En un libro de próxima publicación, The Strange Death of David Kelly (La extraña muerte de David Kelly), que el diario inglés Daily Mail comenzó a publicar en forma de entregas periódicas, el diputado liberal británico Norman Baker afirma que el doctor David Kelly fue asesinado.
David Kelly trabajó para la ONU como inspector especializado en armas biológicas y efectuó 37 misiones de control en Irak, antes de convertirse en experto al servicio del ministerio de Defensa británico. Su trabajo en el seno de la ONU le valió incluso una nominación al Premio Nóbel de la Paz.
Como informante secreto de la BBC, David Kelly expandió el rumor de que el informe de enero de 2002 en el que los servicios secretos atestiguaban que Irak disponía de armas de destrucción masiva no fue más que un truco del equipo del primer ministro británico tendiente para proporcionar al propio Blair una justificación para invadir Irak. David Kelly fue descubierto y poco después, el 17 de julio de 2003, apareció muerto. Una comisión investigadora, presidida por Lord Brian Hutton, concluiría más tarde que el doctor Kelly era un mitómano depresivo y que los informes de los servicios secretos eran correctos, desechando así todas las acusaciones contra Tony Blair. Pero finalmente resultó que las armas iraquíes de destrucción masiva no existían y que el doctor Kelly decía la verdad, lo cual trae de nuevo a colación la cuestión de las causas de la muerte de David Kelly.
Al cabo de un año de investigación, el respetable diputado Norman Barker afirma que la policía de Su Majestad conocía de antemano la existencia de un plan de asesinato contra el doctor Kelly, pero dejó que este siguiera su curso. Según el diputado Norman Barker, el crimen se presentó más tarde como si se tratara de un suicidio, para evitar una tempestad política y diplomática.
El diputado sugiere que el cuchillo y los analgésicos encontrados cerca del cuerpo del doctor Kelly fueron recogidos en el domicilio del doctor durante la pesquisa policial postmorten y plantados en el lugar del crimen después de los hechos.
Norman Baker también cuestiona fundamentalmente la investigación oficial que dirigió Lord Brian Hutton y que aseveró la tesis del suicidio. «Mientras más analizo [el veredicto de Lord Hutton], mas claro me parece que su juicio fue erróneo y sospechoso en prácticamente todos sus aspectos importantes», afirma Norman Baker.
A principios del año 2004, varios médicos forenses ya habían puesto en duda la versión oficial de la muerte del doctor David Kelly.
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