Luis Posada Carriles, autor confeso de un atentado terrorista que costó la vida a 73 civiles cubanos en 1976, fue detenido el 17 de mayo por la tarde por agentes federales después de suspender una cita con las autoridades de inmigración y anunciar su inminente salida de Estados Unidos.

Posada fue arrestado por agentes del Departamento de Seguridad Territorial en torno a las 14:00 horas (20:00, hora española), tras ofrecer una conferencia de prensa en un almacén del noroeste de Miami, según confirmaron fuentes oficiales citadas por la prensa local, recogidas por Europa Press.

En la rueda de prensa celebrada en la mañana de ayer, Posada Carriles afirmó que estaba dispuesto a "reconsiderar" su petición de asilo político si causara algún problema al Gobierno de Estados Unidos, y poco después sus colaboradores dijeron que el líder anticastrista se marcharía del país.

El abogado Eduardo Soto confirmó que su cliente saldría del país debido "a las presiones que se han generado contra Estados Unidos y el exilio cubano". Asimismo, indicó que Posada, de 77 años, debía comparecer ayer a las siete de la mañana ante funcionarios de asilo en Miami, pero decidió suspender la cita y posponer la petición.
La detención del anticastrista tiene lugar horas después de que el presidente de Cuba, Fidel Castro, encabezara esta mañana una masiva manifestación frente a la Oficina de Intereses de Estados Unidos en La Habana, a la que han asistido más de un millón de personas para exigir a Washington que detuviera a Posada Carriles.

Posada Carriles llevaba más de dos meses en Miami donde, con toda impunidad, había solicitado asilo apelando a los servicios prestados para la CIA. Documentos desclasificados hace pocos días por la central de inteligencia y el FBI habían revelado que Posada Carriles trabajó para la agencia norteamericana y que estaba involucrado en la explosión del avión cubano.

La detención se realizó pocas horas después de que más de un millón doscientos mil cubanos marcharon en La Habana contra el terrorismo en una manifestación que encabezaron el presidente Fidel Castro y el primer vicepresidente Raúl Castro.

La información sobre esta multitudinaria manifestación fue suministrada por la televisión local mientras transmitía imágenes de los participantes que pasaron frente a la Oficina de Intereses de Washington aquí para demandar el arresto de los criminales de origen cubano Luis Posada Carriles y Orlando Bosch.

"Castigo al terrorista", "abajo el terrorismo" y "Bush, fascista arresta al terrorista" formaron parte de las consignas coreadas por los participantes, quienes marcharon por el costanero Malecón habanero protegidos por un cielo nublado.

Junto a los cubanos estaban también en la demostración invitados extranjeros como el secretario general del Frente Sandinista de Liberación Nacional de Nicaragua, Daniel Ortega, y Giustino Di Celmo, padre del turista italiano asesinado en 1997 por una bomba en un hotel, Fabio Di Celmo.

Banderas nacionales y personas de todas las edades vestidas con los colores azul, rojo y blanco (de la enseña isleña) portaron carteles reclamando que se haga justicia por los crímenes cometidos por Posada Carriles, además de fotografías de víctimas de atentados como los de la voladura del avión de Cubana en 1976.

"Esta no es una marcha contra el pueblo de Estados Unidos, como hemos dicho antes y lo reiteramos hoy, es una marcha contra el terrorismo, a favor de la vida y de la paz de nuestro pueblo y del pueblo hermano de Estados Unidos, en cuyos valores éticos confiamos", expresó Fidel Castro en un breve discurso antes de iniciar la marcha.

El terrorismo en el más moderno y dramático concepto, con el apoyo de sofisticados medios técnicos y explosivos de gran potencia, fue creado y desarrollado por los propios gobernantes de Estados Unidos para destruir a nuestra Revolución, enfatizó Fidel Castro.

Estas acciones no han cesado un instante durante más de cuatro décadas, dentro y fuera de la isla, dijo el dignatario tras resumir una larga lista de actos violentos contra su país desde enero de 1959.

El Jefe de Estado sostuvo que los criminales Orlando Bosch y Posada Carriles, actualmente en el país norteño, han sido los más sanguinarios exponentes del terrorismo contra el pueblo cubano y autores de decenas de atroces acciones en numerosos países del hemisferio, incluido el territorio estadounidense.

Las mismas instituciones norteamericanas que entrenaron a los terroristas de origen cubano, entrenaron esmeradamente también a los que organizaron el brutal ataque a las Torres Gemelas de Nueva York el 11 de septiembre del 2001, en el que varios miles de personas perdieron la vida, enfatizó el mandatario.

"Adelante, valientes soldados de nobles ideas, despreciando el temor, despreciando el inmenso poder del adversario, despreciando peligros, que la humanidad tiene ansias de justicia", exclamó al llamar a iniciar el desfile.

Mientras tanto, Luis Posada Carriles, cuya extradición es solicitada por Venezuela, compareció ayer ante un reducido grupo de periodistas en Miami, con la evidente anuencia de las autoridades estadounidenses.

En un supuesto almacén en la ciudad floridana, Posada Carriles se presentó en conferencia de prensa para desvirtuar anteriores declaraciones suyas a medios de prensa norteamericanos, en las que había presumido de su participación en acciones criminales contra Cuba.
Confirmó su petición de asilo político al gobierno del presidente George W. Bush, el cual hasta ahora se había negado a reconocer que el terrorista está refugiado en Estados Unidos.

Este martes, el diario The Miami Herald divulgó una entrevista con el connotado criminal, realizada en un lujoso edificio a pocas cuadras de las oficinas del Departamento de Seguridad Interna (DSI) en Miami, donde Posada "vive tranquilamente".

El propio terrorista declaró que ha llegado a percatarse de que el gobierno estadounidense no anda tras él.
Según los autores de la entrevista, "los oficiales del DSI dicen que no están buscando activamente a Posada porque no hay órdenes de su arresto en Estados Unidos", pese a la petición de extradición hecha por Venezuela.

Poco después de la conferencia de prensa, el abogado del criminal, Eduardo Soto, informó que el terrorista había decidido retirar la solicitud de asilo político y abandonar territorio norteamericano.

Mi cliente dejará el país debido a las presiones que se han generado contra Estados Unidos, manifestó Soto a la agencia EFE.

Documentos recientemente desclasificados por la Agencia Central de Inteligencia y el Buró Federal de Investigaciones (FBI) confirmaron la participación directa de Posada Carriles en el estallido de una nave de Cubana de Aviación en 1976, con 73 personas a bordo.

Un reporte del servicio de contraespionaje, emitido ese año, ratifica que el criminal -quien entonces trabajaba para la Dirección de los Servicios de Inteligencia y Prevención de Venezuela- participó en dos reuniones donde se planificó la voladura del avión.

En el aval terrorista de Posada Carriles consta su participación en el plan de asesinato del presidente cubano Fidel Castro, durante la celebración de la X Cumbre Iberoamericana en Panamá, en el año 2000.

El proyecto del magnicidio, en el cual también intervinieron Gaspar Jiménez, Guillermo Novo y Pedro Remón, consistía en detonar nueve kilogramos de explosivo C-4 en el paraninfo de la Universidad de Panamá, donde hablaría el líder cubano.

Indignados por al impunidad que goza en Estados Unidos, el ministro de Interior venezolano Jesse Chacón, declaró que Estados Unidos no debe dejar salir de su territorio al criminal de origen cubano Luis Posada Carriles, si de verdad está decidido a luchar contra el terrorismo.

Lo mejor que le puede suceder al mundo es que Estados Unidos extradite al terrorista de origen cubano, expresó al ser interrogado sobre declaraciones del abogado de Posada, según el cual el criminal abandonará territorio norteamericano debido a las presiones internacionales.
Entrevistado por Venezolana de Televisión, el funcionario venezolano expresó que Estados Unidos hasta ha elaborado la teoría de la doctrina preventiva para atacar a países que presuntamente cometerían acciones terroristas.
Sin embargo, expresó, hoy está en su territorio un conocido terrorista que ha reconocido crímenes como la voladura de un avión civil cubano en 1976, que costó la vida a 73 personas de varias nacionalidades.

¿Cómo podrán justificar ante el mundo que van a permitir su salida?, alertó Chacón, quien ratificó que el gobierno venezolano sabe desde hace mucho tiempo que el criminal se encuentra en territorio norteamericano.
Lo que está puesto en la mesa es la demostración de si la lucha contra el terrorismo es realidad o una hipocresía para justificar otras acciones, dijo.

Poco antes el canciller venezolano, Alí Rodríguez, afirmó que el gobierno estadounidense está obligado a cumplir con la solicitud de extradición de Posada presentada oficialmente por su país.

"Estamos en espera de que Estados Unidos, signatario de los acuerdos de extradición con Venezuela desde 1922 y uno de los más ardientes países que condenan las prácticas de terrorismo, contribuya a capturar a este criminal, tal como está obligado por razones éticas y de principios", expresó.

En declaraciones a la prensa local el canciller venezolano estimó que a las autoridades estadounidenses sólo les queda capturar al criminal y entregarlo Venezuela.
El Tribunal Supremo de Justicia aprobó a principios de mes la solicitud de extradición del terrorista, reclamación apoyada por un amplio movimiento social que se propone recoger medio millón de firmas en respaldo a esa demanda.
El sabotaje al avión civil cubano fue planeado en Venezuela por Posada y el también terrorista cubano Orlando Bosch, quienes utilizaron a los venezolanos Freddy Lugo y Hernán Ricardo para colocar los explosivos.

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