A continuación reproducimos el discurso pronunciado por Hassan Nasrallah, secretario general del partido político Hezbollah, durante la manifestación por la unidad del Líbano, que reunió a un millón y medio de libaneses en Beirut el 7 de marzo de 2005. El jeque volvió a hablar del reconocimiento de los libaneses a los sirios por haberlos protegido de la invasión israelí y por su solidaridad con los refugiados palestinos. Recordó que la paz está basada en los acuerdos de Taif y que se reanudaría la guerra si estos fueran impugnados por la Resolución 1559. Finalmente hizo un llamado a Francia y pidió al presidente francés Jacques Chirac que apoye al pueblo libanés como siempre lo ha hecho.
Señoras y señores:
Me dirijo hoy a ustedes que han esperado largas horas, vienen de lejos y enfrentan numerosas dificultades. Les agradezco infinitamente su presencia y su apoyo al llamado de sus hermanos, los secretarios generales y presidentes de los partidos y fuerzas políticas libanesas. Asimismo les agradezco que expresen sus opiniones sobre lo que sucede en este país y en esta comunidad.
Nosotros, representantes de las fuerzas y partidos políticos, cuando los llamamos a participar en esta manifestación no dudamos en ningún momento de su respuesta porque desde hace años están del lado del sacrificio y la lucha. Hay entre ustedes familiares de mártires, ex prisioneros y sus familias, hay también entre ustedes familiares de los soldados del ejército que dieron en los campos de batalla lo más preciado que tenían por la dignidad del Líbano, por su unidad, su libertad, su soberanía, su independencia y su identidad árabe.
Ustedes, representantes de todas las categorías sociales, que respondieron a este llamado al venir de todas las regiones del Líbano y de todas las comunidades, son quienes deciden hoy el destino del país. Esta multitud es la prueba de la claridad frente a la duda inútil. La presencia de ustedes es un saludo para el mundo entero que los mira; y yo, que formo parte de ese mundo, comienzo preguntando a nuestros interlocutores en este país y a los que nos miran del exterior: ¿Acaso estos cientos de miles de personas son todas marionetas? ¿Es esta multitud un grupo de agentes de los servicios secretos sirios y libaneses? Es vergonzoso hablar así de su pueblo y de sus interlocutores, utilizando un lenguaje de acusación y humillación.
Homenaje a Siria
Llamo a cada cual a dejar atrás ese lenguaje y esa terminología de humillación con respecto a quien quiera que sea en este país. Vivimos en un país libre y democrático, y cada uno de nosotros puede expresarse, pero en los límites de la cortesía y las buenas maneras. Lo que se ha dicho en las calles mediante insultos es inaceptable. Digo a todos los que nos ven por televisión, y lo digo igualmente al pueblo sirio y a sus gobernantes: «Nosotros, el pueblo libanés, somos personas fieles y corteses, y les pido que nos disculpen por estos insultos».
Tenemos hoy aquí los puntos anunciados en la conferencia de prensa, el primero de los cuales es agradecer a la Siria de Hafez Al-Assad, a la Siria de Bachar Al-Assad, a la Siria de ese pueblo valiente y sólido, a la Siria del ejército árabe resistente que estuvo siempre con nosotros durante los años de defensa y lucha. Nos reunimos hoy para recordarle al mundo y recordarles igualmente a nuestros interlocutores reunidos en la Plaza de los Mártires que esta plaza en la que nos encontramos y la plaza en la que ustedes están reunidos fueron destruidas por Israel y por las guerras anteriores, y que fue Siria el país que trajo la seguridad a estos lugares y los unificó nuevamente gracias a sus soldados. Fue Sharon quien destruyó Beirut y Hafez Al-Assad quien lo protegió. Somos un pueblo agradecido y si hay alguien que no reconoce el Bien, lo consideramos fuera de la actitud común a los libaneses.
A Siria le decimos lo que dijo su presidente Bachar Al-Assad: «En el Líbano, tu presencia no es sólo material o militar, estás presente en las mentes, en los corazones, en el presente y en el futuro», y proclamo ante ustedes que nadie podrá retirar a Siria ni del Líbano, ni de su mente, ni de su corazón ni de su futuro.
Respeto de los acuerdos de Taif
Estamos de acuerdo con todas las decisiones del Consejo Supremo Sirio-Libanés reunido ayer y confirmamos que toda planificación del repliegue o retirada siria del Líbano deben realizarse única y exclusivamente en el marco del acuerdo de Taif. Hemos venido hoy a decir al mundo que rechazamos la Resolución 1559. Estamos de acuerdo con quien acepte la posición de que el repliegue o la retirada siria sean efectuados según los términos del acuerdo de Taif, pero consideramos que quien insista en la Resolución 1559 rechaza de hecho el acuerdo de Taif , rechaza el consenso nacional, pisotea la sangre del mártir Rafic Hariri y sus consejos y rechaza finalmente las bases sobre las cuales el Líbano emergió de su catastrófica guerra civil.
Confirmamos igualmente que únicamente los acuerdos de Taif , la voluntad de ambos gobiernos, el libanés y el sirio, así como sus intereses, constituyen la plataforma que debe enmarcar la presencia militar siria y no todo tipo de presiones internacionales o de dictados extranjeros tendientes a dar ventajas a Israel.
Homenaje a Rafic Hariri
(...) Nosotros, reunidos hoy, reafirmamos nuestra condena al terrible crimen que ha sido el asesinato del presidente Rafic Hariri y de sus amigos y compatriotas. Presentamos nuestras condolencias a su familia y le decimos que todos nosotros queremos conocer la verdad, pues la verdad, si sale a la luz, protegerá al Líbano y a Siria, y de ese modo evitaremos la discordia que nos amenaza. La verdad sobre el asesinato contribuirá igualmente a tranquilizarnos a todos.
Hoy, desde este sitio, exhortamos a todos a dejar de explotar este asunto con fines políticos, ya que se trata de una cuestión nacional que nos afecta a todos los libaneses, y creemos que la familia Hariri es más que una simple familia o un simple movimiento. Hoy, la familia Hariri vive en los corazones de todos los libaneses, pues esta familia ha dado su sangre y nosotros conocemos el valor de la sangre. Es por ello que debemos sacar a esta familia y a esta sangre del terreno de los objetivos políticos. Todos queremos conocer la verdad, de manera firme, resuelta (...).
Propuestas
Para salir de esta crisis, proponemos los puntos siguientes:
Las consultas entre los diputados deben iniciarse a partir de mañana en un clima de responsabilidad, y exhortamos a dar a una de las principales figuras políticas la tarea de formar el nuevo gobierno.
Exhortamos al presidente encargado de formar el gobierno en nombre de todos los partidos políticos libaneses a hacerlo sobre una base de unidad nacional y, si tuviésemos que enfrentar a la oposición, le decimos que un gobierno neutral carece de sentido en el Líbano.
El país pasa atraviesa en estos momentos un período crítico y necesita un gobierno responsable que lo dirija tomando en cuenta todos sus intereses, políticos, de seguridad, financieros y económicos. El país espera celebrar elecciones y de ningún modo podemos vivir en circunstancias de vacío jurídico.
El país necesita un gobierno que investigue el asesinato de nuestro mártir Rafic Hariri.
Si la oposición se niega a que se constituya un gobierno de unidad nacional, iremos entonces a la mesa de negociaciones, aunque nadie puede hablar de diálogo mientras frecuente los salones del «Bristol», de «Aïn Tina» y de la «tercera fuerza». ¿Cuándo podrán reunirse todos los libaneses en torno a la misma mesa de negociaciones?
Después del discurso del presidente Bachar Al-Assad y después de esta reunión, llamo a todos a reflexionar y a reconsiderar su táctica y su estrategia. Y le digo también a la oposición: si ustedes entran a formar parte del gobierno, participen en los debates con todas las fuerzas o, de lo contrario, presenten otra propuesta de encuentro y de diálogo que nos permita analizar en conjunto nuestros problemas y dificultades.
Los temas que consideramos muy importante abordar tras la reunión del Consejo Superior líbano-sirio son los que consisten en verificar la exacta aplicación de todos los artículos del Acuerdo de Taef, y con la creación de comités destinados a discutir cada artículo y su aplicación, no debe haber ningún retroceso en relación con ninguno de ellos.
Queridos hermanos, si llegamos juntos a conclusiones comunes, les aseguro que Siria respetará nuestra decisión.
Solidaridad con los refugiados palestinos
Queridos hermanos y hermanas, reitero nuestro rechazo a la Resolución 1559. Protejamos a la Resistencia, la opción de la Resistencia, el funcionamiento de la Resistencia, y el arma de la Resistencia. Rechacemos la fijación de domicilio basada en un principio racista, ya que nuestros hermanos palestinos que residen en el Líbano son nuestra familia y nuestro corazón. Opongamos a ese proyecto una buena alternativa: el regreso de los palestinos a su país, a sus casas y a sus granjas. La fijación de domicilio sólo sería útil a Israel, la fijación de domicilio es una concepción a favor de Israel.
Rechazo de la injerencia estadounidense
Hoy estamos aquí para defender el proyecto del Estado y la paz civil, y para poner fin a todo tipo de desorden en este país. Hay quienes han contado con el desorden en el país, y a estos debo recordarles: la paz en el Líbano es responsabilidad de todos nosotros y obedece al interés de todos nosotros; la paz representa esa raya de aviso que no debemos cruzar.
A nuestros asociados en este país, les dirijo estas breves palabras: Únanse al diálogo. Y me refiero tanto al plano interno como al externo: el Líbano es un caso único, el Líbano no es Somalia, y si ustedes piensan en una intervención extranjera, el Líbano no es Ucrania, el Líbano tampoco es Georgia. El Líbano es un caso único en el mundo, y quien piense que puede colocar al Líbano en la lista de sus objetivos, valiéndose de manifestaciones, de palabras y de chales sobre los hombros, se equivoca.
Palabras al presidente Jacques Chirac
El Líbano no puede construirse sin la participación de todos sus ciudadanos, sin su acuerdo y sin su diálogo, y en este sentido debo decir con toda franqueza: nadie tiene derecho a imponer su decisión a otro, ni de forma verbal ni por la vía de las armas.
Si este país perdiese su capacidad de dialogar, se destruiría, esto es lo primero que quiero decir a nuestros asociados. Lo segundo va dirigido a Francia, en la persona de su presidente, el Sr. Chirac: Usted ama al Líbano y usted defiende al Líbano y, a lo largo de los años, usted ha visitado el Líbano en varias ocasiones. Sabemos la importancia que usted concede al Líbano. Por ello, Excelencia, si usted en verdad se preocupa por la libertad en el Líbano y por la democracia en el Líbano, entonces observe con sus propios ojos: estas personas que están hoy presentes aquí, ¿no son acaso los ciudadanos del Líbano que usted ama? Estos libaneses le decimos que queremos mantener nuestras excelentes relaciones históricas con Siria, le decimos que apoyamos la resistencia y el derecho de los refugiados palestinos a regresar a sus tierras, le decimos que: rechazamos la Resolución 1559.
Por tanto, le exhortamos a que -basado en una posición democrática y en estas manifestaciones-, deje usted de apoyar una Resolución que es totalmente impopular en el Líbano. ¿Acaso no es esto democracia, en el sentido que se le otorga a esa palabra en Occidente? Si democracia significa el gobierno de la mayoría, si la mayoría rechaza la Resolución 1559, y si democracia significa aquello hacer aquello con lo que la mayoría está de acuerdo, entonces ¿dónde está el acuerdo a favor de esta Resolución? Yo exhorto a Francia y a su presidente a que reconsidere su posición sobre la base de sus lazos de amistad con el Líbano.
Palabras al general Ariel Sharon
(...) [General Sharon], deje de alimentar esperanzas y olvide sus sueños respecto del Líbano. Aquí no hay lugar para usted. En 1982 usted se encontraba en la cima y nosotros salíamos del horror. Hemos resistido y hasta derramado nuestra sangre, y lo hemos vencido a usted. Hoy, como libaneses unificados e imbuidos de la voluntad y del ánimo de nuestra resistencia, somos más fuertes que nunca.
Ustedes, israelíes, serán derrotados por nuestros hermanos palestinos que luchan a mano limpia. Y lo que usted no pudo conseguir por vía de la guerra, jamás lo obtendrá por la vía política.
¡Viva el Líbano unido!
(...) Queridos hermanos, ustedes tienen la última palabra. Procedentes de todas las regiones del Líbano, de todos los partidos y creencias religiosas, nos hemos reunido para decir claramente: rechazamos la división del Líbano, luchamos por un Líbano unido y sólido y gritamos juntos: «¡Viva el Líbano unido!».
(...) Aquí concluimos, para dejar que la gente se ocupe de sus quehaceres diarios. Pero nuestra movilización no terminará nunca, porque nos reuniremos cada dos o tres días, en diferentes ciudades libanesas, para manifestar nuestra posición a favor de la cooperación de todas las fuerzas libanesas.
Les reitero mi infinita gratitud, queridos amigos fieles.
¡Viva el Líbano! !Viva la resistencia! ¡Y viva Siria!
¡Y que la paz de Dios sea con todos vosotros!
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