Huancayo ha vuelto a brillar en el mundo de la producción filosófica. Luis Alberto Pacheco Mandujano, un joven filósofo huancaíno, quien ha instalado en nuestro medio el estudio profundo –y profuso– de la filosofía y el razonamiento humanos, ha publicado (hace algunos meses en realidad, pero vigente como si se hubiera publicado ayer) el libro “La Dialéctica del Hecho Social, Valor y Norma como definición ontológica del Derecho”.
Se trata de un texto de cultura jurídica, destinada seguramente a juristas entendidos, pero que abre un amplísimo abanico de posibilidades a cualquier interesado y sagaz lector de a pie. Según propia confesión del autor, el libro es una versión ampliada de la tesis con la que obtuvo el título de abogado, cuyo propósito es presentar un planteamiento personal, mucho más abierto y flexible, que el del tridimensionalismo del Derecho (Hecho Social, Valor y Norma).
Como en el libro anterior, Pacheco Mandujano se sirve de una estrategia discursiva por demás interesante para formular su proposición hipotética, desarrollarla y concluirla: la técnica de la argumentación negativa. Como sabemos, ésta consiste en presentar una teoría, aceptarla provisionalmente, y luego destruirla de manera inteligente, pero implacable, en base a lógicas incuestionables. El libro, que así se convierte en alguna medida en un metalibro, utiliza los razonamientos de Miguel Reale (autor de muchos tratados, entre ellos el famoso “Teoría Tridimensional del Derecho. Una visión integral del Derecho”), para a partir de ellos y, en su proceso de abatimiento, mostrarnos la verdadera y amplia dimensionalidad del Derecho.
Valiéndose de esa estrategia (como lo hicieron en su tiempo Diderot y ahora Julián Marías), el autor estudia los elementos científicos de la filosofía del Derecho, su ser y desarrollo, y nos presenta las bases de lo que él mismo llama “Teoría Marxista del Derecho”, que no llegó a cristalizarse a plenitud el siglo pasado, pero que a su entender cobra especial importancia y tiene mucha vigencia y porvenir. Derivados de estos puntos, se abren paso varios –en realidad muchos, pese a la brevedad del libro– planteamientos acerca del Derecho y sus diversas cuestiones: su vitalidad, su esperanza de vida, su presencia, su razón de ser en nuestra sociedad.
En este sentido, analiza en profundidad, con largas y eruditas digresiones, el Derecho desde sus planos científico y filosófico. Aún cuando la primera óptica se muestra profunda y bien lograda, la que brilla definitivamente es la segunda, la de la filosofía. A la luz de esta ciencia, el Derecho adquiere en análisis del autor muchos matices y es analizado (y hasta anatomizado) de una manera exhaustiva, casi como la de un médico con un escalpelo en un cuerpo vivo y palpitante. En ese mismo camino surge una consideración mayor, que tiene que ver con la filosofía política, y así el totémico pensamiento de Marx cobra especial relevancia en este punto para ser usado como base de la multifuncionalidad del Derecho. Huelga decir que el éxito del estudio es resonante.
Con todo ello, Pacheco Mandujano consigue un libro coherente, profuso, analítico, envidiablemente erudito (por el nivel del análisis y la ilustración, amén del lenguaje desplegado), y una vez más nos lleva a pensar que Huancayo ha entrado en una nueva dimensión del conocimiento. Esto, claro, nos enorgullece.
(Publicado en Revista Sólo 4, Correo, Huancayo, Perú)
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