El tribunal de la India a cargo del juicio contra los responsables de los atentados perpetrados en Bombay oyó a través de una videoconferencia las declaraciones de David C. Headley, encarcelado en Estados Unidos.
Washington organizó esta forma de interrogatorio para contrarrestar las sospechas de participación de Estados Unidos en dichos atentados.
Según la versión oficial estadounidense, David C. Headley había sido arrestado en Estados Unidos por tráfico de drogas, en 2001, pero logró obtener la impunidad al aceptar convertirse en informante de la DEA, la agencia antidrogas estadounidense.
Headley fue infiltrado entonces en Pakistán, el país de origen de su padre. En 2002, se unió al grupo terrorista Lashkar-e-Taiba, sin que ello provocara ningún tipo de reacción de parte de la DEA. Al parecer fue uno de los principales organizadores de los atentados perpetrados en Bombay en 2008 y fue arrestado nuevamente en Estados Unidos cuando se hallaba en posesión de planes para la preparación de un atentado contra un diario de Dinamarca. Luego de condenarlo a cadena perpetua, la justicia estadounidense redujo esa pena a 35 años de cárcel a cambio de información sobre el grupo terrorista al que pertenecía. Se supone que actualmente cumple esa pena de cárcel en un lugar desconocido.
El pasado 8 de febrero, durante el interrogatorio de la justicia india, David C. Headley dijo haber organizado los atentados a pedido de «los mayores Alí y Aqbal» del Inter-Services Intelligence (ISI – los servicios secretos de Pakistán) y que la organización terrorista Lashkar-e-Taiba trabajaba bajo el control del propio ISI. También describió dos intentos anteriores de atentados fallidos.
Durante el interrogatorio del 12 de febrero, Headley afirmó que, en 2004, una célula clandestina encabezada por la joven Ishrat Jahan recibió el encargo, que no llegó a concretarse, de asesinar al hoy primer ministro de la India, Narendra Modi, quien ocupaba en aquel momento el cargo de ministro-presidente del Estado indio de Gujarat.
Numerosos comentaristas se han referido a la posibilidad de que los atentados de Bombay se hayan realizado por orden de una potencia colonial con intenciones de mantener la enemistad entre la India y Pakistán.
Esas sospechas se han visto reforzadas por el hecho que David C. Headley resultó ser un agente estadounidense y que fue finalmente arrestado en Estados Unidos, país que se niega a extraditarlo. Las afirmaciones que ahora designan al actual premier ministro indio, el proestadounidense Narendra Modi, como posible blanco de un atentado no han logrado disipar esas sospechas.
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