El primer ministro sueco, Fredrik Reinfeldt, ha exigido la dimisión de su ministro de Defensa, Sten Tolgfors (foto), después de varias semanas de controversia respecto a un acuerdo secreto de venta armas con Arabia Saudita efectuado en un pasado reciente.
A principios de marzo, la Radio Nacional sueca Sveriges Radio reveló y demostró -documentos a la mano-, la participación del ministro de Defensa sueco, en un proyecto secreto para construir una fábrica de armas en Arabia Saudita, incluyendo la construcción de 35 complejos destinados a la construcción de armamento ultra moderno, en particular en el campo de los misiles anti-tanque y torpedos.
La operación, cuyo nombre en clave era Proyecto Simoom, implicaba a la Agencia Sueca de Investigación de Defensa (Totalförsvarets Forskningsinstitut o FOI), que creó para ello una falsa empresa de fachada que sirva de cobertura y para ocultar su papel y el del gobierno sueco.
La semana pasada, la corte sueca de justicia ha abierto una investigación preliminar sobre este asunto, después de que el mismo Director General de la FOI, Jan-Olof Lind, había informado a la fiscalía de una grave «sospecha de delito».
En efecto, según la legislación sueca, cualquier exportación militar de armamento está sujeta a revisión y control por la Agencia Independiente para la no Proliferación y Control de las Exportaciones (ISP) que justamente no habían sido informados sobre este proyecto.
Suecia ya ha vendido en el pasado armas legalmente a Riad (Arabia Saudita), pero de acuerdo con la radio nacional sueca, los documentos clasificados confidenciales obtenidos muestran que «el Proyecto Simoom supera todos los límites admisibles y aleja la frontera de lo que era legal y factible para las autoridades suecas» porque ahora se trata de «ayudar a un régimen dictatorial».
Arabia Saudita es una entidad jurídica de derecho privado y propiedad de la familia al-Saud. Se trata de una monarquía absoluta donde el rey acumula todos los poderes legislativos, ejecutivos y judiciales y donde él mismo ejerce la función de Jefe de Estado y de Primer Ministro. El reino de Arabia saudita no dispone de un presupuesto público, está más bien administrado como una propiedad privada por parte del soberano y no tiene que rendir cuentas a nadie.
Aunque oficialmente Suecia alega llevar una política de defensa de no alineamiento y la «no participación en alianzas militares» Suecia tiene una asociación con la OTAN y coopera en las operaciones de «paz y seguridad». Con la bendición de Sten Tolgfors y del ministro atlantista de Relaciones Exteriores, Carl Bildt, el reino había participado en la Operación Unified Protector que imponía una zona de exclusión aérea que posibilitó el bombardeo de Libia.
En 2011, los principales proveedores de armas de Arabia Saudita han sido el Reino Unido (por 411 millones de dólares, según el SIPRI), Estados Unidos (384 millones) y Francia (182 millones); estos tres países están ignorando la naturaleza del régimen y del sistema político antidemocrático de este excelente cliente.
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