Antes de comenzar con la exposición, quiero agradecer a los organizadores de este evento el haberme invitado a participar y compartir con ustedes algunas reflexiones con respecto al ALBA.

Asimismo debo manifestar que es un verdadero honor poder compartir esta tribuna con dirigentes de la talla de Jorge Ceballos, coordinador nacional del Movimiento Barrios de Pie y miembro del Secretariado Político del Congreso Bolivariano de los Pueblos, como también con el amigo Aníbal Mellano, genuino representante de las pequeñas y medianas empresas argentinas, hombre comprometido con la causa de los pueblos.

Normalmente sucede que en las conferencias donde el tema central es el ALBA, la Alternativa Bolivariana para la América, no se habla del ALBA, sino que se habla sobre el ALCA. Se expone sobre el ALCA, se plantea todos los males que conlleva esta propuesta imperialista y se concluye afirmando que el ALBA es todo lo contrario. A lo sumo se mencionan algunos ejemplos: Petrosur, Telesur o Banco del Sur. Pocas veces se intenta explicar la propuesta bolivariana de integración, y cabe aclarar, que el ALBA no es solo una respuesta al ALCA, no es solo eso, sino que la trasciende en todos sus aspectos.

Es por esto que, con la intención de no repetir la tradicional conferencia sobre el ALBA pero donde no se habla del ALBA sino del ALCA, es que me tomé la tarea de bosquejar 10 puntos de aproximación a la propuesta ALBA y el rol de los pueblos en su construcción.

1) El ALBA es un proyecto histórico

Si bien nace como propuesta alternativa al ALCA, el ALBA responde a una vieja y permanente confrontación entre los pueblos latinoamericanos caribeños y el imperialismo. Monroísmo versus Bolivarianismo, tal vez sea la mejor manera de plantear los proyectos en pugna. El primero, aquel que se resume en “América para los americanos”, en realidad “América para los norteamericanos”. Ese es el proyecto imperialista, de dominación, saqueo y rapiña. El segundo es la propuesta de unidad de los pueblos latinoamericanos caribeños, la idea del Libertador Simón Bolívar de conformar una Confederación de Repúblicas. En síntesis: una propuesta imperialista enfrentada a una propuesta de liberación. Hoy ALCA versus ALBA.
Por lo tanto debemos de entender que el ALBA reconoce sus antecedentes en la mejor tradición de las luchas independentistas y por la unidad.

Ahí aparece, entonces, la figura del Precursor, Francisco Miranda, con un Plan de Gobierno para esta región, a la que él llamaba Colombia. Y nos encontramos, sin duda, con la obra y el pensamiento del Libertado Simón Bolívar. Es necesario leer, estudiar, reflexionar sobre la “Carta de Jamaica”, su discurso en el Congreso de Angostura, la carta a Martín de Pueyrredón, la Convocatoria al Congreso Anfictiónico de Panamá, los acuerdos Mosquera-Monteagudo, Mosquera-O Higgins, Santamaría-Alaman, la correspondencia con José de San Martín y tantos otros documentos que anuncian el camino del ALBA.

Y no nos podemos olvidar tampoco de Sucre, de las proclamas de Hidalgo y Morelos, del general San Martín, de Artigas y su reforma agraria, de la “Ley Gaucha” de Güemes, del Plan de Operaciones de Mariano Moreno, de los escritos económicos de Belgrano, de la obra de Simón Rodríguez, del proyecto de Federación de Bernardo Monteagudo, de la obra del hondureño Cecilio del Valle y de la lucha por la Confederación Centroamericana de Francisco Morazán. En todo ese período, de no más de 20 años, se generó, a través del pensamiento y la acción, doctrina revolucionaria, programas, proyectos, emprendimientos y leyes conducentes a la integración y la independencia con justicia social. Creo que es uno de los períodos más brillantes de nuestra historia.

Pero también, en esa dirección, luego de la derrota del proyecto bolivariano, las fuerzas populares se recomponen y vuelven a la histórica lucha. Levantan banderas de unidad Eloy Alfaro en Ecuador, Martí en Cuba, Ezequiel Zamora en Venezuela, Felipe Varela en Argentina, Ramón Emeterio Betances en Puerto Rico… y tantos otros.
El mismo gran patriota y revolucionario nicaragüense “El general de Hombres Libres”, Augusto César Sandino, escribirá su proyecto de unidad latinoamericana: “Plan para la realización del sueño supremo de Bolívar”. Y esto solo para mencionar algunos mojones de nuestra historia.

Al buscar lo más contemporáneo, lo más reciente, aparecen Perón y Getulio Vargas con el ABC; Salvador Allende y la Universidad Latinoamericana; la voz de Fidel diciéndonos “Sólo habrá salvación en la unidad”; Francisco Caamaño desde la República Dominicana; Velasco Alvarado desde el Perú mariateguista y tupacamarista; Torres y Marcelo Quiroga Santa Cruz desde Bolivia; Omar Torrijos desde Panamá; Carlos Fonseca desde Nicaragua; João Goulart desde el Brasil; Gaitán desde Colombia; el Che Guevara desde toda Nuestra América… En fin… voces, guías que marcan un rumbo claro hacia la unidad y la segunda y definitiva independencia.

Es por eso que el ALBA tiene antecedentes gloriosos, viene de lo profundo de la América insurgente, tiene raíces, hondas raíces que lo convierten en un proyecto histórico de construcción de la Patria Grande.

2) El ALBA es creación heróica

Como bien lo señalaba el amauta peruano José Carlos Mariátegui, la revolución en esta parte del mundo será “creación heroica, nunca copia o calco”. “O inventamos o erramos”, nos decía Simón Rodríguez. Vale decir que la tarea de construir el ALBA será sin manuales ni “fórmulas mágicas”.

De nada nos sirven los ejemplos de la Unión Europea, ni mucho menos la forma en que Estados Unidos alcanzó su unidad, a costa de rapiña, genocidio indígena e invasiones. La Unión Europea tampoco, porque esa unión se establece de manera defensiva, bajo los parámetros del capitalismo y solo para acumular fuerza en su competencia con Estados Unidos y Japón. La Unión Europea es una estrategia de una serie de naciones en el marco de la lucha intercapitalista e interimperialista. Ninguno de estos son modelos de integración que nos puedan servir a los latinoamericanos caribeños.

Es por esto que los americanos del Sur tendremos que inventar, bucear en nuestra historia, escuchar las “voces del pasado que nos señalan el futuro”, al decir de Eduardo Galeano; implantar un modelo endógeno regional que conduzca a una unidad que sea producto de nuestra propia obra, para cubrir nuestras necesidades y representar nuestros intereses.

3) El ALBA se sostiene en las potencialidades de América Latina y el Caribe

América Latina y el Caribe es una de las regiones más ricas en recursos naturales del planeta. Aprovechar nuestras potencialidades es la clave para el desarrollo y bienestar de nuestros pueblos.

¿Dónde están nuestras potencialidades y de qué manera las aprovechamos hoy? Donde quiera que busquemos encontraremos riquezas inmensas en nuestro continente; pero también encontraremos que esas riquezas no son usufructuadas por nuestros pueblos. Es por ello que en inmensas sabanas, llanos y pampas, con tierras inmejorables para la agricultura y la ganadería, con una potencialidad infinita para producir alimentos, conviven millones de nuestros hermanos que padecen hambre.

Por otro lado, nuestra región es rica en energía y minerales. Petróleo, gas, carbón y energía eléctrica, gracias a los enormes recursos hídricos. Tampoco nos falta hierro, cobre, estaño, zinc, aluminio, oro, plata, cemento, cal. Sin embargo la ausencia de industrias y el proceso de desindustrialización desatado por la implementación de las políticas neoliberales es otro dato de la realidad.

Tenemos la mayor reserva de agua potable del planeta, un recurso que hoy es estratégico y lo será mucho más en los próximos años. Pero pese a tener esa inmensa riqueza, más de un 30% de los 500.000 niños que se nos mueren por año, por razones que serían fácilmente evitables, mueren por diarrea infantil; a causa de falta de agua potable.
Somos una de las regiones más ricas en biodiversidad. Por otro lado también somos la región donde más especies se van extinguiendo por la acción irracional de las empresas multinacionales.

Tenemos una cultura de miles de años que ha sido sistemáticamente negada por la cultura elitista y extranjerizante. El aporte de las culturas de los pueblos originarios, su relación con la naturaleza y su cosmovisión, tienen que ser incorporadas urgentemente por nuestras sociedades, en la lucha por el mejoramiento de la convivencia humana y la vida en armonía con el ambiente. La diversidad y la originalidad son los pilares fundamentales de una frondosa cultura latinoamericana caribeña que hasta hoy ha sido secuestrada y negada para los propios latinoamericanos caribeños.

Y también contamos, dentro de las enormes potencialidades, con una historia digna de un pueblo que nunca se ha resignado a la sumisión y el vasallaje. Mientras los europeos se jactan de haber parido a un Alejandro Magno, a un César, a un Napoleón, nosotros, los latinoamericanos caribeños, podemos decir con orgullo que ésta ha sido tierra de Libertadores y nunca de conquistadores.
En síntesis: tierras fértiles, ríos imponentes, biodiversidad, energía, minerales, una cultura milenaria y una historia heroica de lucha son las riquezas principales que sostienen la construcción del ALBA.

4) El ALBA se apoya sobre valores anticapitalistas La mesa del ALBA está asentada en cuatro elementos, que son impensables dentro de los parámetros del capitalismo

:

a) La complementación.
b) La cooperación.
c) La solidaridad.
d)El respeto a la soberanía de los países.

Ejemplifiquemos con base en los acuerdos ya alcanzados.

a) Complementación: Aquí se encuentran entre otros los acuerdos de Argentina y Venezuela. Argentina produce alimentos que hoy Venezuela necesita y Venezuela tiene combustibles que para la Argentina de hoy son indispensables. Complementación en base a nuestras potencialidades.
b) Cooperación: Acuerdos petroleros entre Brasil y Venezuela. Brasil se especializa en la explotación petrolera “mar adentro”; Venezuela en la producción en “tierra firme”. Ahí entonces se produce un acuerdo de cooperación, cada uno socializa sus conocimientos en las áreas que más se ha especializado.
c) Solidaridad: Petrocaribe. Los países caribeños tienen muy poca riqueza en hidrocarburos. Venezuela, de manera solidaria –sin regalar nada-, ayuda a estos países a adquirir combustibles a precios justos.
d) Respeto a la soberanía: Todos los acuerdos sin excepción se realizan respetando la soberanía y el derecho a la autodeterminación de cada nación firmante.

5) El ALBA es una construcción popular

El ALBA es inconcebible sin la participación de los pueblos, que es “vital, como el oxígeno para los seres humanos”, dijo el comandante Chávez.

Ya hace muchos años atrás, el general Perón se había manifestado sobre este tema, planteando la importancia de la participación popular en la tarea de la integración. Decía, el tres veces presidente de los argentinos, en la misma dirección que lo plantea Chávez, que la presencia de los pueblos en la lucha por la unidad latinoamericana caribeña es lo esencial, “porque los individuos mueren, los gobiernos pasan, pero los pueblos quedan”.

Y en esa tarea titánica es que los pueblos definirán su futuro.

6) El ALBA es un capítulo del proceso revolucionario mundial

La tarea de los pueblos es titánica, colosal, como consecuencia de los desafíos que impone el momento. Veamos por ejemplo:

  Sin la participación activa de los pueblos es imposible, para cualquiera de nuestros países, alcanzar la verdadera independencia. Porque no puede haber independencia sin justicia social, “¡de qué vale la independencia, Simón, si los pobres siguen mendigando, si los indios siguen extendiendo la mano para pedir limosna!”, le escribía Manuela Saenz al Libertador, cuando este marchaba ya hacia su tumba, derrotado por los intereses egoístas de las oligarquías nativas y el colonialismo.
  Pero esa independencia sin justicia social no se alcanzará si los pueblos no avanzan hacia la unidad latinoamericana caribeña, porque solo en esa unidad es que se consolidará la verdadera independencia y justicia social.
  Y esa unidad de Nuestra América tampoco será suficiente si no logramos un nuevo orden mundial, no capitalista, que alcance la armonía entre las naciones, la convivencia pacífica entre los seres humanos y una nueva relación con el ambiente y la naturaleza.
Vale decir, que la tarea de los pueblos es de lucha permanente hasta lograr un mundo con justicia, libertad e igualdad. El ALBA entonces, es un suceso, un eslabón en esta cadena de objetivos, del proceso revolucionario necesario para conservar la especie humana y enterrar cualquier forma de explotación del hombre por el hombre.

7) El ALBA es una forma de integración que no parte de lo mercantil

Lo primero que hay que hacer, en la nueva propuesta de integración, es romper con la lógica capitalista, la lógica del lucro y la ganancia, la lógica de la competencia, la lógica de la economía como crematística . El ALBA debe partir de la integración, en primera instancia, desde lo político y desde lo social. Y esto implica la movilización popular.

Ahí tenemos, desde lo social, tareas que ya se vienen llevando y otras que deberán acometerse con la movilización de las fuerzas populares: campañas de alfabetización, de vacunación, de atención médica, la red de universidades populares, los talleres de artes y oficios, la red de medios de comunicación alternativos, la central de trabajadores latinoamericanos caribeños, la central de campesinos de Nuestra América, la red de defensa de nuestros recursos naturales, en fin, una cantidad de emprendimientos que deberán salir del seno del pueblo y los gobiernos progresistas del continente.

Asimismo, desde lo político, debemos alentar iniciativas como la conformación de la Red de Parlamentarios para la Integración, constituida en El Salvador, a iniciativa del Frente Farabundo Martí para la Liberaci&oacut e;n Nacional (FMLN) y el Congreso Bolivariano de los Pueblos; contribuir a conformar una poderosa red de alcaldes e intendentes latinoamericanos caribeños, que impulsen mecanismos de integración desde el poder local; el apoyo y la solidaridad permanente con las fuerzas políticas progresistas que aspiran a lograr buenos resultados en las elecciones que se avecinan en todo el continente… Ahí están los compatriotas Evo Morales, Andrés Manuel López Obrador y Daniel Ortega, futuros presidentes de Bolivia, México y Nicaragua, respectivamente.

Resumiendo, cada vez es más necesario que las fuerzas políticas y sociales de la América Latina Caribeña, las fuerzas democráticas, patrióticas, antiimperialistas, revolucionarias, se constituyan en un poderoso movimiento popular latinoamericano y del Caribe y actúen coordinadamente, como verdadero Estado Mayor de la revolución en Nuestra América. Esa es la propuesta del Congreso Bolivariano de los Pueblos.

8) El ALBA es una herramienta política

El ALBA debe ser una herramienta política para la liberación. Ahora, como toda herramienta deberá ser eficiente y flexible ante las circunstancias ¿Porqué digo esto? Porque creo que el ALBA deberá actuar también como barrera de contención ante las nuevas tácticas que el imperialismo utilizará para dominarnos. Por ejemplo: ante la derrota imperial de querer imponer el ALCA de un solo manotazo, aparecen los “alquitas”, los Tratados de Libre Comercio (TLC) como un camino indirecto para alcanzar el ALCA.

El gobierno estadounidense pretende aprovechar la mayor debilidad que tenemos los latinoamericanos caribeños: la desunión. Entonces aplican la fórmula, inteligentemente yo diría, de derrotarnos uno a uno.

Pero ante esa nueva iniciativa colonialista, ante esa propuesta de veintipico de alquitas o TLC, que en la sumatoria parirían el ALCA, nosotros, los pueblos de Nuestra América, con los gobiernos progresistas y las organizaciones populares, tendremos que imponerles 100 “albitas”, 1000 “albitas”, 10000 “albitas”. Cada uno de estos acuerdos que se realicen con el espíritu del ALBA, serán ladrillos sólidos en la construcción de la Confederación de Repúblicas Latinoamericanas Caribeñas. Esa es la tarea de hoy de las fuerzas populares por la integración.

9) El ALBA es el programa de la Revolución Latinoamericana Caribeña

Los pueblos de Nuestra América hemos pasado a una nueva etapa. Debemos dar el salto de la etapa de la protesta (sin dejarla de lado, por supuesto), a la etapa de las propuestas. La resistencia es necesaria, pero es hora ya de pasar a la ofensiva.

Por eso el programa ALBA debe ser construido con los pueblos y debe ser divulgado entre los pueblos. Las tres etapas propias de toda lucha revolucionaria debe ser trabajada también en la construcción del ALBA:

a) Educar, convencer sobre la necesidad del ALBA.
b) Propagandizar y difundir entre las masas populares la “buena nueva” del ALBA.
c) Organizar y movilizar en torno a la construcción concreta de la integración entre los pueblos.

Como muy bien decía el Canciller venezolano Alí Rodríguez, “es necesario que los pueblos sientan los beneficios de la integración”. Esa es tarea de las fuerzas populares, hacer llegar los beneficios de la integración a través de las campañas y misiones sociales.

Recomiendo que leamos el folleto “Construyendo el ALBA desde los pueblos”, un verdadero programa revolucionario de integración, que surgió de las propuestas de las organizaciones populares latinoamericanas reunidas en infinidad de eventos y a través de varios años de lucha y esfuerzos. Ese material no es un material acabado, sino que se enriquece cotidianamente a través de las nuevas experiencias, aportes, estudios y emprendimientos que llevan adelante los diferentes artífices de la integración.

10) El ALBA es un salto estratégico a una nueva etapa.

El ALBA ya está instalado, les guste o no les guste a los imperialistas y a las oligarquías. De nosotros dependerá que avance más o menos aceleradamente. El ALBA cuenta con un dispositivo fundamental a la hora del combate:

a) Cuenta con un líder decidido y que ya ha dado suficientes muestras de convicción y coraje: el comandante Hugo Chávez.
b) Cuenta con un Estado Mayor de calidad, que son los dirigentes de las organizaciones populares de América Latina y el Caribe.
c) Y cuenta con un ejército de millones de soldados: el pueblo latinoamericano caribeño, dispuesto a construir, en paz, la Patria Grande de los Libertadores.

Es por esto que la alternativa hoy ya no es “vencer o morir”; la alternativa de hoy es mucho más exigente, mucho más tremenda, de mayor responsabilidad aún. Como decía el patriota venezolano José Félix Ribas: “necesario es vencer”.

Muchas gracias