Más de tres mil personas marcharon el pasado 12 de octubre en la ciudad de Buenos Aires recordando un nuevo aniversario de la conquista de América y repudiando las políticas de gobierno que no reconocen los derechos de los pueblos originarios.
La ciudad de Buenos Aires se tiñó con los colores de la Wiphala, la música de sikus y bombos, y los cantos de los pueblos indígenas que marcharon del Congreso Nacional al Obelisco regresando nuevamente a la sede parlamentaria en conmemoración a aquel 12 de octubre que tanto dolor y muerte trajo a Nuestra América.
Enrique Mamani, representante de OCOPO (Organización de las Comunidades de los Pueblos Originarios) y de MOINO (Movimiento Indígena de Naciones Originarias) mencionó la importancia de la participación de los diferentes pueblos como collas, aymaras, quechuas, mapuches, tobas, charrúas, guaraníes y otros. "Todos los hermanos están representados", dijo, a la vez que recordó que "este 12 de octubre simboliza que todavía estamos resistiendo, como hace 500 años".
A medida que la movilización avanzaba por las calles porteñas al ritmo de los sikuris, curiosos y turistas se asomaban, tomaban fotos y algunos se sumaban a la simbólica caminata. Una de las columnas que marchaba al frente era la de los pueblos mapuches que pedían por sus tierras y por la libertad de los compañeros presos con cantos como: "¡Liberar, liberar, a mapuches por luchar!
Para Moira Millán, representante mapuche de la provincia argentina de Chubut, "el 12 de octubre es para los pueblos originarios un día de luto y dolor porque recordamos el sometimiento que padecimos desde la conquista, desde la llegada de Colón, y que hoy continúa en las políticas de los Estados Nacionales y las empresas transnacionales".
La lucha por la tierra, los recursos naturales y la vida en estos más de 500 años ha sido incansable y continúa vigente a pesar del intento de acallar los reclamos de tantos pueblos olvidados que habitan lo que hoy son las diferentes naciones del continente americano.
Haciendo referencia al próximo 200 aniversario de aquel momento en que la República Argentina se independizó de la Corona Española, Enrique Mamani puntualizó que "este Estado quiere festejar el bicentenario pero todavía somos una colonia". Para los pueblos originarios no hay nada que festejar porque el exterminio fue sangriento y porque hoy siguen muriendo de hambre, teniendo que dejar su tierra por contaminación, o por la expulsión violenta a manos de las transnacionales, o debido a la necesidad de migrar a las ciudades en búsqueda de oportunidades de trabajo que les permita sobrevivir.
Nota publicada en www.nuestraamerica.info .
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