran cambio partidario. Los alanistas que estuvieron cobrando por cupos laborales estarán prestos a festejar a García.
Jorge no tendría mayor problema en apoyar este juego y escenarios, si él fuera actor de la jugada, pero es la víctima. Además su enemigo mortal, Mulder estará esperando ser el "segundo" (seguido de una pequeña corte de geishas, viajeros a China y cc que radican en EEUU y se aferran a la última de sus certidumbres). Por eso el "jorgismo" está trepidante, pero son muchos errores acumulados, muchas deslealtades, muchas traiciones a los apristas desde la PCM.
Lo único que puede voltear la tortilla es un cambio drástico de actitud política de Jorge:
Denunciar a García. Sacarlo al fresco y exhibir la componenda seudo legal que determinó la prescripción durante su primer gobierno, y las comisiones por el remate de los bienes públicos en su segundo gobierno. Cambiaría el juego, la correlación de fuerzas (ganaría aliados), ocuparía espacios...y también asumiría riesgos, sin duda, como lo señalamos en un correo anterior, pueden aparecer nuevas evidencias en contra suya y terceros pueden comenzar a hablar.
Otra alternativa a este escenario, es que cesen las hostilidades, y el alanismo se reagrupe con el objetivo del 2016. Y a Jorge le den su lugar en un esquema dirigido por García. Sería una capitulación acomodaticia.
Entonces la pugna Alan/Jorge no es por caprichos de uno y afanes renovadores del otro, tampoco es un pleito de callejón o lío de comadres. García quiere dar por concluido el ciclo de Jorge y aupar a los cuarentones y a Mulder. Intentará reactivar las bases en un año, (lo que no hizo durante todo su gobierno). Necesita a los apristas como mano de obra barata para sus campañas electorales y políticas. Sería la consolidación del alanismo.
En este juego de presiones, o Jorge se alinea (puesto que salvo la dirección del PAP no hay otras razones para disentir) o será humillado y pisoteado.
Pero Jorge no se lo dejará facil a García. Aún puede obligarlo a negociar, tiene información selecta...¿alguien se imagina a la megacomisión anticorrupción escuchando a Jorge declarando contra García?
Por supuesto si triunfa la capitulación pactada, veremos a Jorge levantando el brazo de García. Y santas pascuas. Pasaríamos del "palo encebado" al "palo pactado".
El partido que surja de dicho pacto ya solo será un instrumento de la impunidad, la gobernabilidad autoritaria al servicio de la derecha y sostén de entramados cleptocráticos, la mejor fórmula para que Nadine Heredia sea candidata triunfadora en el 2016.
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